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lunes, 4 de diciembre de 2023

Deportivo Riestra ascendió a Primera División

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TREPÓ DESDE LA D HASTA LA A EN MENOS DE 10 AÑOS
Parecía imposible y se hizo realidad: Riestra es de Primera
Le ganó a Deportivo Maipú la final del Reducido de la Primera Nacional y logró el segundo ascenso. Un nombre clave en este presente: Víctor Stinfale.
Deportivo Riestra es de Primera. Parece un oxímoron. Lo era -sonaba a un imposible- hace 10 años cuando transitaba errante por la última categoría del fútbol argentino. Pero no lo es. En un claro ejemplo de movilidad social -aunque no exento de polémicas-, el club de Nueva Pompeya nacido hace poco más de 80 años se codeará por primera vez en su vida entre los gigantes del fútbol argentino. El último paso, luego de un extenso y espinoso recorrido, lo dio ayer en Alta Córdoba. Allí, le ganó 1-0 a Deportivo Maipú de Mendoza gracias a un cabezazo de Gustavo Fernández, un delantero laborioso con orígenes riverplatenses y mucho kilometraje en el ascenso.

El equipo dirigido por Matías Módolo, con apenas 36 años, y comandado por el capitán Milton Céliz, fue el mejor en la cancha de Instituto. Dominó en el primer tiempo. Pero Cozzani y la falta de puntería se encargaron de dejar todo como había arrancado. Fue un duelo a puro nervio, con entradas fuertes -nueve amonestados en los 90y algunas omisiones del árbitro Darío Herrera, que sacaron de eje al veteranísimo Rubens Sambueza, el cerebro de los mendocinos.

Se despabiló Maipú, aunque sin demasiadas ideas, en el segundo tiempo. Hasta que llegó el enésimo centro al área de Cozzani tras una falta tonta cerca del mediocampo. Le pegó Walter Acuña y la pelota le cayó en la cabeza al Tortuga Fernández, que definió de pique al suelo y cruzado. Faltaba media hora para el final. Pero no se jugó más. Y así Riestra, más allá de algún sofocón, construyó un triunfo más que justificado que se transformó en tendencia en las redes sociales.

Es que su ascenso meteórico desde las profundidades del fútbol argentino parecía una quimera. Ahora es una realidad. Su estadio Guillermo Laza, para 3 mil personas, parece una canchita al lado del Nuevo Gasómetro de San Lorenzo, separado por la avenida Varela en el Bajo Flores.

En esta historia hay un nombre clave: Víctor Stinfale, un abogado de altísimo perfil que representó a figuras tan disímiles como Diego Maradona, el exjefe de la barra de Boca José El Abuelo Barritta y el traficante de armas sirio Monzer Al Kassar. También fue señalado como organizador de la fiesta electrónica Time Warp, en la que murieron cinco jóvenes en 2016 en Costa Salguero -pasó 70 días detenido y luego fue sobreseído-. Además, fue juzgado y absuelto en la causa por el encubrimiento del atentado a la AMIA. Stinfale, a través de Energy Group -comercializadora de la bebida energizante Speed Unlimited-, tomó el control del fútbol de Riestra a mediados de 2103 a través de un gerenciamiento sui generis e inyectó recursos que permitieron que el plantel contara con facilidades poco habituales en la Primera D. La camiseta, por ejemplo, esconde misterios. Uno es la leyenda IRAK. Es el nombre del equipo de fútbol de Stinfale y su grupo de amigos. Otro es la marca de la indumentaria, Adidas: la empresa alemana no tiene contrato con el club, sino que la propia institución las compra como si estuviera jugando en un intercountry.

El 21 de abril de 2014, Riestra derrotó 3 a 2 a Sportivo Barracas y así se aseguró el ascenso a la Primera C. Aquel fue el primer salto en la vertiginosa trepada que hoy lo tiene en la Liga Profesional.



¡¡Felicitaciones Malevos!!

martes, 31 de octubre de 2023

Independiente Rivadavia de Mendoza ascendió a Primera División

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CON GOLES DE BRAIAN SÁNCHEZ (LUEGO EXPULSADO) Y VICTORIO RAMIS
Independiente Rivadavia es de Primera y Mendoza brindó en Córdoba
Venció 2-0 a Almirante Brown en la final de la Primera B y logró el único ascenso directo. Vuelve a Primera después de 41 años. Antes del partido, pirotecnia y choque con la Policía.
Independiente Rivadavia de Mendoza se coronó campeón de la Primera Nacional y jugará en 2024 en Primera después de 41 años. Cuando parecía que el ascenso se definía en la tanda de penales, Braian Sánchez y Victorio Ramis le dieron el título en el suplementario.

Con el pitazo final del árbitro Nicolás Ramírez, aparecieron las dos caras de la moneda en el césped del estadio Mario Alberto Kempes. La alegría de los jugadores campeones y la desazón de los de la Fragata. Un sector del estadio, la cabecera Luis Artime y la platea Roberto Gasparini desbordado por la alegría del ascenso; el otro, la popular Daniel Willington y la platea Osvaldo Ardiles en triste retirada. Unas 35.000 personas vibraron la final de la Primera Nacional en una cancha tiene lugar para 60.000 espectadores. Aún así, el marco fue festivo e inolvidable, más allá de los incidentes que se produjeron antes del inicio entre los hinchas de Independiente Rivadavia, que intentaron ingresar pirotecnia, y la policía local o impidió lanzando gases. No se reportaron heridos ni detenidos tras el incidente que duró cerca de un cuarto de hora.

Fue largo y extenuante el camino hacia la Primera División. La Lepra se quedó con el primer puesto de la zona B con 68 puntos, producto de 20 triunfos, 8 empates y 6 derrotas en 34 encuentros, con 51 goles a favor, más incluso de los que jugaron 36 partidos en la zona A. Tuvo al goleador del torneo, el paraguayo Alex Arce con 26 tantos.

Del partido, poco y nada. El primer tiempo fue mejor Almirante y desde el inicio de la parte final, Independiente Rivadavia, justo campeón, que empezó la recuperación con la llegada de Alfredo Berti, ex técnico de Argentinos y Newell's, a comienzos de abril en reemplazado de Ever Demaldé. Dos meses antes, además, Daniel Vila regresó, después de 10 años, a la presidencia. “Vi a mi club prácticamente en ruinas. Me fui en el año 2013 del fútbol y dije no vuelvo nunca más, pero el fútbol es pasional, y la pasión a veces puede sobre la razón”, afirmó a principios del año el mandamás del multimedio América, amigo de Sergio Massa, el actual ministro de Economía y candidato a la presidencia de Unión por la Patria.

Uno de los momentos emotivos de los festejos fue cuando Maximiliano Gagliardo, el veterano arquero de La Lepra que sumó su tercer título y cuarto ascenso -también llegó a Primera con Arsenal y Barracas Central- le dedicó el triunfo a su mamá. “Mi vieja superó un cáncer este año, cómo no le voy a regalar el campeonato. Esta es otra alegría enorme, la gente se lo merece, la ciudad se lo merece. Fuimos los mejores del año”.

Mendoza tendrá ahora dos representantes en Primera División. Godoy Cruz ya está instalado hace rato y el año que viene jugará su 19a. temporada. Además, otros dos equipos siguen en carrera en el Reducido: Deportivo Maipú y Gimnasia y Esgrima.

Para Independiente Rivadavia será la séptima participación, tras sus intervenciones en los Nacionales de 1968, 1973, 1977, 1979, 1980 y 1982. En este último tuvo su mejor campaña, al clasificar a los cuartos de final. Allí se encontró con la mejor versión del Ferro de Griguol y quedó eliminado por un ajustado 1-0 global. En febrero de 2024, volverá a jugar en Primera después de 41 y nueve meses. Primero será la Copa de la Liga y luego la Liga Profesional, en el que enfrentará a todos los históricos de la A.



¡¡Felicitaciones Lepra!!

lunes, 21 de noviembre de 2022

Instituto de Córdoba ascendió a Primera División

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ASCENDIÓ EL EQUIPO CORDOBÉS CON UN LAMENTABLE ARBITRAJE DE FERNANDO ESPINOZA
Instituto es de Primera aunque Estudiantes resultó el gran perjudicado
La provincia tendrá tres representantes en la Liga Profesional ya que también estarán Talleres y Belgrano.
Y un día volvió Instituto a Primera. Después de 16 años en el derrotero del Ascenso. Se festejó en cada rincón de esa cancha roja y blanca, cargada de hinchas, con fuegos artificiales y humo de colores. Le bastó con el empate ante Estudiantes. La ventaja deportiva fue clave. También, un arbitraje lamentable de Fernando Espinoza que terminó rodeado de policías, increpado por los futbolistas visitantes.

La gloria fue para Instituto, como ese apodo que acompaña al conjunto de Alta Córdoba. El último partido en la máxima categoría había sido el 14 de mayo de 2006. Por eso todos sus futbolistas lloran, emocionados. Hasta Lucas Bovaglio, el técnico rafaelino que se retiró en Talleres, pero hizo historia en otro club de la ciudad. También subió Belgrano. Y habrá tres equipos cordobeses en la Liga Profesional de 2023.

Le costó a Instituto. Porque Estudiantes, que llegó a esa instancia tras el empate 0-0 en Caseros, necesitaba ganar. Era el único resultado que le servía. Entonces fue agresivo de entrada. Aunque dejó en poder de Instituto la tenencia, contraatacó con peligro. Y estuvo cerca de abrir el marcador cuando el reloj había rozado los diez minutos. Un tiro cruzado de Facundo Pereyra encontró una gran respuesta de José Carranza, el capitán del ascendido.

El gol llegó un ratito después, a través de una pelota parada. Llegó el córner del propio Pereyra y el cabezazo goleador de Juan Cruz Randazzo. Allí nada pudo hacer el número 1 local.

El partido se desvirtuó con la expulsión de Lautaro Lusnig. El lateral fue a pelear una pelota con Gabriel Graciani, que estaba mal pisado, y le dio un topetazo al volante. Fue una jugada con vehemencia de parte del defensor de Estudiantes, pero no ameritaba la expulsión. Espinoza le sacó la roja directa. Ya había echado a Walter Otta, el técnico, por protestar.

Enseguida ingresó Diego López por Alan Canteros y en el desenlace del primer tiempo evitó un gol de Santiago Rodríguez en la línea.

Con uno menos, el conjunto bonaerense intentó sostener la ventaja. Bovaglio reforzó con un centrodelantero, Nicolás Mazzola, que poco duró en la cancha porque salió lesionado 15 minutos después. Lo reemplazó Jonathan Dellarossa.

Instituto empujó, pero no lograba resolver en el área de Lucas Bruera. Hasta que Claudio Pombo, tirado a la izquierda, metió un centro bárbaro y Franco Alarcón logró el empate con un cabezazo inatajable.

Las cámaras de la televisión demostraron que estaba en offside. Sin VAR, la responsabilidad del juez de línea quedó de manifiesto. Otro error que perjudicó a Estudiantes.

Otta, que ya no estaba al borde del césped, metió la mano en el banco. Franco Lonardi, un delantero, ingresó por Enzo Acosta, un volante. También saltaron al campo de juego Lautaro Parisi, Tomás Bolzicco y Elías Alderete, que fue inexplicablemente expulsado por Espinoza. Nueve contra 11, fue imposible para Estudiantes. Instituto tuvo chances para liquidarlo, pero no pudo con Bruera y Dellarossa se lo perdió abajo del arco.

Y de esa manera festejó Instituto en el medio de las grandes polémicas que a sus hinchas muy poco les importó.



¡¡Felicitaciones Gloria!!

miércoles, 28 de septiembre de 2022

Belgrano de Córdoba regresó a Primera División

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TRAS 41 MESES EN LA PRIMERA NACIONAL, SE CORONÓ CAMPEÓN Y EL AÑO PRÓXIMO JUGARÁ LA LIGA PROFESIONAL
Belgrano hizo los deberes y es otra vez de Primera División
Le ganó 3-2 a Brown de Adrogué en San Nicolás con el apoyo de 22 mil hinchas. Los secretos de una gran campaña.
En estas horas de alegría y seguramente son pocos los fanáticos de Belgrano que tienen presente aquel 1 a 0 frente a Godoy Cruz en Barrio Alberdi del 7 de abril de 2019. Ese triunfo no alcanzó para eludir el descenso y fue el último encuentro que disputó en Primera. Por estas horas todo es festejo. El Pirata acaba de conseguir un histórico ascenso tras la épica remontada frente a Brown de Adrogué en San Nicolás: lo perdía en dos ocasiones, lo empató y lo ganó al final, con el golazo de Joaquín Susvielles. Campeón tres fechas antes, ganando 22 de 34 partidos y con un DT que consiguió algo histórico: Guillermo Farré es el primer integrante del equipo cordobés que consigue el ascenso como jugador (sí, aquella histórica promoción de 2011 frente a River) y ahora como técnico.

Los goles de Pablo Vegetti y Joaquín Susvielles para dar vuelta la historia en San Nicolás le pusieron fin al vía crucis de 41 meses desde aquel descenso. Tras dos temporadas grises, en la actual dominó de punta a punta un certamen desgastante, en el que 37 equipos compiten por dos ascensos a la Liga Profesional. Nunca fue deslumbrante en un torneo en que resulta muy difícil serlo, pero Belgrano, que consiguió 17 de sus 22 victorias por un gol de diferencia, fraguó un equipo sumamente sólido y con una condición física notable que le permitió ser una trituradora en los segundos tiempos de sus partidos. Como muestra vale mencionar que de los 44 tantos que marcó en sus 34 presentaciones, 33 fueron en los períodos complementarios. Esa intensidad hizo que diera vuelta duelos en los últimos cinco minutos de juego, como ante Estudiantes y All Boys, o que rescatara algún punto que parecía ya perdido, como en el empate que se llevó de Madryn ante Deportivo.

Este camino, que comenzó el 14 de febrero con un triunfo 1 a 0 ante Atlético de Rafaela, no estuvo exento de turbulencias. Hace apenas un mes, Belgrano estaba atravesando una racha de cinco partidos sin victorias (tres empates y dos derrotas) que había permitido que Instituto se acercara a cinco puntos. Pero el equipo supo tolerar ese bache y le puso fin con una victoria 1 a 0 frente a la Gloria en el clásico que empezó a definir el certamen. Algunos sintieron cierta inquietud también hace dos semanas debido al tropiezo ante San Martín de Tucumán en la Ciudadela. Pero la goleada 3 a 0 frente a Defensores de Belgrano puso las cosas en su lugar. A contramano de su costumbre, el Celeste se despachó con tres tantos en los primeros 25 minutos que permitieron que las 30.000 personas que abarrotaron el estadio Julio César Villagra disfrutaran una noche sin sobresaltos. Esas multitudes fueron una constante: los 17 encuentros como local por la Primera Nacional se jugaron a casa llena. Esa costumbre se replicó en los tres compromisos que Belgrano disputó por la Copa Argentina en La Rioja, Santa Fe y San Luis.

Si los hinchas -unos 22 mil explotaron ayer el estadio en San Nicolás- construyeron este feeling fue porque desde el campo recibieron señales de un equipo que fue edificado por un prócer como Farré. El exvolante, que el resto del universo futbolero recuerda por el gol que marcó el 26 de junio de 2011 frente a River en el Monumental, disputó 327 encuentros en una década con la casaca celeste y es el tercero con más presencias en el club.

Farré, quien se había retirado en diciembre de 2020 jugando en Estudiantes de Río Cuarto y se había sumado al cuerpo técnico de Ricardo Zielinski en Estudiantes de La Plata, respondió al llamado de Belgrano en mayo de 2021, tras la desvinculación de Alejandro Orfila. En ese torneo no le alcanzó para pelear por un ascenso. Pero este año, con un plantel armado con su sello, todo fue distinto.

Futbolistas con experiencia reciente en Primera, como Maximiliano Comba, Gabriel Compagnucci y Manuel Vicentini, y otros que habían sido figuras de sus equipos en la Primera Nacional llegaron a principios de 2022 para sumarse a un grupo con hombres de largo recorrido, como Diego Novaretti, Ariel Rojas, Hernán Bernardello y Fabián Bordagaray. En esa base había un jugador que se destacaba y que este año tuvo su explosión: el capitán Pablo Vegetti. Campeón de la B Metro con Villa San Carlos en 2013, el santafesino de 33 años, que no había terminado de hacer pie en Primera ni con Colón ni con Gimnasia y que había tenido en la B Nacional una aceptable temporada en Boca Unidos y una muy buena en Instituto, desembarcó en Belgrano en junio de 2019. Fue el máximo anotador, junto a Pablo Magnín (ambos hicieron 17), en el certamen que tuvo un paréntesis de ocho meses debido alcoronavirus. En 2021, repitió su cuenta y solo fue superado por Magnín, que hizo 22 para Tigre. Este año, metió 16, de los cuales 9 fueron de cabeza, y encabeza la tabla de artilleros.

¿Cómo hizo para reunir en su plantel a este combo de nombres pesadísimos para esta categoría? “El dinero no es todo, pero cómo ayuda”, cantan Los Auténticos Decadentes. Belgrano, presidido desde febrero de 2021 por otro ídolo, Luis Fabián Artime (es el máximo goleador histórico en torneos de la AFA, con 94 tantos), tiene a disposición la billetera más gruesa de la divisional: destina 32,5 millones de pesos mensuales a su estructura de fútbol profesional, según detalla su presupuesto 2022. Supera holgadamente a sus 36 competidores e incluso duplicar la dotación de recursos de rivales muy poderosos como San Martín de Tucumán.

Esto no solo le permitió armarse mejor que nadie para este torneo, sino también encontrar soluciones de calidad para sus problemas. Cuando en junio se lesionó su enganche, Mariano Miño (sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha), trajo para reemplazarlo a Diego García, figura de Almirante Brown. El club de Isidro Casanova no pudo oponer demasiada resistencia para evitar la partida de su emblema.

Parte de los ingresos para sostener semejante presupuesto provienen del pago de las cuotas sociales. El 26 de julio, la dirigencia celeste anunció que por primera vez en sus 117 años de historia la institución había superado los 50.000 socios, de los cuales más del 30% eran mujeres. El crecimiento fue vertiginoso: a principios de 2021 contaba con 24.000, en diciembre de ese año había aumentado a 36.000 y en 2022 incorporó otros 14.000. A ello se suman los 28.000 abonos vendidos para presenciar los encuentros del actual torneo (el Julio César Villagra tiene capacidad para 30.000 personas).

Plantel, cuerpo técnico y dirigencia se alinearon en Belgrano y la victoria frente a Brown garantizó el regreso a la primera división 1297 días después de su último descenso.



¡¡Felicitaciones Pirata!!

miércoles, 22 de diciembre de 2021

Barracas Central ascendió a Primera División

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EL EQUIPO DEL PRESIDENTE DE LA AFA LE GANÓ A QUILMES POR PENALES
Barracas Central hizo historia de la mano de Chiqui Tapia y ahora es de Primera
Sobraron suspicacias y polémicas durante todo el campeonato, pero anoche el equipo de Rodolfo De Paoli tuvo los méritos para quedarse con una final dramática y pareja.
Barracas Central es de Primera. Festeja Fernando Valenzuela tirado boca arriba después de ese zurdazo certero que valió un ascenso. Llora Rodolfo De Paoli abrazado a su cuerpo técnico. Deliran los casi siete mil hinchas del Guapo repartidos entre la popular visitante, la que da a la calle Colón, y los que están en la platea sobre la calle Corbatta. Celebran los jugadores en un costado del Cilindro, varios colgados del travesaño. Espera Claudio Chiqui Tapia, el presidente de la AFA, el hombre fuerte de Barracas, que terminen los festejos para entregar los premios, mientras saluda a los jugadores rivales. Los casi 18 mil hinchas de Quilmes, tristes, dolidos, se hacen oír en la despedida de los suyos. Los aplauden con tristeza.

Curioso destino. Los dos equipos que tuvieron más penales a favor en el año en la división, terminaron definiendo el ascenso a Primera por penales. Entregaron todo en los 90 minutos y también en los penales. Falló Rafael Barrios el quinto y el ascenso quedó servido a los pies de Valenzuela. Se hablará muchos años de este ascenso y del poder y las prebendas que significa tener la sartén por el mango en la AFA, pero quién les quita la alegría a estos jugadores, a estos hinchas que viven un sueño que hasta hace unos años parecía imposible.

Hay muchas maneras de jugar una final. Con pocas ideas y muchas faltas, aburridísima, como la de la Copa Argentina entre Boca y Talleres de Córdoba. Con solvencia, contundencia y superioridad de un equipo sobre otro, como River ante Colón en el Trofeo de Campeones. O dando todo, con intensidad, con un juego más vertical (Quilmes), más elaborado (Barracas), con muchas situaciones de gol y ganas de aplaudir.

Más allá de las especulaciones y las suspicacias que se generaron alrededor de los dos equipos en el camino hasta esta definición, el Cervecero y el Guapo demostraron ser dignos finalistas.

Desde el primer minuto imprimieron un ritmo vertiginoso, el equipo de De Paoli buscando retener la pelota mientras que el Cervecero imponía sus ataques directos, en especial por izquierda y sobre todo cuando aparecía por ese sector el veloz Camilo Machado.

Cuando el ida y vuelta entusiasmaba, llegó la jugada polémica de la primera etapa, a los 22 minutos. El centro de Juan Manuel Vázquez buscó la cabeza de Albertengo, lo empujó García Basso y el arquero Saracho se lo llevó puesto. Era penal para Barracas, pero Herrera cobró falta sobre el arquero. La respuesta, fue un buen desborde de Silva y una gran definición de Machado. Sin embargo, el línea Cristian Navarro señaló correctamente posición adelantada.

Desde ahí no se dieron descanso. Se salvó Quilmes tras un cabezazo de Paz, que logró desviar apenas Saracho y la pelota la devolvió el travesaño. Se salvó Barracas tras un tiro libre al corazón del área, un cabezazo hacia atrás de un defensor obligó a Gagliardo a rechazar justo y después no pudo conectar Rafael Barrios. Tres minutos después, un cabezazo de Pavone pegó en el palo. Hubo varias más en una primera etapa muy animada.

No pudieron sostener el ritmo en la parte final. O al menos la precisión en el último paso. Pero siguieron jugando a puro corazón, con los centros al área como la mayor arma.

Había que forzar el error del rival. El que se equivocaba…

La primera ventana de cambios renovó esperanzas de cada lado. De Paoli mandó primero a la cancha a Fernando Valenzuela buscando desequilibrio y luego a Leonel Buter para la pelea en el área. Eso sí, perdió algo de elaboración con la salida del Mudo Vázquez. Facundo Sava fue más lógico, refrescó el ataque (Anselmo por Pons) y el medio (Bottari por Silva).

Quilmes tuvo dos momentos en que la defensa de Barracas quedó mal parada. Primero cuando todavía estaba Pavone en la cancha, pero el Tanque, que tenía dos compañeros a la derecha, giró al revés y perdió la pelota cuando tenía tres encima. Después fue el turno de Anselmo, que ganó en velocidad por derecha, pero resolvió mal con un centro muy pasado. Del otro lado, Valenzuela tuvo dos desbordes por izquierda que generaron inquietud. En esa paridad, los penales terminaron definiendo el ascenso. Y la gloria toda para Barracas.



¡¡Felicitaciones Guapo!!

miércoles, 24 de noviembre de 2021

Tigre regresó a Primera División

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LUEGO DE LA CAMPAÑA EXTENUANTE Y UN ÚLTIMO PARTIDO VIBRANTE, EL MATADOR RETORNA A LA MÁXIMA CATEGORÍA
Tigre le ganó la final a Barracas y después de dos años regresa al fútbol de Primera
Zabala marcó el 1-0 que definió el único ascenso directo. Una multitud acompañó al Matador hasta Banfield. El equipo de Chiqui Tapia luchó hasta el final y ahora irá al Reducido.
El impecable derechazo de Cristian Zabala redobló la euforia de los hinchas de Tigre que superaron con holgura las 12000 localidades disponibles que tenían para el partido decisivo ante Barracas Central. A diferencia de la final anterior, el 2 de junio de 2019 contra Boca en el estadio Mario Alberto Kempes, en la que fueron minoría, acá, en el Florencio Sola casi triplicaron al público del Guapo que ajustadamente llegó a las 6500 localidades disponibles.

“Ohhh, Tigre va a volver/va a volver/Tigre va a volver...” como cantaban hace poco más de dos años tras conquistar la final de Copa de la Superliga retumbó en la cancha de Banfield después del 1 a 0. Hubo descanso en el entretiempo para los jugadores, pero no para los hinchas de Tigre que no cesaron el aliento. Como una muestra de poder, aún sin intención por la empresa contratada por la AFA, la entrada de los equipos a la cancha estuvo acompañada por el humo blanco y rojo, los colores de Barracas Central. Pero el dominio en las tribunas y en el campo de juego era todo rojo y azul. El gol de Zabala a los 42 minutos del primer tiempo ratificó la supremacía futbolística del equipo de Diego Martínez, que dominó el juego y contó con más de una situación de gol. El goleador, que definió mal un rato antes metido en el área chica, no falló desde unos 25 metros.

La final única habilitó el público de ambos equipos, después de varias dudas. Un marco que se extrañaba porque hay que recordar que desde 2007 los hinchas visitantes tienen la entrada prohibida. Hubo un fuerte operativo de seguridad ya que una tribuna y una platea del estadio no tiene alambrada. Tras el minuto de silencio en conmeración del crimen de Lucas González, jugador de las inferiores de Barracas, por parte de tres policías de la Ciudad de Buenos Aires, se unieron en el reclamo y la bronca: “El que no salta es un botón”.

“Vamos a volver”, le dijo a Clarín Sergio Massa tras aquel 2 a 0 a Boca de hace dos años. Al Matador, a pesar del éxito deportivo, lo esperaba la Primera Nacional, ya que había descendido por promedio. Había podido jugar el segundo torneo organizado por la extinta Superliga pero la segunda categoría era cosa juzgada. En paralelo, Massa preparaba su retorno al gobierno desde el Frente de Todos. Desde diciembre de 2019 es el preside la Cámara de Diputados.

Dos temporadas después, Tigre vuelve a ser de Primera, Y anoche, también Massa estuvo en los festejos. En el plantel, se recuerda, está Martín Galmarini, su cuñado, quien anoche estuvo en el banco.

De alguna manera, la final de la Primera Nacional, integrada por 35 clubes, 19 directamente afiliados a la AFA porteña y 16 indirectamente afiliados a través del Consejo Federal, representó ese dominio histórico de la organización porteña. En el Reducido, cuatro de los otros seis equipos que buscan el segundo ascenso también son de la vieja AFA.

A pesar de que muchos clubes de las ligas más importantes del país contaron con el apoyo de las gobernaciones, Tigre manejó el presupuesto más alto de la categoría. Así como la sombra del meteórico ascenso de Barracas Central (en 2009 estaba en Primera C) asoma la figura de Claudio Chiqui Tapia, el presidente de la AFA, en el regreso del equipo de Victoria a Primera aparece la mano protectora de Massa.

Sin embargo, como reconoció Rodolfo De Paoli, el periodista entrenador de Barracas Central, Tigre era “el gran candidato desde que perdió la categoría y jugó la Libertadores estando en la B Nacional. La base le ganó una Copa a Boca. El trabajo de Diego Martínez demuestra su capacidad, no fue casualidad lo que hizo en otros lugares, con un estilo definido”.

Diego Martínez asumió en enero de este año tras un breve periodo en 2020 de Juan Carlos Blengio, quien reemplazó a Néstor Gorosito. A principios de este año llegaron seis refuerzos: Tomás Fernández (Boca), Víctor Cabrera (formado en River, con pase libre del Houston Dynamo de Estados Unidos), Francisco Oliver (libre de Sarmiento de Junín), Lucas Blondel (Atlético de Rafaela), Lucas Menossi (regresó de San Lorenzo) y Francisco González Metilli (de Argentinos, pero llegó desde Estudiantes de Caseros).

En el arranque de la temporada, tras perder en el debut con Belgrano de Córdoba, Tigre hilvanó una serie de cinco triunfos seguidos y siete partidos sin recibir goles. Fue animador todo el año, pero resultó clave el sprint final, con cuatro victorias al hilo, la última ante San Martín.

Quedaba el último paso. El más difícil, ante el equipo del presidente de la AFA. Resultó un ajustado pero limpio triunfo, después de tantas sospechas, victoria del equipo de Matador, que se fue a Victoria festejando al ritmo de “Ohhh, Tigre va a volver…”. Y ya volvió.



¡¡Felicitaciones Matador!!

lunes, 1 de febrero de 2021

Platense ascendió a Primera División

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LE GANÓ LA FINAL DEL REDUCIDO A ESTUDIANTES DE RÍO CUARTO
Platense se hizo fuerte en los penales y festeja su regreso
El Calamar vuelve a la máxima categoría, donde fue protagonista de grandes momentos, después de 22 años.
Y un día volvió Platense a Primera, después de remar durante 22 años en las profundidades del Ascenso. Lo ganó en los penales (4 a 2) y fue decisiva esa atajada de Jorge De Olivera ante Gastón Benavídez. Detuvo el tiro del final el misionero y celebró Vicente López. Y Saavedra. Y desde alguna nube el Polaco Goyeneche.

Estudiantes de Río Cuarto volvió a fallar desde los doce pasos. Había perdido la final ante Sarmiento de Junín. Y perdió de nuevo. No tuvo puntería.

Estaba convencido de su regreso a Primera el Calamar. Si fue una furia en el comienzo. Al minuto de juego, nomás, Tissera remató de media distancia y la pelota se perdió a centímetros del palo derecho de Brian Olivera.

Enseguida, se equivocó Estudiantes en la salida. Benavídez jugó hacia adentro para Beraldi, quien apretado por la marca jugó atrás. El “10” le regaló la pelota a Curuchet, que agarró mal pisado a Maffini y cuando achicó Olivera, asistió a Tissera. El delantero no falló, a pesar del desesperado cierre de Nicolás Ferreyra.

Con mucha intensidad y desequilibrio por afuera, con Tissera y el colombiano Sinisterra, Platense era superior a su rival cordobés. Y otra vez estuvo cerca de marcar con un tiro libre de Bogado que tapó Olivera.

Dominaba Platense hasta que Estudiantes comenzó a emparejar en la mitad de la cancha y se tornó más peligroso Hesar. El “9” disparó desde la medialuna y casi vence a De Olivera. Su remate pasó muy cerca del ángulo.

Entonces, llegó el gol del empate. Un golazo. Suárez metió un pelotazo largo que superó a Lamberti y Hesar mostró su repertorio de recursos: mató el centro con el pecho y metió un latigazo de zurda, abajo, a un rincón, inalcanzable para De Olivera.

El primer tiempo terminó con una jugada que pudo ser el segundo de Platense cuando volvió a fallar la defensa del club riocuartense y Tissera le quiso devolver la gentileza a Curuchet. Sin embargo, el centroatacante remató al cuerpo de Olivera, que mostró reflejos y tapó el disparo.

Llop ya estaba expulsado por Pitana. El técnico había reclamado la tarjeta roja para Suárez. Y tenía razón. El lateral izquierdo de Estudiantes estaba amonestado y cometió dos infracciones que el juez misionero dejó pasar. Tan evidente fue que pendía de un hilo que Vázquez lo reemplazó a los 40 minutos por Padilla.

En el segundo tiempo, mejoró Estudiantes con los ingresos de Marcos Fernández y, especialmente, Ortigoza. El paraguayo manejó la pelota en el medio y los cordobeses empezaron a generar peligro por los laterales. Entonces, surgió De Olivera. Igual que en los penales, esos que devolvieron al Calamar a su lugar histórico.

Definición por tiros desde el punto penal:
Hernán Lamberti -gol-, Néstor Ortigoza -gol-, Nicolás Zalazar -gol-, Marcos Fernández -afuera-, Luciano Recalde -gol-, Maximiliano Padilla -gol-, Matías Tissera -gol- y Gastón Benavídez -atajó Jorge De Olivera-.


Felicitaciones Calamar!!!

lunes, 18 de enero de 2021

Sarmiento de Junín regresó a Primera División

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TERMINÓ 1-1 EN LOS 90 Y SE IMPUSO 4-3 EN LA SERIE DESDE LOS 12 PASOS
Sarmiento es de Primera otra vez: le ganó por penales a Estudiantes de Río Cuarto
El arquero Vicentini fue la gran figura de los de Junín, que venían de perder tres finales al hilo por el ascenso.
Tenía que ser en Santa Fe para Sarmiento, en el estadio 15 de Abril de Unión. Ahí, en ese suelo, consiguió el ascenso en 2014. Ayer, en esa cancha, buscaba dejar atrás una serie adversa de tres finales perdidas, contra San Martín de Tucumán (2018), Arsenal y Central Córdoba de Santiago del Estero (2019). Y lo logró en definición por penales, la misma vía por la que perdió la última final, tras el 1-1 con Estudiantes de Río Cuarto. Así, Sarmiento vuelve a Primera luego de tres temporadas.

El arquero Manuel Vicentini fue la figura excluyente. No solo porque atajó el último penal contra Bruno Sepúlveda, sino porque en la última jugada del partido le tapó una pelota muy difícil a Yair Arismendi.

Fue un milagro que Sarmiento se haya ido al entretiempo empatando en un tanto porque Estudiantes lo pasó por arriba y le generó varias situaciones de gol. Pedía a gritos el fin de la primera parte el elenco de Junín. Ganaban 1-0 los cordobeses y acumulaban méritos para marcar el segundo. Antes del gol de Bruno Sepúlveda, tras una gran jugada colectiva, Estudiantes había tenido un par de situaciones claras. La ventaja parcial no le cambió los planes y siguió atacando por ambas bandas y con mucha gente. Siguió haciendo trabajar al arquero Manuel Vicentini, a quien no le daban las manos para sacar tantas pelotas. Pero de la nada, tras una pérdida en campo propio, Sarmiento empató con un lindo gol de Claudio Pombo, que venció a Luis Ardente con un remate ajustado de zurda al palo izquierdo del arquero.

Una modificación y varios gritos del entrenador Mario Sciacqua hicieron que Sarmiento fuera otro equipo. Ajustó el mediocampo, se soltó el enganche Sergio Quiroga y los de Junín pasaron por arriba a los cordobeses. Sí, a la inversa de la etapa inicial. Fue Luis Ardente el encargado de sostener el empate con varias buenas atajadas, una de ellas un cabezazo a quemarropa de Jonatan Torres.

Los instantes finales fueron apasionantes. A los 35 minutos, fue expulsado Lucas Suárez en Estudiantes. Del tiro libre, Jonatan Torres estrelló un cabezazo en el travesaño. Y en el rebote, Martín García llegó a destiempo y vio la roja en Sarmiento. Fue un minuto furioso.

Para cuando el empate era inevitable, ingresó Néstor Ortigoza en Estudiantes. Asomaban los penales.

Resumen del partido:

Estudiantes de Río Cuarto 1 (3): 1- Luis Ardente; 4- Gastón Benavídez, 2- Nicolás Ferreyra, 6- Gonzalo Maffini, 3- Lucas Suárez; 7- Nahuel Cainelli, 5- Gastón Bottino (C), 10- Víctor Beraldi, 8- Maximiliano Comba; 11- Bruno Sepúlveda y 9- Ibrahim Hesar.
DT: Marcelo Vázquez.
Suplentes: 12- Brian Olivera, 13- Alan Vester, 14- Maximiliano Padilla, 15- Néstor Ortigoza, 16- Álvaro Cuello, 17- Yair Arismendi y 18- Javier Ferreira.

Sarmiento de Junín 1 (4): 1- Manuel Vicentini (C); 4- Martín García, 2- Federico Mancinelli, 6- Braian Salvareschi, 3- Facundo Castet; 7- Gabriel Graciani, 5- Federico Vismara, 10- Sergio Quiroga, 8- Claudio Pombo; 11- Mauro Albertengo y 9- Jonatan Torres.
DT: Mario Sciacqua.
Suplentes: 12- Facundo Daffonchio, 13- Francisco Oliver, 14- Yamil Garnier, 15- Fabio Vázquez, 16- Maximiliano Fornari, 17- Guido Vadalá y 18- Benjamín Borasi.

Árbitro: Fernando Rapallini.

Estadio: 15 de Abril de Unión de Santa Fe.

Goles: 21'PT Bruno Sepúlveda (E) y 39'PT Claudio Pombo (S).

Cambios: ET Yair Arismendi por Ibrahim Hesar, Fabio Vázquez por Mauro Albertengo, 14'ST Maximiliano Padilla por Víctor Beraldi, 21'ST Javier Ferreira por Maximiliano Comba, 28'ST Benjamín Borasi por Claudio Pombo, 37'ST Yamil Garnier por Sergio Quiroga, 39'ST Néstor Ortigoza por Nahuel Cainelli, Alan Vester por Gastón Bottino y 46'ST Francisco Oliver por Facundo Castet.

Amonestados: 6'PT Gastón Bottino (E), 19'PT Víctor Beraldi (E), 30'PT Jonatan Torres (S), 33'PT Lucas Suárez (E), 35'PT Gabriel Graciani (S), 36'PT Maximiliano Fornari -desde el banco de suplentes- (S), 46'PT Federico Mancinelli (S), 17'ST Gonzalo Maffini (E), 30'ST Martín García (S) y 34'ST Maximiliano Padilla (E).

Expulsados: 35'ST Lucas Suárez (E) y 36'ST Martín García (S).

Definición por tiros desde el punto penal:
Jonatan Torres -afuera-, Néstor Ortigoza -gol-, Yamil Garnier -gol-, Javier Ferreira -gol-, Gabriel Graciani -gol-, Luis Ardente -palo-, Federico Mancinelli -gol-, Alan Vester -gol-, Federico Vismara -gol- y Bruno Sepúlveda -atajó Manuel Vicentini-.


Felicitaciones Verde!!!

domingo, 9 de junio de 2019

Central Córdoba de Santiago del Estero es de Primera División

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EL FERROVIARIO CELEBRÓ A LO GRANDE EN LA PLAZA DE LA PROVINCIA PORQUE JUGARÁ LA PRÓXIMA SUPERLIGA
Gran fiesta santiagueña: hazaña de Central Córdoba para llegar a Primera
Le ganó a Sarmiento por 5-3 en la definición desde los doce pasos. En los 90 minutos habían igualado 0 a 0.
El tiro de Alfredo Ramírez se clavó en el arco de Manuel Vicentini y explotó en las gargantas de los hinchas de Central Córdoba de Santiago del Estero. El equipo ferroviario, que hace cinco días festejó su centenario, consiguió el ascenso a la Superliga. Lo hizo en el estadio Eva Perón de Junín, un terreno hostil, con el público en contra y ante un rival que había sido animador en la categoría.

De hecho, Sarmiento terminó en el primer lugar de la tabla de posiciones de la B Nacional. Perdió el desempate con Arsenal y volvió a caer en la final del Reducido. El año pasado, se le había escapado el regreso a Primera contra San Martín de Tucumán. El Verde tuvo media docena de posibilidades de gol. Cuatro veces falló Nicolás Orsini. Y terminaron celebrando los santiagueños en los penales. Para ilusionarse como en los viejos Nacionales de la década del sesenta y del setenta, cuando se dieron el gusto de imponerse en la Bombonera.

Diego Jara, Javier Rossi, Facundo Melivilo, Hugo Vera Oviedo y el mencionado Ramírez marcaron los penales de Central Córdoba. Ariel Kippes, Nicolás Castro y Leonardo Villalba convirtieron para Sarmiento. César Taborda tapó el remate de Franco Leys. Y asunto terminado.

Fue ordinario el primer tiempo y mucho más emotivo el complemento. Sarmiento se mostró más agresivo, empujado por el aliento de su gente. A bordo de un 4-4-2 que tuvo al doble Nico arriba, Miracco y Orsini. Los dos se encontraron en la situación más clara que generaron. El partido había superado el primer cuarto de hora. Miracco recibió de espaldas, metió un pase largo entre los centrales, se filtró Orsini y la punteó por encima de Taborda. La pelota rebotó en el travesaño.

Resultó la acción más nítida de esos primeros cuarenta y cinco minutos. A fin de cuentas, la única. Después, todo se desarrolló entre algún centro o tiro de media distancia de Matías Garrido. Enfrente, Central Córdoba sólo propuso orden defensivo, líneas apretadas, a la espera de una réplica. En ese 4-2-3-1, quedó demasiado aislado Javier Rossi, la referencia de ataque de los santiagueños que no inquietaron a Manuel Vicentini, número uno de Sarmiento.

En el segundo tiempo, Orsini desperdició tres chances inmejorables. Más allá de sus buenos movimientos y conexiones con Miracco, estuvo impreciso a la hora de definir la jugada. Primero, Taborda voló para tapar un disparo esquinado. Después, quedó mano a mano con el arquero santafesino y su tiro se perdió a centímetros del palo derecho. Finalmente, combinó con Leonardo Villalba a través de un taco, buscó la devolución, encaró y cuando pisó el área remató alto.

Central Córdoba encontró más espacios y lastimó por afuera. Sin embargo, fue Facundo Melivilo, reemplazante de Marcos Sánchez, el que más preocupó a Vicentini. El guardameta tuvo que esforzarse para tapar un remate del delantero nacido en General Pacheco.

Aguantó las embestidas de Sarmiento y tuvo su premio desde los once metros. Había terminado sexto en el campeonato. Eliminó a Platense y a Almagro. Enfrentó a Sarmiento. Y sorprendió. Con 100 años recién cumplidos, puede brindar por su ascenso a Primera.


Felicitaciones Ferroviario!!!

lunes, 29 de abril de 2019

Arsenal de Sarandí regresó a Primera División

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LE GANÓ EL DESEMPATE A SARMIENTO Y JUGARÁ EN LA MÁXIMA CATEGORÍA
Después de un año, Arsenal volvió del exilio y es de Primera
A pura garra y con algo de suerte, Sarandí tuvo su fiesta de campeón. Sarmiento, al reducido por el otro ascenso.
Arsenal volvió a Primera División. Bastó un año en la B Nacional, ese lugar al que había vuelto tras 17 temporadas en la máxima categoría. Históricamente ligado a la familia Grondona, marcado como el equipo del poder, resulta incuestionable su campaña. Venció en el desempate a Sarmiento de Junín con un gol de Leandro Garate, de penal, y jugará en la próxima Superliga.

¿Cuánto tendrán que agradecerle a Sebastián Penco, el delantero de Sarmiento que protagonizó un yerro histórico? Sucedió a los 37 minutos del segundo tiempo, cuando el equipo de Junín arreciaba contra el arco de Arsenal en la desesperada búsqueda del empate. Sergio Quiroga, el mejor valor de los verdes, combinó con Nicolás Miracco, quien devolvió la pared. El juvenil chaqueño metió el centro atrás, manoteó Maximiliano Gagliardo y Rubén Zamponi rozó la pelota con la cabeza. Ese toque imperceptible le movió el balón a Penco, que definió por encima del travesaño a centímetros del arco. De no creer.

Seguro, esos cinco mil hinchas que coparon el estadio de Banfield le rendirán tributo a Sergio Rondina, que tomó el equipo en diciembre de 2017, cuando la permanencia era una quimera. Trabajó duro el Huevo y llegó a la última fecha mano a mano con Sarmiento. Ahora, celebró el campeonato de la B Nacional con emoción y sentido de pertenencia.

Intenso, con la pierna tensa, pero leal. Así se jugó la final. Comenzó mejor Arsenal, terminó más entero Sarmiento en el primer tiempo. Con la diferencia de que el equipo de Sarandí logró aprovechar su buen momento. Había tenido tres chances claras, dos de ellas neutralizadas por el arquero Manuel Vicentini, hasta que se encontró con la victoria gracias a un penal.

Lucas Landa barrió a destiempo, con violencia, y bajó a Garate, que estaba a punto de recibir un pase de Gastón Álvarez Suárez. Estaba de espaldas al arco el “9” de Arsenal. Fue un error infantil del ex marcador central de Gimnasia La Plata. Néstor Pitana no dudó y cobró la infracción. El propio Garate resolvió con un remate fuerte, alto, que dejó sin posibilidades a Vicentini.

Arsenal apostó al orden y el juego largo para su referencia de área, más el desequilibrio por los costados. Sarmiento no podía recuperar la pelota, no lastimaba. Hasta que la lesión de Leonardo Villalba derivó en el ingreso de Quiroga. Y a partir de ese cambio obligado, el conjunto de Junín empezó a dominar la situación. Fundamentalmente, por la gambeta y explosión del juvenil de la cantera verde que suele ser letal en los segundos tiempos.

Desde el buen juego de Quiroga, Sarmiento generó las chances más nítidas sobre el área de Arsenal. Un tiro de media distancia del pibe chaqueño que tapó Gagliardi dando un peligroso rebote hacia adelante, una jugada que inició Quiroga y terminó en un pase de Nicolás Orsini para su tocayo Miracco, de frente al arco, que acabó en el córner y dos cabezazos en el área que no se tradujeron en gol porque el número uno de Arsenal se encontró con el impacto de Yamil Garnier.

Quiroga, además, cayó en el área de Arsenal en un cuerpo a cuerpo con Fabio Pereyra. Sólo el volante de Sarmiento podrá explicar si el empujón del defensor fue lo suficientemente fuerte para provocar su caída. Pareció correcta la decisión de Pitana, quien dejó seguir.

El segundo tiempo fue íntegramente de Sarmiento. Con cambios ofensivos, acorraló a Arsenal. Tuvo tres situaciones frente al arco de Gagliardo. El arquero tapó dos. La tercera, la de Penco, todavía es para pellizcarse. Volvió Arsenal y no necesitó de Don Julio. Sólo de un equipo ordenado, práctica, que defendió la ventaja con uñas y dientes y hoy festeja su lugar preponderante.


Felicitaciones Arse!!!

lunes, 4 de junio de 2018

San Martín de Tucumán es de Primera División

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LE GANÓ 5-1 A SARMIENTO LA SEGUNDA FINAL DEL REDUCIDO Y RETORNA TRAS 9 AÑOS
San Martín aseguró su regreso a Primera con una goleada inolvidable
Dos goles de Acevedo, dos de Bieler y uno de Gonzalo Rodríguez. Así Tucumán tendrá dos equipos en la Superliga.
Una frase escrita en letras rojas y blancas, inmortales en uno de los tantos trapos que hay junto al alambrado de La Ciudadela decía: “Los grandes como San Martín luchan hasta el final”. Y tenía razón el hincha. Porque acostumbrado a compartir momentos inolvidables abrazado a la gloria, pero también a sufrir duros golpes que lo llevaron a estar hundido en profundos pozos de incertidumbre, el Santo tucumano esperó años para llegar hasta el último partido de la B Nacional y así volver -con goleada incluida- a escribir una de las páginas más importante de su historia.

El ascenso a la Superliga conseguido es el premio a un equipo que mantuvo la regularidad a lo largo del torneo y que la luchó desde el primer momento. Sin grandes figuras, pero fiel a un esquema táctico donde el funcionamiento colectivo está por encima de las individualidades, San Martín justificó la obtención del ascenso. De la mano de Rubén Forestello (reemplazó a Diego Cagna), el camino fue largo y notable tanto en juego como en resultados.

Y así fue que el Santo volvió a la Primera División, tras ocho sufridos años en la tercera y segunda categoría. El equipo de La Ciudadela ascendió a la Superliga y regresó al lugar de donde nunca debió irse. Fue 5-1 (5-2 global) en su cancha totalmente colapsada y ante un Sarmiento de Junín que soñaba con el batacazo pero que no pudo con la historia y el peso de un equipo grande.

Fue el partido más esperado para San Martín, el que soñaba desde hace tanto tiempo en la categoría. Y arrancó de la mejor manera, desde lo concreto, lo práctico, lo trabajado, lo luchado y lo planteado por Forestello. Porque, al fin y al cabo, fue lo que el técnico quería.

San Martín golpeó temprano. Las dos primeras conquistas fueron logradas en menos de tres minutos. Un arranque deseado, sabiendo que en la ida habían caído por 1 a 0. El primer gol vino luego de un córner que llegó a los pies de Lucas Acevedo que la empujó al fondo de la red.

La ampliación del marcador vino a través de Gonzalo Rodríguez, que recibió una pelota precisa de Matías “Caco” García, aguantada antes por el “Taca” Bieler, y encaró para vencer al arquero Pellegrino a 10 segundos del minuto 3. Era el 2 a 0. Era la locura.

A partir de allí el Santo comenzó a mover la pelota y nunca pasó sustos. Ya en el complemento y con toda la confianza, Claudio Bieler, una de las figuras, marcó el tercer gol al minuto de la segunda parte, luego de un pase de Matías García tras un error de Bazán en Sarmiento.

Y el cuarto llegó nuevamente a través de Lucas Acevedo: tras un córner desde la izquierda, el central se adelantó a su marcador y puso un cabezazo inatajable para el arquero.

Bieler puso la frutilla del postre de una goleada inolvidable, luego de una jugada preparada. El “vení, vení...” salía desde el corazón de la brava. Y en la platea se sumaban con el “cantá conmigo...”; y los apretados de la Pellegrini empezaban a saltar, mientras sonreían, se paraban y agregaban “que un amigo vas a encontrar...”. Y ahí fue cuando calzaron las sílabas justitas para que pegue la canción. Es ahí cuando ya la Ciudadela era un puño apretado y se lo hacía saber al país: “que de la mano... de Forestello... la vuelta vamos a dar”.

La fiesta de las tribunas (más de 23 mil locales) se trasladó al campo y el pitazo final certificó un resultado histórico, el más esperado para el club y los hinchas que siempre acompañaron y festejan a lo grande. Y que tendrán un clásico en Primera.

Bien merecido por San Martín, que ahora acompañará a Aldosivi de Mar del Plata, que consiguió el ascenso directo luego de derrotar a Almagro en un partido de desempate tras compartir el primer puesto en la fase regular de la categoría.


Felicitaciones Ciruja!!!

sábado, 5 de mayo de 2018

Aldosivi de Mar del Plata regresó a Primera División

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SUPERÓ 3 A 1 A ALMAGRO Y JUGARÁ DESDE AGOSTO EN LA SUPERLIGA
Aldosivi logró el ascenso a Primera porque supo golpear en el momento justo
Los marplatenses arrancaron ganando y se sobrepusieron rápido al empate parcial. Chávez, clave.
Ahí, bajo la lluvia de Sarandí, los hinchas de Aldosivi tienen dos certezas: la de la disfonía de un día o dos o de una semana entera y la del regreso a Primera, un año después, mil angustias más tarde del último descenso. Muchos, ahí, en el Viaducto creen -mágicamente- que se trata de un determinismo: bajo el agua, no podría ganar este desempate otro que no fuera el Tiburón, el equipo del Puerto de Mar del Plata. Allí donde ahora la fiesta continúa...

El desenlace del campeonato más parejo del mundo (esa B Nacional que tuvo punteros que pelearon por la permanencia, equipos en zona de descenso que luchaban también por un lugar en el octogonal) tuvo como partido definitorio una celebración del juego. Tuvo cuatro goles, situaciones cambiantes, voluntad ofensiva de los dos lados, emoción, actuaciones individuales valiosas.

Al cabo, en cualquier caso, quedó esa última escena como sentencia y como retrato de sensaciones. De un lado, los abrazos multiplicados de Aldosivi, adentro y afuera. Del otro, del desconsuelo, alguna lágrima y sensación de triste tango para el Almagro de sus vidas. El equipo de Mar Del Plata disputará en la Superliga 18/19 su séptima temporada en la máxima categoría (incluyendo los viejos Nacionales). El equipo que conduce Sebastián Battaglia buscará revancha en el octogonal por el segundo ascenso: el martes, enfrentará a Agropecuario, por los cuartos de final.

La final tuvo varios protagonistas centrales. Intérpretes decisivos de Aldosivi. El primero, Cristian Chávez, autor del tercer gol y astuto contraatacador, como en el tanto del 2-1, definido por Emiliano Eliacópulos. El segundo, Arnaldo González, quien con su pegada y su movilidad fue clave e incluso convirtió, de penal, el 1-0 de la tarde que se hizo noche.

Luego, también relevantes, en el tercer escalón del podio aparecen Leandro Somoza, impecable en el mediocampo; y Sebastián Moyano, seguro en el arco, a quien Almagro sólo pudo vencer a través de un penal convertido por Leonardo Acosta.

Sin embargo, más allá de los nombres, Aldosivi ofreció una impresión que resultó determinante: lució siempre más convencido. Para entender ese detalle quizá haya que hacer un flashback: Almagro llegó a esta final golpeado luego de desperdiciar su chance de ascender frente a Brown en Puerto Madryn. En el Sur había quedado a un gol del ascenso. Aldosivi, en cambio, arribó con el impulso de quien viene de atropellada. En la última fecha, necesitaba ganar y que se le dieran dos resultados (el de Almagro y que San Martín de Tucumán no venciera a Brown de Adrogué). Eso pasó. Eso le dio más fuerza.

Desde ese convencimiento construyó la victoria. Incluso cuando Almagro tenía la pelota y avanzaba, las llegadas más profundas eran de Aldosivi. Tuvo otra virtud: fue un noqueador. Golpeó de entrada. Golpeó justo después de recibir el piñazo del empate. Y golpeó cuando le dejaron espacios. Después, Almagro ya no se pudo levantar.


Felicitaciones Tiburón!!!

martes, 1 de agosto de 2017

Chacarita Juniors es de Primera División

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EL CAMPEÓN FUE MUY SUPERIOR, SOBRE TODO EN EL PRIMER TIEMPO, PERO NO CONCRETÓ
Chacarita sufrió con Argentinos pero sostuvo el empate salvador
La mejor versión del equipo de Coyette fue en la segunda parte, cuando dominó los nervios y se soltó más.
Más de 20.000 hinchas de Chacarita Juniors vivieron su gran fiesta. Llenaron el estadio, llevaron todo su cotillón, pintaron la fría tarde de color tricolor, apostaron a sus cábalas. Iban, 90 minutos mediantes, dispuestos a celebrar el regreso a Primera después de siete años.

Con este masivo apoyo dejaron en claro que confiaban en el equipo apuntalado por los goles de Rodrigo Salinas, la conducción de Nicolás Oroz y la experiencia de Germán Ré. Un equipo que mostró un juego atildado, efectivo y atractivo durante gran parte del kilométrico campeonato de la B Nacional.

Sin embargo no todo fue color de rosa, porque hubo momentos de nerviosismo y tensión. De preocupación, también, en esa primera media hora Argentinos, el campeón, presionaba alto y elaboraba situaciones de peligro en el área. Y erraba situaciones increíbles. Impactó el gol visitante: mala cesión de Mellado y Javier Cabrera, sólo por la izquierda, definió con un derechazo. En esos instantes Chacarita era puro nerviosismo, mientras un Argentinos sin la mayoría de sus titulares manejaba con tranquilidad el partido. Facundo Barboza, como 5 libre, conducía.

Pareció un déjà vu del partido anterior de Chacarita -el empate con Chicago en Mataderos- porque la cabeza funcionaba a mil revoluciones, las piernas parecían no responder y la claridad se nublaba. Pero reiterando lo ocurrido en esa fecha pasada se recuperó en el segundo tiempo. Archivó el exceso de responsabilidad y se acordó de desarrollar su estilo.

Antes, en ese primer tiempo de ataduras, había alcanzado el empate. Infracción de Lucas Chaves a Oroz y Salinas con su tremenda efectividad se encargó de convertir el penal. 1 a 1 y alivio, porque desde Puerto Madryn las noticias eran buenas.

Oroz y Matías Rodríguez manejaron la pelota, desequilibraron, Salinas pesaba en el área. Y Chacarita pasó un segundo tiempo siendo el Chacarita de siempre. Más allá que el desahogo recién llegó con el último silbatazo de Pompei y la confirmación del empate de Brown. Ahí sí se hizo gigante Chacarita. Vuelta, locura y festejo largo.


Felicitaciones Funebrero!!!

domingo, 9 de julio de 2017

Argentinos Juniors regresó a Primera División

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LE GANÓ A GIMNASIA (J) CUANDO FALTABAN TRES MINUTOS Y FESTEJÓ A LO GRANDE
Argentinos sufrió hasta el final, pero gritó bien fuerte su vuelta a Primera
Gabriel Heinze generó una revolución y enamoró a todos. El equipo coronó una campaña que le permite celebrar la vuelta a la máxima categoría. Hoy o el miércoles puede ser campeón.
Argentina es un país en donde la justicia es un sueño eternamente postergado y por eso se festeja cuando se produce un acto justo, como si fuese una excepción a la regla. Ayer, Argentinos Juniors le ganó 1-0 a Gimnasia y Esgrima de Jujuy y regresó a Primera División, la categoría que mejor acompaña a sus 112 años de gloriosa historia. Y bastante más: el estadio que lleva el nombre de Diego Armando Maradona merece mezclarse en los sitios de elite.

El reloj marca las 14.45. En el cruce de Gavilán y la avenida Álvarez Jonte reina la calma: no parece estar próximo un ascenso a Primera. No hay anlo siedad. La gente camina tranquila hacia el estadio Maradona, entre charlas y tibias risas. Nadie pregunta por el resultado de Guillermo Brown de Puerto Madryn con All Boys, ni tampoco se agolpan para mirar los últimos minutos del partido en un televisor encendido a todo volumen un almacén. De ese juego depende el posible ascenso del Bicho. “Si no es hoy será la semana que viene, pero este equipo tiene destino de Primera. Da mismo cuándo se logre el objetivo”, comenta un hincha. En el ambiente hay sensación de deber cumplido.

Ahora son las 17.45 y las banderas flamean en las mismas calles. Son cerca de mil; todos cantan y se abrazan. Argentinos vuelve a ser de Primera y el orgullo se hace gigante. “Parece mentira que un simple deporte regale una alegría tan grande”, dice Antonio casi a los gritos, buscando llamar la atención de alguna de las cámaras de TV. Antonio sostiene de la mano a su nieto y avisa que su hijo anda por ahí. Eso también es Argentinos: familia y unión.

El más ovacionado de la tarde de gloria es Gabriel Heinze, ese entrenador hermético y trabajador. “Me quiero casar con vos”, le dice un hincha y le regala un beso sonoro en la mejilla. El Gringo generó una revolución en el equipo de la Paternal y enamoró a todos. No solo por cumplir con el objetivo, sino también -o especialmente- por el modo de jugar. Argentinos recuperó la ambición que lo hizo grande en el mundo: salió a atacar en cada una de las canchas que jugó. A veces lo hizo bien y otras no, pero eso no importó. La idea por delante de todos y los jugadores comprometidos para perseguirla.

Se dice de Argentinos, entre muchas otras cosas, que es el Semillero del Mundo. Las paredes de su estadio no dejan mentir: aparecen caras y caras de enormes futbolistas surgidos en el club. Ahora es el turno de Esteban Rolón, ese volante central distinguido que provoca aplausos múltiples. Existe una relación directa entre Argentinos y los 5. Se recuerda: Juan Román Riquelme salió de La Paternal y jugaba de 5. Hay historias similares: Checho Batista, Fernando Redondo, Lobo Ledesma, Esteban Cambiasso, Pipa Gancedo, Diego Markic y Pederzoli. Rolón tal vez sea el mejor jugador del equipo y también del torneo. Y está bien que así sea. Porque juega bien y lindo. Raspa cuando tiene que raspar y nunca pierde la elegancia. Hace pases con las dos piernas con la misma justeza, tiene panorama, buen físico, despliegue y se anima a pisar el área. No en vano llamó la atención de los grandes.

A Argentinos le costó el partido de ayer. La presión suele jugar malas pasadas. Pero ni Heinze ni los hinchas se desesperaron en ningún momento y el equipo intentó hasta que lo logró. La fórmula fue casi siempre la misma. No sería acertado decir que Argentinos jugó bien, pero sí que fue el único equipo que buscó. Manejó el balón con paciencia, aunque no encontró fantasía en los metros finales. Se hizo repetitivo. El rival le agarró la mano y parecía que el empate era inamovible. Hasta que Miguel Ángel Torrén metió el pelotazo de su carrera y le sirvió el gol a Nicolás González, que definió de zurda. Iban 42 minutos del segundo tiempo. En el gol que permitió el ascenso hay también un mensaje: lo hizo uno de los talentosos juveniles del club. González tiene 19 años y debutó con Heinze.

Argentinos volvió al lugar del que nunca debió irse. Con la frente alta y una idea clara. Así, se produjo un acto de justicia. Y por eso se celebra. Hoy (si no gana Chacarita) o el miércoles puede gritar campeón.


Felicitaciones Bicho!!!

lunes, 6 de junio de 2016

Talleres de Córdoba es de Primera

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EL EQUIPO CORDOBÉS RATIFICÓ SU FAVORITISMO, SE CONSAGRÓ CAMPEÓN DE LA PRIMERA B NACIONAL
Talleres es de Primera
“Este es un momento único, quizás irrepetible”, dijo Frank Kudelka, conductor de un plantel ganador.
Ese tremendo zapatazo de Pablo Guiñazú, ese zurdazo desde afuera del área que se clavó en la red del arco local cuando se jugaba el cuarto minuto de descuento, le colocó el rótulo de épico a este ascenso anunciado de Talleres. Atrás quedaron 12 años fuera de la Primera División, categoría en la que el conjunto cordobés protagonizó campañas recordadas para ser el equipo indirectamente afiliado con más chapa y logros.

Fueron doce años alternando más malas que buenas. Negativos resultados deportivos, crisis financiera, pérdida de identidad... Hace poco menos de dos años se puso fin a un década de gerenciamiento y el club volvió a ponerse de pie. Los socios volvieron a elegir a sus directivos y el club recuperó su fisonomía y mejoró la infraestructura.

El dinero que voló desde México de la mano del nuevo presidente Andrés Fassi y del Pachuca fue suficiente para pagar un proyecto serio con destino de fiesta final. Y un gran acierto resultó la elección de Frank Kudelka, estratega táctico, formador de grupo y conductor del salto desde el Federal A y de esta impactante campaña invicta en la Primera B Nacional.

Experimentados y pibes conformaron un plantel numeroso para darle forma a un equipo ganador en el que siempre jugó quien mejor estaba sin pesar apellidos o antecedentes. Por citar ejemplos, a Mauricio Caranta, Hernán Encina o Wilfredo Caballero les tocó ir al banco y no tuvieron drama.

“Ya lo logramos. Este es un momento único, quizás irrepetible: no es fácil para un técnico salir campeón dos veces en un año y medio en una institución tan gloriosa”, resaltó Kudelka. El entrenador nacido en Freyre, que logró su segundo ascenso a Primera -el anterior había sido con Unión, en 2011- destacó: “Somos dependientes de la gente que ayudó para esto, sobre todo los jugadores. Soy un agradecido”. Antes de festejar, Talleres sufrió. Porque All Boys jugó mejor y durante varios lapsos del partido impuso buen juego. El bajo promedio es una amenaza que preocupa en Floresta y por eso el local salió decidido a imprimir su ritmo y a no ser partenaire de un rival que quería celebrar.

Con la buena técnica de Ricardo Blanco y ese tremendo animal de área que es Lessman, All Boys complicó a un Talleres que arrancó demasiado tranquilo y dejando fluir el partido. La expulsión de Rodrigo Burgos, por doble amonestación poco antes de terminar el primer tiempo, fue otro impacto para los cordobeses. Dos frentazos habían elevado la temperatura en esa etapa inicial, cuando Klusener y Julián Fernández estuvieron apenas un poquito faltos de puntería.

Dos veces seguidas Guido Herrera frustró los intentos de Ricardo Blanco, pasada la media hora del segundo tiempo. A los 36 minutos, Rooney Lessman se encargó de definir muy bien y elevó su impresionante cifra goleadora a 16 tantos en 19 partidos, al capturar un rebote de Herrera ante un tiro de afuera del ingresado Jaime.

Fue un duro golpe al mentón de Talleres, que ya sabía que Chacarita goleaba a Independiente Rivadavia. Pero poco, casi nada, apenas dos minutos, tardó en reaccionar. En una jugada rápida, estuvo despierto el ataque de Talleres y lenta la defensa de All Boys: pase en diagonal de Emanuel Reynoso para la aparición de Klusener, que le ganó la posición a Maximiliano Martínez y superó el intento de achique de Losa. Talleres también sacó a relucir a su “9” goleador.

Ese empate atornillaba a Talleres al primer puesto, faltando dos fechas. Pero sobre la hora, en la agonía del partido, llegó la frutilla del postre. Guiñazú, quien había mostrado su jerarquía e inteligencia táctica, se animó a más. Y con ese zurdazo espectacular quedó en la historia grande de la “T”. De Talleres, de nuevo en Primera.


Felicitaciones T!!!

jueves, 12 de junio de 2014

Independiente regresó a Primera División

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EL EQUIPO DE DE FELIPPE CONSIGUIÓ EL TERCER ASCENSO EN UN PARTIDO TENSO Y CON POLÉMICA
Independiente
Le puso final a su peor pesadilla: otra vez es de Primera
El triunfo ante Huracán terminó con el sufrimiento de una temporada en la B. Jugadores e hinchas festejaron con más bronca que alegría. Volver, sentían todos, era una obligación.
Día: 11 de junio. Lugar: Estadio Unico de La Plata. Clima: enrarecido. Hora: 16.27. Final. Después de 361 días, terminó la pesadilla para Independiente. Se hizo larga, larguísisma la estadía del Rojo en la segunda categoría. Y tediosa: ascendió tercero, a “mil” puntos de Banfield y Defensa y Justicia, en un sufrido partido desempate y tras dejar atrás problemas de toda índole. Quizás, desde ahí, puedan comprenderse esas sensaciones encontradas que brotan entre sus hinchas: están los que lloran de la emoción, los que lloran de bronca por haber visto al Rey de Copas de rodillas y los que sienten que no tenían nada para festejar...

Los que sí se expresaron espontáneamente sin importarles nada de nada de lo que se decía desde afuera fueron los jugadores. Ya después del gol de Francisco Pizzini, el segundo, el que desinfló por completo a Huracán, a los 41 minutos, comenzó el alivio que se extendió cuando Diego Ceballos marcó el final del suplicio.

Lágrimas. Brazos bien altos, casi mezclados con el cielo gris. Unos corren enloquecidamente sin destino fijo. Varios se arrodillan. Los del banco se eyectan. Omar De Felippe, el entrenador que logró cambiarle el rumbo a la cosa, quedó enredado entre sus colaboradores más cercanos: se abrazó con todos y, como era de esperarse, rápidamente se metió en la intimidad del vestuario. Los de camiseta roja corren hacia el arco donde más de 12 mil hinchas no paran de revolear todo lo que tengan a mano de color colorado y de saltar como marionetas. Lo van a buscar al él, al 1, a uno de los máximos responsables de la vuelta. A Diego Rodríguez. El arquero de los guantes seguros quedó debajo de una pirámide humana. Desde afuera, llego el reconocimiento multitudinario para el arquero que arrancó el torneo sentado en el banco de los suplentes (fue suplente de Fabián Assmann en sus primeros tres partidos): “Olé olé olé, Ruso Ruso...”

Hay espuma y cornetas que traen los que no jugaron (Hilario Navarro, Gabriel Vallés, el lesionado Julián Velázquez, Alderete lograron “colarse” en el campo de juego). Los jugadores se suben al arco. El Rolfi Montenegro quedó apretado en un fuerte abrazo con su amigo y socio, Federico Insúa, quien regresó para “esto”. Minutos después, el 10 es llevado en andas por sus propios compañeros. Los grandes, Claudio Morel Rodríguez, Cristian Tula y Hernán Fredes, festejan con sonrisas y con broncas al mismo tiempo. Fueron los más cuestionados en este año. Los chicos del club, los que se criaron en la pensión, son los más efusivos. Cuentan que lo sienten de otra manera, más pasional.

No son gritos. Son alaridos contenidos que bajan. No importa ni la lluvia, ni el qué dirán, ni nada. El desahogo, a esa altura de la tarde, está en cada alma. Los corazones explotan. Todas, absolutamente todas, las dedicatorias son para los de Racing. Imposible olvidarse del clásico rival en estos momentos.

Federico Mancuello, uno de los más mimados en este tormentoso camino, mira al cielo y agradece. Se saca la 11 y se la tira a la platea. No es un acto demagógico. Para nada. Es un simple guiño con la gente que bancó a este equipo.

En el vestuario sigue la fiesta. Hay más espuma. Hay champán, pelucas rojas, cotillón. La fiesta para ese grupo que sufrió es completa. Pasadas las 17 nadie piensa en si está bien o mal festejar. Se festeja y punto. Sólo ellos saben lo que sufrieron para llevar a Independiente a la categoría VIP del fútbol argentino. Un lugar del que no debío haberse ido jamás...


Felicitaciones Rojo!!!

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