Boston River (Uruguay) 1 - Banfield 0 - Copa Sudamericana 2018

POR LA COPA SUDAMERICANA, PERDIÓ 1-0 CON BOSTON RIVER

Banfield se volvió de Uruguay sin nada

Al equipo de Falcioni le costó manejar la pelota y sufrió una derrota que deberá revertir el miércoles como local.

Sobre llovido, mojado para Banfield. Cayó en esta orilla del Río de La Plata, no pudo marcar un gol de visitante, que tanto se precia en la Copa Sudamericana, y quedó en una situación incómoda de cara a la revancha del miércoles en el Florencio Sola. Le faltó volumen de juego. Y lo pagó caro.

Banfield sufrió el mal de ausencias. Con Renato Civelli y Adrián Spörle suspendidos, Enzo Kalinski y Darío Cvitanich lesionados y Jesús Dátolo recién recuperado de una contractura en el isquiotibial de la pierna derecha, el Taladro salió a la cancha diezmado. Y le costó horrores manejar la pelota, más allá de que no sufrió demasiados contratiempos en un primer tiempo que resultó bastante gris, casi de acuerdo con la noche de Montevideo, lluviosa y con viento.

Por breves momentos, como por espasmos, parecía que el partido iba a levantar. Pero no. Lo que se observó en los primeros cuarenta y cinco minutos estuvo lejos de un fútbol bien jugado, de gran nivel. El trámite, a fin de cuentas, fue parejo. Y los dos equipos tuvieron las mismas dificultades, una alarmante falta de profundidad.

Banfield tuvo la situación más clara. Comenzó en los pies de Jorge Rodríguez, que arrancó en la zaga central pero pronto se volcó por el lateral. El mendocino se proyectó por la derecha y sacó un centro picante. Emanuel Cecchini cabeceó sin marcas, de frente, pero la pelota se perdió lejos del arco de Gonzalo Falcón. No lo podía creer Julio César Falcioni.

Un ratito después, un flojo rechazo de Ronald Araujo a la salida del área le quedó servido a Michael López, pero el joven delantero visitante remató por encima del travesaño en inmejorable posición.

Boston River llegó dos veces. Un tiro de Robert Flores que se perdió a centímetros de la valla de Iván Arboleda y un disparo de Wiston Fernández que rozó en un defensor rival y por poquito no terminó en gol.

La tormenta no cesaba y el partido no mejoraba. Hasta que Pablo Álvarez se filtró por la derecha y metió un centro atrás, Rodríguez la rozó buscando despejar y la pelota le quedó en los pies a Robert Ergas. El volante de 20 años remató arriba y venció la resistencia de Arboleda.

A pesar de su marcado estilo ofensivo, el gol lo dejó tan satisfecho a Boston River que Alejandro Apud metió un cambio para reforzar el medio. Sacó a Wiston Fernández y mandó a la cancha a Miguel Ángel Amado.

Banfield no aprovechó la media distancia en una cancha ideal para buscar el gol por esa vía. Los cambios no hicieron efecto. Lo buscó con intensidad, pero sin claridad. No encontró los caminos. Y Boston River lo defendió con uñas y dientes ante los avances impotentes de los argentinos. No todo está perdido para Banfield, que ahora debe jugarse a todo o nada en el Sur.

Suspendido - Huracán 1 - Victoriano Arenas 0 - Copa Argentina 2017/2018

VENCÍA 1-0 A VICTORIANO ARENAS CUANDO BARRAZA SUSPENDIÓ EL PARTIDO

Por el diluvio, Huracán postergó el festejo

“Yo me hago cargo”, dijo el árbitro sobre su decisión polémica, que dejó el segundo tiempo para hoy a las 15.30.

No hubo caso: los jugadores de Huracán no pudieron cambiar la decisión del árbitro Julio Barraza. “No se puede jugar. Yo soy el responsable; yo me hago cargo”, le dijo el juez al capitán Federico Mancinelli. “Hemos jugados en situaciones peores. Ni siquiera hubo jugadas de peligro”, le contestó el futbolista del Globo. “No se ve el punto del penal, es imposible patear un córner, la pelota no rueda”, cerró Barraza. Y por el diluvio en Temperley se suspendió Huracán - Victoriano Arenas cuando estaba por arrancar el segundo tiempo y los de Parque de los Patricios ganaban 1-0 con gol de Andrés Chávez. ¿Cuándo se jugará? Hoy, a las 15:30.

Hay una realidad que no le escapa a ningún hincha de Huracán: la llegada hace un año de Gustavo Alfaro le dio estabilidad y lo sacó de ese mundito paralelo de vaivenes entre infiernos y paraísos.

El Globo de Newbery se transformó en un equipo razonable, lógico, previsible en el buen sentido. Pasó de la calculadora incómoda de cada fecha por cuestiones de promedio a una Superliga en la que terminó cuarto y se clasificó a la Libertadores 2019.

Y ahora sigue ese desafío y se renueva en este segundo semestre que tendrá a la Copa Argentina como gran protagonista. No es casualidad: se trata de un viejo amor quemero, ese que le permitió terminar con 41 años sin títulos. Pero hay mas: a Alfaro también le simpatiza, no sólo porque la ganó con Arsenal sino también porque entiende que es un objetivo posible para este plantel.

Y el recorrido tras esos pretendidos comenzó bajo la lluvia, en Temperley, contra Victoriano Arenas, el campeón de la Primera D. Un rival que disputaba el partido más importante de sus 90 años de historia.

La lluvia fue un condicionamiento, especialmente en el inicio del encuentro. Pasó de todo entre los charcos. Incluso más allá de los detalles previsibles vinculados a un terreno con esas características. Un gol mal anulado para Huracán; un codazo de expulsión de parte de Luciano Venturini; un penal polémico a Andrés Chávez,que el Comandante transformó en el 1-0; otra falta contra Norberto Briasco dentro del área que el árbitro Barraza no sancionó como penal; y otro gol anulado a Huracán (cabezazo de Federico Mancinelli).

Partido bravo, áspero, intenso. En todo caso condicionado por el clima. En algún caso por la tenacidad de un Victoriano dispuesto a todo en nombre de la hazaña de su vida. Un equipo peleador y audaz que, en desventaja, se asomó a la posibilidad del empate. Hasta que Barraza decidió ponerle fin al juego.

“La determinación fue acertada”, analizó Sergio Geldstein, DT de Victoriano. “El partido se desvirtuó y puedo entender la suspensión. Pero hemos jugado partidos en condiciones muchos peores. Y me parece raro si se sigue el día siguiente: seguirá lloviendo”, se sumó Alfaro.

Colorado Rapids 2 (5) - Boca 2 (4) - Amistoso de Pretemporada 2018

CAÍDA POR PENALES EN DENVER

Boca comprobó en la gira que lastima cuando ataca y que sufre bajo los palos

Se puso rápidamente 2-0, confirmando su poderío ofensivo, pero le empataron con un balón cruzado y un tiro desde lejos. Rossi, bajo la lupa, no zafó ni en los penales: le metieron todos.

Boca cerró una pretemporada que dejó algo claro: el arco es un enorme signo de preguntas. Los bombardeos desde todos lados que llenaron de dudas a Agustín Rossi, quien tampoco cooperó en sus actuaciones, terminaron por sentenciar que la búsqueda a contrarreloj antes del cierre del mercado de pases debe incluir alguien que se ponga el buzo y los guantes y salga a ahuyentar todos los temores con los que hoy sale a la cancha el equipo de Guillermo cuando la pelota se acerca al área.

A veces con dudas, otras con aires de subestimación y por momentos con la cara marcando un semblante derrotado, el chico de 22 años que llegó para ata Jar en el club parece necesitar un minuto de paz. ¿Llegó el momento de Sara? ¿La actuación de Andrada en Barranquilla terminó por convencer a todos que será él a quien irán a buscar? Es un tema para solucionar a último momento.

Ni siquiera sirvieron esos juegos de preparación ante rivales inferiores para sumar confianza. Lejos de eso, los cuatro goles que recibió en los dos partidos lo expusieron ante un mercado en el que Boca mostraba hacia afuera una mirada de respaldo para el arquero pero que en cada negociación que se entabló por un jugador en ese puesto desgastó hacia adentro la confianza de Rossi.

Si bien el análisis queda sobre ese punto, hubo otras conclusiones. Aunque el entrenador todavía crea que le falte un roce vital para la competencia en el fútbol argentino, Villa demostró en estos dos juegos que entiende a la perfección aquello que debe desarrollar un extremo en Boca. Participó desde su sector derecho en el ataque para convertir su segundo festejo en dos juegos y también para terminar como lateral, en defensa. Un manual que Pavón ya conoce de memoria.

Con el regreso de Barrios, ese doble cinco de recuperación de Boca tuvo un poco más de despliegue físico pero igual dejó la impresión de ser un sector endeble al que le falta un mejor entendimiento para no padecer.

En el Dick's Sporting Goods Park de Denver, frente al anteúltimo de la tabla de la conferencia Oeste de la MLS, la defensa de Boca sintió nuevamente que su mentón queda demasiado expuesto. Es cierto que al gol de Boli hubo que sumarle un punto a ese terreno mitad artificial y mitad césped que le generó un mal pique a Izquierdoz, pero desde allí, el equipo entró otra vez a mostrar filtraciones que ante compromisos sensibles se pagan muy caro.

La mejoría de Buffarini y las proyecciones ofensivas de Mas, como ante Independiente Medellín, también fueron efectivas. Ante la lesión de Fabra, era un tema que generaba algo de inquietud.

Las lesiones de Gago y de Benedetto (Pablo Pérez además se retiró con una molestia en el hombro izquierdo) dejaron un sabor agridulce a una pretemporada en la que se apuntó a un fuerte trabajo físico pero que no consolidó a un once titular de memoria. Las modificaciones incluyeron todas las variables posibles en la dupla central, variantes en un ataque con muchos apellidos y con pocas certezas: una, que Pavón es titular indiscutido. ¿Y Tévez? En los dos juegos comenzó como suplente de Zárate (en la segunda parte se fue a jugar al área y el Apache se posicionó atrás suyo) y el mensaje puede tomarse, al menos, para el reestreno oficial contra Alvarado por la Copa Argentina. Su ingreso en la segunda etapa volvió a dejar en claro que Carlitos aún está a una marcha más lenta.


Definición por tiros desde el punto penal: Colorado Rapids 5 (convirtieron Jack McBean, Dillon Serna, Enzo Martínez, Deklan Wynne y Zac MacMath); Boca 4 (anotaron Edwin Cardona, Paolo Goltz, Mauro Zárate y Carlos Tévez; Emanuel Reynoso desvió su tiro).

Junior (Colombia) 1 (3) - Lanús 0 (2) - Copa Sudamericana 2018

LA SERIE SE DEFINIÓ POR PENALES

Andrada no alcanzó para clasificar a Lanús

El arquero, en el que tal vez haya sido su último partido en el club, logró mantener el 0 hasta los 35 minutos del ST.

La esperanza de Lanús en la Copa Sudamericana se esfumó en el Estadio Metropolitano Roberto Meléndez de Barranquilla. Anoche jugó mal pero tuvo a un Esteban Andrada iluminado (¿lo compra Villarreal y se lo presta a Boca?) para caer apenas 1 a 0 ante Junior y estirar la definición de los 16avos de final a los penales. El arquero y capitán había sido la figura en los 90 minutos al tapar 12 tiros de los colombianos, aunque no logró gravitar en los remates desde los 11 metros y falló el suyo.

No la pasó para nada bien el conjunto argentino en Colombia. Básicamente porque no le salió el plan de su director técnico, Ezequiel Carboni. Esperar a Junior y golpear de contraataque era la idea del visitante teniendo ventaja en el marcador, pero no se mostró sólido en defensa y tampoco estuvo rápido a la hora de las réplicas contra su rival, que estuvo decidido a no especular y a ir a buscar el necesario triunfo desde el inicio del encuentro. Apenas un tiro libre de Nicolás Pasquini que sacó Sebastián Viera generó Lanús.

Teófilo Gutiérrez no estuvo del todo acompañado en la delantera de los colombianos. Al ex Racing y River se le dificultó encontrar espacios, pero se las rebuscó tirándose unos metros atrás para asociarse con los tres hombres que se paraban a su espalda: Sebastián Hernández, Jarlan Barrera y Luis Díaz. Como le faltaba claridad, Junior eligió el remate de media distancia para empezar a inquietar el arco de Andrada.

Probó Barrera. Después Hernández. Y también Teo. La pelota siempre encontró al arquero granate bien parado y con sus manos firmes. Era el único que no tenía fallas Andrada. Se mostró hasta rápido de piernas para atorar a Marlon Piedrahita, que tras una gran asistencia de Gutiérrez definió apurado y desviado. Andrada también respondió ante Sánchez en una de las más claras de la primera parte, mano a mano. Por él mantuvo la ilusión encendida Lanús.

Lo mismo sucedió en la segunda parte, cuando ya los 32 grados de sensación térmica y la humedad del 90 por ciento empezaban a hacer efecto en el físico. El arquero de la visita se lució sacándole un cabezazo en la línea a Teo, un disparo de Díaz y otro de Sánchez. Hasta que el remate de Díaz, cruzado y sin tanta fuerza, sorprendió a Andrada, que estaba tapado, y clavó el 1 a 0 que llevó todo a los penales. Ahí, el capitán no pudo ser el salvador: atajó uno, pero mandó afuera su tiro. Y el sueño copero del Granate quedó trunco.

Estudiantes 4 - Central Córdoba 0 - Copa Argentina 2017/2018

EN LA PRÓXIMA FASE LE TOCARÁ LUJÁN

Estudiantes hizo sentirle a su rival la diferencia de categoría

No hubo equivalencias. Con holgura, por la simple prepotencia de la diferencia de categoría, Estudiantes de La Plata se impuso claramente a Central Córdoba de Rosario, al que goleó 4-0. Un resultado que le permite clasificarse a los 16avos, etapa en la que se medirá ante Luján que protagonizó uno de los batacazos de la Copa Argentina al eliminar 1-0 a Agropecuario Argentino de Carlos Casares.

Estudiantes monopolizó el juego y simplificó el trámite. Aseguró la pelota, le dio un buen destino y después manejó los tiempos. Abrió el marcador rápidamente a los 15 minutos, con esa fórmula que le es propia y a la que sabe sacarle un buen provecho: la jugada con la pelota parada. El envío desde el córner de Zuqui y cabezazo implacable de Schunke para el 1-0.

La clave del conjunto de Leandro Benítez pasó por el mediocampo. Ahí los volantes se impusieron tanto en la marca como en la distribución. Los pases bien abiertos hacia los laterales fueron el motor de arranque para mover la pelota y encontrar los espacios ante una defensa en retroceso que expuso sus debilidades. Además, el debutante Matías Pellegrini (18 años, uno de los juveniles promovidos por el técnico) aportó movilidad y sorpresa en cada jugada de ataque.

Con esos atributos, Estudiantes resolvió fácilmente el asunto en el segundo tiempo. Otro anticipo en el área de Zuqui y el toque con calidad para pasar la pelota por arriba del arquero. Una diagonal deliciosa de Pellegrini y la definición certera de Lucas Rodríguez. A poco del final, el pase largo de Schunke desde la mitad de la cancha y Mariano Pavone -ganándole la espalda a Damián Ledesma- clavó el zurdazo al palo opuesto.

Dirigido por Claudio Pochettino (primo de Mauricio, DT de Tottenham), lo mejor de Central Córdoba pasó por las ganas de Sebastián Grazzini (37 años, ex-Newell's y Racing). Apenas eso.

Godoy Cruz 1 (2) - Defensores Unidos 1 (4) - Copa Argentina 2017/2018

PASÓ POR PENALES

Defensores Unidos dio la sorpresa ante Godoy Cruz

Defensores Unidos de Zárate fue otro equipo del ascenso que eliminó a un rival d e la Superliga. El campeón de Primera C mostró un planteo audaz y tras igualar 1 a 1 en los 90 minutos, se impuso 4 a 2 en los penales.

Velázquez, Kruchowski, Echagüe y Contreras, picándola en el remate decisivo, anotaron para Defensores. Escobar erró su tiro. Por Godoy Cruz convirtieron el Morro García y Viera; Angeleri estrelló el suyo en el travesaño y a Ávalos se lo atajó Juan Figueroa.

Un muy buen centro de Ordona fue cabeceado al gol por Emanuel Cáceres, a los 30 minutos. Pero el goleador de Defensores Unidos no tuvo el mejor festejo: en su salto chocó violentamente su cabeza con Tomás Cardona, y ambos tuvieron que dejar la cancha como consecuencia del impacto.

Godoy Cruz tuvo tres chances muy clara en esa etapa inicial. E igualó con disparo de Ramis, aunque en posición adelantada no cobrada. Y hubo muchas situaciones ofensivas en un partido vibrante y con mucho ritmo.

River 7 - Central Norte 0 - Copa Argentina 2017/2018

EL CONCLUYENTE 7-0 A CENTRAL NORTE DEJA OTRAS LECTURAS PARA LO QUE VIENE EN EL SEMESTRE

River les mandó un mensaje a todos sus rivales con una goleada a voluntad

El buen rendimiento de la pretemporada lo ratificó en el primer partido oficial. El juego colectivo fluye y aparecieron las individualidades del equipo que aspira a la Copa y Superliga.

No había ningún tipo de equivalencias. Se sabía. Las diferencias son abismales. Tan grandes como la extensión del país. Y si bien la Copa Argentia tiene el atractivo de que varias veces los chicos bajaron a los grandes y de que se pueda dar la chance de un partido histórico para un equipo menor, en este caso la realidad era diferente. Se enfrentaban un equipo súper profesional con otro prácticamente amateur. El partido no fue más partido a los cinco minutos cuando River abrió la cuenta.

Terminó siendo un entrenamiento para el equipo de Marcelo Gallardo. El entusiasmo y la ilusión de Central Norte chocaron contra la realidad. Fue víctima de las desprolijidades del fútbol argentino. Que por quedarse en las puertas del ascenso al Federal A al perder con Racing de Córdoba en diciembre se quedó sin torneo este año porque el Federal B ya no existe, dadas las nuevas reformas en el ascenso.

Entonces, con apenas 8 jugadores tuvo que salir a pedir futbolistas prestados a otros clubes para aferrarse a la Copa Argentina. Pasó dos fases eliminatorias hasta que se topó con uno de los colosos. Antes de jugar con River había disputado cuatro encuentros oficiales en 2018 y no lo hacía desde febrero. Demasiado.

Para colmo, River se lo tomó con mucha seriedad (cómo corresponde) y jugó con gran intensidad, aunque no tuvo piedad y lo vapuleó . ¿Era necesario? Cada uno argumentará su opinión como pasó con el 8-0 de Independiente a Central Ballester.

Cabe preguntarse, entonces: ¿Le sirven estos partidos sencillos antes de los encuentros de mayor envergadura? ¿Para que está River en este semestre cargado de compromisos? ¿Podrá plasmar esas diferencias que se ven que tiene junto a Boca respecto al resto? ¿Será un mano a mano con el equipo de Guillermo en todas las competencias?

En principio, River tiene menor recambio que Boca. Entonces habrá que ver cómo responden los suplentes cuando los partidos se encimen y Muñeco necesite recurrir a ellos. Ayer, en el debut oficial en esta parte del año, se plasmó lo que el entrenador venía ensayando en la pretemporada. Con mayoría de titulares (faltaron Armani y Enzo Pérez y Maidana estuvo en el banco), River va reforzando una idea. Y un equipo. Ese que al entrenador le costaba encontrar a principios de 2018, previo a la final de la Supercopa contra Boca, cuando hizo el clic.

Se afirmó Pinola en la defensa. Montiel se ganó el lateral derecho. ¿Casco, el izquierdo?El esquema que Gallardo diagramó necesita de la proyección y el buen criterio de sus laterales. Ponzio es patrón de la mitad desde hace rato. El pibe Palacios aporta frescura ante la ausencia de Pérez. Nacho Fernández y Pity Martínez manejan la pelota y los ritmos. Y aparecen para definir. Scocco volvió a ser el que todos conocen: fino para jugar; letal para definir. Así, la dupla con Pratto va tomando forma y color. Y también tiene a Borré afilado.

Es para River un banco de pruebas este inicio de la Copa Argentina depara el cruce contra Racing el 9 de agosto por los octavos de la Libertadores. Tendrá una más, el sábado que viene contra Villa Dálmine en Formosa antes de ir al Cilindro. Ahí se empezará a ver realmente si River, este River que Gallardo reconstruyó a partir de los últimos dos libros de pases con inversiones de más de 40 millones de dólares (por eso no se reforzó en el actual mercado) está para grandes cosas como promete.

Colón 1 (4) - Deportivo Morón 1 (3) - Copa Argentina 2017/2018

TRAS EL EMPATE 1 A 1 CON MORÓN, AVANZÓ EN LA DEFINICIÓN DESDE LOS 12 PASOS

Las manos de Burián le dieron el pasaje a Colón

El arquero uruguayo, que llegó hace poco desde Godoy Cruz, fue fundamental también durante los 90 minutos.

Las manos del uruguayo Leonardo Burián salvaron a Colón en los 90 minutos y le permitieron, luego, pasar de ronda en la definición por penales (4-3). El arquero, que debutó en el arco sabalero, atajó los disparos de Ignacio Celaya y de Gastón González y ahora espera por San Lorenzo.

En el arranque del juego, Colón se sintió incómodo. Todo lo contrario a Deportivo Morón, a priori el más débil por la diferencia de categoría, que plasmó en la cancha toda su comodidad en un certamen que parece disfrutar: el año pasado, se recuerda, perdió en semifinales con River. En la paridad de un primer tiempo con poco fútbol, el Gallo fue más pragmático. Se defendió bien sin la pelota y se animó cuando encontró espacios. Burián se tuvo que revolcar en dos oportunidades (remates de Ramírez y Pardo) para mantener el cero.

Pero el oficio de Colón pudo más. Estaba incómodo, se dijo. Hasta que encontró un gran pelotazo de Emanuel Olivera para Javier Correa y el goleador definió por encima de Salvá. Le alcanzó con una aparición explosiva a los santafesinos para pegar el primer grito. Respondió Morón al instante: bombazo de Nicolás Martínez que se estrelló en el travesaño. Tuvieron que contener el festejo esos más de 7 mil hinchas del Gallito que llegaron al Marcelo Bielsa.

A los 7 minutos del complemento, Román Martínez igualó y fue un acto de justicia. El ídolo que está de regreso halló un rebote dentro del área, se tomó un segundo más y definió potente y cruzado. Y no se quedó con el empate el Gallo y siguió atacando. Pero Burián estaba en una gran noche.


Definición por tiros desde el punto penal: Colón 4 (convirtieron Alan Ruiz, Javier Correa, Mariano González y Guillermo Ortiz; Julio Salvá atajó el disparo de Christian Bernardi); Deportivo Morón 3 (anotaron Damián Akerman, Román Martínez y Nicolás Ramírez; Leonardo Burián contuvo los remates de Ignacio Celaya y Gastón González).