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lunes, 19 de diciembre de 2022

Argentina Campeón - Mundial Qatar 2022

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ARGENTINA, TRICAMPEÓN MUNDIAL
Argentina es campeón mundial en la final más dramática de la historia
Mereció ganarlo en los 90 o en el alargue, pero tuvo que esperar a los penales. Martínez atajó uno, Francia desvió otro y acertaron Leo, Dybala, Paredes y Montiel.
Tenía que sufrir Messi. Tenía que sufrir Argentina. Pero se acabó el sufrimiento. Se acabó. La puta madre. Argentina es campeón del mundo. Sí, no es un sueño. Messi es campeón del mundo. Y es justicia. En Qatar. En un Mundial mágico y exótico que dejó una final mágica y exótica. Porque, si se dejan atrás todos los padecimientos, fue una final apoteótica. Dramática. Inolvidable. Tal vez, inigualable. Con un Mbappé en modo diablo, autor de tres goles que rescataron a Francia de una paliza. Pero Argentina tiene a Messi, que metió dos y fue el mejor del torneo. Y tiene a Dibu Martínez, que volvió a aparecer en una definición por penales. Y antes también. Sobre el final del partido. Y a gozar. Porque lo que acaba de pasar en este Lusail es historia. La Scaloneta domina el mundo. Y Messi... Sí, Messi. Ya no hay discusión: es el mejor de todos los tiempos.

Hay que dejar atrás las emociones mientras Messi se abraza con Celia, su mamá. Mientras el estadio estalla de locura. Mientras los jugadores se mezclan con la gente. Se hace casi imposible escribir revoleando lágrimas sobre el teclado. Pero hay que hablar del partido. Porque Scaloni planteó un partido perfecto. Fueron 80 minutos de dominio abrumador. Un baile mundial. Un baile que se cortó porque Mbappé, simplemente, es el heredero de Messi. Nada más.

Había sorprendido Scaloni eligiendo a Di María como titular. Y volvió a sorprender con Fideo como extremo por la izquierda. Fue una jugada de ajedrez, que incluyó el ingreso de Tagliafico por Acuña para cuidarle la espalda al as de bastos de este equipo que será inolvidable. Porque allí, el hombre de Juventus, que no era titular desde el partido contra Polonia, empezó a hacer daño. Y no sólo obligó a Koundé a no perderle el rastro, sino que también lo obligó a hacer horas extra a Dembélé.

Pero esa movida no fue la única que puso sobre el tablero Scaloni. El equipo se hizo corto, con los centrales siempre atentos para cortar rápido, en especial Cuti Romero, y con un monumental trabajo de Alexis Mac Allister, Rodrigo De Paul y Enzo Fernández. Ellos manejaban el equipo desde el mediocampo y, curiosamente, convirtieron a Messi en un jugador complementario.

No es que Leo jugó mal esos 45 minutos. Todo lo contrario. Lo que sucedió es que esta vez los que tiraron de la carreta fueron otros.

Así llegó el gol del desequilibrio. Después de un toqueteo incesante, Julián abrió para Di María. Parecía que se iba larga la bola, pero Fideo no sólo llegó, sino que clavó los frenos y enganchó para adentro. Así le sacó la ventaja a Dembélé, que en plena persecución lo tocó de atrás. Penal. Y gol de Messi, el sexto del torneo, en su partido 26, récord en Mundiales.

El partido se partió en ese momento. Argentina empezó a borrar de la cancha a un Francia que ni siquiera podía encontrar soluciones de la mano de Mbappé y Griezmann. Fue, a partir de entonces, un baile. Culminó con un golazo que dio calma. Recuperó Molina, Mac Allister tocó para Messi, Messi soltó para Julián, Julián la tiró al vacío para Alexis y Alexis, mano a mano, lo vio entrar a Di María, que definió solo ante la salida de Lloris. Un golazo.

Francia no estaba en la cancha. Se insiste. Y Deschamps, que se miraba con su ayudante, se dio cuenta. Cirugía mayor: afuera el torpe Dembélé y un aislado Giroud, adentro Kolo Muani y Thuram para que Mbappé quedara de delantero centro. El problema, tal vez, no eran los puntas. El problema era que Francia no podía tener la pelota ante una Argentina que se multiplicaba. Hasta Messi bajaba para recuperar.

Ya en la segunda parte Francia seguía en estado de confusión. Un par de errores ingenuos en las salidas. Un lateral mal sacado. Y Argentina, con calma, esperaba. La idea era recuperar y salir rápido. Así llegó una volea de De Paul, tras un centro de Di María que Lloris controló. Así llegó una bola al vacío de Fideo para que Julián, tras una diagonal, obligara a revolcarse al capitán francés.

A falta de media hora, Argentina insistía. Estuvo cerca con una travesura de Di María, en modo Messi, tras una recuperación de Tagliafico. Lo sacó a pasar a Koundé y mandó un centro que De Paul dejó pasar y que encontró a Messi. Era una perla, pero Rabiot llegó con lo justo para cerrar.

Francia, con vergüenza, salió a buscar el descuento. Pero seguía confundido. Y Argentina estaba preparado para el golpe final. Otro contraataque nació con una recuperación de Mac Allister, colosal, que no llegó a quedar mano a mano luego de una gestión de Messi y Julián.

La Selección no regalaba un metro. Y para buscar más equilibrio, Scaloni sacó a Di María, que hizo un partidazo otra vez en una final, y puso a Acuña para hacer sociedad con Tagliafico.

Asustó Francia con una bola cruzada de Griezmann, el único que parecía dar la cara. De sus pies insinuaba nacer la resurrección de Francia. Pero nada le fluía al equipo de Deschamps. Mbappé, que casi no la había tocado en el complemento, se despertó y probó tras una corrida corta. Fue un aviso de lo que vendría.

Deschamps volvió a meter mano en el equipo con el ingreso de Camavinga y Coman por Theo Hernández y Griezmann. Sí, saco a Griezmann que era el mejor de los suyos. Raro. Pero el tiempo le daría la razón. Mac Allister, otro que entró en modo Messi por un rato, armó un jugadón por izquierda, descargó para el Messi verdadero, que encontró a Enzo solo en la medialuna. El remate fue muy centrado. El tercero no llegaba.

Pero no preocupaba. La superioridad era notable. Empezaba a caer el “ole, ole, ole” de la tribuna. Era una fiesta. Pero... Siempre hay un pero.

Se escapó Kolo Muani y Otamendi, que debió cruzar a la derecha, lo bajó. Penal. El único error hasta ese momento terminó en el descuento de Francia. Se hizo cargo Mbappé y le ganó la batalla mental a Dibu, que rozó la pelota con las yemas, pero no la pudo sacar. Faltaban diez minutos.

Empezó otro partido. Un partido que no duró nada. Porque Mbappé, diabólico, tenía otros planes. Messi perdió una pelota en el medio. Rabiot buscó al fenómeno de PSG, el que no es Messi, que se la bajó a Thuram, que se la devolvió a un toque. Volea y gol para volver a ser el goleador del mundial. Dos minutos fatales. De no creer. El fútbol no sabe de justicia. Pero sí de drama. Otro partido en serio.

Argentina intentaba salir. Y Francia estaba en estado de gracia. Lo tuvo Thuram tras un centro de Mbappé, ya totalmente activo. No llegó por nada. Enzo frenó justo el pie cuando volvía a molestar Thuram. Se paralizó el estadio. Pero el polaco Marciniak, que manejó bien el partido, marcó tiro libre para la Argentina y amonestó al punta. Alivio. Los corazones se detuvieron otra vez con un desborde de Coman que encontró a Camavinga. Apareció Dibu. Con suspenso, pero apareció. Se completaban los ocho minutos de descuento. Francia seguía con la mira calibrada. Cada ataque era peligro de gol. Sin embargo, el que tuvo la del final fue Messi con un zurdazo desde afuera del área. La de siempre. La que no suele fallar. Lloris apareció en todo su esplendor para despejar al córner. Al alargue.

El mini descanso le dio algo de paz a la Selección. Entró Montiel por Molina, que había padecido a Thuram. El partido se puso en un freezer. Hasta que Messi armó un jugadón con Enzo y Argentina tuvo una doble chance. Lautaro, que había entrado por Julián, no pudo con Upamecano. Montiel tomó el rebote y le pegó de volea y Upamecano la sacó al córner. Enseguida, tuvo otra Lautaro, que quedó solo con Lloris y definió mal. Era offside. Terminó mejor la Selección el primer suplementario.

Y también arrancó mejor el segundo. Messi probó con una volea que volvió a encontrar las manos de Lloris. Y llegó el premio. Un despeje de la defensa encontró a Lautaro, que se la bajó a Messi. Leo manejó y descargó para el Toro, que estaba habilitado por un glúteo, y fusiló a Lloris. El arquero dio rebote y la pelota le cayó a Messi, que la tocó para que Lusail volviera a estallar. El séptimo del Mundial. Otra vez cerca de la copa.

Pero faltaba mucho, aunque no faltaba nada. El partido era puro nervios. Parecía que Argentina se lo llevaba. Pero otro penal, por una mano de Montiel tras un remate de Mbappé, le sirvió otra vez el empate a Francia a cuatro del final. Y Kylian volvió a acertar. Tres goles en una final. Un animal.

¿Penales? No. Había más en esta maravillosa final. Dibu Martínez le tapó la pelota de la tarde a Kolo Muani en una atajada de antología. ¿Penales? No, Lautaro cabeceó solo después de un desborde de Montiel y le erró al arco. Una pena.

Ahora sí. Penales. Más drama dentro del drama. Pero los penales son la especialidad de Dibu. Atajó uno, el de Coman, y amedrentó a Tchouameni, que la tiró afuera. La Scaloneta no falló. Messi, Dybala, Paredes, Montiel.

“Vamos Argentina, la concha de su madre. Somos campeones del mundo”, bramó Messi con el micrófono abierto para toda la cancha. Tuvo que llegar hasta Medio Oriente para confirmar que es el rey del mundo. Tras no dejar récord en pie, el capitán cumplió su gran meta. Y se dio el gusto de levantar la Copa que todos quieren levantar. Ya es leyenda.

miércoles, 14 de diciembre de 2022

Argentina 3 - Croacia 0 - Semifinal - Mundial Qatar 2022

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UN RENDIMIENTO COLECTIVO PARA EL RECUERDO
Argentina jugó su mejor partido en el momento justo, con inteligencia y eficacia
La Selección supo tener paciencia y aguantar el pasaje en el que Croacia intentó dominar. Cuando el juego apareció, fue imparable. El domingo, la final soñada.
Además de tener a Lionel Messi, Argentina tuvo a Kylian Mbappé, disfrazado de Julián Álvarez. Y así resolvió un partido que pintaba para largo, con dos manos de nocaut en el primer tiempo y una genialidad en el segundo. Así alfombró el camino hacia la final del domingo en Qatar. Así sueña y tiene motivos para hacerlo. Vaya si los tiene...

Porque terminó aplastando a un rival que llegaba invicto y que en la primera media hora mostró sus credenciales. El equipo del siempre impecable Luka Modrić planteó un partido de posesión más paciencia. A los 15 minutos, el termómetro marcaba que el equipo azul tenía la pelota el 63 por ciento del tiempo, contra el 37 de Argentina.

Control, salida limpia, pases cortos: Modrić para Brozović, Brozović para Gvardiol. Sin apuro por atacar. Y otra vuelta más.

La idea era dormir el partido, pero la Selección demostró tener más paciencia todavía. No me atacás; te espero. Tranquilo. Paradito en el medio con De Paul, Paredes, Enzo Fernández y Mac Allister. Y un poquito me hago el dormido también. Ya vas a ver...

El primer remate al arco en el partido fue de Enzo Fernández, a los 24 minutos. Un ratito antes, el escáner biónico de Messi le había indicado que tenía que correrse unos metros hacia la derecha. Un movimiento imperceptible en ese momento, pero que sería clave apenas un ratito después. Entre los 31 y los 39 minutos, para ser precisos.

Ese espacio vacío que dejó Messi, el callejón del “9”, lo aprovecharon Enzo Fernández con su pelotazo y Julián Álvarez con su velocidad para meter la diagonal de izquierda hacia el centro. Los hasta allí seguros centrales croatas, Lovren y Gvardiol, perdieron la referencia y no vieron aparecer a esa flecha con el número 9 en la espalda.

Julián se fue directo hacia el arquero Livaković, quien lo volteó. Penal y Messi es gol, excepto contra Polonia. Advertido de que el arquero croata se había lucido en las definiciones por penales que le habían tocado en los partidos previos, Leo cambió el registro: nada de sutilezas y cañonazo al ángulo izquierdo.

Primer gol con la pelota Al Hilm (el sueño), que reemplazó a la Al Rhila (el viaje). Todo un mensaje.

Y a Croacia se le quemaron todos los papeles: perdió el guión y la paciencia, tal vez demasiado rápido. Y empezó otro partido, que Argentina estaba decidida a aprovechar.

Los de azul quedaron desacomodados y Julián puso quinta a fondo, no lo pudieron parar y, favorecido por los rebotes de los defensores que llegaron tarde, convirtió el 2-0 de arremetida. Todo en poco más de cinco minutos.

Fue un nocaut. El subcampeón del mundo perdió su calma y su plan de juego, desbordado por un rival que con espacio amenazaba con golearlo. Y así pasó, gracias a una apilada descomunal de Messi por la derecha, que terminó con el “10” sirviendo el 3-0 a Julián Álvarez.

Una asistencia como para cerrar el estadio y para confirmar que pase lo que pase en la final, ya es el Mundial de Messi. Su mejor Mundial, el quinto en su haber, rompiendo todas las marcas que tenía por delante y liderando como nunca antes a la Selección. Y más allá de cualquier comparación.

Messi guió con su magia a una Selección que se recibió de equipo mundialista. Jugó su mejor partido en el momento preciso. Como dice Lionel Scaloni, defiende cuando hay que defender y entiende los momentos de cada partido. Éste, la semifinal contra una Croacia que le duró media hora, fue jugado con inteligencia y eficacia.

Con un Lionel Messi celestial y un Julián Álvarez tan implacable como Mbappé, su colega francés, quien hoy buscará ser el rival del domingo. Demasiado para Croacia y para cualquier equipo, al menos en la noche del martes en Lusail.

El viaje continúa y el sueño crece...

martes, 13 de diciembre de 2022

Formaciones - Argentina vs. Croacia - Semifinal - Mundial Qatar 2022

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sábado, 10 de diciembre de 2022

Países Bajos 2 (3) - Argentina 2 (4) - Cuartos de Final - Mundial Qatar 2022

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FUERON LOS 120 MINUTOS MÁS DRAMÁTICOS DEL MUNDIAL
Argentina ganó en los penales un partido que mereció definir antes
Ganaba 2-0. Sufrió el 2-2 en el minuto 10 de descuento y estuvo cerca en el alargue. Pero definió en los 12 pasos.
Los jugadores siguen festejando. La gente sigue festejando. Y no es para menos. La Selección Argentina ya está entre los cuatro mejores del planeta. Hizo todo para avanzar a las semifinales. Y lo consiguió. Pero tuvo que sufrir demasiado. Las distracciones en los últimos diez minutos de los 90 y en los diez minutos de tiempo agregado que dio el árbitro español Antonio Mateu Lahoz, de floja actuación, fueron un castigo demasiado grande para un equipo que siempre buscó ante un rival que le sacó jugó al desierto de Qatar.

Ganaba Argentina 2-0, otra vez de la mano de un Messi magistral. Pero Países Bajos no se rindió, se acercó con un gol que se encontró de regalo y tuvo su premio excesivo con una jugada de laboratorio en el último minuto. La Scaloneta, valiente, lo buscó en el alargue. Lo debió haber ganado ahí de nuevo. Pero tuvo que esperar a la tanda por penales para que un enorme Dibu Martínez, con dos atajadones que serán leyenda, le diera el ticket para llegar a Croacia. Sí, Argentina cruzó otra vez el Rubicón. Y jugará los siete partidos en este Mundial, tan exótico como mágico, de Qatar.

Treinta y dos minutos fue lo que tardaron en patear al arco este ensordecedor Lusail, otra vez con mayoría argentina en las tribunas. Un tímido remate de De Paul, que no vio que podía descargar en Mac Allister, terminó en las manos del gigante Noppert.

Fue un aviso. Pasaron 120 segundos y Messi se disfrazó de rey mago. No importa si es Melchor, Gaspar o Baltazar. Lo que importa es que recibió volcado a la derecha tras un pase de Nahuel Molina, se sacó de encima a De Jong y le dio un paseo a Nathan Aké. Un pasito para acá, otro pasito para allá. Y el grandote del City ya no sabía qué hacer. En realidad, nadie sabía qué iba a hacer. Solo Molina, que picó por su carril, le comió la espalda a Blind y, tras controlar, punteó de derecha ante la salida de Noppert.

Ese gol destrabó el partido. Hasta entonces todo había sido medido. Todo había sido nervios. Había arrancado mejor la Selección Argentina controlando el juego y tratando de avanzar, siempre manteniendo un equipo corto, con los tres centrales bien adelantados para recuperar rápido.

De Paul, sin muestras de las molestias, aunque con un vendaje en el muslo derecho, había tenido la más clara con un remate que se estrelló contra la humanidad de Julián Álvarez. El primer cuarto de hora fue de predominio territorial para los de Scaloni.

Pero en un momento se encendió De Jong y Holanda empezó a adueñarse de la pelota. Le faltó profundizar. Pero pasó a ser el dominador del juego. Así empezó a merodear el área de Dibu Martínez. La más clara fue una combinación entre Memphis y Bergwijn, que el delantero del Ajax culminó con un remate defectuoso.

En ese momento, la hinchada argentina, amplia mayoría en este nido enorme de la Ciudad de la Energía, entendió que hacía falta un poco de aliento. Y empezó a empujar desde afuera. Casualidad o no, la Scaloneta empezó a levantar. Y llegó ese tiro de De Paul. Y la genialidad de Messi para que Molina se convirtiera en un goleador impensado.

Países Bajos intentó reaccionar. Y fue un poco más a fondo. El juego se hizo un poco más trabado. Y llegaron las amarillas. Primero para Timber, enseguida para Acuña -que llegó a las dos amonestaciones- y al toque Cuti Romero que metió la mano donde no debía. El equipo de Van Gaal, no obstante, solo inquietó con centros. Y Dibu, que hasta entonces no había tocado la pelota, brindó seguridad en el juego aéreo.

Van Gaal no quedó nada conforme y en el segundo tiempo sacó a De Roon y Bergwijn, de flojos 45 minutos iniciales, y les dio cuerda a Koopmeiners y Berghuis -que se puso de enlace y corrió a Gakpo como puntero-.

Sin embargo, a pesar de las variantes, Países Bajos seguía inconexo y Argentina usaba mejor la pelota. Sobre todo, cuando aparecía Messi. Otra vez en modo imperial. Tres apariciones en antes de los 15 minutos hicieron estallar el estadio. La primeras dos no terminaron bien -un centro de Acuña sin riesgo y un mal pase de Mac Allister para De Paul que entraba solo-. La tercera, que arrancó dejando sentado en el piso a Blind, fue volteado cuando entraba al área. Tiro libre ideal. Al palo de Noppert. No entró por centímetros.

Van Gaal siguió moviendo el banco. Y fuerte. Sacó a Blind, un lateral, para poner al otro De Jong, Luuk, para que fuera a cabecear todo lo que tiraron. Scaloni también activó los recambios. De Paul, de gran despliegue, le dejó su lugar a Paredes a falta de 25 minutos. Evidentemente, el volante de Atlético de Madrid no estaba entero. Igual hizo un gran partido sin escatimar esfuerzos.

Países Bajos ya había vuelto a tomar el control del partido. Se adelantó unos metros y De Jong, el del Barcelona, empezó a patrullar la cancha con elegancia. Argentina, sin embargo, se agrupó bien. Y no se metió atrás.

La prueba: Acuña recuperó una pelota y encaró hacia el fondo. Amagó el centro, pero enganchó y Dumfries se lo llevó puesto. Sí, penal. Clarísimo. Noppert se lo quiso charlar a Messi. Dibu miraba a la otra tribuna, conciente del momento cumbre que se vivía. Y Leo, esta vez, no falló. Esperó y esperó y con una carrera corta la cruzó contra el palo izquierdo. Dos a cero y veinte minutos por delante.

Holanda entró en modo ataque de nervios. Dibu Martínez ayudó un poco agitando después de descolgar un centro. Escaramuza y reparto de amarillas para Depay y Licha Martínez. Mientras los jugadores se pecheaban, un invasor de metió en la cancha.

Una mole. Lo tuvieron que sacar entre cinco. Los nervios ya eran demasiados para los de naranja. Scaloni, para cuidar, sacó a Acuña y a Romero, los otros dos amonestados. Aire nuevo también para defender cuando se avecinaba n los minutos decisivos.

Países Bajos puso otro delantero más. Entró Weghorst, que había visto la amarilla desde el banco, por Depay, que había sido bien maniatado por la ordenada defensa argentina. Y en la primera que tocó, cabezazo y gol fuera de contexto con siete minutos, sin el descuento, por delante. Película repetida.

Los neerlandeses fueron una tromba sobre el final. Además de Weghorts y De Jong, Van Dijk fue un rato de centrodelantero. Un potente remate de Berghuis se fue apenas desviado.

El estadio parecía una cancha argentina. Los nervios se multiplicaban. Paredes se llevó amarilla por una dura entrada sobre Aké que siguió con un pelotazo contra el banco naranja. Otra escaramuza. Zafó de la roja de milagro el ex Boca. Entró bien el ex Boca.

Diez minutos de descuento dio Lahoz, que dejó jugar y pegar por partes iguales. Una falta sobre Gakpo en la medialuna, se transformó en un tiro libre peligrosísimo. El remate de Berghuis se estrelló en la barrera. Alivio.

A esa altura hasta Messi y Lautaro Martínez, que había entrado por Julián, estaban parados cerca del área propia y la reventaban para arriba.

Argentina ya no jugaba. Había perdido las formas. Aguantaba. Los segundos duraban minutos. Los minutos eran años. Dibu Martínez hacía tiempo como podía, atento a que Mateu Lahoz no le sacara una amarilla.

Un foul a Paredes, a falta de dos minutos, fue festejado como un gol. Países Bajos apostaba a sus altos. Y Pezzella, en la desesperada, cometió otro foul tonto cerca de la medialuna. Quedaba nada. Messi se llevó una amarilla por protestar. Y Van Gaal, que sabe por diablo y por viejo, sacó a relucir el laboratorio. Koopmeiners no le pegó fuerte, sino que tocó para Weghorst, que controló en el punto penal y ante la marca de un Enzo Fernández que no lo pudo bloquear, el punta del Besiktas tocó suave al gol. Increíble. Al alargue. Fue un mazazo inmerecido.

Lejos de desanimarse, tras una enfática charla técnica de Scaloni, la Selección salió mejor plantada en el arranque del tiempo suplementario. Parecía arrimarse a Noppert después de mucho tiempo, pero Messi no pudo controlar bien y la pelota terminó del otro lado en un nuevo tiro libre de riesgo. Por suerte, Otamendi, como toda la noche, volvió a sacar de cabeza.

La sensación en el estadio que era una montaña rusa de emociones contrapuestas es que cualquier cosa podía pasar. Los minutos corrían más rápido. Messi lucía cansado. El juego ya no fluía. Un centro le queda corto. Otro se le va largo. Y otro más se le va largo, pero apenas cuando Otamendi entraba solo. Fue lo más peligroso del primer tiempo suplementario.

En el segundo período del alargue, Scaloni, que tenía dos cambios todavía, metió a Montiel por Molina. Un córner tempranero generó algo de ilusión. Pero Noppert sacó a relucir sus dos metros tres para traer calma a los naranjas.

Y empezó a buscar y buscar la Scaloneta. Messi buscó hacer la de siempre a la salida de un tiro libre. No le salió. La bola, otra vez, se fue lejos. Para los últimos diez entró Angelito Di María en el último tramo y salió Licha Martínez, que arrancó de mayor a menor.

Di María funcionó como revulsivo. Y Enzo Fernández también se encendió, parecía fresco como si recién empezaran. Como si hubiera revivido de golpe. Un desborde con centro atrás encontró a Lautaro que fue bloqueado por Van Dijk. Era gol. ERa el el gol del triunfo. Dio en el pecho del defensor de Liverpool (Otamendi pidió una mano que no existió) y se fue al córner.

Enseguida, Enzo probó desde afuera, la bola se desvió y pasó besando el travesaño. Y hubo más: córner de Fideo y cabezazo de Pezzella adelantándose y atacando la pelota para ganarles a los enormes defensores neerlandeses, que se fue apenas desviado.

Estaba mejor Argentina. Lo buscaba Argentina. Ahora eran los Naranjas los que aguantaban, y Lautaro casi encuentra lo que buscó todo el Mundial con una media vuelta. Y Messi fue bloqueado justo. Y Di María casi lo mete olímpico. Y Enzo reventó un palo. Increíble. Otra vez.

Y llegaron los penales. Dibu Martínez voló para un lado y para otro en los remates de Virgil y Berghuis. Y dio el aire necesario para que no se notara el fallo de Enzo. La gloria, merecida y esperada, le quedó a Lautaro Martínez. No será Brasil. Espera Croacia. Nos vemos el martes, otra vez en Lusail.

Fichas Puntajes - Viernes 09/12 - Cuartos de Final - Mundial Qatar 2022

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Ficha Puntajes - Croacia 1 (4) - Brasil 1 (2) - Cuartos de Final - Mundial Qatar 2022
Ficha Puntajes - Países Bajos 2 (3) - Argentina 2 (4) - Cuartos de Final - Mundial Qatar 2022


SEMIFINALES - MUNDIAL QATAR 2022
Argentina vs. Croacia

viernes, 9 de diciembre de 2022

Formaciones - Países Bajos vs. Argentina - Cuartos de Final - Mundial Qatar 2022

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domingo, 4 de diciembre de 2022

Argentina 2 - Australia 1 - Octavos de Final - Mundial Qatar 2022

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UNA VICTORIA ANTE AUSTRALIA QUE DEBIÓ HABER SIDO MÁS AMPLIA
La Selección pudo golear, pero terminó sufriendo para pasar
Messi abrió el partido, Julián Alvarez hizo el segundo. Todo era fiesta. El descuento sorprendió.
Había que sufrir, parece. Sin necesidad y sin justicia, Pero este Mundial loco así lo exige. Pero mucho antes de eso, había que encontrar esa pequeña luz, casi invisible, entre los grandotes australianos. Casi nada pasaba, pero Messi metió ese zurdazo de billar para marcar el camino. Se sabe: Leo ve lo que nadie más ve, y la pelota le obedece.

Hasta allí, 35 minutos, Argentina no había logrado incomodar a una Australia que jugó a lo que se esperaba. Cerrada en un 4-4-2, presionando muy pocas veces, y con once jugadores detrás de la pelota que obviamente manejaba la Selección. Pero el equipo de Scaloni no podía generar espacios. Se tiraba muy atrás Enzo Fernández, como un tercer central, para que Molina y Acuña jugaran bien abiertos y bien arriba. Pero casi todo fue pases largos desde atrás, sin sorpresa y sin conseguir el dos contra uno en los costados que pudiera desequilibrar. Argentina tenía un 70 por ciento de posesión, pero sin profundizar. El primer remate fue a los 16 minutos, del Papu, muy alto.

En realidad, el primer remate a puerta fue el de Messi. El gol, a los 35 minutos. Unos diez antes el Papu se había mudado a la derecha, en una posición más de volante que de delantero que le dio resultado al equipo, se juntó con Messi y por ahí llegó la jugada del gol. Papu a Leo, de allí a Mac Allister, a Otamendi, hasta que la volvió a encontrar Messi y se acabó la resistencia australiana.

Dicen que es su partido mil, cuentan que es récord argentino de presencias en Mundiales con 23 partidos, se ve en cada esquina que los pibes de los países más remotos se ponen su camiseta sin hablar una palabra de español. Todo eso, en este momento, en la noche de Al Rayyan, a Messi no le importó. Miró fijo a la pelota, parecía que le hablaba. Ya vas a entrar, le habrá dicho.

Decían que en cinco Mundiales no había hecho goles de octavos de final en adelante. Tampoco le importó, las rachas están para demolerlas.

En un Mundial puede haber equivalencias donde nos las hay. Un plantel, el argentino, cotizado en 643 millones de euros. Otro, el australiano, en 36. Argentina participa de su 18 Copa del Mundo, faltó solo a cuatro; Australia jugó su sexto Mundial y faltó a 16. Para la Selección fue su partido número 85, para los australianos el 20. En cuanto a nombres, ni siquiera es necesario comparar.

Durante muchos minutos las diferencias no reconocieron esos parámetros, más allá de la sensación térmica de que Argentina lo podía liquidar con sólo acertar un par de pases.

Sin embargo, Scaloni notó que el equipo se estaba complicando en la salida y metió un cambio a los cuatro minutos del segundo tiempo. Lisandro Martínez por Gómez. Pragmático y alérgico a las sorpresas, el técnico armó una línea de tres centrales más los dos laterales. Línea de cinco, en realidad. La idea fue asegurar la pelota en el fondo (Lisandro es un especialista) y salir rápido ante la obligación sin recursos de Australia.

Pero los de amarillo se equivocaron atrás, De Paul se dio cuenta que el arquero Ryan podía dudar y la presión dejó a Julián Álvarez, una vez más, de cara al festejo. Con el 2-0 la resistencia australiana pareció venirse abajo a los 12 minutos y la Selección tuvo todo el espacio para decorar una goleada. En eso estaba, cuando llegó el descuento con un rebote desafortunado en Enzo Fernández que invitó a los fantasmas.

Hubo un poco de sufrimiento al final, innecesario. Un cierre providencial de Lisandro Martínez, como para estar a tono de este loco Mundial. Luego Lautaro Martínez se perdió dos goles increíbles, cedidos por la generosidad de un Messi que terminó a toda orquesta. Después, la atajada de Dibu, también imprescindible para el desahogo.

Argentina está entre los ocho mejores. No fue un gran salto en lo futbolístico, sí en lo anímico. Habrá que ratificarlo ante Países Bajos, donde la dificultad irá en aumento. De eso se tratan los Mundiales.

Fichas Puntajes - Sábado 03/12 - Octavos de Final - Mundial Qatar 2022

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Ficha Puntajes - Países Bajos 3 - Estados Unidos 1 - Octavos de Final - Mundial Qatar 2022
Ficha Puntajes - Argentina 2 - Australia 1 - Octavos de Final - Mundial Qatar 2022


CUARTOS DE FINAL - MUNDIAL QATAR 2022
Países Bajos vs. Argentina

sábado, 3 de diciembre de 2022

Formaciones - Argentina vs. Australia - Octavos de Final - Mundial Qatar 2022

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jueves, 1 de diciembre de 2022

Polonia 0 - Argentina 2 - Grupo C - Mundial Qatar 2022

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GRAN VICTORIA ANTE LOS POLACOS Y PASE A OCTAVOS
La Selección espantó a los fantasmas y ahora es protagonista del Mundial
Argentina bailó a Polonia y debió ganar por más diferencia. Hasta desperdició el penal ejecutado por Messi. Logró la clasificación en el primer puesto de la zona y, con el equipo en crecimiento, el sábado jugará con Australia en octavos de final.
Bienvenida Argentina al Mundial de Qatar 2022. Adiós fantasmas, adiós dudas, adiós a todo ese dolor de panza que causaba imaginar que el camino podía terminar demasiado pronto acá en Medio Oriente. Es que la Selección volvió a ser la Scaloneta. Con otros intérpretes, incluso con otro sistema. Con un técnico como Lionel Scaloni que toma decisiones fuertes y que hace que el equipo mejore al andar. Con Enzo Fernández convertido en el patrón del medio y en la gran figura de esta húmeda noche en Doha. Con Julián Álvarez que no siente la diferencia entre jugar en un potrero de su Calchín natal o en un estadio hecho con containers. Con Otamendi firme para amedrentar a un desdibujado Lewandowski. Con De Paul otra vez De Paul. Con un Di María siempre listo para hacer lío. Y con un Messi que no fue imperial solamente porque otra vez lo traicionó un penal.

El 2-0 sobre Polonia no sólo fue el alivio de la clasificación. El 2-0 sobre Polonia, un rival al que borró de la cancha, fue una producción casi perfecta que permite soñar. Ni siquiera dolió ese penal que convertía a un notable Wojciech Szczesny en el más malo de los villanos. Un primer tiempo arrasador. Un segundo tiempo aún mejor gracias al gol tempranero de Alexis Mac Allister y a la contundencia de Julián que sirvió para, por fin, respirar.

Fue un monólogo de la Selección en el primer tiempo. Catorce llegadas al arco. Nueve remates que fueron a parar a las manos de Szczesny. Faltó la puntada final y paciencia ante una Polonia que lo único que mostró fueron debilidades.

Scaloni pateó el tablero con los cambios que se conocieron cuando apenas faltaba una hora para que comenzara el partido. Adentro Enzo y Julián, afuera Guido Rodríguez y Lautaro Martínez. Los ingresos de los dos pibes que hasta hace un rato estaban en River provocaron un cambio de esquema. Enzo se paró de cinco, con Rodrigo De Paul por derecha y Mac Allister por izquierda. Y Julián arrancó como wing izquierdo, con Lionel Messi como falso nueve y Ángel Di María por derecha.

El equipo ganó en dinámica e intensidad jugando al compás del chico de San Martín. También se adueñó de la pelota (57% contra 30% de los polacos). En el fondo fue clave Otamendi, con sus anticipos sobre Lewandowski para evitar contraataques. Sí, Polonia se dedicó a esperar. Lo terminó pagando caro. Se encomendó en San Szczesny, quien se revolcó de un lado a otro para mantener su arco en cero hasta cuando pudo.

Las más claras estuvieron en los pies de Messi, Álvarez y Di María, que casi sorprende con un gol olímpico. Sin embargo, el hit de la primera mitad fue el penal que el arquero de Juventus le contuvo a Messi con el guante derecho bien firme después de que él mismo le hiciera un penal -leve toque en la cara- que necesitó del VAR para ser cobrado. Szczesny, gigante, fue la gran figura en esos 45 minutos iniciales.

Primero hay que saber sufrir dice el tango. Y todo lo que se sufrió en el período inicial se hizo sencillo en el arranque del segundo. Al minuto de juego, en el primer ataque, llegó el alivio. Argentina construyó por derecha con Di María y Molina, que fue al fondo y mandó un centro rasante que encontró cerca del punto penal a Mac Allister, que le pegó mordido, de derecha, y la pelota entró suplicando contra el segundo palo.

Contestó enseguida Polonia con una pelota parada luego de que el Huevo Acuña viera la amarilla. Centro al punto penal y Kamil Glick le gana a todos. Dibu hizo vista. Salió pegadita al palo. Fue la única que tuvo Polonia, que jamás probó los reflejos del arquero argentino. Demasiado temeroso o mezquino, el rival.

Y después volvió el monólogo en celeste y blanco. Messi, que se convirtió en el jugador argentino con más partidos en Mundiales en su 22° aparición, buscó su gol y la revancha por el penal fallado por todos lados. Pero el desquite nunca llegó. No importó. Porque Enzo Fernández cambió el ritmo tras un interminable toqueteo y cedió para que Julián definiera como lo hacía en River. Con más de 20 minutos por delante, el partido estaba liquidado.

Fue 2-0. Apenas. Pudo ser goleada. Messi una y otra vez, Tagliafico y Lautaro Martínez estuvieron a nada de convertir. Polonia, que miraba lo que pasaba en México-Arabia Saudita al mismo tiempo, se resignó a perder. Pero no quiso perder por más. Terminó con línea de seis en el fondo para aguantar el vendaval. Al final, gracias al gol de los árabes, también se metió entre los 16 mejores y festejó.

Pero no tanto como Argentina. Se dio el paso obligado a los octavos de final. Se viene Australia el próximo sábado. Nadie lo esperaba. Hay que atreverse a soñar. Sin menospreciar a nadie. Sin relajarse. El camino es éste. El que marcó el 974. Porque lo peor, al parecer, ya pasó.

Fichas Puntajes - Miércoles 30/11 - Grupos C y D - Mundial Qatar 2022

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Ficha Puntajes - Túnez 1 - Francia 0 - Grupo D - Mundial Qatar 2022
Ficha Puntajes - Australia 1 - Dinamarca 0 - Grupo D - Mundial Qatar 2022
Ficha Puntajes - Polonia 0 - Argentina 2 - Grupo C - Mundial Qatar 2022
Ficha Puntajes - Arabia Saudita 1 - México 2 - Grupo C - Mundial Qatar 2022


POSICIONES FINALES - GRUPO C - MUNDIAL QATAR 2022
P EQUIPO PTS. PJ PG PE PP GF GC DF
1 Argentina 6 3 2 0 1 5 2 +3
2 Polonia 4 3 1 1 1 2 2 0
3 México 4 3 1 1 1 2 3 -1
4 Arabia Saudita 3 3 1 0 2 3 5 -2
Clasificados a Octavos de Final: Argentina y Polonia.

POSICIONES FINALES - GRUPO D - MUNDIAL QATAR 2022
P EQUIPO PTS. PJ PG PE PP GF GC DF
1 Francia 6 3 2 0 1 6 3 +3
2 Australia 6 3 2 0 1 3 4 -1
3 Túnez 4 3 1 1 1 1 1 0
4 Dinamarca 1 3 0 1 2 1 3 -2
Clasificados a Octavos de Final: Francia y Australia.

OCTAVOS DE FINAL - MUNDIAL QATAR 2022
Argentina vs. Australia
Francia vs. Polonia

miércoles, 30 de noviembre de 2022

Formaciones - Polonia vs. Argentina - Grupo C - Mundial Qatar 2022

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lunes, 28 de noviembre de 2022

Argentina 2 - México 0 - Grupo C - Mundial Qatar 2022

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EL CAPITÁN APARECIÓ EN EL MOMENTO JUSTO Y EVITÓ EL NOCAUT
La Selección necesitó de un Messi con rebeldía maradoniana
Levantó en el segundo tiempo con un golazo que se gritó en todo el planeta. Nadie quiere verlo fuera de Qatar.
Sí, siempre Messi. No había jugado un buen primer tiempo Leo, muchos menos la Selección. No se había visto la reacción volcánica que se podía esperar. Algo le pasaba al equipo. Algo le pasaba a Messi, cuando lo necesitaba más que nunca.

Pero en el segundo tiempo Leo mostró una rebeldía “maradoniana”. Pidió la pelota y le dio electricidad a la Selección. El partido cambió, Messi estaba presente. Había otra vibración en el ambiente del estadio Lusail. A los 18 minutos, Enzo Fernández buscó a Di María y Fideo buscó a Messi. Leo encontró una soledad que nunca había tenido. Un segundo. Lo aprovechó al máximo: su zurdazo bajo, furioso, pareció impulsado por millones de argentinos que querían otra historia para la Selección y por millones de hinchas de otras nacionalidades que no querían que Messi se despidiera tan rápido.

Así fue que Argentina zafó del nocaut y revivió. Mejoró un poco la última imagen. No era tan difícil, pero la realidad es que la Scaloneta, tal como lo conocíamos, todavía no apareció. Aquel equipo sólido, con respuestas rápidas para cada circunstancia del partido, empezó complicándose solo ante una Arabia que no supo descifrar y contra México mostró una mejoría, sobre todo emocional.

El resto lo puso Messi, con ayuda de Di María y de Enzo Fernández.

Pero hubo que sufrir. El primer tiempo mostró las caras de los dos, sin maquillaje. México, esperando, sabiendo que las mayores urgencias no eran propias. Con una línea de tres centrales y dos laterales, cinco en el fondo, le cedió la pelota a la Argentina, presionó en la mitad de cancha, especialmente a De Paul, para que la pelota no le llegara a Messi. Y si le llegaba, que nunca estuviera mano a mano con un marcador.

En esa primera etapa a Messi se lo vio muy estático, primero ubicado como otro “9”, entre Di María y Lautaro después, retrocediendo, incluso parado en el círculo central, mirando cómo el equipo intentaba circular por la izquierda. Algo le pasaba a Messi.

Un México tranquilo, una Argentina nerviosa, atada, con freno de mano puesto, consciente de que una derrota lo dejaba demasiado pronto fuera del Mundial.

La primera aproximación argentina al arco del experimentado Memo Ochoa fue a los 40 minutos: córner corto de Messi, centro de Di María y cabezazo desviado de Lautaro al borde del área chica. A los 45, la mejor jugada de la Selección, con circulación rápida del medio hacia la izquierda, con participación de Mac Allister y Messi, para que Acuña la terminara con un centro que desvió Álvarez al córner. Demasiado poco.

El segundo tiempo fue distinto: Messi lo transformó. A los cuatro minutos encaró hacia el área con uno de sus viejos slaloms. Lo bajaron. Tiro libre ideal. Messi esperó agachado la señal del árbitro y pareció hablarle a la pelota, como si fuera una oportunidad irrepetible. Su remate se fue alto. No parecía su noche, pero había que esperar.

Arriesgó Scaloni a los 12 minutos del complemento. Sacó a un Guido Rodríguez muy impreciso para poner a Enzo Fernández. El ex River se paró más adelante para tratar de compensar que tampoco De Paul aportaba pases seguros.

A los 18, el técnico cambió lateral por lateral (Molina por Montiel) y delantero por delantero (Julián Álvarez por Lautaro Martínez). Enseguida Enzo Fernández buscó a Di María y Fideo a Messi. Ya sabemos lo que pasó. Pasó Messi, en su partido número 21 en Mundiales, para alcanzar a Maradona. Su gol número ocho en Copas del Mundo. Para salvar a una Selección Después llegó el golazo de Enzo Fernández, para pedir a gritos la titularidad y para que la Selección sepa que está a tiempo de volver a ser la Scaloneta que lo necesitaba como nunca.

Fichas Puntajes - Sábado 26/11 - Grupos C y D - Mundial Qatar 2022

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Ficha Puntajes - Túnez 0 - Australia 1 - Grupo D - Mundial Qatar 2022
Ficha Puntajes - Polonia 2 - Arabia Saudita 0 - Grupo C - Mundial Qatar 2022
Ficha Puntajes - Francia 2 - Dinamarca 1 - Grupo D - Mundial Qatar 2022
Ficha Puntajes - Argentina 2 - México 0 - Grupo C - Mundial Qatar 2022

sábado, 26 de noviembre de 2022

Formaciones - Argentina vs. México - Grupo C - Mundial Qatar 2022

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miércoles, 23 de noviembre de 2022

Argentina 1 - Arabia Saudita 2 - Grupo C - Mundial Qatar 2022

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REDUJO ESPACIOS, LE TIRÓ EL ACHIQUE, RODEÓ A MESSI Y LES DEJÓ LA PELOTA A LOS ARGENTINOS MENOS TÉCNICOS
La telaraña de los árabes atrapó a una Selección sin ideas ni reacción
El partido se definió en esa ráfaga de los dos goles, pero en lo táctico, la batalla siempre fue del equipo verde.
De la euforia a la incredulidad en un santiamén. La sorpresa es total. El debut de la Selección fue lo que nadie imaginaba ni esperaba. El equipo de Lionel Scaloni envuelto en nerviosismo, fue superado por una Arabia Saudita concentrada e intensa que aprovechó el desorden absoluto albiceleste y lo revirtió. La derrota en el primer partido y contra el rival más accesible fue un golpazo a la confianza y significó, para colmo, el final del invicto de 36 encuentros. El peor arranque jamás pensado.

Minuto y medio apenas y Lionel Messi ya había tenido un mano a mano brutal que tapó a puro reflejo Mohammed Al-Owais. El augurio resultaba prometedor. El 10 había arrancado encendido. “Ya le va a tocar otra” fue el pensamiento de los miles de argentinos en el Estadio Lusail.

Y sí, tuvo otra Leo. De penal. El árbitro esloveno Slavko Vinčić recibió el alerta del VAR antes de un tiro libre celeste y blanco en ataque. Fue a ver el monitor y comprobó que en la jugada anterior hubo un agarroncito de Salman Al-Faraj sobre Paredes. Nadie había reclamado demasiado... Pero el juez cobró el penal que el capitán convirtió.

Pero duró poco el optimismo. En el campo las cosas no siguieron saliendo como se esperaba, más allá de mantener la diferencia. Los árabes armaron un sistema táctico arácnido. Tejieron una tela en la que la Scaloneta quedó enganchada una y otra vez.

Juntó sus líneas Arabia Saudita y la Argentina no priorizó su juego de siempre, ese de buscar pases internos e ir armando juego hasta encontrar espacios. El 4-4-2 albiceleste se partió en un 4-2-4, con Ángel Di María y Alejandro Gómez como extremos a la par de Messi y Lautaro Martínez.

Para sacar provecho del planteo rival, se la jugó por un plan más directo Scaloni. Pero Arabia también tenía una herramienta para desactivar eso: utilizó muy bien el achique de su última línea. La Selección hizo tres goles que no valieron por posición adelantada: uno de Messi y dos de Lautaro. Uno tenía apenas el hombro en fuera de juego, detectado por el offside semiautomático.

En total fueron siete posiciones adelantadas en la primera parte. En todo Rusia 2018 le habían cobrado seis en total. Los de Scaloni no podían encontrarle la vuelta a un partido que se complicaba con el correr de los minutos porque el rival era rápido y se animaba a ahogarle la salida.

Con el equipo ganando, las tribunas repletas de argentinos estaban apagadas, sin cantos. Y sí se escuchaban los hinchas árabes todos vestidos de verde, que eran menos, pero muchos más ruidosos. Todo el furor que se vivió en la previa no se trasladó adentro.

El equipo no contagió y se fue hundiendo entre nerviosismos e imprecisiones. El doble cinco, De Paul-Paredes, no pisó firme y las buenas intenciones del Papu no coincidían con el resto. Un remate de De Paul a las nubes pudo haber cerrado la primera parte con otro gol necesario para desactivar la preocupación que merodeaba en el ambiente. Pero no.

Los temores se hicieron carne en los primeros fatídicos ocho minutos del complemento en los que la Selección fue un desconcierto absoluto. Saleh Al-Shehri se escapó por la izquierda, Cristian Romero no llegó a cerrar a pesar del esfuerzo y el delantero definió cruzado para ponerla lejos del Dibu Martínez. Esa jugada derivó de una pelota perdida en el medio por Messi.

El estupor pareció congelar los corazones argentinos, en las tribunas y sobre el césped. La Selección padeció un momento fatal. Cinco minutos después, Salem Al-Dawsari hizo un golazo eludiendo a tres hombres y sacando un disparo al segundo palo.

Incómoda, la Argentina trató de rearmarse. Adentro Lisandro Martínez (Romero sintió una molestia en el primer gol), Julián Álvarez (por Gómez) y Enzo Fernández (por un flojo Paredes). Arabia se plantó atrás hasta con siete hombres.

A los ponchazos, hubo un par de situaciones: cabezazo de Messi, una de Tagliafico de carambola y un frentazo de Álvarez sobre la hora. La Selección jamás fluyó y toda la templanza que parecía irradiar en su camino hasta acá se esfumó y deja interrogantes, principalmente, saber cómo reacciona este grupo a las adversidades, algo a lo que no está acostumbrado.

Fichas Puntajes - Martes 22/11 - Grupos C y D - Mundial Qatar 2022

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Ficha Puntajes - Argentina 1 - Arabia Saudita 2 - Grupo C - Mundial Qatar 2022
Ficha Puntajes - Dinamarca 0 - Túnez 0 - Grupo D - Mundial Qatar 2022
Ficha Puntajes - México 0 - Polonia 0 - Grupo C - Mundial Qatar 2022
Ficha Puntajes - Francia 4 - Australia 1 - Grupo D - Mundial Qatar 2022

lunes, 21 de noviembre de 2022

Formaciones - Argentina vs. Arabia Saudita - Grupo C - Mundial Qatar 2022

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jueves, 17 de noviembre de 2022

Emiratos Árabes Unidos 0 - Argentina 5 - Amistoso Internacional 2022

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LA SERIE INVICTA DEL EQUIPO TREPÓ A 36 PARTIDOS
Buenas sensaciones y goleada de golazos en el último ensayo a fondo de la Selección
Resolvió el amistoso con Emiratos en el primer tiempo y redondeó un 5-0 concluyente. Los que aprobaron y los que dejaron dudas. Scaloni también experimentó la línea de cinco.
No hubo temores, al fin de cuentas. Tanto se miraba de reojo este amistoso que parecía inapropiado por los riesgos que podía conllevar a tan solo seis días del debut en el Mundial... Sin embargo, la Selección Argentina se mantuvo al margen de las preocupaciones y se divirtió en Abu Dhabi como si estuviese en el potrero. En un tiempo resolvió el partido contra la Emiratos Árabes Unidos de Rodolfo Arruabarrena con una goleada de golazos: 5-0.

Toques, sociedades, asistencias y definiciones de ensueño deleitaron al público local, que colmó el estadio del club Al-Jazira para ver a Lionel Messi y terminó cantando por la Argentina.

Con su capitán como protagonista, que jugó todo el partido, la Scaloneta elevó su invicto a 36 encuentros y aterriza en Qatar a punto caramelo.

Lejos de los nervios y de las especulaciones por algunos contratiempos físicos en algunos futbolistas, producto de un calendario ajustadísimo en este segundo semestre del año, los dirigidos por Lionel Scaloni salieron a la cancha relajados y jugaron sueltos contra un rival que no le hizo mella, más allá de alguna que otra corrida de Harib Suhail a espaldas de Juan Foyth, tiro en el travesaño y una tremenda tapada de Emiliano Martínez a Ali Saleh (tras otro error de un muy lento Foyth) ya en la segunda parte.

Con mayoría de habituales titulares, la Selección se tomó en serio este testeo previo a la gran cita y demostró todo su repertorio, como si se tratara de un duelo por eliminatorias o de Copa América o del Mundial... Messi fue la punta de lanza de un 4-3-3 que tuvo a Ángel Di María intratable como extremo derecho. Fideo se despachó con un doblete, con un tanto mejor que el otro.

Hubo buenas noticias en la agradable noche del Golfo Pérsico. El calor dio tregua y una brisa aliviadora apareció cuando se fue el sol para hacer un clima ideal para que ruede la pelota. Era una prueba para el equipo, la última. Pero también era un examen para algunos jugadores puntuales. Así fue el caso de Julián Álvarez, que aprovechó esta oportunidad de estar desde el comienzo y siguió en la misma sintonía que tiene en el Manchester City.

La Araña picó primero. La empezó Di María en la mitad de la cancha jugando rápida una pelota para Messi y desarticular a toda la defensa emiratí. El 10 asistió a Álvarez en el área chica. También fue el turno de jugar para Alexis Mac Allister, que puja por ser el reemplazante de Giovani Lo Celso ante Arabia Saudita. El del Brighton aprobó.

Fideo, siempre por la derecha, sigue en estado de gracia con la camiseta de su país, que anoche fue la del diseño alternativo, de color violeta. El rosarino clavó una volea cruzada espectacular tras un cambio de frente exacto de Marcos Acuña, otro que debía probar cómo estaba físicamente (arrastra una pubalgia). El Huevo rindió sin problemas.

El segundo de Di María fue también para un cuadrito: entró al área, se sacó un jugador de encima, gambeteó al arquero y definió casi debajo del arco.

Faltaba el del líder. Leo recibió de Di María, se abrió hacia la derecha y en vez de enganchar para su pierna más hábil, sorprendió con un derechazo al ángulo, inalcanzable para e arquero Khalid Eisa. Ya suma 91 con el escudo de la AFA en el pecho y contando.

En menos de 45 minutos, la Selección cumplió con su show de fútbol y goles. Repartió alegrías sin tomar demasiados recaudos. Bastaba con verlo ir a trabar a Rodrigo de Paul o a Leandro Paredes, que tuvo un golpe en un pie (nada grave). No se guardaron nada.

En el debe quedó Foyth. El del Villarreal es el noveno defensor de la lista de 26 y tuvo la chance de hacerse ver, pero se lo notó con poca movilidad. Resulta lógico teniendo en cuenta que estuvo dos meses parado por lesión y recién volvió a jugar en los últimos 10 días.

Scaloni, con el deber realizado, metió mano en el entretiempo para refrescar piernas: adentro Molina, Montiel y Pezzella para probar algo más. ¿Qué? Un sistema con cinco defensores que ya vienen ensayando en las prácticas. La Argentina le sacó el jugo a este compromiso, que además le dejó una millonaria tajada económica a la AFA. El quinto y último gol fue del ingresado Joaquín Correa, luego de una asistencia de un incansable De Paul.

Sin preocupaciones, con soltura y con sonrisas, la Argentina deja Abu Dabi con una sensación inmejorable. Que se venga el Mundial nomás. Ya va siendo hora.

viernes, 11 de noviembre de 2022

Los 26 de la Selección Argentina para el Mundial Qatar 2022

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El DT de la Selección dio la nómina de 26 jugadores que estarán en Qatar.



Lionel Scaloni confirmó hace instantes a los 26 jugadores que representarán a la Selección Argentina en el Mundial Qatar 2022.


La lista:

Arqueros:
Franco Armani (River Plate, Argentina).
Emiliano Martínez (Aston Villa, Inglaterra).
Gerónimo Rulli (Villarreal, España).


Defensores:
Marcos Acuña (Sevilla, España).
Juan Foyth (Villarreal, España).
Lisandro Martínez (Manchester United, Inglaterra).
Nahuel Molina Lucero (Atlético de Madrid, España).
Gonzalo Montiel (Sevilla, España).
Nicolás Otamendi (Benfica, Portugal).
Germán Pezzella (Real Betis, España).
Cristian Romero (Tottenham, Inglaterra).
Nicolás Tagliafico (Olympique de Lyon, Francia).


Volantes:
Rodrigo De Paul (Atlético de Madrid, España).
Enzo Fernández (Benfica, Portugal).
Alejandro Gómez (Sevilla, España).
Alexis Mac Allister (Brighton & Hove Albion, Inglaterra).
Exequiel Palacios (Bayer 04 Leverkusen, Alemania).
Leandro Paredes (Juventus, Italia).
Guido Rodríguez (Real Betis, España).


Delanteros:
Thiago Almada (Atlanta United, Estados Unidos).
Julián Álvarez (Manchester City, Inglaterra).
Ángel Correa (Atlético de Madrid, España).
Ángel Di María (Juventus, Italia).
Paulo Dybala (Roma, Italia).
Lautaro Martínez (Inter, Italia).
Lionel Messi (Paris Saint-Germain, Francia).


* Nicolás González (Fiorentina, Italia) fue desafectado de la lista por lesión. En su lugar fue convocado Ángel Correa.
* Joaquín Correa (Inter, Italia) fue desafectado de la lista por lesión. En su lugar fue convocado Ángel Correa.

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