Deportivo Cali (Colombia) 0 - Boca 0 - Copa Libertadores 2016
POR EL GRUPO 3, IGUALÓ SIN GOLES EN COLOMBIA ANTE EL DEPORTIVO CALI
Boca sorteó el debut en un clima hostil
Alargó el crecimiento de los últimos partidos y trajo un punto que vale, en vísperas de tres clásicos. El rival, con la complicidad del juez, pegó mucho.
Un ladrillo más en la pared de su reconstrucción anímica y futbolística puso anoche Boca en esa siempre difícil plaza, si de la Copa Libertadores se trata, que es Cali. Luego de un primer tiempo donde manejó la pelota y dispuso de un par de chances propicias como para sacar un cuerpo de ventaja en el resultado, aguantó en la etapa complementaria la mejoría de los colombianos, que sin dejar de golpear sistemáticamente lograron redondear en ataque, con un par de llegadas, lo que no habían podio en la primera mitad.Ráfagas de Tévez para hacer de tres cuartos de cancha hacia adelante lo que pocos pueden, la jerarquía de Gago para administrar el balón y lo confiable que se va haciendo el triángulo delineado por Orión-Díaz-Insaurralde lucen como la base imprescindible para avizorar un buen futuro inmediato.
El mejor comienzo de Boca, amigado con la pelota a partir de Tévez, Lodeiro y Gago, fue abortado por la singular agresividad de Deportivo Cali, que con una seguidilla de golpes intimidatorios -imposible liberar de culpas al árbitro brasileño Pericles Cortez- logró sacar rápidamente del juego al uruguayo Lodeiro.
Con Pablo Pérez en su lugar, el equipo del Vasco Arruabarrena no disminuyó su afán ofensivo y anduvo cerca de celebrar el primero con una aparición de Palacios por el medio del área.
Como respetando la prolífica historia de Boca en la Copa Libertadores, el equipo local dedicó más energías a defender que a atacar. De los cuatro mediocampistas, Sambueza y Roa estaban destinados a acompañar seguido a la dupla de atacantes (Preciado y Borré), aunque finalmente terminaron colaborando con Godoy y Andrés Pérez, la pareja de mediocampistas internos y de contención.
Sin padecimientos en el área de Orión -apenas un remate de Roa desde lejos-, la cuestión a dilucidar era cuánto le costaría a Boca convertir en el arco de Hernández. Así, la chance más clara la dispuso en los pies de Tévez, quien con un enganche desparramó a Lozano pero su derechazo salió muy desviado.
La primera etapa terminó con un susto mayúsculo para el arquero boquense, ya que un disparo de Preciado rozó en Díaz y se estrelló contra un palo.
La segunda mitad tuvo otro formato. Deportivo Cali, que no varió su decisión de ir lo más fuerte posible a cada pelota dividida, creció en la presión sobre Gago y Tévez y así pudo atenuar su sufrimiento desde la mitad de la cancha hacia el arco de Hernández. Además, con Borré y Preciado metió un par de zarpazos que inquietaron a la estructura argentina. Como ese mano a mano que Orión le gano a Borré, como ese derechazo de Preciado, quien luego de girarle a Insaurralde remató apenas desviado.
La entrada de Chávez para renovar las energías ofensivas casi da altísimos intereses cuando el ex Banfield, desde el piso, dilapidó una oportunidad inmejorable. Pablo Pérez, por su parte, anduvo cerca con un par de remates que a último momento encontraron alguna pierna obstaculizadora.
Boca dio en Colombia el primer paso rumbo al máximo objetivo del año. Simultáneamente, confirmó que la tormeta que lo azotó hasta ese balsámico triunfo ante San Martín de San Juan ha pasado. Están llegando tiempos de exigencias. Quiere afrontarlos con el mejor clima posible.