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martes, 15 de agosto de 2017

Boca 5 - Gimnasia y Tiro (Salta) 0 - Copa Argentina 2016/2017

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SE IMPUSO A LOS SALTEÑOS POR 5 A 0 CON GOLES DE PABLO PÉREZ, CARDONA, FABRA Y BENEDETTO (2)
Boca exhibió en Formosa su jerarquía de campeón para edificar una goleada
De principio a fin se notó ante Gimnasia y Tiro la diferencia de categoría. Luego de marcar el primer gol, el equipo del Mellizo mostró momentos de muy buen fútbol y pudo ganar por más.
Es una tierra que para Boca tiene un aroma especial. Un perfume que le endulza la confianza y le seduce la ilusión. Allí, en Formosa, dio el primer paso el equipo que al final de la temporada pasada se coronó campeón del fútbol argentino. Fue la noche del 22 de agosto de 2016. Los dirigidos por Guillermo Barros Schelotto le ganaron 2 a 1 a Santamarina de Tandil con goles de Cristian Pavón y de Darío Benedetto por la Copa Argentina. Ese partido significó el punto de partida que desembocó en la vuelta olímpica a mitad de este año. Y anoche, en la misma provincia, el sueño azul y oro se alimentó de ese glorioso pasado reciente para empezar a forjar un nuevo sendero iluminado por la victoria.

Boca arrancó la temporada 20172018 con la satisfacción de superar a Gimnasia y Tiro de Salta sin problemas y de avanzar a los 16avos de final de la Copa Argentina. El miércoles 23 enfrentará a Guillermo Brown de Puerto Madryn, en Mendoza.

Las enormes diferencias de categoría entre un equipo y otro estuvieron a la vista desde el primer instante de juego en un estadio Antonio Romero colmado. El mejor de Primera en el torneo pasado fue muchísimo para las aspiraciones humildes de un representante del Federal A, que encima sufrió un recambio de su plantel que supo luchar para intentar ascender a la B Nacional. Desde atrás hacia adelante, Boca dominó en todo momento.

Más allá de alguna intención inicial salteña de no meterse en su arco y tratar de defenderse más cerca del círculo central, nada impidió el imperialismo boquense del juego en Formosa. El triángulo de la mitad de la cancha dejó en claro que seguirá siendo el motor, el alma y la sangre de este Boca. Con Fernando Gago inspirado y fino para meter pelotas asesinas dentro del área, con Pablo Pérez firme y decidido a marcar, jugar y llegar al gol, y con Wilmar Barrios inamovible del medio, el equipo del Mellizo sabe que serán pocos los rivales que puedan doblegarlo con facilidad.

Todo se potencia hacia adelante si los encargados de dar el último toque, además de cumplir con su función, también participan de la elaboración cerca del área adversaria. Darío Benedetto tiene la capacidad de vestirse de enlace circunstancial y de meter un pase a lo Román Riquelme, como hizo ayer para que Pavón pudiera asistir a Pérez, quien definió debajo del arco en el primero de la noche en el Norte de la Argentina.

Pavón no se cansa de generar pases geniales que dejan a compañeros cara a cara con el arquero. Además de darle uno a Pérez, lo hizo antes con Edwin Cardona y con Benedetto. Ambas jugadas fueron neutralizadas por Mauro Leguiza, que evitó un resultado más abultado.

Y el tercer mosquetero de la delantera xeneize es Edwin Cardona. El colombiano de 24 años que llegó para hacer que Boca no extrañe a Ricardo Centurión. El nacido en Medellín brilló en su debut oficial con la 10 en el lomo. Ya en los amistosos de preparación se había destacado con goles y asistencias. Y en Formosa lo hizo de nuevo, pero esta vez por una Copa.

También fue su estreno en la red. Gago aprovechó un error de Pablo Motta en la mitad del campo y envió un balón al corazón del área que Cardona cambió por el segundo con dos toques. El tercero de Boca tuvo un sabor a café bien intenso: Cardona vio de reojo como subía su compatriota Frank Fabra y le entregó la pelota para que convirtiera de zurda. Faltaba el de Benedetto. Y a falta de uno, el Pipa se anotó con un doblete para sellar el 5 a 0 final.

Gimnasia no pudo hacer más que resignarse ante la supremacía de su adversario. Boca mostró su mejor versión en una Copa Argentina que ya ganó dos veces (en 2012 y 2015) y que quiere volver a conquistar. Mantuvo la base del campeón y despegó con éxito desde el mismo lugar de origen que el año pasado. Boca quiere llegar otra vez a un destino glorioso. Este viaje recién empieza.

viernes, 11 de agosto de 2017

San Lorenzo 0 (5) - Emelec (Ecuador) 1 (4) - Copa Libertadores 2017

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A SU MANERA, SUFRIENDO, SAN LORENZO SE CLASIFICÓ Y JUGARÁ CON LANÚS EN CUARTOS DE FINAL
Navarro y sus manos milagrosas explican la celebración en una noche vacía de juego
No exhibió ningún tipo de respuestas y no pudo aprovechar el triunfo en Ecuador. Cayó 1-0 en los 90 minutos ante Emelec y recién gozó en los penales gracias a su arquero: atajó dos.
Pasó y por ahora es suficiente para San Lorenzo. Fue por penales, gracias a las manos firmes y al instinto de felino de su arquero Nicolás Navarro, que contuvo dos disparos desde los 12 pasos. Nada más fue este Ciclón que anoche en su estadio y ante su gente casi que ni un soplido pudo ser contra Emelec de Ecuador. El 0-1 durante los 90 minutos fue el resultado de la mala producción de los dirigidos por Diego Aguirre que a la falta de fútbol por la pretemporada le sumaron ausencia de ideas, aun con un hombre demás en gran parte del segundo tiempo. Primero hay que saber sufrir, se canta. Si sabrá de eso San Lorenzo que se cruzará con Lanús en los cuartos de final.

Un quite desde el piso de Víctor Salazar en la mitad de la cancha que derivó en un posterior ataque inexacto de San Lorenzo hizo levantar de la butaca para festejar casi como un gol a los plateístas que cogoteaban entre los miles de paraguas desplegados. Esa acción sumada a un disparo desde 25 metros de Fernando Belluschi fue lo único que animó un poco a los hinchas locales en la etapa inicial. La lluvia, por momentos intensa, venía acompañada de un viento que empujaba todo a favor del Ciclón en los primeros 45 minutos. Pero nunca lo aprovechó el conjunto de Boedo. Es probable que no haya querido hacerlo. Porque no se preocupó mucho por hacer San Lorenzo.

Tal vez pensando en la falta de ritmo por estar en medio de la pretemporada y teniendo en cuenta que el equipo ecuatoriano llegaba al Nuevo Gasómetro con cuatro partidos disputados por la liga local, el técnico Diego Aguirre eligió esperar y jugar con el 1-0 a favor conseguido en Guayaquil. Al cabo, el elenco visitante no pudo lograr más que tener la pelota. Salió decidido a buscar ese gol necesario para igualar las cosas Emelec. De movida mostró sus cartas al parar cuatro hombres en ataque más la subida del lateral Romario Caicedo por la derecha que se transformaba en un quinto delantero a la hora de mandarse al frente.

Un par de infracciones innecesarias de Marcos Angeleri, al borde del área, comenzaron a encender la ilusión ecuatoriana, que en el inicio del complemento se transformó en un grito de “sí, se puede” con el cabezazo ganador de Osbaldo Lastra, que superó a Angeleri y se clavó en el arco de Nicolás Navarro. El tiro libre desde la derecha fue de Marcos Mondaini.

Si la estrategia de San Lorenzo era dejar pasar el tiempo, el plan no funcionó. No hizo pesar nunca la localía el cuadro azulgrana, que todavía tiene muy fresca la partida de Néstor Ortigoza, generador de fútbol absoluto. Necesita encontrar un socio urgente Belluschi. Anoche, el debutante Alexis Castro no pudo cumplir con esa responsabilidad. Es cierto que algunas cosas no se dan de manera inmediata y que con el tiempo y el trabajo se consiguen los frutos. Sin embargo, la Libertadores no espera. Este encuentro le quedó incomodo a San Lorenzo, como le pasó a los demás conjuntos nacionales. “No es excusa, pero hay que ayudar más a los equipos argentinos que juegan la copa. No puede ser que después de un mes de parate juguemos un primer partido tan importante. Lo mismo había pasado cuando arrancó la copa”, se quejó con razón Nicolás Blandi.

Así y todo, con imprecisiones, sin ideas concretas, desordenado, San Lorenzo se vio obligado a reaccionar. Más aún teniendo superioridad numérica por la correcta expulsión de Oscar Bagüi, que bajó de atrás a Cerutti. Tuvo una clara el Ciclón: Mussis asistió a Belluschi ente líneas pero la definición fue mala. Merlini nunca pesó por izquierda y tuvo que salir por Gabriel Gudiño, otro de los nuevos. Quemó las naves Aguirre con los ingresos de Nahuel Barrios (por Cerutti) y de Nicolás Reniero (por Castro). Nada. San Lorenzo no construyó absolutamente nada. Solamente lo salvaron las manos y la intuición de Nicolás Navarro.


Definición por tiros desde el punto penal: San Lorenzo 5 (convirtieron Nicolás Blandi, Matías Caruzzo, Marcos Angeleri, Gabriel Gudiño y Nicolás Reniero; Esteban Dreer contuvo el remate de Fernando Belluschi); Emelec (Ecuador) 4 (anotaron Fernando Gaibor, Ayrton Preciado, Sebastián Píriz y Romario Caicedo; Nicolás Navarro atajó los remates de Fernando Luna y Christian Ramos).

jueves, 10 de agosto de 2017

Gremio (Brasil) 2 - Godoy Cruz 1 - Copa Libertadores 2017

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LOS BRASILEÑOS PASARON A LOS CUARTOS DE FINAL DE LA LIBERTADORES
Godoy Cruz estuvo cerca de dar el golpe pero Gremio se lo dio vuelta y lo eliminó
Al cuarto de hora había equilibrado el gol de la derrota en la ida pero después cometió dos errores fatales.
Godoy Cruz consiguió ese necesario gol de visitante, pero no hubo milagro: los mendocinos, que comenzaron arriba en el marcador, no pudieron sostener la ventaja con el paso de los minutos y terminaron despidiéndose de esta edición de la Copa Libertadores.

La caída por 1-0 en el partido disputado en Mendoza hace más de un mes le trasladaba toda la responsabilidad al conjunto argentino. Desde ese entonces, mucho cambió por Mendoza: además del diferente técnico (tras la sorpresiva salida de Lucas Bernardi asumió el uruguayo Mauricio Larreira), los mendocinos perdieron varias piezas claves del equipo, como por ejemplo su arquero Rodrigo Rey (partió al fútbol griego).

Sin embargo, más allá de todas estas modificaciones, fue el visitante quien hizo pie en Porto Alegre y se hizo respetar ante un rival que se vio sorprendido en el inicio del partido. Con solidez defensiva y explosión en el ataque, Godoy Cruz tuvo un comienzo para la ilusión. En diez minutos, al cabo, tuvo dos chances claras para marcar: con un zurdazo de Garro bien contenido por Grohe y luego con una especie de blooper, en el que Michel casi convierte en contra de su arco.

Fue como si los mendocinos salieran a jugar enojados por aquella inesperada caída como local. Y toda esa bronca contenida se materializó a los catorce minutos. Javier Correa se encontró con la pelota picando a más de treinta metros del arco rival, y no dudó: le pegó con alma y vida y puso el tan ansiado gol. Dio la sensación que el arquero pudo hacer más ante el disparo, pero también es cierto que el derechazo sorprendió a propios y extraños.

Godoy Cruz logró el primer objetivo, el del gol para igualar la serie. Pero lejos de achicar a su rival, el tanto despaviló a Gremio. Apoyado en la velocidad y el despliegue de Luan, los brasileños se hicieron dueños de la pelota, ante la atenta mirada de los visitantes. Toda esa supremacía de Godoy Cruz, de repente, desapareció. Entonces no sorprendió el empate, aunque sí lo hizo la forma.

El debutante Leonardo Burián no controló un débil centro de Gremio y la pelota le quedó a Lucas Barrios, quien tiró el centro atrás para la entrada solitaria de Pedro Rocha. Fue un golpe de nocaut. Porque a pesar de que Godoy Cruz sólo necesitaba un gol para volver a poner a su rival contra las cuerdas, Gremio fue el que continuó dictando el ritmo del partido. Grohe se volvió un espectador más. Luan, en tanto, siguió lastimando por los costados. Y los minutos, poco a poco, fueron escurriéndose entre las manos de los mendocinos.

Para colmo, en el inicio del segundo tiempo, otro error y otro golpe. Esta vez, Gremio encontró mal parado a los mendocinos en un contraataque, y además la fortuna le guiñó el ojo: el tiro de Barrios pegó en el palo, pero el rebote le cayó a Rocha, para el 2-1.

Lo que restó del partido estuvo de más. Godoy Cruz, con más amor propio que juego, buscó otro gol que nunca llegó. La eliminación, claro, la comenzó a pagar tras aquella derrota en Mendoza hace un mes.

miércoles, 9 de agosto de 2017

River 1 - Guaraní (Paraguay) 1 - Copa Libertadores 2017

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MINEIRO O JORGE WILSTERMANN, EL RIVAL DE CUARTOS DE FINAL
River se complicó más de la cuenta pero el empate le alcanzó para seguir en carrera
En Núñez, el equipo de Gallardo hizo valer el 2-0 de la ida. Le faltó fluidez y Guaraní por momentos lo dominó. Perdía 1-0, pero lo empató Javier Pinola en su debut goleador en el club.
Una clasificación que estaba prácticamente sellada se terminó complicando más de la cuenta. El 2-0 en Asunción invitaba a la tranquilidad. Sin embargo, River sufrió un rato para asegurar el pasaje y poner el sello definitivo. Estuvo al borde del 0-2 pero Alario lo rescató y el viaje en la Libertadores continúa. En cuartos de final enfrentará al ganador de Atlético Mineiro-Jorge Wilstermann, que jugarán hoy en Belo Horizonte.

Una de las miradas estaba posada en esa “W” que dibujaban los volantes de River en la mitad de la cancha. Con Ponzio de tapón, Enzo Pérez y Rojas como internos y Nacho Fernández y Pity Martínez como externos. Otra lupa estaba puesta en Lux, el arquero que volvió de España y que le ganó la pulseada a Batalla. Y, por último, la posición del Pity, quien tenía la misión de acompañar a Alario, único delantero, todo lo que pudiera.

¿Podría River empezar a olvidar a Driussi, clave por su dinámica, su desequilibrio y sus goles en este esquema? En primer lugar, a River le costó encontrar juego fluido en el renovado césped del Monumental, que de todos modos no luce 10 puntos como pretendía Gallardo. Ponzio, encargado de dar el primer pase para la salida limpia, estaba bien presionado por los mediocampistas de Guaraní. A Enzo Pérez le costó entrar en juego, Rojas y Nacho estaban imprecisos.

Entonces, el Pity tomó la bandera y de sus pies salieron cosas interesantes para asistir a Alario, al tiempo que el Pipa pivoteaba muy bien pero no lograba quedar de frente al arco. Así, Driussi se extrañaba más de la cuenta. Los volantes no llegaban al área en la medida que el Muñeco exige y las oportunidades de gol escaseaban. Salvo por una pelota parada de Pity que Alario cabeceó cerca del palo derecho y un remate del ex Huracán desviado por el arquero de Guaraní, Alfredo Aguilar. Atrás había algunos inconvenientes en la contención pero Maidana se encargaba de alejar peligro y Lux respondió cuando se lo necesitó en el primer tiempo. En el segundo, en cambio, dejó dudas.

Guaraní se planteó hacer un partido largo y no desesperarse a pesar de los dos goles abajo en la serie. Buscó impacientar a River y apostar a una contra con la movilidad de Chávez, la principal amenaza del equipo visitante. Pero solo inquietaba con remates de larga distancia. Y ante la marca pegajosa, River tenía que buscar movilidad e intercambio de posiciones. Y cuando lo hizo, tuvo la más clara: Enzo Pérez apareció desbordando en el área rival por izquierda y Fernández entró como un delantero pero increíblemente la tiró afuera. El primer tiempo se iba en cero, pero Guaraní sorprendió. River no pudo rechazar una pelota parada en contra, Javier Pinola habilitó a todos, Lux no alcanzó a rechazar el centro atrás de Antonio Marín y el uruguayo Marcelo Palau activó la bomba en Núñez con un cabezazo goleador.

Pero no detonó. Porque Chávez falló cuando tenía todo a su favor luego de ese pelotazo que sobró a Pinola y del resbalón de Lux. Y si a River se lo perdona... En la jugada siguiente llegó el empate. Tras un córner del Pity y una serie de carambolas, Pinola la empujó de zurda entrando con Alario. El 9 se quedó con las ganas de repetir lo de hace dos años, cuando le dio el pasaje a River a la final de la Copa ante el mismo rival, pero en Asunción. Pero igual fue figura. Ahí River se tranquilizó. Pero le faltó tener la pelota para conservar la ventaja.

Con la salida de Pérez y el ingreso de Scocco, el esquema se modificó al 4-4-2. Y en un par de jugadas la presencia ofensiva se notó. De hecho, el ex Newell’s se acercó al gol. Guaraní apeló al jugó brusco y eso favoreció a River. Para bajar el ritmo y que los minutos corrieran. Y para que se cante “Quiero la Libertadores” en Núñez. El equipo del Muñeco va por ella. Ya está en cuartos, pese a los desniveles.

Lanús 1 - The Strongest (Bolivia) 0 - Copa Libertadores 2017

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SIN BRILLAR, LOS DE ALMIRÓN VENCIERON A THE STRONGEST Y ESTÁN EN CUARTOS DE FINAL
La búsqueda de siempre y un gol de Sand, la fórmula de Lanús
Pudo cerrarlo antes y terminó pasando algún sofocón. Los bolivianos perdieron en sus 11 visitas a la Argentina.
Lanús sigue camino hacia su gran objetivo: la Copa Libertadores. La temporada recién empieza, pero el torneo más importante de Sudamérica entra en su etapa decisiva y el equipo de Jorge Almirón ya está en cuartos de final, instancia en la que se enfrentará al ganador de San Lorenzo-Emelec. Anoche aseguró la clasificación recién sobre el final, con un gol del siempre vigente José Pepe Sand. No estuvo fino Lanús en todo el partido. Por eso se demoró tanto el gol. Hay un estilo, una idea para llegar al arco rival: triangulaciones buscando siempre el hueco.

Así llegó la más clara en el inicio, a los doce minutos: toques entre Herrera, Sand y Román Martínez, y el talentoso volante sacó un zurdazo que devolvió el travesaño. Así tuvo otra chance un rato después, con una combinación entre Sand, Pasquini y Silva, pero el remate del uruguayo se fue por arriba del travesaño. Tampoco tuvo suerte Sand, cuando capturó una pelota luego de un par de rebotes y el derechazo fue bien resuelto por el arquero de The Strongest.

Aunque el equipo boliviano evitó meterse atrás, le dejó la pelota al local y trató de sorprender de contraataque. Preocupó muy poco el arco de Esteban Andrada, apenas con un remate de Chumacero, quien tuvo un duelo especial con Maxi Velázquez que finalmente ganó el argentino. Le sigue costando a The Strongest las visitas a la Argentina: perdió los once partidos que disputó.

En el camino hacia los cuartos de final de la Libertadores, Lanús contó con un aspecto positivo: las reapariciones de los laterales José Luis Gómez y Maximiliano Velázquez. El marcador derecho se había roto los meniscos externos de la rodilla izquierda en la gira que realizó la Selección por Australia y Singapur. Gómez volvió en buen nivel como para mantener las ilusiones de una nueva convocatoria por parte de Jorge Sampaoli. Mientras que el marcador izquierdo tenía una lesión en la rodilla izquierda e ingresó por Pasquini, quien había marcado el gol de Lanús en la altura de La Paz, clave para encarar con mayor tranquilidad la revancha de anoche. Una de sus incorporaciones, Ignacio Canuto, no podrá jugar en la Copa porque lo hizo en la primera parte para Atlético Tucumán.

En la parte final, Lanús continuó con su falta de efectividad. Tuvo una chance clarísima el Laucha Acosta, pero el remate cruzado se fue desviado tras un buen cierre del arquero Vaca. Hasta que llegó el pase milimétrico de Gómez para Pasquini, la habilitación a Sand y el zurdazo goleador del correntino.

Almirón echó mano al banco, entró García Guerreño (defensor) por Sand y Denis (para defender en altura) por Acosta. La reacción del Tigre boliviano fue instantánea. Se fue con todo a buscar el empate, soñando con una definición por penales. No mereció sufrir esos minutos Lanús. Pero así es el fútbol.

sábado, 5 de agosto de 2017

Fixture Superliga 2017/2018

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viernes, 4 de agosto de 2017

Estudiantes 2 - Nacional Potosí (Bolivia) 0 - Copa Sudamericana 2017

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VENCIÓ CON AUTORIDAD A NACIONAL POTOSÍ Y SE METIÓ EN LOS OCTAVOS DE LA SUDAMERICANA
El regreso de Pavone al gol vistió la noche copera de Estudiantes
El delantero convirtió los dos goles y el equipo no tuvo problemas. Ahora va por el Nacional de Paraguay.
Con total autoridad, como debía ser, tras el triunfo tranquilizador en el partido de ida en Bolivia, anoche Estudiantes se llevó puesto a Nacional Potosí con un 2-0 indiscutible y ya piensa en la fase de octavos, donde aguarda otro Nacional, el paraguayo. Si bien desde la idea, de los movimientos y de las situaciones propicias para anotar primero Estudiantes fue el dominador conceptual del primer tiempo, también hay que reconocerle cierta impericia para vulnerar una defensa que aguantó hasta el anteúltimo minuto cuando, innecesariamente, Luis Torrico volteó a Sebastián Dubarbier, que no tenía demasiado espacio para generar un remate al arco.

Y fue gol porque, aun desde los doce pasos, Mariano Pavone reverdeció su vieja y entrañable amistad con la red albirroja en su retorno al club.

Decir que la ventaja era, además de justa, necesaria, no le quita algunos méritos a Nacional Potosí, que se plantó bien ajustado en las marcas con un 4-4-2 disciplinado, que tuvo una muy clara posibilidad de gol a los 23, cuando un centro de Aldo Paniagua no pudo ser conectado por Cristian Alessandrini y que, con sus carencias a cuestas -presentó un suplente de menos y no tenía recambio de camisetas cuando Jenky Alca estuvo fuera del césped ensangrentado- tampoco fue apabullado por Estudiantes. Que usó preferentemente la banda izquierda con Dubarbier como estandarte, una pesadilla para el tándem derecho boliviano, generador de las más claras opciones de gol.

El 1-0 obtenido en el pleito de ida a 4.000 metros de altura le proporcionó al equipo de Matosas la certeza de plasmar una paleta táctica prolija, sin nervios.

Luego, ya en el capítulo final, consumado el dominio territorial y la diferencia en la red, Estudiantes ofreció una correcta transición en las fases, apoyado por la categoría de su yunta de volantes centrales: el Chapu Braña y el Rusito Ascacíbar. La experiencia y la fogosidad, un dueto rendidor que equilibró permanentemente los tiempos del partido.

Con el tanque del combustible de las ideas prácticamente en reserva, Nacional cedió terreno, quedó sin argumentos en la misma medida que Estudiantes lo desbordaba a voluntad y dentro de esa tónica, prácticamente por decantación llegó el segundo.

Que no podía ser de otra forma que proveniente de una jugada con pelota quieta -si así no fuera parece que no vale-: un córner de Dubarbier, un roce de testa de Schunke en el medio y la entrada triunfal de Pavone por el palo opuesto para contar doblete.

La noche de fútbol copero, esa que adoran con toda el alma los Pinchas, fue toda del local con victoria inapelable incluida. Ahora hay que mirar a otro Nacional, el de Asunción, en Paraguay, un duro de verdad.

jueves, 3 de agosto de 2017

Deportes Iquique (Chile) 1 - Independiente 2 - Copa Sudamericana 2017

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VENCIÓ A DEPORTES IQUIQUE EN CALAMA 2 A 1 PARA INSTALARSE EN OCTAVOS DE FINAL
A Independiente le alcanzó con un rato de jerarquía para vencer a Iquique y seguir avanzando
Arrancó perdiendo. Se recuperó con un buen segundo tiempo. Meza y Albertengo marcaron los tantos del Rojo.
De la siesta en el epílogo de Avellaneda, cuando dos goles le pusieron puntos suspensivos a una clasificación que parecía holgada, y esos primeros 25 minutos en Calama al despertar que le permitió acceder a los octavos final de la Copa Sudamericana. Independiente ganó por la diferencia de jerarquía que se notó en todo momento, incluso entre las zozobras que sufrió en el primer tiempo.

Y rompió un maleficio de 43 años sin victorias de este lado de la Cordillera. El último triunfo en Chile se había registrado en el desempate de la Copa Libertadores de 1974, ante San Pablo. Aquella noche histórica venció a los brasileños con un gol del Chivo Pavoni, de penal. Y fue la primera vez que derrotó a un equipo trasandino en su país. Había jugado ocho veces antes, con tres empates y cinco éxitos. Su próximo rival será Atlético Tucumán.

Tiene mecanismos aceitados Independiente. Sabe a qué juega, cómo tratar la pelota y movimientos sincronizados que lo ayudan a salir de situaciones complicadas, como un boxeador que siempre posee un recurso a mano. Sin embargo, se quedó a mitad de camino en el primer tiempo. Porque no salió a jugar con la pelota, ni apostó a la contra, una estrategia en la que demostró ser muy apto desde que Ariel Holan se hizo cargo del equipo. Entregó la tenencia, retrocedió sin orden. Y tuvo dos fallas conceptuales: hubo una mala optimización a la hora de dosificar las energías en la altura de Calama y dieron mucha ventaja sus dos volantes centrales en línea.

Nicolás Tagliafico no tiene ayuda de Ezequiel Barco. El pibe le queda a 40 metros al capitán. Y cuando llega a colaborar con la marca, sólo hace sombra. Para colmo, Diego Torres, Johan Fuentes y Manuel Villalobos se volcaron por ese sector y consiguieron ganar varios mano a mano.

Y los delanteros regularon mal. Corrieron demasiado, muy a pesar a de los 2.500 metros sobre el nivel del mar. Muchas veces, sin sentido. Por otro lado, Nery Domínguez y Diego Rodríguez tuvieron problemas en el retroceso y dejaron un agujero que comprometió a la defensa. Especialmente, al venezolano Amorebieta, que será muy certero con los pases pero anoche, al menos, llegó con lo justo o muy tarde a los cruces.

Bajo esta coyuntura, Iquique pegó primero. Diego Bielkiewicz metió un pase bárbaro y Villalobos definió de primera, haciendo inalcanzable la pelota para Martín Campaña. Los chilenos ganaban, tenían la pelota, pero daba la sensación de que Independiente podía salir airoso de esta situación. Fundamentalmente, por su jerarquía individual. Tal vez por eso, sobró el partido en algunos momentos.

Y la sensación de dominio de Iquique se diluyó, incluso ante los desniveles de Independiente. Hubo unas pocas apariciones de Maximiliano Meza, incluso en una jugada que cayó en el área, marcado por Bielkiewicz. No fue penal y al correntino lo amonestaron por simulación. Pero terminó siendo clave el delantero porque conectó un córner muy bien ejecutado por Barco y consiguió el gol del empate que le trajo alivio al Rojo.

En el segundo tiempo, se acomodó Independiente. Por momentos, cambió el 4-2-3-1 por un 4-4-2, Nery Domínguez de 8, Barco y Meza bajaron para poblar el medio y Rigoni y Fernández se las arreglaron arriba. Y mejoraron los volantes centrales. Iquique, desesperado y sin brillo individual, se quedó sin ideas. Y se le cerraron todos los caminos. Entonces, en todo momento quedó claro que si afinaba la puntería, el Rojo lo resolvía.

Hasta que Domínguez metió un pase bárbaro en cortada y Albertengo, que había entrado un rato antes, resolvió ante Cortés. Y ganó Independiente, como en aquellas viejas noches de Rey de Copas.

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