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domingo, 31 de enero de 2016

Boca 0 - River 1 - Vuelta Copa Luis B. Nofal 2016

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SE QUEDÓ CON LOS DOS SUPERCLÁSICOS
River levantó la copa y cerró un enero muy feliz
El Superclásico bajó la tensión, hubo reparto de dominio y el equipo de Gallardo aprovechó su chance: ganó con un gol de penal de Mora.
El reto del presidente Mauricio Macri, las manifestaciones de los titulares de los clubes, la propia actitud de los futbolistas después del bochorno del partido de una semana antes en Mar del Plata y la forma en que el Gobierno aceleró, casualidad o no, las medidas antiviolencia después de que fueran los jugadores los que engendraran los incidentes en el primer Superclásico de 2016...

Hubiese sido un acto de absoluta irresponsabilidad si Boca y River salían en Mendoza con la misma actitud belicosa. Por eso, este partido que estaba en capilla terminó sin sobresaltos, apenas con una escaramuza tras el partido, cuando Carlos Tévez, llevado por la impotencia del jugador y del hincha, lo increpó a Rodrigo Mora. El ganador fue, otra vez, River. El equipo de Núñez levantó la Copa Luis Nofal, que estaba en juego en los dos encuentros.

No hubo una gran demostración de juego en ninguno de los dos partidos. En el primero River ganó por un gran error de Carlos Tévez, pero ni en igualdad numérica ni cuando tuvo más jugadores que Boca por las expulsiones se mostró solvente en ataque. Es más: la carencia de ideas fue más bien preocupante.

El partido de anoche se dividió en dos partes iguales. El trillado lugar común “fue un tiempo para cada uno” se patentó en Mendoza. En el primero, Rodolfo Arruabarrena pareció, por primera vez en los enfrentamientos con Marcelo Gallardo, ganarle la batalla táctica a su rival. Efectivamente, salió a jugar con tres defensores (el juvenil Moreno, Tobio y Rolin), puesto que Peruzzi y el debutante Fabra fueron aleros sumados a la línea de volantes que llegaron con peligro al área de enfrente. De hecho, hubo jugadas iniciadas por Fabra en la izquierda y concluidas en la banda opuesta por Peruzzi.

Sucedió que lo bueno que generó Boca en el mediocampo (Meli, también responsable de ello) fue saboteado por un inexplicable cúmulo de malas decisiones de Carlos Tévez. Incluso el Apache pareció a veces un estorbo para Andrés Chávez, quien jugó para demostrar que puede ser una variante a la (todavía promisoria) dupla estelar que Tévez formará con Daniel Osvaldo. El ex Banfield presionó y forzó errores en la última línea rival, Balanta y Barovero fueron abanderados de tales yerros y el colombiano incluso debió haber sido expulsado por doble amarilla, tras una falta a Tévez en la que salió lejos y a destiempo a cortar; Néstor Pitana lo perdonó.

La muñeca del Muñeco se vio con los cambios. Ya en el cierre del primer tiempo, una palomita de Ignacio Fernández (el mejor refuerzo de River) tras centro Lucas Alario había puesto al Millonario cerca del gol, aun sin merecerlo. Pero Gallardo reacomodó al equipo con las modificaciones. Camilo Mayada ocupó el lugar de Luis González y aportó más dinámica. Y Sebastián Driussi, con sus piques incisivos, generó más riesgos que Alario. Además, Leonardo Ponzio confirmó que su ensayo como zaguero puede funcionar, ya que se lo vio más asentado e incluso con piernas para recuperar, como lo hizo en un pique con Tévez en el que se impuso para cancelar una jugada de peligro de Boca.

El conjunto del Vasco perdió frescura, las piernas ya no respondieron de la misma forma y River, con menos nombres pero más equipo, lo arrinconó. Y justificó el dominio con otro penal zonzo. Como el de Leandro Marín a Gonzalo Martínez en la Libertadores del año pasado, como el de Tévez una semana antes en Mar del Plata, esta vez fue Sebastián Palacios quien se llevó puesto al Pity cuando éste estaba saliendo del área. Una torpeza que Rodrigo Mora aprovechó para anotar con un derechazo seco, al medio, inapelable mientras Agustín Orion eligió, otra vez, el lugar equivocado en un penal.

Llegaba con menos, por nombres. Y terminó con más, por juego y resultado. River, a costa de Boca, tiene derecho a la ilusión.

sábado, 30 de enero de 2016

Independiente 1 - Racing 3 - Copa Ciudad de Avellaneda 2016

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GANÓ 3-1 EL CLÁSICO Y SE QUEDÓ CON LA COPA CIUDAD DE AVELLANEDA
Con poder de gol, Racing se dio otro gusto
Puso mayoría de suplentes y sus delanteros fueron demoledores en el segundo tiempo. Independiente jugó con diez desde los 22 minutos.
Los clásicos, como la vida, están hechos de sucesiones de pequeños momentos. Suelen encadenarse, ellos, y marcar tendencias. En esa tesitura anda Racing, que hizo un puente entre aquella final de la Liguilla, que ganó con no poco sufrimiento ante su rival de toda la vida, y anoche prolongó la alegría con la Copa Ciudad de Avellaneda en una algo nublada y agradable noche marplatense. Por ahí anda también Independiente, que otra vez se fue con las manos vacías aunque haya merecido más.

No se notó, en los primeros momentos, que fuera la formación alternativa de uno contra la estelar del otro. Racing hizo pie en el campo a partir de las intervenciones de Oscar Romero, que desde su lugar de segunda punta como acompañante de Roger Martínez se tiraba algunos metros más atrás. Sin embargo, el paraguayo se diluyó con el transcurrir de los minutos.

Independiente era criterioso y aprovechaba el adelantamiento de la última línea racinguista, detalle novedoso respecto del equipo de Diego Cocca y que llevará algún tiempo de trabajo. Desde la asociación del Cebolla Rodríguez con Martín Benítez -que encontró en el costado de Damián Schmidt el lugar por donde explotar sus virtudes- y las subidas de Nicolás Tagliafico, a los de Mauricio Pellegrino sólo les faltaba localizar a Juan Martín Lucero.

Pareció que el panorama podría cambiar a favor de Racing con la expulsión de Diego Rodríguez, que se ganó bien la tarjeta roja. Sin embargo, sucedió todo lo contrario: los anoche de azul jamás encontraron cómo aprovechar esa superioridad numérica e Independiente se envalentonó. Crecieron Jesús Méndez y Claudio Aquino, este último más volcado al medio, y se vio un lindo rato del que tenía 10.

En el último tramo de esa primera etapa mejoró el conjunto de Sava, aunque no le alcanzó más que para un tibio remate de Martínez tras un error en la salida roja. Demasiado poco para un equipo que gozó de un hombre más por casi 25 minutos.

En la segunda mitad no parecía que fuese a cambiar la tónica, pero apareció el Romero que había insinuado de a ratos en la etapa inicial y, con un pase perfecto, logró lo que todo Independiente no pudo: dejar un delantero cara a cara con el arquero. Noir definió con enorme clase y puso a los suyos arriba.

Independiente, aun perdiendo, no presionaba como al principio. Y era lógico: había hecho un gran desgaste físico. Aun así logró llegar a la igualdad, más que merecida, tras el centro de Tagliafico y el cabezazo de Lucero, que mostró 100% de efectividad. Y con todo lo que implica empatar con un hombre menos, poco le duró a Independiente, que vio cómo en un minuto se le escurrió el resultado como agua entre las manos.

Dos fallas defensivas puntuales lo hicieron posible, primero al perder a Lautaro Martínez, tras otro buen pase de Romero, y luego, con un pelotazo frontal de Valenzuela que ubicó a la última línea demasiado en línea, justamente, lo que permitió que Roger Martínez se escapara entre los centrales y definiera. Así quedó sentenciado el clásico, con otra alegría para Racing.

viernes, 29 de enero de 2016

Confirmado! Hay Gran DT Primera División 2016

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Información y Novedades:
  • Desde el Viernes 5 de Febrero se podrán armar los equipos.
  • Desde la fecha 4 empezás a sumar puntos en tu equipo de Primera División.
  • El Domingo 7 de Febrero sale el suplemento gratis con Clarín.
  • Desde la fecha 4 empezás a sumar puntos en tu equipo de Fútbol 5.
  • Gran DT anuncia una sorpresa nunca antes vista en el juego.
  • Ahora podés tener a Mascherano en tu equipo.
  • Podés tener en tu equipo a un jugador internacional.
  • Aumenta el presupuesto y ahora será de $75.000.000.
  • El Pack Premium y de PINES mantendrían los precios. No confirmado.
  • Los premios de la fecha seguirán siendo los mismos.
  • El campeón del torneo gana un viaje a Estados Unidos para dos personas.
  • El campeón del Fútbol 5 gana un Smart TV 40" y una consola de juegos.
  • Armá tus Mini Ligas desde el 5 de Febrero y empezá a competir desde la fecha 5.
  • Las Mini Ligas ahora repartirán $50.000 para los cinco primeros.
  • Vuelve la Copa Gran DT. Desde la fecha 4 y con $50.000 en juego.

¿Vuelve la antes llamada “Legión Extranjera” de los 90's?
¿Desde esta edición de Gran DT, se podrá incluir en tu equipo a un jugador argentino que juegue en el extranjero? En los 90's era llamada “Legión Extranjera”, se creo para el Torneo Apertura 1996 como una motivación para los participantes y se podían incluir hasta tres jugadores (ahora será sólo 1) de las ligas de España e Italia, por supuesto respetando el presupuesto de aquel año que era de $10.000.000. La lista estaba conformada por 30 jugadores. Para este Gran DT Primera División 2016 sólo se sabe que estará Javier Mascherano. El resto de los jugadores, si es que serán más, los conoceremos este viernes cuando se puedan armar los equipos. ¿Estará Messi?

La siguiente fue la primer “Legión Extranjera”:

jueves, 28 de enero de 2016

Boca 0 - Estudiantes 2 - Copa de Oro Mar del Plata 2016

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CON SUPLENTES PERDIÓ 2-0 ANTE EL PINCHA, QUE GANÓ LA COPA DE ORO EN MAR DEL PLATA
Boca cayó otra vez y la copa fue para Estudiantes
El regreso de Gago no bastó para sonreír. Con goles de La Gata Fernández y de Umeres, los platenses le provocaron la tercera derrota consecutiva.
Pocos equipos del fútbol argentino, ahora y siempre, han sido tan prácticos como Estudiantes de La Plata. Nunca necesitó demasiado brillo el conjunto albirrojo para lograr grandes cosas. Así fue anoche, cuando logró un cómodo 2 a 0 ante Boca y se quedó con la Copa de Oro, el segundo triangular del verano, en una fresca noche marplatense. Lo hizo ante un equipo de la Ribera que mejoró en el ítem comportamiento, lo que al cabo -y junto al regreso de Fernando Gago- fue la nota saliente de un duelo típico de enero, que no deja demasiado para un análisis sustancioso.

Boca salió a la cancha mucho más calmo que en sus anteriores presentaciones. Intentando marcar el ritmo del partido desde la presión sobre la salida de Estudiantes, pero sin abusar de la intensidad, sin faltas y sin llegar a destiempo. Con Chávez, Pavón, Carrizo y Messidoro yendo a buscar rápidamente a los defensores de Estudiantes, Boca comenzó a encontrar los caminos a partir de la sociedad que armaron Pablo Pérez y Alexis Messidoro.

Aunque promisorio, le costó sostener ese tándem que, en base a precisión y toques de primera con pases cortos, había ilusionado a los hinchas que colmaron la popular y el 80% de las plateas del José María Minella. Desde ahí, y con las buenas proyecciones de Federico Carrizo, Boca pudo haber encontrado la ventaja, pero le faltó llegada. El ex Rosario Central, que retornó tras su paso por el fútbol mexicano, eso sí, demostró de a ratos por qué Rodolfo Arruabarrena no quería que se fuera el año pasado. Precisamente Carrizo, tras un centro de Pablo Pérez, metió un frentazo de frente que tapó espectacularmente Andújar.

Lo que le costó bastante a Boca fue el regreso al perder la pelota. Messidoro, con todo lo que promete cuando tiene la pelota en los pies, tiene alma y es enganche en su más profunda esencia, lo que se notó a la hora del retroceso. Por ahí, Estudiantes aprovechó con las trepadas del pibe Lucas Diarte y los arranques de Elías Umeres, que conformó una línea de tres mediapuntas por detrás de Carlos Auzqui, delantero que en el último tiempo se había acostumbrado a jugar como volante (y que volverá a hacerlo cuando se recupere de un esguince Lucas Viatri).

Sin merecerlo, Estudiantes encontró la ventaja en su primera aproximación al arco de Guillermo Sara, tras un mal pase de Pérez que puso a Andrés Cubas contra las cuerdas y una pérdida de pelota que dejó a los de Vivas con superioridad numérica. Hizo la más difícil, Estudiantes, pero le salió bien, porque el remate desde la puerta del área de la Gata Fernández -cuando todo hacía suponer que llegarían hasta abajo del arco- llevó una rosca perfecta. La asistencia de Auzqui tuvo mucha lucidez.

El segundo tiempo fue muy liviano y el partido casi se resolvió con ese error de Colazo, que sigue dejando claro por qué prefiere no jugar más como lateral izquierdo. A pesar de las entradas de Gago y Palacios, que llevaron a Boca a un 4-3-3 con el propio Gago, Cubas y Pérez en el triángulo central (esquema que Pintita conoce de la Selección), los del Vasco mejoraron algo, pero no lo suficiente. Por eso el trofeo se fue para el sector rojiblanco de La Plata. En La Boca, claro, las miradas apuntan a mejorar la imagen en el Superclásico del sábado en Mendoza, continuando con los desafíos de verano.


miércoles, 27 de enero de 2016

River 3 - San Lorenzo 2 - Copa Ciudad de Mar del Plata 2016

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DERROTÓ 3-2 A SAN LORENZO CON DOS GOLES DE DRIUSSI Y UNO DE MORA
River lo ganó con mucha reacción y contundencia
Estuvo dos veces abajo en el tanteador y lo dio vuelta en el comienzo de la segunda etapa. Así, Independiente se quedó con el primer torneo del año.
River festejó con los titulares ante Boca y ayer también lo hizo con el equipo alternativo frente a San Lorenzo. Algunos ratos de buen fútbol y de la voracidad ofensiva que pretende Gallardo lo llevaron a remontar dos desventajas y a ganarle 3 a 2 al equipo de Boedo. Desde Avellaneda, Independiente recibió el resultado con los brazos abiertos al quedarse con la Copa Ciudad de Mar del Plata.

Entre Marcelo Gallardo y Pablo Guede hubo un duelo de técnicos audaces, que por sobre todas las cosas priorizan la búsqueda ofensiva. Por eso se vio un desarrollo atractivo, en el que, más allá de algunas imprecisiones por parte de ambos equipos en el manejo de la pelota, siempre estaba latente la posibilidad de que ocurriera algo importante.

De hecho, no habían transcurrido diez minutos y el partido ya estaba 1 a 1. Golpeó primero San Lorenzo con aquella entrada en la que Enzo Kalinski le rompió el arco a Augusto Batalla. Kalinski volvió a jugar en su nueva posición de doble cinco adelantado, con la intención de tener mucho protagonismo en ataque. Jugando en ese puesto venía de hacerle tres goles a Morón en un amistoso. Parece haber encontrado una función que le cae muy bien.

River lo empató con una muy buena definición de Sebastián Driussi por encima del cuerpo de Sebastián Torrico, en una de las escasas oportunidades en las que el equipo encontró la profundidad que Gallardo pretende en ataque.

Fue un primer tiempo de mucha búsqueda de parte de los dos equipos y también de reiterados errores individuales en las zonas defensivas. Batalla debió esforzarse para taparle un mano a mano a Leandro Romagnoli después de un error de Camilo Mayada y le sacó al córner un cabezazo a Emmanuel Mas, tras de un tiro libre del Pipi. Del otro lado, Torrico alcanzó a desviar un disparo de Mora.

Al priorizar la búsqueda ofensiva, se dejaron muchos espacios libres en defensa, que no siempre fueron bien aprovechados por los delanteros. Los hombres de las dos últimas líneas debieron jugar con suma atención para no pagar seguido ante el modo en que quedaban parados los dos equipos durante el partido.

El conjunto de Guede logró ponerse arriba tras una pelota parada en la que Batalla le sacó un remate a Mas y Prósperi la empujó con el arco libre. Entonces, Gallardo, en su intento por ser más ofensivo, colocó a Nicolás Domingo como líbero entre Emanuel Mammana y Leandro Vega para que los laterales (Gabriel Mercado, que entró por Camilo Mayada, y Milton Casco) se sumaran a la mitad de la cancha. River lo dio vuelta en el arranque del segundo tiempo con presión, intensidad y dos muy buenas definiciones, la primera de Driussi y la segunda de Rodrigo Mora, tras un muy buen centro del ingresado Ignacio Fernández.

El complemento fue menos atractivo que el primer tiempo y, sobre el final, los dos técnicos probaron variantes. En River, Leonardo Ponzio entró como segundo central y en San Lorenzo, Guede puso a varios juveniles.


domingo, 24 de enero de 2016

Boca 0 - River 1 - Ida Copa Luis B. Nofal 2016

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EN MAR DEL PLATA, EL MILLONARIO GANÓ EL PRIMER SUPERCLÁSICO DEL 2016
El escándalo se volvió a adueñar del Superclásico
El partido se desvirtuó con cinco expulsados y una gresca que lo puso al borde de la suspensión en un clima violento. En el juego, River fue mejor.
Nadie ganará el Premio Nobel por descubrir que un Superclásico tiene una carga de temperatura más elevada que cualquier otro partido en la Argentina. Pero éste tuvo una particularidad: por momentos pareció que, con el pitazo inicial del árbitro, empezaba a jugarse en realidad el segundo tiempo que nunca se disputó en aquella vergonzosa noche del 14 de mayo de 2015 en la Bombonera.

Que River tenía la tranquilidad de la ventaja y mantuvo la intensidad en el juego. Y que Boca estaba obligado a guapear, a golpear, a correr sin sentido. Y como en los últimos cruces coperos hubo jugadores de River que pegaron sin ser sancionados, en Boca quizás entendieron que podían tener la misma cortesía arbitral.

Como correspondía (y como debió haber sucedido antes), no fue así: a los 9 minutos, Jonathan Silva se fue infantilmente expulsado por un planchazo a Gabriel Mercado. Ahí, el partido se desvirtuó. Y terminó en un escándalo en el que tuvieron responsabilidad los jugadores y un árbitro que flaqueó cuando todo parecía reencauzarse. ¿Qué sucede con Rodolfo Arruabarrena y la comunicación interna? El Vasco no logra calmar la ira de los jugadores. Se lo notó loco a Boca desde el inicio. Sólo en el primer tiempo cometió 17 faltas, cinco de ellas de Daniel Osvaldo, uno que venía con carga residual de aquella noche de mayo. La expulsión de Silva fue la crónica de un final anunciado. Luego de eso, hasta el propio Tévez entró en la locura.

Tévez, el mismo que después de caer ante Racing en el torneo pasado, en un juego en que a Boca le echaron a dos hombres, declaró a modo de reto que debían ser más inteligentes. Porque una roja tan temprano te cambia los planes. Porque Peruzzi cruza de banda; porque Meli debe pasar a defender; porque Lodeiro debe correr por todos lados; Tévez y Osvaldo quedan aislados. Del otro lado, Lucho, con espacio, muestra que es clase A; a Nacho Fernández no le pesa la camiseta de River; Ponzio se hace dueño de la mitad (en el segundo tiempo, Gallardo lo puso de líbero en una línea de 3) y Pisculichi, ese que jugó en un puesto raro -volante derecho- se quedó sin preocupaciones para marcar. Sin embargo, todo análisis queda pequeño.

En el segundo tiempo Boca bajó las revoluciones y River redujo también su intensidad. El partido se había relajado. Pero se caldeó otra vez con la roja de Peruzzi, exagerada. Ahí aparecieron guapos de ambos lados. Expulsado el Cata Díaz por insultar al árbitro después de que éste no sancionara un foul de Viudez en su contra. Y al final, el descontrol. Marcelo Gallardo también deberá reprocharle a Jonathan Maidana, uno de sus líderes, la falta de templanza que tuvo, en el final, al tirarle un cabezazo a Tévez (lo provocó por varios segundos) y dejar el partido al borde de una batalla campal.

Hubo un escenario de cuasi caos que puso el juego ahí de una suspensión. Gestos provocadores del Cata y Osvaldo a los hinchas de River. Pisculichi que, luego de ser reemplazado, saltó desde el banco al campo para repartir golpes, se fue expulsado y pedía a gritos que hicieran lo mismo con Meli... Imágenes patéticas de un fútbol que quiere recuperar partidos con hinchas de los dos equipos. Justamente, anoche, la violencia nació adentro y puso en riesgo a un clásico que tenía ambas parcialidades, las que se encendieron tras el escándalo adentro. Vergüenza, otra vez.

jueves, 21 de enero de 2016

Boca 2 - Racing 4 - Copa de Oro Mar del Plata 2016

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A LOS 12 MINUTOS YA VENCÍA 2-0 A UN BOCA CON SUPLENTES
Racing mantiene un poder de fuego que lo hace soñar
En el 4-2 sobre Boca se destacó el tridente de ataque que puso Sava: Bou, MiIito y Acuña. El equipo B del Vasco, impetuoso adelante pero flojo atrás.
Era la prueba de fuego que se había propuesto Facundo Sava en Racing: ensayar contra Boca, en Mar del Plata, con el equipo que jugará frente al Puebla en México buscando un lugar en la fase de grupos de la Copa Libertadores. La prueba dejó aspectos positivos. Uno, y fundamental, lo importante que resulta la continuidad de Gustavo Bou, quien en el inicio de la pretemporada de había declarado en rebeldía y anoche ratificó que su brillo no se apaga. Racing no solo le ganó a Boca (que puso en cancha un impetuoso lado B), sino que también dejó la impresión que ya es una marca registrada, esa que sentencia que es un equipo duro, qué sabe lo que hace y que es muy difícil de doblegar. Y cuando hubo grietas, apareció la figura de Nelson Ibáñez, el que en México tendrá la responsabilidad de reemplazar al suspendido Sebastián Saja.

En Racing hubo sorpresas: Sava apostó por el 4-3-3 cuando se pensaba que jugaría con un 4-4-2. Dejó más espacios en las bandas, que Boca aprovechó sobre todo por la derecha con Jara y Pavón, pero al final consiguió réditos en ataque. Así, Sava se animó a poner en cancha a su dibujo ideal en un amistoso clave. Federico Vismara llegó para ser el patrón del mediocampo, para meterse entre los centrales y ser la salida clara. Ayer, volvió a sufrir a la hora de marcar, pero demostró que desde sus pies pueden nacer grande deseos. A sus costados, sus laderos fueron Cerro y Aued: siempre cumplen. La novedad estuvo en el ataque. Diego Milito fue el centrodelantero, con Bou por izquierda y Acuña por derecha. Queda la duda, con este esquema, de lo lejos que les quedó el arco por momentos a Bou y a Acuña.

Boca presentó un equipo alternativo porque tendrá su prueba de fuego el sábado ante River. De ayer, queda la ilusión que produjo la aparición de Alexis Messidoro. Al juvenil no le pesó el partido y hasta se animó a guapear. Tiene Messidoro cabeza de futbolista conceptual, ese que puede meter pases que son un poema. Anoche, por caso, regaló una habilitación de tres dedos para Pavón que pocos pueden observar. También fue buena, otra vez, la impresión que dejó Leonardo Jara, versátil como volante o lateral. Un detalle: Boca tal vez deba repensar los puestos a reforzar. Busca un 9 y Andrés Chávez mostró que puede recuperar crédito, y en cambio quedó en claro, por lo visto ayer, que atrás de Tobio y el Cata Díaz, los zagueros titulares, poco se puede confiar en Magallán y Rolín.

Cuando el juego no se había armado, Milito evidenció que está fino: aprovechó un rebote y salió a festejar el 1-0, en una jugada que debió ser anulada por offside (de cuatro jugadores, entre ellos el propio goleador). Con la ventaja, el equipo aplomado se lució ante el más improvisado. Ahí apareció lo que pide Sava: salir jugando, tocar. A partir de Vismara, Racing tocó y tocó. El primer ole de la tribuna bajó a los 15 minutos. Cosas del fútbol, el gol de Acuña llegó tras un pelotazo largo de Grimi y un grosero error de los centrales rivales. Y Bou, en el segundo tiempo, emergió para apagar el plan de Boca de revertir el resultado. El poder de fuego sigue intacto. Pero ojo, que tal vez no encuentre en Puebla los obsequios que recibió anoche.


martes, 19 de enero de 2016

River 2 - Independiente 3 - Copa Ciudad de Mar del Plata 2016

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TUVO UNA BUENA NOCHE EN MAR DEL PLATA
Independiente se fue feliz y River, preocupado
Ganaba el equipo de Gallardo sin jugar bien, pero el de Pellegrino lo dio vuelta con dos goles de Aquino y uno de Cuesta y dejó mejor imagen.
Independiente se va de Mar del Plata feliz. En su segundo amistoso veraniego (el primero había empatado con San Lorenzo 1-1) le dio tres cachetazos a un River preocupado, que con un mix entre titulares y suplentes no logró imponer su juego a pesar de haber empezado arriba en el marcador.

“Se terminó un ciclo”, confesó Marcelo Gallardo minutos después de perder ante Barcelona en Japón. Ya sabía el Muñeco que algo nuevo y distinto vendría. Ayer, en el debut de 2016, se pudo observar -a pesar de la derrota- cuál es la idea que le gustaría llevar adelante al entrenador. Hay cambios y son muchos; los cambios son difíciles de asimilar, se sabe. River puso en cancha un 4-2-3-1, ese esquema que hace meses da vueltas por la cabeza de Gallardo.

Pero no sólo el dibujo táctico varió: las formas también. El elenco millonario se empecinó en salir jugando desde el fondo, sector que comandó con voces y señas Nicolás Domingo. El volante central se siente cómodo con esta forma de juego. Metido al medio de Maidana y Balanta, Domingo instó a salir con juego todo el tiempo; no siempre con certeza. Los nervios del debutante Augusto Batalla en el arco más las cargas pesadas de la pretemporada mostraron a un River casi torpe. Hay una idea por desarrollar y necesitará trabajo.

Al lado de Domingo, Lucho González alternó buenas y malas, aunque conoce cómo y dónde jugar. Por delante de la línea de medios, Bertolo bien abierto por izquierda y Pity Martínez por la derecha. No hubo libertades para estos dos últimos: Gallardo les ordenó pararse sobre las líneas de cal y no rotar. La referencia de área fue Alario, que por momentos no recibió compañía. Si los volantes no apoyan al delantero, el trabajo de los centrales rivales se facilitará. Ayer, por ejemplo, no tuvieron mayores dificultades Pellerano (sufrió un esguince en el tobillo derecho y lo reemplazó Aguilera) ni Cuesta.

Detrás del único punta, Driussi volvió a evidenciar buenas condiciones sin encontrar los espacios para recibir en soledad. La intención de River quedó expuesta, aunque sería prematuro hablar de resultados. Se puso en ventaja con Balanta tras un tiro libre de Martínez, que desvió Drussi, cuando Independiente estaba mejor parado.

La idea del Rojo está aceitada (4-4-2) y por eso promete ser uno de los animadores del torneo. Mucho más si logra retener a Martín Benítez, que a cada minuto juega mejor. Llegó al empate el Diablo luego de aprovechar un mal retroceso de la defensa de River. Nada tendrá que reprocharse Batalla: el remate de Aquino fue potente y direccionado. Un golazo de un jugador que anoche se mostró muy activo, moviéndose en los últimos metros como compañero de Lucero.

El ingreso del Cebolla Rodríguez inclinó el partido para el lado rojo. El uruguayo, que en cada intervención demuestra jerarquía, desbordó por izquierda y envió un centro filoso. Fue el segundo de Aquino, el sorpresivo goleador en Mar del Plata que, como si fuera poco, asistió a Cuesta para el tercero. Entre todos hicieron que Independiente se fuera contento.


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