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sábado, 13 de enero de 2018

Huracán 1 - Banfield 0 - Torneo de Verano 2018

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VENCIÓ A BANFIELD EN MAR DEL PLATA
Una sonrisa para Huracán antes del clásico
El equipo de Alfaro se llevó un partido parejo con el gol de Briasco. Este martes se medirá contra San Lorenzo.
En el amistoso que tal vez termine siendo el más amistoso de todos los partidos que se disputarán en Mar del Plata, el siempre incómodo Huracán venció 1-0 a Banfield con un gol de Norberto Briasco.

Banfield presentó a Omar Píccoli como entrenador. Estará al frente del equipo hasta que se recupere Julio César Falcioni, operado de la laringe en diciembre. Pero hay algo que todos saben en el elenco del Sur: todas las decisiones serán tomadas por el Emperador desde la distancia, a través del celular y el diálogo con sus colaboradores. “Está muy pendiente de todo”, dicen sus conocidos. No sorprendió entonces que jugaran los que seguramente debutarán el 26 por la Superliga ante Tigre, tal vez con un ojo pensando en el choque de Copa Libertadores ante Independiente del Valle.

A lo que ya se conoce del Taladro se le sumaron dos buenas noticias: Jesús Dátolo se movió mucho y bien (especialmente en el primer tiempo) y el emblema Darío Cvitanich no mostró signos de molestias de la lesión que lo hizo perder la última parte de la temporada pasada. Será un equipo duro Banfield en tanto pueda tener sano al corto plantel. Tiene jugadores de jerarquía como Cvitanich, que -como Messi en Barcelona- no necesita correr tanto para generar peligro. Tuvo las dos más claras: un cabezazo que se estrelló en el palo y otro que se fue apenas por encima del arco defendido por Manuel García.

En los partidos de verano hay más espacios y menos intensidad: son ideales para los talentosos. El jueves Pipi Romagnoli metió un par de pases de crack ante Defensa y Justicia y ayer lo imitó Daniel Montenegro. No jugó bien, pero regaló un hermoso cambio de frente de primera. También un grito enorme de dolor tras un patadón de Compagnucci. Alfaro guardó a muchos titulares para el clásico del martes con San Lorenzo y al Globo le costó asociarse.

Otro talentoso, Mariano González, habilitó de manera notable a Araujo, que le sirvió el gol a Briasco con un centro atrás. Único festejo, premio a esos valientes que se acercaron al Minella. La platea descubierta brindó una imagen atípica: dos hinchas de Banfield (en el segundo tiempo se agregaron otros dos) y 14 de Huracán. Lo mínimo que merecían era un gol...

viernes, 12 de enero de 2018

San Lorenzo 3 - Defensa y Justicia 1 - Torneo de Verano 2018

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UN BUEN TRIUNFO SOBRE DEFENSA Y JUSTICIA EN EL ARRANQUE DE 2018
Los suplentes le dejaron buenas señales a San Lorenzo
El Pampa Biaggio no tiene refuerzos pero se fue contento con lo que hizo el equipo sobre todo en el ataque.
En este año que asoma, San Lorenzo necesitará más que nunca de los denominados “habituales suplentes” si es que pretende pelearle el torneo al líder Boca. Se sabe: será un mercado de pases flaco para el Ciclón. Y hasta es posible que tal vez no llegue ningún refuerzo (lo de Matías Vera es una apuesta y se iría a préstamo a un equipo de Chile). Por eso, los que comúnmente esperan en el banco deberán estar preparados porque Claudio Biaggio los va a necesitar. Sí o sí.

“Tenemos un plantel muy rico en lo futbolístico y en lo humano. Igual creo que algunos jugadores tienen que levantar su nivel y demostrar que están en San Lorenzo”, señaló a modo de aviso el DT en una entrevista publicada en Clarín. Así, si el que se ausenta es el goleador Nicolás Blandi, el otro Nicolás, Reniero, tendrá que evidenciar que puede jugar en Primera; cuando Fernando Belluschi (¿logrará llevárselo Independiente?) no esté, Pipi Romagnoli tendrá que mostrarse lúcido para conducir el equipo; si falta Juan Ignacio Mercier, llamarán al paraguayo Roberto Piris da Motta para que grite presente.

Entonces, el partido de ayer ante Defensa y Justicia, en el inicio de los duelos veraniegos aquí en la lluviosa y húmeda Mar del Plata, le sirvió al entrenador para empezar a sacar conclusiones. Muchos aprobados y un par de dudas se llevó de regreso a Boedo en la victoria cómoda por 31, con dos goles de Reniero y uno de Alexis Castro. Fernando Márquez hizo el descuento.

Los puntos altos fueron los atacantes. El Pampa optó por el esquema 4-3-1-2, al cabo, el que más le gusta. No se descubre nada si se afirma que Romagnoli nunca perderá la inteligencia para jugar al fútbol. Jugará hasta que el físico le diga basta -tiene 36- porque esa señal nunca llegará de su cabeza y sus pies. Primero, el Pipi habilitó a Rubén Botta y la jugada terminó con un tiro de Reniero en el palo. Minutos después, el 10 habilitó a Reniero y el que no pudo culminar fue Botta: a su disparo lo tapó Unsain.

A Reniero lo pusieron para hacer goles y no falló: en la segunda que le quedó, no perdonó. Y en la tercera, tampoco. Los goles hacen a la confianza de los delanteros y los dos de anoche le significarán tranquilidad, principalmente. El otro que se destacó fue Botta, esta vez jugando como segunda punta. ¿Lo estará probando ahí el Pampa pensando en una posible partida de Ezequiel Cerutti a Emiratos Árabes? El ex Tigre participó en todas las jugadas de peligro del Ciclón. Más: Alexis Castro marcó dio una asistencia y marcó el tercero con una volea perfecta.

¿Las dudas? El arquero José Devecchi estuvo endeble en las pelotas paradas y poco confiable con los pies, aunque al final cuando Defensa ya había descontado a través de Márquez, tuvo una buena salvada. A Víctor Salazar le costó demasiado cuando se movió de lateral derecho (lo desbordó mucho Ciro Rius); mejoró cuando se corrió a sus puesto natural cuando salió Angeleri.

Defensa y Justicia siempre se presenta como un rival digno. Juega, deja jugar y sus partidos resultan atractivos, enfrente a quien enfrente. Ayer arrancó bien, pero se desinfló con el primer gol de su rival. De todos modos, el resultado poco les importó a los más de 2 mil hinchas que llegaron al Minella: cantaron y bailaron bajo la lluvia.

miércoles, 10 de enero de 2018

Programación Torneo de Verano 2018

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Jueves 11 de enero
22:10 | San Lorenzo de Almagro - Defensa y Justicia.
Árbitro: Andrés Merlos. TV: TNT Sports (Pack Fútbol).
Estadio José María Minella, Mar del Plata.


Viernes 12 de enero
21:10 | Huracán - Banfield.
Árbitro: Pedro Argañaraz. TV: TNT Sports (Pack Fútbol).
Estadio José María Minella, Mar del Plata.

22:10 | Atlético Tucumán - Talleres de Córdoba.
Árbitro: Fernando Espinoza. TV: FOX Sports (Gratis).
Estadio Padre Ernesto Martearena, Salta.


Sábado 13 de enero
18:00 | San Lorenzo de Almagro - Argentinos Juniors.
Árbitro: Héctor Paletta. TV: TNT Sports (Pack Fútbol).
Estadio Pedro Bidegain, de San Lorenzo de Almagro.

22:10 | Independiente - Gimnasia y Esgrima La Plata.
Árbitro: Darío Herrera. TV: FOX Sports (Gratis).
Estadio José María Minella, Mar del Plata.


Domingo 14 de enero
20:10 | Rosario Central - Lanús.
Árbitro: Fernando Rapallini. TV: TNT Sports (Pack Fútbol).
Estadio Brigadier General Estanislao López, de Colón de Santa Fe.

22:10 | Boca Juniors - Godoy Cruz de Mendoza.
Árbitro: Silvio Trucco. TV: FOX Sports Premium (Pack Fútbol).
Estadio Malvinas Argentinas, Mendoza.


Lunes 15 de enero
22:10 | Racing Club - Temperley.
Árbitro: Néstor Pitana. TV: FOX Sports (Gratis).
Estadio José María Minella, Mar del Plata.


Martes 16 de enero
22:10 | Huracán - San Lorenzo de Almagro.
Árbitro: Patricio Loustau. TV: FOX Sports (Gratis).
Estadio José María Minella, Mar del Plata.


Miércoles 17 de enero
20:00 | Talleres de Córdoba - Belgrano de Córdoba.
Árbitro: Germán Delfino. TV: FOX Sports Premium (Pack Fútbol).
Estadio Mario Alberto Kempes, Córdoba.

22:10 | Boca Juniors - Aldosivi de Mar del Plata.
Árbitro: Fernando Echenique. TV: FOX Sports (Gratis).
Estadio José María Minella, Mar del Plata.


Jueves 18 de enero
22:10 | Newell's Old Boys - Banfield.
Árbitro: Jorge Baliño. TV: TNT Sports (Pack Fútbol).
Estadio 15 de Abril, de Unión de Santa Fe.


Viernes 19 de enero
22:10 | Independiente - Racing Club.
Árbitro: Mauro Vigliano. TV: FOX Sports Premium (Pack Fútbol).
Estadio José María Minella, Mar del Plata.


Sábado 20 de enero
22:10 | San Lorenzo de Almagro - Gimnasia y Esgrima La Plata.
Árbitro: Federico Beligoy. TV: TNT Sports (Pack Fútbol).
Estadio Padre Ernesto Martearena, Salta.


Domingo 21 de enero
22:10 | Boca Juniors - River Plate.
Árbitro: Facundo Tello. TV: FOX Sports Premium (Pack Fútbol).
Estadio José María Minella, Mar del Plata.

martes, 31 de enero de 2017

Independiente 0 (7) - Racing 0 (8) - Copa Revancha 2017

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LOS DE COCCA SE IMPUSIERON EN LOS PENALES TRAS 90 MINUTOS CON ALGUNAS EMOCIONES Y NINGÚN GOL
Independiente dio señales de vida, pero Racing sonrió de nuevo
Aún en construcción, el equipo de Holan dejó mejor imagen. Racing careció de ambición, pero tuvo más puntería.
Ni en los penales puede Independiente con Racing. Orion se lució metiendo el suyo al ángulo y conteniendo el tiro de Nery Domínguez y La Academia volvió a festejar en Mar del Plata. Fue 8-7 en el desempate después de una pálida igualdad sin goles. El Rojo había contado con las chances más claras en los 90 minutos, pero Diego Vera no las metió. Y así, la revancha en la Costa terminó como el choque de Salta: con Racing sonriendo y con Independiente cabizbajo, aunque el desarrollo se pareció poco al del 3-0 de la semana pasada y el equipo de Holan, en clara etapa de construcción, dio señales de mejoría.

Si algún hincha desprevenido leyó la formación inicial de Independiente y después se perdió el partido, se habrá quedado con que su equipo jugó con tres defensores, cuatro volantes y tres delanteros bien marcados. Nada de eso. Ariel Holan disfrazó su verdadero planteo bajo la máscara de un 3-4-3 que jamás se vio dibujado en el pasto del José María Minella. El esquema real que presentó Independiente en la cálida noche marplatense fue un 5-4-1.

Porque los carrileros, Damián Martínez y Juan Sánchez Miño, estuvieron todo el partido más cerca de los stoppers que de los supuestos extremos. Y los supuestos extremos, Emiliano Rigoni y el pibe Gastón Togni, estuvieron decididamente a los costados del doble cinco y no como laderos de Diego Vera (Germán Denis tenía una molestia en el tendón rotuliano), quien fue sometido a las sombras de la soledad.

Esperó Independiente. Esperó y esperó sin proponer mucho más que intentar algo de contraataque en la parte inicial. Racing, entonces, hizo lo suyo. Lo que ya tiene aprendido desde hace rato. Apoyado en Diego González y Luciano Aued, su doble cinco, mantuvo la pelota en su poder. La cuidó y trató de aproximarse al arco rojo con paredes y juego fluido. Tocar y pasar fue el lema de Racing ayer. Y le salió varias veces para dejar en el camino a rivales y lograr meterse en el área de enfrente. Tuvo sus chances serias. Pero más serio fue lo de Campaña. ¡Campañón!

El arquero de Independiente fue el sostén de sus compañeros. Con sus manos respaldó cada vez que pudo a una defensa por momentos desorientada. Intervenciones salvadoras ante un remate con desvío de Luciano Aued, en un mano a mano increíble con Lisandro López y en otra a quemaropa ante el Chino Vittor tras un envío frontal de Marcos Acuña.

Del otro lado, el Diablo no asustaba a nadie. Holan probó con Maximiliano Meza como armador al lado de Julián Vitale, que debía desdoblar su esfuerzo en la marca. Sin embargo, Meza, un hombre acostumbrado más a estar cerquita del área, no sintió el puesto. Nunca pudo adueñarse del fútbol del Rojo y menos que menos tener éxito a la hora de meter alguna pelota entre líneas para alimentar a Vera, el único punta, que tiró afuera dos situaciones inmejorables de manera increíble.

En el uno contra uno, Racing era más que su vecino de barrio. La razón es una sola y se sostiene en la lógica. Racing tiene hoy un equipo armado, mientras que Independiente tiene la faja cruzada que advierte que está en “zona de construcción”. Tiene referentes asentados La Academia, jugadores que se entienden y una idea ya asimilada. En Independiente pasa a la inversa: está en pleno proceso de renovación y carece de voz de mando.

De todas maneras, después de un primer tiempo muy flojo, cambió la mentalidad tras el descanso. Se adelantó varios metros en la cancha y buscó sin mucho fútbol pero con muchas ganas -algo que estuvo ausente en los últimos clásicos- el triunfo. El ingreso y debut de Nery Domínguez le refrescó el círculo central, aunque tampoco supo definirlo. El penal errado en la definición no impide que el hincha rojo se ilusione con un volante que tiene fútbol y presencia.

Pudo ganarlo en los minutos finales Racing, cuando Vittor conectó un centro sin convicción y salvó Campaña. Pudo ganarlo Independiente, pero Vera -que una cosa es generando y otra muy distinta definiendo- falló dos veces de modo increíble. Y todo terminó sin goles. Hasta que llegaron los penales y se repitió la historia.


Definición por tiros desde el punto penal: Independiente 7 (convirtieron Nicolás Figal, Nicolás Tagliafico, Martín Benítez, Diego Vera, Emiliano Rigoni, Martín Campaña y Fabricio Bustos; Domingo Blanco erró su disparo; Agustín Orión contuvo el remate de Nery Domínguez); Racing 8 (anotaron Lisandro López, Brian Fernández, Luciano Aued, Agustín Orión, Pablo Álvarez, Francisco Cerro, Iván Pillud y Santiago Rosales; Sergio Vittor desvió su remate).

lunes, 30 de enero de 2017

Boca 0 - River 2 - Copa Luis B. Nofal 2017

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EL SUPERCLÁSICO DEL VERANO
Muy lejos de un tono amistoso, River fue más claro y dejó a Boca lleno de bronca
El equipo de Gallardo manejó el partido en el segundo tiempo y celebró con un penal de Driussi y con un cabezazo de Mina. Tan duro fue el desarrollo que terminó con tres expulsados.
Superclásico mata amistoso en cualquier situación. No fue ni el partido amistoso de pretemporada que intentaron instalar en River ni el encuentro de preparación del que hablaron desde Boca. Puede parecer un lugar común, una frase hecha del fútbol. La única realidad es que en este tipo de partidos, cuando se mueve la pelota, se juega a cara de perro. No importa más nada. Ni siquiera si hay objetivos oficiales en una semana.

No hay tiempo para pensar en eso cuando el reloj empieza a correr y chocan los gigantes del fútbol local. Por algo River festejó tanto anoche el 2 a 0 sobre Boca en Mar del Plata. Le sirvió este triunfo, contundente, para endulzarse el paladar después de aquel trago amarguísimo del 4 a 2 por los puntos que Barros Schelotto, Tévez y compañía se llevaron del Monumental en diciembre. Alcanza con repasar las patadas, los insultos, los expulsados y los festejos para reafirmar que los Superclásicos entran en otra categoría, bien lejos de un amistoso.

A cada intento de uno, le siguió la respuesta del otro. Así fue de frenético el encuentro en un José María Minella partido en dos partes iguales. Los de azul y oro se entusiasmaban con cada jugada que iniciaba Fernando Gago, el generador casi absoluto del fútbol xeneize. Y los de la banda roja vibraban con los desbordes de Camilo Mayada y de Gonzalo Martínez por sus costados. Esos eran los caminos elegidos por ambos para intentar vulnerar a su eterno rival.

Boca iba de adentro hacia afuera; River, de afuera hacia adentro. Hasta en la estrategia de ataque fueron antagónicos. Desde el corazón de la cancha, Gago abría la pelota. Sus laderos, los Pérez (Sebastián y Pablo), agilizaban el tránsito. Pavón desbordó por la derecha en varias ocasiones. Allí encontró un lugar sensible en River. Porque lo perdió rápido por lesión a Luis Olivera y Gallardo tuvo que improvisar al juvenil Gonzalo Montiel, que es zaguero o lateral derecho y que además nunca antes había vivido la furia de un Supeclásico.

Frank Fabra la echó a perder en uno de esas arremetidas de Pavón. Y luego fue Ricardo Centurión el que no aprovechó un buen centro atrás. Ante de esas dos claritas ya habían ocurrido cosas interesantes. Como el lindo pase de Pablo Pérez para Pavón, quien se encontró con un Augusto Batalla esta vez salvador. La réplica de River venía de la mano de las escapadas de Mayada, que tenían a Rodrigo Mora como receptor predilecto. En la primera no pudo de volea y en la siguiente voló Werner.

El partido se abrió con un penal que sancionó bien Pitana tras una mano de Insaurralde luego de un grosero error de Peruzzi que Pity Martínez capitalizó hasta meterse en el corazón caliente del área de Werner. Driussi (luego expulsado) lo transformó en un grito al cielo marplatense y reafirmó que, como en el 2016, sigue con el pie caliente. Pero esta vez el tantas veces cuestionado Pity Martínez fue de lo mejor. Y desde su pie izquierdo también llegó el envío que terminó con cabezazo de gol de Arturo Mina (Werner pareció poner las manos demasiado flojas), que cuando le tocó marcar a Pavón en el primer tiempo la pasó mal pero que terminó festejando con todo su equipo.

El 2 a 0 fue claro, contundente, aunque Boca hizo méritos como para cosechar lo que tanto logró en el último tiempo: el gol. Esta vez las gambetas de Centurión no estuvieron afiladas y la pólvora de Benedetto (Bou entró demasiado tarde) sufrió la humedad marplatense justo en el clásico que cerró el verano y que terminó con el invicto en partidos grandes del Mellizo (fue el décimo clásico como DT entre encuentros oficiales y amistosos), quien encarará lo que resta de la espera para el reinicio del torneo que lo tiene como puntero. Esta vez Boca sí extrañó a Tévez.

Había salido más decidido River que Boca, con ataques que terminaron en el área de Werner con mucha más facilidad. Lo había tenido Nacho Fernández antes y lo pudo aumentar Driussi antes de ese cierre a pura roja por el aire. Es que un Superclásico se vive al ciento por ciento. Lo ganó River. Y no fue nada amistoso.

sábado, 28 de enero de 2017

Estudiantes 0 - San Lorenzo 1 - Copa de Oro 2017

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NOCHE AGITADA EN MAR DEL PLATA
Verón no aguantó, San Lorenzo ganó y Boca se quedó con el triangular
El pibe Ávila convirtió el gol del Ciclón, que necesitaba dos. Otras noticias: roja a Blandi y lesion de Ortigoza.
Un tirón. Un dolor. En la pierna izquierda y en el alma de Juan Sebastián Verón. Se dio cuenta enseguida. Iban apenas 28 minutos de juego cuando la Brujita, de repente, desapareció de la cancha. Sintió una fuerte molestia en la cara posterior del muslo y en forma automáticae salió caminando del terreno para ir a sentarse en el banco de suplentes. Ingresó Israel Damonte en su lugar.

A los 41 años, que serán 42 el 9 de marzo, Verón desafió a la edad al proponerse volver al fútbol. Pero, después de su redebut en la gira por Orlando, anoche en la derrota con San Lorenzo por 1-0 su físico le pasó factura. Hoy le harán estudios para saber si está desgarrado. ¿Y ahora?

Es un caso muy particular y atípico del fútbol mundial. Verón, el presidente de Estudiantes de La Plata, también es jugador del club. Y por supuesto es el capitán, la voz cantante en un grupo donde no faltan referentes (Desábato, Braña, el retenido Andújar, el mismo Damonte).

Una promesa, la de ponerse de nuevo los botines si se vendía el 65 por ciento de los palcos del estadio nuevo, lo hizo adentrarse en la locura. Se preparó como si tuviera 20 años de nuevo. Pero ya no es un pibe. Muy a pesar de todo su esfuerzo, del empeño que le puso a la pretemporada, Verón no puede.

El 13 de enero había regresado a las canchas en la Florida Cup ante el Bahía de Brasil. Disputó los primeros 45 minutos y luego fue reemplazado por el Chapu Braña, con quien ayer formó un doble cinco que sumaba ¡78 años!

Verón decidió no estar contra Boca la semana pasada, en la caída 2-0. Y el martes, tres días antes del encuentro de anoche en Mar del Plata, sumó otros 45 minutos en un amistoso informal en City Bell contra Sport Boys de Bolivia, otro participante de la Libertadores. Ayer no pudo aguantar el ritmo de un típico partido de verano. Y la pregunta surge, inevitable: ¿cómo hará para bancarse la exigencia que demanda un cruce por la Copa? La respuesta la tendrán sólo él y su cuerpo.

Por lo pronto, al volver a Buenos Aires le realizarán estudios. Desde el cuerpo médico no quisieron aventurarse aunque no descartaron que pueda tener una ruptura fibrilar. El primer diagnóstico habló de una fuerte contractura. Tiempo para recuperarse tiene de sobra: Estudiantes hará su estreno en la Libertadores el 14 de marzo, contra un rival a confirmar.

Mientras estuvo en cancha, Verón alternó buenas y malas. Tiró un cambio de frente como en sus mejores épocas, pero no tuvo la misma precisión y la pelota se perdió en el saque de arco para San Lorenzo. No se quedó estático e intentó siempre seguir la línea del balón. Tuvo una buena salida desde el fondo, que culminó con un desborde por derecha de Facundo Sánchez, que mandó un centro sin destino acertado. Nada más.

Cuando dejó la cancha Verón, su equipo ya perdía. Una linda maniobra del pibe Bautista Merlini por el medio desembocó en un pase a Ezequiel Ávila, quien sacó el disparó potente. Para maldición de Mariano Andújar, la pelota se desvió en Leandro Desábato y se le metió contra el palo derecho. Pudo haber aumentado San Lorenzo, pero ahí si Andújar le tapó un cabezazo a quemarropa a Nicolás Blandi, que fue expulsado en el segundo tiempo. Gonzalo Bergessio tuvo la suya cuando ingresó y se la tapó el arquero de la Selección.

No le alcanzó a los de Boedo con el 1-0 para llevarse la Copa de Oro, que quedó en manos de Boca. Pero se fue con otra noticia peor: también se lastimó Néstor Ortigoza en el tobillo derecho y se suma a la baja de Fernando Belluschi. Definitivamente no sólo del sol hay que cuidarse en este verano, también de las lesiones.

viernes, 27 de enero de 2017

Atlético Tucumán 1 - Racing 1 - Copa Provincia de Salta 2017

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CON EL EMPATE 1-1 ANTE UN ATLÉTICO TUCUMÁN CON SUPLENTES, GANARON LA COPA PROVINCIA DE SALTA
Los juveniles de Racing rindieron y terminaron llevándose un título
Cuadra puso el 1-0 y empató Barbona. Los dirigidos por Cocca jugarán el lunes ante Independiente.
Le bastaron dos partidos a Diego Cocca para conseguir un nuevo título en Racing, más allá del carácter amistoso del mismo: anoche igualó 1-1 con Atlético Tucumán y se quedó con la Copa Provincia de Salta. El juvenil Maximiliano Cuadra festejó para el elenco de Avellaneda, mientras que David Barbona lo hizo para los tucumanos.

Jugaron para cumplir. Ninguno de los entrenadores hubiese elegido disputar este partido en esta fecha, pero debieron hacerlo por compromiso. Entonces pusieron a los equipos alternativos. Igual, ambos técnicos pueden rescatar algunas cuestiones.

En Racing, que el lunes jugará el clásico ante Independiente en Mar del Plata, se mostraron jugadores que habitualmente no lo hacen. Y aprobaron los juveniles que incluyó Cocca. Al arquero Juan Musso lo probaron especialmente con remates desde afuera del área y rindió con solvencia, el lateral Matías Escudero mostró seriedad, el volante izquierdo Brian Alvarez dejó buenas sensaciones con su zurda y Maximiliano Cuadra aguantó todas las que le tiraron y convirtió en la única que tuvo.

De los futbolistas que podrían pelear un lugar en el equipo titular, se destacaron el despliegue de Francisco Cerro y la sobriedad de Miguel Barbieri. Poco del resto. Ezequiel Videla sigue evidenciando falta de ritmo y esa es una cuestión que preocupa mucho a Cocca, Santiago Rosales no arranca y Danilo Ortiz e Emanuel Insúa no se destacaron.

El técnico también pudo ensayar con un esquema táctico nuevo: 4-5-1. ¿Conclusión apresurada? Muy bien los juveniles y en deuda los profesionales que pelean por sumar minutos.

Lo de Atlético Tucumán fue digno: jugó mejor que Racing, especialmente en la primera parte, y mereció mejor fortuna. Los dirigidos por Pablo Lavallén debutarán el martes en la Copa Libertadores, de local, ante El Nacional de Ecuador. Por esa razón, los titulares se quedaron trabajando en tierras tucumanas y ni siquiera viajaron a Salta.

La idea de Lavallén se puede observar, a pesar del poco tiempo de trabajo. Se sabe que el DT pretende que sus equipos salgan jugando siempre y justo por un error en una salida llegó el gol de Racing: falló Josué Ayala al querer controlar un pase de un defensor con la punta del botín, Cuadra se la robó y anotó el 1-0. “Seguimos igual”, gritó el técnico. David Barbona, autor del gol del empate, fue el futbolista más desequilibrante por el sector izquierdo del ataque y seguramente será considerado por Lavallén para el choque copero.

jueves, 26 de enero de 2017

River 1 - Aldosivi 3 - Copa Mar del Plata 2017

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EL EQUIPO MARPLATENSE JUGÓ MÁS ENCHUFADO QUE LA VERSIÓN JUNIOR MILLONARIA
River no la pasó bien: Aldosivi le pegó un cachetazo y se llevó la Copa
La diferencia de jerarquía marcó la diferencia en el 3 a 1 con que el local derrotó al conjunto de Gallardo.
No la está pasando bien River en este verano. Después de su excursión agridulce por Orlando, se presentó anoche con una formación plagada de pibes (los titulares se quedaron en Buenos Aires) y terminó superado con claridad por Aldosivi, que si puso toda la carne al asador. La diferencia de jerarquía entre el equipo A del local y el B de los de Núñez marcó el resultado final: otra derrota para el Millonario que se puso en ventaja primero y que luego se fue diluyendo hasta caer en un pozo plagado de errores.

Gallardo pudo llenar su libretita de apuntes. La misma en la que fue dibujando el boceto del River que ganó todas las Copas de su mano. Anoche, aquí en la ventosa Mar del Plata, agarró bien fuerte las hojas para que no se le volaran y escribió conclusiones que, más allá del resultado del partido, en un futuro no muy lejano le servirán para saber con qué material puede contar principalmente de la cantera riverplatense.

Entonces, escribió que en los costados tiene a dos laterales de buen porte que marcan y pasan al ataque en cuanto ven luz verde. Gonzalo Montiel, por la derecha, además cazó el rebote que Matías Vega dejó en el área chica tras el tiro libre en forma de bomba de Rodrigo Mora y metió su segundo gol (en offside) con la camiseta de River -ayer de negro-. Facundo Medina, por la izquierda, es grandote -mide 1,83- y elegante a la hora de la salida por su sector. Eso sí, le tocó bailar con el movedizo Neri Bandiera, quien tiró varios pasos difíciles de seguir y fue de lo mejor de la cancha.

Seguramente el DT habrá puesto un asterisco en la defensa: definitivamente Iván Rossi no se siente cómodo como segundo central. Tuvo más malas que buenas (otra vez) y encima se fue expulsado por doble amarilla. Con resaltador marcó el nombre de Matías Moya. Por la derecha el juvenil de 19 años que debutó en la Florida Cup mostró algunos destellos. Y buenas inteniones del acompañante de Rodrigo Mora en el ataque: Nicolás Franco, que no pudo contar con una chance clara de gol.

Fue la noche del estreno de Alan Marcel (entró en el segundo tiempo ya con el 1-2), un delantero externo de 17 años nacido en Entre Ríos que se siente cómodo cuando va por la izquierda y tira la diagonal para rematar de derecha. Y no mucho más se llevó el Muñeco de este amistoso que lo tuvo al local mucho más enchufado en los 90. Al cabo, River nunca se tomó muy en serio el compromiso.

Darío Franco aprovechó la ocasión para darle rodaje a sus mejores muchachos y a su idea innegociable de tratar siempre bien a la pelota. Lo dicho: lo tuvo a Bandiera reluciente en lo más alto del mástil del juego del Tiburón. Jugó e hizo jugar. Y abrió el balón para Quilez en el segundo. Antes, fue Medina, luego de un mal rechazo de Martínez Quarta, el que gritó la igualdad. Nico Domingo fue otro que tuvo un partido que le restó. Se equivocó feo en una salida y le sirvió el tercero a Bandiera, que se flameó ante el River junior.

miércoles, 25 de enero de 2017

Boca 2 - San Lorenzo 2 - Copa de Oro 2017

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EL TRIANGULAR TERMINA ESTE VIERNES
Boca y San Lorenzo ratificaron su poder de gol en un clásico jugado con todo
Gago (penal) adelantó al Xeneize, superior en los 30’ iniciales. El Ciclón lo revirtió con el fútbol de Ortigoza y tantos de Blandi y Merlini. Igualó Bou en un amistoso no exento de fricciones.
Todos fueron a verlo a Fernando Gago. Hasta el Patón Bauza, entrenador de la Selección, se abrigó y se vino a Mar del Plata para seguirlo de cerca a Pintita. Y de movida no defraudó el volante de Boca. Sin embargo, la noche terminó teniendo otro protagonista de buen pie. Néstor Ortigoza, otro jugador de selección (de Paraguay), se apoderó del círculo central, revivió a San Lorenzo y se quedó con el duelo de los cincos que reivindican el fútbol, aunque el resultado final fue un empate gracias a un golazo de Bou, que no se cansa de gritar.

Era todo azul y amarillo en Mar del Plata. En el José María Minella, mandaban Gago y Boca. Porque los de Guillermo Barros Schelotto aprovecharon el terreno mojado y rápido para sacar su ventaja de equipo más ablandado. San Lorenzo no había disputado ni un minuto de fútbol serio en el verano y eso se notó en la cancha expuesta al viento, la lluvia -por momentos bastante intensa- y el frío. Boca, con su cinco, ganaba de entrada.

Con la justicia de dominar el juego, aunque con la injusticia de haberse puesto en ventaja a través de un penal que no debió cobrarse. Mauro Vigliano vio falta de Ortigoza sobre Sebastián Pérez cuando en realidad el colombiano se dejó caer. Poco le importó a Gago: la acomodó y definió ante el experimentado Torrico.

La noche se le volvió más negra al Ciclón en esos primeros 10 minutos. Al 0-1 le sumó la salida de uno de sus pilares futbolísticos. Belluschi tuvo que ser reemplazado por el pibe Merlini (Blanco se corrió al medio para asociarse a Ortigoza) por un dolor en su tobillo derecho. Boca abría la pelota del centro -Gago- hacia sus costados con la subida de sus laterales. La idea del Mellizo era aprovechar los costados descubiertos de su rival. Y en ese contexto Jara era de lo más destacado por la banda derecha. Siempre ganó en el uno a uno ante el juvenil Montoya. Desbordó una vez. Tiró un caño y desbordó otra vez (se lo perdió Solís). Fabra se puso celoso y no quiso ser menos. También se mandó una apilada por su punta y Benedetto en su regreso no logró definir bien de zurda.

San Lorenzo no veía la pelota. Blanco en una arremetida se la llevó (¿con la mano?) y disparó lejos. Eso era lo único que había podido hacer -lo único que Boca le había dejado hacer- el conjunto de Boedo en media hora. Pero la hegemonía xeneize no duró toda la noche, aquí en la ciudad costera más popular de la Argentina.

Ortigoza le dijo algo a Mussis. El ex Gimnasia asintió y dejó el hueco del medio libre para correrse unos metros hacia la derecha. El Gordo bajó, se paró en el círculo central y empezó a jugar. Y empezó a revivir San Lorenzo. Orti alimentó a su equipo. El hombre de la selección paraguaya aplica el sentido común como pocos en el fútbol. Si la jugada pide pase a la derecha, allí va la pelota desde sus botines. Si pide abrirla por la otra punta, entonces va por ahí. Y así llegó el empate de Blandi: después del rechazo con los puños de Werner, Ortigoza entendió que debía pasarla rápido a la izquierda para Cerutti, quien mandó el centro a la cabeza del 9. En la siguiente la fórmula fue parecida pero por el otro lado. El envío de Angeleri, post pase de Ortigoza, no terminó en gol porque Blandi saltó incómodo.

Con Gago apagado (junto con Werner y Solís había jugado contra Estudiantes), Boca no fue el mismo. Por eso salió unos minutos después de comenzado el complemento. A esa altura, ya Merlini, tras pase de Blanco, ya había dado vuelta la historia en un contraataque. Tuvo que entrar Bou para volver a equilibrar el partido con un zapatazo tremendo que venció a Torrico. Así, la Copa de Oro deberá esperar hasta el viernes, cuando se crucen San Lorenzo y Estudiantes, para saber quién es su dueño.

martes, 24 de enero de 2017

Independiente 0 - Racing 3 - Copa Provincia de Salta 2017

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EL PRIMER CLÁSICO DEL AÑO FUE PARA EL EQUIPO DE COCCA
Racing fue astuto y efectivo, pegó justo y le dio un golpe a un tibio Independiente
Lo derrotó 3-0 con goles de Díaz y González, en el primer tiempo, y de Brian Fernández a 2 minutos del final. Lisandro López fue la figura. El conjunto de Holan mejoró en el segundo tiempo, pero inquietó poco a Orion. Vuelven a jugar el lunes.
Hubo un tiempo en el que Racing fue dinámico, práctico y contundente, arrimó peligro un par de veces y anotó dos goles. Hubo otro en que la pelota y el dominio fueron de Independiente, aunque su empuje no se tradujo en lucidez y merodeó sin suerte el arco de Orion hasta que una réplica rubricada por Brian Fernández terminó de derrumbarlo. El clásico de Avellaneda en su versión salteña, el primer clásico del año, fue para el mejor de los dos. Para el más astuto y decidido. Para el Racing de Cocca.

Diego Cocca es un técnico afortunado. Al menos esa conclusión se puede sacar de su paso por Racing. En su primera etapa disfrutó de la jerarquía de Diego Milito y ahora lo hace con Lisandro López, dos jugadores que escapan de la media del fútbol argentino. Futbolistas como Milito o Licha no garantizan el éxito ni mucho menos, pero con su presencia los puntos de partida no son tan bajos. Anoche, en la victoria de Racing 2-0 ante Independiente, Licha volvió a marcar la diferencia. Una secuencia del juego lo grafica. Iban 17 minutos de la primera etapa cuando Gustavo Bou salió disparado comandando una réplica.

Eran dos contra uno: Víctor Cuesta retrocediendo y Lisandro López dibujando una diagonal de adentro hacia afuera para recibir y quedar mano a mano con Campaña. Pero Bou se apresuró y, no bien dominó la pelota, la abrió para Licha. La situación se desvaneció. Con la mano, el capitán académico le hizo una seña a la Pantera, que se había apurado, claro. Los grandes líderes, se sabe, dicen al hacer. Un minuto después, Licha gambeteó a Cuesta y encaró para el arco. Acuña le pasó por izquierda en soledad. Pero el delantero aguantó unos segundos y le dio el balón al Huevo en el momento ideal: centro atrás y gol del Pulpito González. Lección gratis para Bou y todos los amantes del fútbol.

Racing ganó de principio a fin sin dejar lugar a dudas. Da la sensación de que el tiempo no hubiese pasado en la Academia. Con Cocca en el banco y muchos de los campeones del 2014 en el plantel, Racing jugó a lo de siempre. Y se prevé que seguirá jugando así. Los cambios y retoques que se le tienen que hacer a los equipos que fueron campeones deben ser mínimos, aunque esto no quiera decir imperceptibles. Como objetivo inmediato, Cocca tendrá que recuperar a viejos valores. Ahí está Gastón Díaz, vital en 2014, festejando ante Independiente después de recibir una asistencia de Licha.

El gol más importarte de la carrera de Díaz fue a Rosario Central, tras habilitación de Milito. En el mismo sendero de la recuperación están Aued, Bou, Cerro, Videla, González y Vittor. ¿Qué mostró Racing? Un 4-4-2 versátil (por momentos agresivo y por otros especulador), un doble cinco de despliegue (Pulpito pisó el área para marcar el segundo) y dos delanteros afilados físicamente. La novedad: Miguel Barbieri -de igual correr que Martín Demichelis- que se mostró firme de arriba y sereno para manejar la pelota. La paciencia como arma del Racing de Cocca, y también la inteligencia. Como si el tiempo no hubiese pasado.

¿E Independiente? En su primera prueba importante, Ariel Holan optó por el esquema menos complejo: 4-4-2. Se especuló con que podría apostar por una línea de tres, con Toledo y Tagliafico como stoppers, pero finalmente se inclinó por la alternativa más lógica. “Aún no estamos para arriesgar tanto, y menos contra Racing”, explicaron desde el cuerpo técnico. La decisión suena entendible, teniendo en cuenta que en el fútbol argentino la palabra tiempo es anacrónica. La determinación de plantear un juego largo y de cuidarse del rival lejos está de ser una traición a los principios de Holan.

Había arrancado bien el Rojo, con los volantes internos presionando arriba. Duró hasta el primer gol de Racing. Después, un poco por mecanismos para nada aceitados y otro poco por falta de jerarquía en algunos intérpretes, el elenco de Holan fue con ganas pero sin claridad. Hasta que lo derribó la de Brian Fernández. De ese lado de Avellaneda sí que hay trabajo por hacer.

Boca 2 - Estudiantes 0 - Copa de Oro 2017

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EL EQUIPO DE GUILLERMO LO RESOLVIÓ EN EL PRIMER TIEMPO
En su primer partido sin Tévez, Boca tuvo la misma vocación ofensiva y ganó bien
Con el desequilibrio de Centurión y la conducción de Gago, fue superior desde el inicio a Estudiantes. Sacó ventajas rápidas y no hizo más goles por fallas de sus delanteros en la definición.
“Podemos cambiar de apellidos y podemos utilizar distintos dibujos táctico, pero nuestro estilo es atacar. Recuperar la pelota y atacar. Así juega Boca”. La frase de Guillermo Barros Schelotto en el inicio de 2017 se pareció a una sentencia y a una descripción perfecta de lo que logró hacer de su equipo en el cierre de 2016 (es el líder del torneo, marcó 35 goles en 14 fechas y sumó, hasta el receso, cuatro triunfos en fila).

Eso es lo que pretende que se mantenga este año, incluso sin Tévez, y algo pudo verse en el triunfo ante Estudiantes en el debut de los amistosos de verano en Mar del Plata. Porque Boca ganó cómodo ante uno de los rivales de peso que lo persiguen de cerca en el campeonato oficial y con el que jugará en el cierre del torneo; volvió a lucirse Gago (el nuevo capitán del equipo) en la mitad de la cancha, se repitió el festejo goleador de Walter Bou (¿titular o suplente a esta altura?) y Ricardo Centurión mostró toda su habilidad (le cometieron más de diez infracciones durante el juego los hombres de Vivas) y desfachatez con la camiseta 10 en su espalda, esa que dejó libre el Apache y que el propio Centurión le pidió al Mellizo en el vestuario.

Boca igual probó variantes. Volvió por momentos al 4-2-3-1 que el DT había construído para que Tévez se sintiese cómodo en tiempos en los que no quería jugar de “nueve”. En ese “doble cinco” que alguna vez mostró con inconvenientes a Pérez y Bentancur, el nivel de Pintita probó que es un sistema para tener a mano cuando se enfrenta a un rival que delegará la tenencia de pelota. Estudiantes (con ausencias de apellidos titulares pero con un equipo competitivo) lo hizo y Boca, claro, supo qué hacer con la número cinco en su poder. La fórmula conocida se repitió: los laterales se proyectaron, Pablo Pérez fue conductor, Centurión el gambeteador y Pavón la flecha para volar que sigue imprecisa al momento de la definición. En este primer ensayo apareció el chico Nazareno Solís (apenas tuvo un puñado de minutos el año pasado) para probar alternativas en ataque, ese aspecto que tanto inquieta al DT.

Con Tobio e Insaurralde en la última línea también hubo pruebas. Porque de ellos dos saldrá el compañero para Santiago Vergini, el central titular de la última línea. Axel Werner, pese a que se repite a cada minuto que el equipo necesita de un arquero, estuvo seguro y desde su arco observó cómo a Mariano Andújar (decidió quedarse en Estudiantes pese al interés de Boca) lo pelotearon en varios pasajes del ST en el que los espacios se hicieron más grandes y el equipo de Barros Schelotto logró hacer conexión. Los cambios sirvieron para que sumen minutos Sebastián Pérez (es probable que sea titular ante River en el regreso del 4-3-3), Leo Jara (reemplazó a Peruzzi, acalambrado) y hasta el debutante Luna Diale. En Estudiantes faltaron los del Sub 20 (Ascacíbar y Rodríguez) y piezas determinantes como Viatri (lesionado) o Verón (su físico marcará si será titular o no). Terminó desgastado tras la expulsión del chico Elías Umeres.

Boca no dejó pasar la chance de enviar un mensaje, pese a que recién está terminado la parte dura de la pretemporada. Ya no está Tévez, pero mantiene el ADN que incorporó al final del 2016. Ataca y ataca. Eso quiere el Mellizo. Eso hace Boca.

Atlético Tucumán 0 - Independiente 0 - Copa Provincia de Salta 2017

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EMPATE SIN GOLES CON ATLÉTICO TUCUMÁN EN SALTA
El Independiente de Holan dio un primer paso con cautela
El técnico reservó a casi todos los titulares para el clásico ante Racing. El equipo no presionó demasiado y llegó poco.
Había expectativa por ver el primer amistoso formal de Independiente. La llegada de Ariel Holan y todo su arsenal tecnológico desplegado para cada práctica hicieron mucho ruido desde lo mediático, al menos. Y en la primera prueba ya se observó el manual que el ex entrenador de Defensa y Justicia intentará imponer en Avellaneda.

La primera presentación, que culminó con un flojo 0-0 ante Atlético Tucumán en Salta, fue con un esquema no tradicional, de esos que Holan se acostumbró a implementar en sus experiencias anteriores: tres defensores, cinco mediocampistas y dos delanteros. Eso sí, con una versión que contó con mayoría de suplentes. Sin embargo, la estrategia no fue similar a la que utilizaba en el Halcón de Varela. Independiente priorizó el orden en Salta.

No salió a presionar a su rival, sino que en varios pasajes se dedicó a esperar. ¿Habrán tenido que ver los intensos trabajos de pretemporada o será esa la propuesta? Se verá. Del otro lado, en un Atlético Tucumán respaldado por cerca de diez mil hinchas que no se olvidaron de recordarle a su rival la ausencia en la Libertadores, había un equipo titular, que tuvo más dominio de pelota e intentó jugar de manera prolija y por abajo. Es lo que pregona su entrenador Pablo Lavallén.

Lo mejor de Independiente en la primera mitad salió de los pies de Christian Ortiz, quien volvió recientemente de Perú. Era el volante que más se desprendía y por momentos quedaba como un enganche detrás de los delanteros. Desde allí filtró algunos pases interesantes para los atacantes, Diego Vera y Lucas Albertengo (Germán Denis lo vio desde una platea). El oficio de Vera también fue fundamental para que el Rojo creara en ataque. El uruguayo encontró espacios y ganó cada pelota que forcejeó. Sucedió en la más clara que tuvo Independiente, en la que Vera desbordó para la llegada limpia de Domingo Blanco. No fue gol porque Guillermo Acosta llegó con lo justo para sacarla al córner. Blanco, en otra jugada, habilitó a Gastón Togni y su toque de zurda se fue apenas desviado.

Atlético Tucumán no se quedó atrás y luego de cada uno de esos ataques respondió. En ambas Cristian Menéndez fue protagonista. Primero, no llegó a definir bien y Gonzalo Rehak se quedó con la pelota. Y en la otra, el ex Lanús desequilibró por izquierda y le sirvió el gol a Fernando Zampedri, quien, increíblemente, desde el área chica, tiró la pelota arriba del travesaño. El sector izquierdo de la defensa del Rojo era una tentación para el conjunto tucumano, debido a que Adriel Breinterbruch no estuvo firme en la marca. Y Atlético era más profundo en sus avances. De hecho, en el arranque del segundo tiempo, Zampedri casi convierte tras una mala salida de Rehak.

Después, el encuentro se apagó. La pelota rebotó de un lado a otro como en una mesa de ping pong. Ninguno logró adueñarse de las acciones y el partido, lentamente, se encaminó al cero. Ambos parecieron conformarse con no salir derrotados en el arranque de este triangular de Salta que también lo tiene a Racing, al que Independiente enfrentará el lunes. Y ahí sí, seguramente, Holan mandará todo su arsenal al campo de juego.

Racing 1 - Gimnasia 1 - Copa Amistad 2017

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RACING Y GIMNASIA EMPATABAN 1-1, PERO SE SUSPENDIÓ A LOS 41 DEL PRIMER TIEMPO POR EL TEMPORAL
La tormenta se llevó el partido y dejó sin revancha a los arqueros
Orión había salido mal en el gol de Contín y Martín Arias, en el de Vittor. Enseguida, llegó el final prematuro.
Caminó sereno Gustavo Alfaro, encapuchado y con una toalla blanca en la mano derecha, hasta acercarse a su colega Diego Cocca. Iban 40 minutos del primer tiempo y la lluvia era impiadosa. La tormenta eléctrica, de temer. "No se pude seguir jugando así", le dijo Alfaro a Cocca mientras la pelota se le quedaba clavada en el agua a Lisandro López. "Es un peligro para los jugadores", completó Cocca, quien ayer daba inicio a su segunda etapa en la Academia.

Los dos entrenadores se pusieron de acuerdo en un par de segundos: el juego debía detenerse. La señal le llegó rápido al árbitro Jorge Baliño, que no dudó: pitó y suspendió el juego a los 41 minutos, cuando Racing y Gimnasia igualaban 1-1 por la Copa Amistad en Mar del Plata.

Esa determinación dejó con un sabor amargo tanto a Agustín Orión como a Alexis Martín Arias: los arqueros se quedaron masticando bronca por los errores que cometieron en los goles de los rivales. Y claro, la suspensión los dejó sin revancha.

En la previa del partido, se especuló con una posible suspensión del juego. Pero una hora antes del inicio, a las 21, la lluvia concedió una tregua y se decidió empezar. Un minuto después de hacer rodar el balón, el agua comenzó a caer en cantidad y el viento se multiplicó.

"Cuando hablamos con Cocca los dos nos dijimos que era peligroso seguir por el tema de las lesiones, pero también por la gente que estaba en las tribunas. No tiene sentido arriesgar a los futbolistas ni que la gente esté padeciendo", explicó Alfaro luego de la suspensión. Y amplió: "Todo el partido estuvo complicado por el viento, los rayos y la lluvia. Creo que en los goles tuvo mucho que ver la condición climática".

La referencia del entrenador del elenco de La Plata es certera: en los errores de los arqueros el viento fue un factor que en algo incidió. Primero falló Orión: salió a buscar muy lejos un centro enviado por Lucas Licht y quedó pagando. Nicolás Contín aprovechó la mala salida y puso la ventaja parcial. La equivocación de Martín Arias fue similar: calculó mal un córner de Aued, el viento frenó la pelota y Sergio Vittor empató. "Tuvimos que consolar un poco a Agustín porque estaba muy enojado", reconoció después Cocca.

"Pudimos ver algo del Racing de Cocca. Ojalá se puedan repetir las cosas que se hicieron en el 2014", se entusiasmó Víctor Blanco. Lo concreto, de todos modos, es que el mal estado del campo de juego conspiró contra cualquier idea.

"Lo único que puedo destacar es la intención que mostraron los muchachos. Fuimos protagonistas, manejamos la pelota y me gustó dónde se plantó el equipo. Después, cuando la lluvia se hizo intensa, no se pudo jugar más y no tiene sentido hacer grandes análisis. Es una lástima lo de la suspensión, pero me parece que fue lo más lógico", explicó el técnico de Racing. "Es difícil hacer un análisis de un partido así, pero se puede sacar algunas cosas. Racing nos manejó mucho la pelota y eso es algo que debemos corregir", se sumó Alfaro.

Fue el inicio del segundo ciclo de Cocca en Racing. La lluvia se llevó el partido y las revanchas que buscaban Orión y Martín Arias...

domingo, 15 de enero de 2017

Programación Torneo de Verano 2017

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Copa Clásico del Sur 2017 (Estadio José María Minella, Mar del Plata)
Lunes 16 de enero
22:10 | Gimnasia y Esgrima La Plata - Banfield. Árbitro: Silvio Trucco.


Copa Amistad 2017 (Estadio José María Minella, Mar del Plata)

Jueves 19 de enero
22:10 | Racing - Gimnasia y Esgrima La Plata. Árbitro: Jorge Baliño.


Copa Provincia de Salta 2017 (Estadio Padre Martearena, Salta)

Viernes 20 de enero
22:10 | Atlético Tucumán - Independiente. Árbitro: Juan Pablo Pompei.

Lunes 23 de enero
22:10 | Independiente - Racing Club. Árbitro: Patricio Loustau.

Jueves 26 de enero
22:10 | Atlético Tucumán - Racing Club. Árbitro: Germán Delfino.


Copa de Oro 2017 (Estadio José María Minella, Mar del Plata)

Sábado 21 de enero
22:10 | Boca Juniors - Estudiantes de La Plata. Árbitro: Federico Beligoy.

Martes 24 de enero
22:10 | Boca Juniors - San Lorenzo de Almagro. Árbitro: Mauro Vigliano.

Viernes 27 de enero
22:10 | Estudiantes de La Plata - San Lorenzo de Almagro. Árbitro: Fernando Espinoza.


Copa Desafío 2017 (Estadio José María Minella, Mar del Plata)

Domingo 22 de enero
22:10 | Rosario Central - Talleres de Córdoba. Árbitro: Facundo Tello.


Copa Mar del Plata 2017 (Estadio José María Minella, Mar del Plata)

Miércoles 25 de enero
22:10 | River Plate - Aldosivi de Mar del Plata. Árbitro: Fernando Rapallini.


Copa Luis B. Nofal 2017 (Estadio José María Minella, Mar del Plata)

Sábado 28 de enero
22:10 | Boca Juniors - River Plate. Árbitro: Néstor Pitana.


Copa Revancha 2017 (Estadio José María Minella, Mar del Plata)

Lunes 30 de enero
22:10 | Independiente - Racing Club. Árbitro: Diego Abal.


* Todos los partidos serán transmitidos por FOX Sports.

lunes, 1 de febrero de 2016

Estudiantes 1 - Gimnasia 0 - Copa Ciudad de La Plata 2016

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EL PARTIDO ENTRE ESTUDIANTES Y GIMNASIA NO TERMINÓ POR UNA GRESCA ENTRE JUGADORES
Otro clásico: la vergüenza le ganó al fútbol por goleada
Un escándalo: diez amonestados, tres expulsados y posibles informados. Debería haber fuertes sanciones.
El fútbol de verano se despidió con otro escándalo. Un vergonzoso final con una batalla campal entre jugadores de Gimnasia y Estudiantes, en la que se vieron trompadas y patadas criminales a un rival que estaba tirado en el piso. Semejante barbaridad, ocurrida cuando se jugaba el cuarto minuto de descuento, obligó a la suspensión del encuentro. “La vergüenza ya pasó, seamos adultos, saluden a la gente y terminemos con esto”, les dijo el árbitro Silvio Trucco a los capitanes Lucas Licht y Leandro Desábato.

Deliberaron durante varios minutos para definir si se iban juntos de la cancha, de hecho enfilaron hacia el vestuario en conjunto pero el plantel de Estudiantes regresó a festejar con sus hinchas. Una provocación insólita e innecesaria que reavivió la bronca en Gimnasia, tanto que Favio Fernández, ayudante de Pedro Troglio, regresó al campo de juego junto con otros miembros de Gimnasia. “Quedamos en salir todos juntos y después Alayes sale a buscar la Copa y los jugadores van a festejar con los hinchas. Nos toman el pelo”, dijo Fernández.

Estudiantes ganaba 1-0, con gol de Carlos Auzqui en el primer tiempo. El partido, de bajo vuelo, sólo había tenido en el campo de juego una tremenda patada en la cabeza de Álvaro Pereira a Facundo Oreja, que derivó en la roja para el defensor de Estudiantes y la salida del jugador de Gimnasia en ambulancia, conmovido por el golpe, aunque no debió ser internado. Había intensidad pero no se presagiaba semejante desastre. La (errónea) decisión de Trucco de expulsar a Enrique Bologna, por entender que tocó la pelota con la mano fuera del área, encendió la mecha.

Y todo se desmadró cuando Ascacíbar le dio un patadón a Antonio Medina en un contraataque, que derivó en la roja para el jugador de Estudiantes. El propio Medina se trenzó primero con Israel Damonte. Y allí comenzó la batalla, todos contra todos entre jugadores y colaboradores de ambos equipos. Damonte terminó con un corte en el pómulo derecho, y Mariano Andújar primero se peleó con Nicolás Mazzola, a quien luego se le sumaron Roberto Brum y Maximiliano Coronel. El arquero de Estudiantes, en inferioridad, cayó al piso y Mazzola le dio varias patadas, hasta que Licht llegó para frenar a sus compañeros.

Ese fue apenas uno de los focos de violencia en una batalla que duró un minuto, pero pareció eterna. “Fue una vergüenza para nosotros. Le pegaron a Israel una piña en la cara, lo lastimaron y después se arruinó todo”, dijo Andújar. El propio Damonte admitió: “Fue una vergüenza lo que se vio. En el medio del tumulto me pegan una trompada de boliche. No me la esperaba, estaba separando y me pegaron en el ojo. Después la reacción mía, que estuvo mal”. Y Licht, sin autocrítica, usó al árbitro como chivo expiatorio. “Se le escapó a Trucco, la expulsión de Bologna no fue, es una vergüenza, se terminó picando mucho”.

En la cancha se vieron tres expulsiones, pero al cierre de esta edición, Trucco elaboraba el informe que deberá presentar ante el Tribunal de Disciplina por los incidentes. Del tenor de lo que volcará el árbitro dependerán las sanciones que les aplicarán a los futbolistas. Si las suspensiones llegaran a ser de cuatro fechas o más, los jugadores deberán cumplirlas en partidos oficiales.

domingo, 31 de enero de 2016

Boca 0 - River 1 - Vuelta Copa Luis B. Nofal 2016

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SE QUEDÓ CON LOS DOS SUPERCLÁSICOS
River levantó la copa y cerró un enero muy feliz
El Superclásico bajó la tensión, hubo reparto de dominio y el equipo de Gallardo aprovechó su chance: ganó con un gol de penal de Mora.
El reto del presidente Mauricio Macri, las manifestaciones de los titulares de los clubes, la propia actitud de los futbolistas después del bochorno del partido de una semana antes en Mar del Plata y la forma en que el Gobierno aceleró, casualidad o no, las medidas antiviolencia después de que fueran los jugadores los que engendraran los incidentes en el primer Superclásico de 2016...

Hubiese sido un acto de absoluta irresponsabilidad si Boca y River salían en Mendoza con la misma actitud belicosa. Por eso, este partido que estaba en capilla terminó sin sobresaltos, apenas con una escaramuza tras el partido, cuando Carlos Tévez, llevado por la impotencia del jugador y del hincha, lo increpó a Rodrigo Mora. El ganador fue, otra vez, River. El equipo de Núñez levantó la Copa Luis Nofal, que estaba en juego en los dos encuentros.

No hubo una gran demostración de juego en ninguno de los dos partidos. En el primero River ganó por un gran error de Carlos Tévez, pero ni en igualdad numérica ni cuando tuvo más jugadores que Boca por las expulsiones se mostró solvente en ataque. Es más: la carencia de ideas fue más bien preocupante.

El partido de anoche se dividió en dos partes iguales. El trillado lugar común “fue un tiempo para cada uno” se patentó en Mendoza. En el primero, Rodolfo Arruabarrena pareció, por primera vez en los enfrentamientos con Marcelo Gallardo, ganarle la batalla táctica a su rival. Efectivamente, salió a jugar con tres defensores (el juvenil Moreno, Tobio y Rolin), puesto que Peruzzi y el debutante Fabra fueron aleros sumados a la línea de volantes que llegaron con peligro al área de enfrente. De hecho, hubo jugadas iniciadas por Fabra en la izquierda y concluidas en la banda opuesta por Peruzzi.

Sucedió que lo bueno que generó Boca en el mediocampo (Meli, también responsable de ello) fue saboteado por un inexplicable cúmulo de malas decisiones de Carlos Tévez. Incluso el Apache pareció a veces un estorbo para Andrés Chávez, quien jugó para demostrar que puede ser una variante a la (todavía promisoria) dupla estelar que Tévez formará con Daniel Osvaldo. El ex Banfield presionó y forzó errores en la última línea rival, Balanta y Barovero fueron abanderados de tales yerros y el colombiano incluso debió haber sido expulsado por doble amarilla, tras una falta a Tévez en la que salió lejos y a destiempo a cortar; Néstor Pitana lo perdonó.

La muñeca del Muñeco se vio con los cambios. Ya en el cierre del primer tiempo, una palomita de Ignacio Fernández (el mejor refuerzo de River) tras centro Lucas Alario había puesto al Millonario cerca del gol, aun sin merecerlo. Pero Gallardo reacomodó al equipo con las modificaciones. Camilo Mayada ocupó el lugar de Luis González y aportó más dinámica. Y Sebastián Driussi, con sus piques incisivos, generó más riesgos que Alario. Además, Leonardo Ponzio confirmó que su ensayo como zaguero puede funcionar, ya que se lo vio más asentado e incluso con piernas para recuperar, como lo hizo en un pique con Tévez en el que se impuso para cancelar una jugada de peligro de Boca.

El conjunto del Vasco perdió frescura, las piernas ya no respondieron de la misma forma y River, con menos nombres pero más equipo, lo arrinconó. Y justificó el dominio con otro penal zonzo. Como el de Leandro Marín a Gonzalo Martínez en la Libertadores del año pasado, como el de Tévez una semana antes en Mar del Plata, esta vez fue Sebastián Palacios quien se llevó puesto al Pity cuando éste estaba saliendo del área. Una torpeza que Rodrigo Mora aprovechó para anotar con un derechazo seco, al medio, inapelable mientras Agustín Orion eligió, otra vez, el lugar equivocado en un penal.

Llegaba con menos, por nombres. Y terminó con más, por juego y resultado. River, a costa de Boca, tiene derecho a la ilusión.

sábado, 30 de enero de 2016

Independiente 1 - Racing 3 - Copa Ciudad de Avellaneda 2016

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GANÓ 3-1 EL CLÁSICO Y SE QUEDÓ CON LA COPA CIUDAD DE AVELLANEDA
Con poder de gol, Racing se dio otro gusto
Puso mayoría de suplentes y sus delanteros fueron demoledores en el segundo tiempo. Independiente jugó con diez desde los 22 minutos.
Los clásicos, como la vida, están hechos de sucesiones de pequeños momentos. Suelen encadenarse, ellos, y marcar tendencias. En esa tesitura anda Racing, que hizo un puente entre aquella final de la Liguilla, que ganó con no poco sufrimiento ante su rival de toda la vida, y anoche prolongó la alegría con la Copa Ciudad de Avellaneda en una algo nublada y agradable noche marplatense. Por ahí anda también Independiente, que otra vez se fue con las manos vacías aunque haya merecido más.

No se notó, en los primeros momentos, que fuera la formación alternativa de uno contra la estelar del otro. Racing hizo pie en el campo a partir de las intervenciones de Oscar Romero, que desde su lugar de segunda punta como acompañante de Roger Martínez se tiraba algunos metros más atrás. Sin embargo, el paraguayo se diluyó con el transcurrir de los minutos.

Independiente era criterioso y aprovechaba el adelantamiento de la última línea racinguista, detalle novedoso respecto del equipo de Diego Cocca y que llevará algún tiempo de trabajo. Desde la asociación del Cebolla Rodríguez con Martín Benítez -que encontró en el costado de Damián Schmidt el lugar por donde explotar sus virtudes- y las subidas de Nicolás Tagliafico, a los de Mauricio Pellegrino sólo les faltaba localizar a Juan Martín Lucero.

Pareció que el panorama podría cambiar a favor de Racing con la expulsión de Diego Rodríguez, que se ganó bien la tarjeta roja. Sin embargo, sucedió todo lo contrario: los anoche de azul jamás encontraron cómo aprovechar esa superioridad numérica e Independiente se envalentonó. Crecieron Jesús Méndez y Claudio Aquino, este último más volcado al medio, y se vio un lindo rato del que tenía 10.

En el último tramo de esa primera etapa mejoró el conjunto de Sava, aunque no le alcanzó más que para un tibio remate de Martínez tras un error en la salida roja. Demasiado poco para un equipo que gozó de un hombre más por casi 25 minutos.

En la segunda mitad no parecía que fuese a cambiar la tónica, pero apareció el Romero que había insinuado de a ratos en la etapa inicial y, con un pase perfecto, logró lo que todo Independiente no pudo: dejar un delantero cara a cara con el arquero. Noir definió con enorme clase y puso a los suyos arriba.

Independiente, aun perdiendo, no presionaba como al principio. Y era lógico: había hecho un gran desgaste físico. Aun así logró llegar a la igualdad, más que merecida, tras el centro de Tagliafico y el cabezazo de Lucero, que mostró 100% de efectividad. Y con todo lo que implica empatar con un hombre menos, poco le duró a Independiente, que vio cómo en un minuto se le escurrió el resultado como agua entre las manos.

Dos fallas defensivas puntuales lo hicieron posible, primero al perder a Lautaro Martínez, tras otro buen pase de Romero, y luego, con un pelotazo frontal de Valenzuela que ubicó a la última línea demasiado en línea, justamente, lo que permitió que Roger Martínez se escapara entre los centrales y definiera. Así quedó sentenciado el clásico, con otra alegría para Racing.

jueves, 28 de enero de 2016

Boca 0 - Estudiantes 2 - Copa de Oro Mar del Plata 2016

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CON SUPLENTES PERDIÓ 2-0 ANTE EL PINCHA, QUE GANÓ LA COPA DE ORO EN MAR DEL PLATA
Boca cayó otra vez y la copa fue para Estudiantes
El regreso de Gago no bastó para sonreír. Con goles de La Gata Fernández y de Umeres, los platenses le provocaron la tercera derrota consecutiva.
Pocos equipos del fútbol argentino, ahora y siempre, han sido tan prácticos como Estudiantes de La Plata. Nunca necesitó demasiado brillo el conjunto albirrojo para lograr grandes cosas. Así fue anoche, cuando logró un cómodo 2 a 0 ante Boca y se quedó con la Copa de Oro, el segundo triangular del verano, en una fresca noche marplatense. Lo hizo ante un equipo de la Ribera que mejoró en el ítem comportamiento, lo que al cabo -y junto al regreso de Fernando Gago- fue la nota saliente de un duelo típico de enero, que no deja demasiado para un análisis sustancioso.

Boca salió a la cancha mucho más calmo que en sus anteriores presentaciones. Intentando marcar el ritmo del partido desde la presión sobre la salida de Estudiantes, pero sin abusar de la intensidad, sin faltas y sin llegar a destiempo. Con Chávez, Pavón, Carrizo y Messidoro yendo a buscar rápidamente a los defensores de Estudiantes, Boca comenzó a encontrar los caminos a partir de la sociedad que armaron Pablo Pérez y Alexis Messidoro.

Aunque promisorio, le costó sostener ese tándem que, en base a precisión y toques de primera con pases cortos, había ilusionado a los hinchas que colmaron la popular y el 80% de las plateas del José María Minella. Desde ahí, y con las buenas proyecciones de Federico Carrizo, Boca pudo haber encontrado la ventaja, pero le faltó llegada. El ex Rosario Central, que retornó tras su paso por el fútbol mexicano, eso sí, demostró de a ratos por qué Rodolfo Arruabarrena no quería que se fuera el año pasado. Precisamente Carrizo, tras un centro de Pablo Pérez, metió un frentazo de frente que tapó espectacularmente Andújar.

Lo que le costó bastante a Boca fue el regreso al perder la pelota. Messidoro, con todo lo que promete cuando tiene la pelota en los pies, tiene alma y es enganche en su más profunda esencia, lo que se notó a la hora del retroceso. Por ahí, Estudiantes aprovechó con las trepadas del pibe Lucas Diarte y los arranques de Elías Umeres, que conformó una línea de tres mediapuntas por detrás de Carlos Auzqui, delantero que en el último tiempo se había acostumbrado a jugar como volante (y que volverá a hacerlo cuando se recupere de un esguince Lucas Viatri).

Sin merecerlo, Estudiantes encontró la ventaja en su primera aproximación al arco de Guillermo Sara, tras un mal pase de Pérez que puso a Andrés Cubas contra las cuerdas y una pérdida de pelota que dejó a los de Vivas con superioridad numérica. Hizo la más difícil, Estudiantes, pero le salió bien, porque el remate desde la puerta del área de la Gata Fernández -cuando todo hacía suponer que llegarían hasta abajo del arco- llevó una rosca perfecta. La asistencia de Auzqui tuvo mucha lucidez.

El segundo tiempo fue muy liviano y el partido casi se resolvió con ese error de Colazo, que sigue dejando claro por qué prefiere no jugar más como lateral izquierdo. A pesar de las entradas de Gago y Palacios, que llevaron a Boca a un 4-3-3 con el propio Gago, Cubas y Pérez en el triángulo central (esquema que Pintita conoce de la Selección), los del Vasco mejoraron algo, pero no lo suficiente. Por eso el trofeo se fue para el sector rojiblanco de La Plata. En La Boca, claro, las miradas apuntan a mejorar la imagen en el Superclásico del sábado en Mendoza, continuando con los desafíos de verano.


miércoles, 27 de enero de 2016

River 3 - San Lorenzo 2 - Copa Ciudad de Mar del Plata 2016

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DERROTÓ 3-2 A SAN LORENZO CON DOS GOLES DE DRIUSSI Y UNO DE MORA
River lo ganó con mucha reacción y contundencia
Estuvo dos veces abajo en el tanteador y lo dio vuelta en el comienzo de la segunda etapa. Así, Independiente se quedó con el primer torneo del año.
River festejó con los titulares ante Boca y ayer también lo hizo con el equipo alternativo frente a San Lorenzo. Algunos ratos de buen fútbol y de la voracidad ofensiva que pretende Gallardo lo llevaron a remontar dos desventajas y a ganarle 3 a 2 al equipo de Boedo. Desde Avellaneda, Independiente recibió el resultado con los brazos abiertos al quedarse con la Copa Ciudad de Mar del Plata.

Entre Marcelo Gallardo y Pablo Guede hubo un duelo de técnicos audaces, que por sobre todas las cosas priorizan la búsqueda ofensiva. Por eso se vio un desarrollo atractivo, en el que, más allá de algunas imprecisiones por parte de ambos equipos en el manejo de la pelota, siempre estaba latente la posibilidad de que ocurriera algo importante.

De hecho, no habían transcurrido diez minutos y el partido ya estaba 1 a 1. Golpeó primero San Lorenzo con aquella entrada en la que Enzo Kalinski le rompió el arco a Augusto Batalla. Kalinski volvió a jugar en su nueva posición de doble cinco adelantado, con la intención de tener mucho protagonismo en ataque. Jugando en ese puesto venía de hacerle tres goles a Morón en un amistoso. Parece haber encontrado una función que le cae muy bien.

River lo empató con una muy buena definición de Sebastián Driussi por encima del cuerpo de Sebastián Torrico, en una de las escasas oportunidades en las que el equipo encontró la profundidad que Gallardo pretende en ataque.

Fue un primer tiempo de mucha búsqueda de parte de los dos equipos y también de reiterados errores individuales en las zonas defensivas. Batalla debió esforzarse para taparle un mano a mano a Leandro Romagnoli después de un error de Camilo Mayada y le sacó al córner un cabezazo a Emmanuel Mas, tras de un tiro libre del Pipi. Del otro lado, Torrico alcanzó a desviar un disparo de Mora.

Al priorizar la búsqueda ofensiva, se dejaron muchos espacios libres en defensa, que no siempre fueron bien aprovechados por los delanteros. Los hombres de las dos últimas líneas debieron jugar con suma atención para no pagar seguido ante el modo en que quedaban parados los dos equipos durante el partido.

El conjunto de Guede logró ponerse arriba tras una pelota parada en la que Batalla le sacó un remate a Mas y Prósperi la empujó con el arco libre. Entonces, Gallardo, en su intento por ser más ofensivo, colocó a Nicolás Domingo como líbero entre Emanuel Mammana y Leandro Vega para que los laterales (Gabriel Mercado, que entró por Camilo Mayada, y Milton Casco) se sumaran a la mitad de la cancha. River lo dio vuelta en el arranque del segundo tiempo con presión, intensidad y dos muy buenas definiciones, la primera de Driussi y la segunda de Rodrigo Mora, tras un muy buen centro del ingresado Ignacio Fernández.

El complemento fue menos atractivo que el primer tiempo y, sobre el final, los dos técnicos probaron variantes. En River, Leonardo Ponzio entró como segundo central y en San Lorenzo, Guede puso a varios juveniles.


domingo, 24 de enero de 2016

Boca 0 - River 1 - Ida Copa Luis B. Nofal 2016

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EN MAR DEL PLATA, EL MILLONARIO GANÓ EL PRIMER SUPERCLÁSICO DEL 2016
El escándalo se volvió a adueñar del Superclásico
El partido se desvirtuó con cinco expulsados y una gresca que lo puso al borde de la suspensión en un clima violento. En el juego, River fue mejor.
Nadie ganará el Premio Nobel por descubrir que un Superclásico tiene una carga de temperatura más elevada que cualquier otro partido en la Argentina. Pero éste tuvo una particularidad: por momentos pareció que, con el pitazo inicial del árbitro, empezaba a jugarse en realidad el segundo tiempo que nunca se disputó en aquella vergonzosa noche del 14 de mayo de 2015 en la Bombonera.

Que River tenía la tranquilidad de la ventaja y mantuvo la intensidad en el juego. Y que Boca estaba obligado a guapear, a golpear, a correr sin sentido. Y como en los últimos cruces coperos hubo jugadores de River que pegaron sin ser sancionados, en Boca quizás entendieron que podían tener la misma cortesía arbitral.

Como correspondía (y como debió haber sucedido antes), no fue así: a los 9 minutos, Jonathan Silva se fue infantilmente expulsado por un planchazo a Gabriel Mercado. Ahí, el partido se desvirtuó. Y terminó en un escándalo en el que tuvieron responsabilidad los jugadores y un árbitro que flaqueó cuando todo parecía reencauzarse. ¿Qué sucede con Rodolfo Arruabarrena y la comunicación interna? El Vasco no logra calmar la ira de los jugadores. Se lo notó loco a Boca desde el inicio. Sólo en el primer tiempo cometió 17 faltas, cinco de ellas de Daniel Osvaldo, uno que venía con carga residual de aquella noche de mayo. La expulsión de Silva fue la crónica de un final anunciado. Luego de eso, hasta el propio Tévez entró en la locura.

Tévez, el mismo que después de caer ante Racing en el torneo pasado, en un juego en que a Boca le echaron a dos hombres, declaró a modo de reto que debían ser más inteligentes. Porque una roja tan temprano te cambia los planes. Porque Peruzzi cruza de banda; porque Meli debe pasar a defender; porque Lodeiro debe correr por todos lados; Tévez y Osvaldo quedan aislados. Del otro lado, Lucho, con espacio, muestra que es clase A; a Nacho Fernández no le pesa la camiseta de River; Ponzio se hace dueño de la mitad (en el segundo tiempo, Gallardo lo puso de líbero en una línea de 3) y Pisculichi, ese que jugó en un puesto raro -volante derecho- se quedó sin preocupaciones para marcar. Sin embargo, todo análisis queda pequeño.

En el segundo tiempo Boca bajó las revoluciones y River redujo también su intensidad. El partido se había relajado. Pero se caldeó otra vez con la roja de Peruzzi, exagerada. Ahí aparecieron guapos de ambos lados. Expulsado el Cata Díaz por insultar al árbitro después de que éste no sancionara un foul de Viudez en su contra. Y al final, el descontrol. Marcelo Gallardo también deberá reprocharle a Jonathan Maidana, uno de sus líderes, la falta de templanza que tuvo, en el final, al tirarle un cabezazo a Tévez (lo provocó por varios segundos) y dejar el partido al borde de una batalla campal.

Hubo un escenario de cuasi caos que puso el juego ahí de una suspensión. Gestos provocadores del Cata y Osvaldo a los hinchas de River. Pisculichi que, luego de ser reemplazado, saltó desde el banco al campo para repartir golpes, se fue expulsado y pedía a gritos que hicieran lo mismo con Meli... Imágenes patéticas de un fútbol que quiere recuperar partidos con hinchas de los dos equipos. Justamente, anoche, la violencia nació adentro y puso en riesgo a un clásico que tenía ambas parcialidades, las que se encendieron tras el escándalo adentro. Vergüenza, otra vez.

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