San Lorenzo 0 - Tigre 1 - Copa Argentina 2025
EN LA CANCHA DEL DEPORTIVO MORÓN, EL 'CICLÓN' PERDIÓ 1-0
San Lorenzo cometió un par de errores fatales y Tigre no perdonó
Un blooper entre Romaña y Herrera le facilitó el gol a Fértoli. Cuello, más tarde, se hizo echar y el Ciclón tuvo que jugar un tiempo con uno menos.
El Ciclón pagó caro dos errores no forzados en la etapa inicial. Justo cuando arreciaba sobre el arco de Tigre, una indecisión de dos de sus defensores le permitió a Fértoli conseguir la ventaja. Y en tiempo adicionado, Cuello cruzó abajo a Soto y Falcón Pérez -que había hecho la vista gorda en varias jugadas- le aplicó la segunda amarilla, muy a pesar de que la primera tarjeta había sido exagerada.
San Lorenzo arrancó con un 4-3-3 en el que Ayude pobló el medio con volantes centrales. Desde Perruzzi a Cecchini y Insaurralde, que fueron internos porque la idea del joven técnico era soltar a los laterales, especialmente a Herrera.
Tigre afrontó el partido con un 4-2-3-1 en el que Leyes y Santiago González -especialmente- equilibraron en la mitad de la cancha a un equipo con el sello de Dabove. No necesitó tanta posesión, más allá del buen manejo de sus mediocampistas, para inquietar a Gill.
Y cuando no había sucedido demasiado en el encuentro, con la excepción de una pelota parada que Cardona cabeceó con comodidad, pero sin puntería, llegó el gol de Tigre. Fue a partir de un pase largo del propio Cardona desde el fondo, Russo la bajó con el pecho y nada hacía prever semejante blooper entre Romaña y Herrera. El zaguero colombiano y el lateral nacido en Benavídez dudaron, ninguno despejó y Fértoli los durmió.
San Lorenzo no lo pudo empatar con un tiro de Cerutti en el palo. Y después, en un partido discutido, con algunos empujones y un árbitro que charló mucho, el partido se picó. Y Cuello, que ya estaba amonestado, dejó a San Lorenzo con diez hombres e incertidumbre.
Ayude no hizo variantes de salida y el equipo intentó maquillar la inferioridad numérica ocupando espacios más adelante. Pero la manta estuvo corta. Entonces, Tigre halló grandes huecos para contraatacar. De no ser por la capacidad de Romaña para ganar el duelo individual, Gill hubiera sufrido más.
Chaco Martínez perdió dos mano a mano. El primero, porque se demoró en definir cuando había ganado el cuerpo a cuerpo, pero el colombiano llegó a quitar con el último aliento. Después, recibió un centro rasante de Russo y el arquero paraguayo tapó abajo. No lo pudo definir Soto en el rebote.
San Lorenzo, que había mostrado una cara diferente en los últimos partidos, nunca pudo generar un circuito con sus volantes, mucho menos con diez hombres.
Entonces, su entrenador buscó mayor peso ofensivo con el ingreso del pibe Branco Salinardi para sumarse a Vombergar. Dabove contestó con otro mediocampista, Simón Rivero, en lugar de Martínez.
Y hubo más modificaciones para intentar conectar al Ciclón, por eso ingresó Reali y dejó la cancha Insaurralde. También, entraron Blas Armoa y Medina en el Matador. No obstante, el cambio más significativo fue la incorporación de Arias para apuntalar a Laso -que sacó todas- y Cardona atrás.
San Lorenzo no pudo resolver una de las pocas jugadas asociadas que gestó. Un pase de Reali, un centro de Báez y un cabezazo del chico Fabricio López, casi de palomita, que atrapó Zenobio. Después, buscó con amor propio y pocas ideas. No le alcanzó.