Belgrano 2 - Independiente 0 - Copa Argentina 2025
EL PIRATA GANÓ POR LOS GOLES DE JARA, DE CABEZA, Y ZELARAYÁN
Belgrano dio un golpe sobre la mesa y se da permiso para soñar
El equipo cordobés fue superior a un rival, cuyas individualidades no responden como en el primer semestre. Para Independiente fue una nueva decepción en un torneo que le es esquivo.
La actualidad de Independiente se puede analizar desde la lógica del huevo y la gallina. ¿Qué es lo primero, lo que más pesa en el mal -e inesperado- comienzo del semestre? ¿Cayó el nivel colectivo o son los jugadores los que están un par de escalones por debajo de lo que dieron en el inicio de año? Claro está que ambas cuestiones viajan de la mano, pero a juzgar por lo que se vio en Rosario no es caprichoso señalar que son las individualidades las que están más en deuda.
La lupa debe ponerse en los mejores de 2025: Kevin Lomónaco, Felipe Loyola y Luciano Cabral. De los tres, el chileno es el único que aún mantiene algo del semestre anterior mientras el central es el que luce más apagado. Ayer el experimentado atacante Franco Jara (37 años) lo volvió loco con su despliegue y además le ganó con muchísima facilidad en el tanto de Belgrano en el minuto final de la etapa inicial. Más: el defensor que fue citado por Lionel Scaloni en la última convocatoria perdió muchos balones en la conducción, uno de sus fuertes. Cabral fue de más a menos: comenzó de un gran modo en Independiente y se apagó de a poco con el correr de los duelos. Ante Belgrano jugó demasiado retrasado, aunque las mejores acciones del conjunto surgieron cuando el nacionalizado chileno tomó el lugar de volante central. Tal vez ahí se puede encontrar lo positivo de Independiente en la opaca etapa inicial: los mejores minutos asomaron cuando los del medio y los de arriba rotaron.
Belgrano se fue al entretiempo ganando porque estuvo mejor. Fue paciente para aguardar sus momentos a bordo de un 4-4-2. No se metieron atrás los conducidos por Ricardo Zielinski: estuvieron atentos para correr masivamente al ataque. Funcionó la conexión entre Lucas Zelarayán y Jara. El primero la puso abajo de la suela y manejó los tiempos; el delantero corrió por todo el frente del ataque y con la movilidad enloqueció a los centrales. Para muestra alcanza con analizar el tanto: el goleador la llevó de derecha a izquierda y fue a buscar al corazón del área mientras la jugada siguió por el sector opuesto. El centro de Gabriel Compagnucci fue perfecto y letal el cabezazo de Jara ante un dormido Lomónaco.
El complemento despertó algo de esperanza en Independiente porque el equipo cordobés se metió atrás para cuidar el resultado. Pero el juego no le fluyó al perdedor, que movió el balón con una demasiada lentitud. Tampoco se pudieron imponer por arriba los atacantes. Los centrales de Belgrano, Lisandro López y Mariano Troilo sacaron todo.
Y Belgrano se sintió a gusto con la dinámica del encuentro: se replegó y apostó a los contragolpes. Y en uno de varios ataques Zelarayán la tomó con total soledad en la posición de enganche y la clavó abajo desde 35 metros. Un golazo que hizo estéril la volada de Rodrigo Rey, ese arquero que antes salvaba hasta las imposibles y que ahora juega al ritmo del equipo.
Vaccari buscó con los cambios, pero no le pudo torcer el rumbo al juego. A los refuerzos les cuesta adaptarse al nuevo equipo y tal vez ahí hay otra explicación del momento de Independiente. Walter Mazzantti e Ignacio Pussetto no rinden como se esperaba.
Ganó el duro Belgrano y espera por Atlético Tucumán o Newell’s. Festejaron sus miles de hinchas que coparon esta ciudad porque se consideran con derecho a soñar. Y no está mal: dejaron en el camino a un grande y tiene jerarquía, experiencia y buen nivel.