Atlético Nacional (Colombia) 1 - River 1 - Copa Sudamericana 2014

IGUALÓ 1-1 CON ATLÉTICO NACIONAL EN MEDELLÍN, EN LA PRIMERA FINAL

River reaccionó a tiempo y la Copa le quedó a mano

Los colombianos se pusieron en ventaja y fueron mejores en el primer tiempo. Pero en el segundo, River volvió a ser ese equipo ofensivo. Lo empató Pisculichi y casi lo gana. La revancha, el miércoles, en Núñez.

Montado en un buen segundo tiempo, donde mejoró el palidísimo rendimiento de los 45 minutos iniciales, River redondeó un apetecible negocio rescatando un empate que le dejó abierta, de par en par, la puerta para ganar la próxima semana la Copa Sudamericana.

Fue un River desconocido. Varias producciones individuales por debajo de lo habitual (Vangioni, Funes Mori, Pisculichi y Carlos Sánchez), hicieron que el equipo conducido por Marcelo Gallardo perdiera claramente la primera etapa. Sin ignorar, claro, que Atlético Nacional jugó decididamente al ataque, con un titiritero como Cardona, el enganche, parecido en el toque de primera y las asistencias a aquel enorme conductor que fue Carlos El Pibe Valderrama.

River jugó los primeros 20/25 minutos con la misma agresividad, al borde del reglamento, que exhibió en la cancha de Boca, cuando rescató un trabajoso 0-0. Tres infracciones de Ponzio sobre Cardona, un planchazo de Pisculichi y la reiteración de faltas de Vangioni por quien anduviera por su sector, pusieron al trío al borde de la tarjeta amarilla, lo que hubiese dejado a Ponzio y Vangioni fuera de la revancha.

Si al comienzo pareció que los colombianos iban a perforar por el lateral de Mammana con la dupla Díaz-Copete, la realidad marcó que los locales martirizaron a Vangioni con la velocidad de Berrío y los precisos pelotazos de Cardona a espaldas del marcador de punta.

Después de que River dijera presente por primera vez en el área del arquero argentino Armani (jugó en Deportivo Merlo), cayó la apertura del marcador. Primero, un centro picante de Vangioni no fue alcanzado por la barrida de Teo Gutiérrez en el segundo palo. Dos minutos después, sensacional pase filtrado de Cardona y Berrío, tras acelerar con ventaja, definió con un derechazo que pasó cerca del hombro derecho de Barovero.

Mientras River no tenía juego ni poderío ofensivo, Atlético Nacional dispuso de tres chances netas para aumentar el marcador. Un cabezazo desviado de Bocanegra, otro balazo de Berrío que bloqueó Barovero y un cabezazo de Copete que hizo recordar los viejos malos tiempos del moreno de Vélez.

Una cara diferente y mejor mostró River en el período complementario. Tanto fue así que en apenas cinco minutos tuvo dos oportunidades nítidas para alcanzar el empate. Armani tapó una aparición fantasmal de Sánchez -pase buenísimo de Gutiérrez- y nuevamente el arquero dijo presente desviando un tiro libre de Pisculichi.

Atlético Nacional, sin la confianza ni la posesión de aquel lapso inicial, respondió con un cabezazo de Pérez en el travesaño. Pero River tenía otra postura y lo empató. El disparo lejano de Pisculichi -el héroe en la eliminación de Bocacontó con una flojísima respuesta de Armani y la pelota se metió pegadita a un palo.

Junto con el empate, el mérito riverplatense fue la capacidad para recuperarse en el juego y el resultado. Sin olvidar que con Funes Mori, de cabeza, y Cavenaghi, de derecha, anduvo cerca de la epopeya.

Con Solari en cancha para agredir el 4-4-2 que finalmente eligió el entrenador Osorio, el refresco de Cavenaghi por el extenuado Mora y el tan esperado regreso de Kranevitter para sostener el aguante en la mitad de la cancha, River pasó anoche por Medellín convencido de que en Núñez abrazará la Copa Sudamericana.