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sábado, 31 de enero de 2015

Boca vs. River - Copa Luis B. Nofal 2015

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TORNEO DE VERANO, COPA LUIS B. NOFAL 2015
BOCA - RIVER
La revancha
Después del triunfo del equipo de Arruabarrena en Mar del Plata, hoy se vuelven a enfrentar en Mendoza y los de Gallardo quieren recuperarse.
Como una metáfora de la rivalidad que los separa, los planteles de Boca y de River llegaron ayer a la tardecita a Mendoza con una hora de diferencia. Podrían haber viajado en el mismo vuelo, pero prefirieron hacerlo cada uno por su lado: River llegó a las 19.10 y Boca, a las 19.35. Hubo euforia en el hotel Esplendor, en el departamento de Maipú, a unos 20 kilómetros del centro de esta ciudad, donde quedaron alojados Rodolfo Arruabarrena y sus dirigidos. Y también hubo mucho calor popular sobre la avenida Belgrano al 1.400, en la puerta del céntrico hotel Diplomatic, el búnker del equipo que conduce Marcelo Gallardo. El Superclásico es un acontecimiento que atrapa, se juegue por los puntos o en el marco de los amistosos de verano. Por eso hay tanta expectativa en la previa y por eso habrá un operativo de seguridad con 1.100 policías. Por eso el Malvinas Argentinas estará colmado cuando, a las 22.10, Diego Abal marque el arranque del segundo duelo del año entre los equipos más convocantes del país. Si hay empate, la definición será por penales.

Con una formación en la que hay muchos suplentes pero también nombres fuertes como los de Daniel Díaz, Fernando Gago, Emmanuel Gigliotti y Andrés Chávez, Boca irá por una alegría similar a la que vivió en Mar del Plata el sábado, cuando con el gol del juvenil Franco Cristaldo le puso fin a la racha de ocho Superclásicos sin triunfos. Y River, que volverá a jugar con sus titulares, buscará la revancha ante su principal adversario a sólo seis días del arranque de sus compromisos oficiales: el viernes recibirá a San Lorenzo en el choque de ida de la Recopa Sudamericana.

El Superclásico estuvo en duda hasta el miércoles a la medianoche. Boca había anunciado que no se iba a presentar si tenía que jugar un repechaje con Independiente del Valle de Ecuador para ingresar a la fase de grupos de la Copa Libertadores. Pero le ganó a Vélez el encuentro de la discordia y no bien finalizó el juego se ahuyentaron los temores y la bronca contenida de los organizadores y sobrevino el alivio para los más de 40 mil hinchas que ya habían comprado sus entradas. Habrá, entonces, un nuevo duelo entre los dos más grandes, con todo lo que eso significa. Y Boca llega con mejor humor, algo más relajado por haber ganado el primer choque entre ellos y por su clasificación a la Libertadores, ese objeto de deseo que comparte con River.

Suelen decirlo los propios futbolistas, se percibe en esos cantos desafiantes que cruza un grupo de hinchas de River recién llegados desde Buenos Aires cuando de pronto se encuentra con otro de Boca en plena plaza Independencia, la principal de aquí: cuando esas camisetas están frente a frente, al rótulo de amistoso se lo devora la pasión, lo erosiona ese particular deseo que tienen ambos de quedarse con la victoria más deseada.

Prueba de ello fue lo que ocurrió en Mar del Plata, donde animaron un Superclásico caliente que terminó con tres expulsados: Andrés Cubas por el lado de Boca; y Leonel Vangioni y Jonatan Maidana por el de River. Vangioni lesionó a Cristian Pavón, quien deberá estar dos meses y medio afuera de las canchas, lo que generó algunos entredichos entre dirigentes de ambos clubes y también algunas repercusiones en los planteles, que -claro- cerraron filas con sus compañeros.

Al igual que en Mar del Plata, Boca no saldrá con su equipo ideal. Pero entre los once estarán el Cata Díaz y Gago como nombres excluyentes. También jugarán Gigliotti y Chávez. Además, presentará el debut de Marco Torsiglieri con la camiseta azul y amarilla, y el estreno en el ciclo de Arruabarrena de dos que regresaron al club: Fabián Monzón y Sebastián Palacios.

A la espera de mejorar la desteñida imagen que mostró cerquita del mar, River tratará de que las montañas de esta ciudad lo conduzcan a una versión parecida a la que el año pasado lo llevó a ser el equipo más elogiado de todos. Gabriel Mercado se recuperó del golpe que recibió de parte de Pablo Pérez en Mar del Plata y será titular. La única duda que tiene Gallardo está en el mediocampo y es entre dos uruguayos: Camilo Mayada (ayer estuvo entre los titulares) y Carlos Sánchez (regresó a Buenos Aires al mediodía desde México y no estuvo en los últimos dos entrenamientos).

Los condimentos de siempre -un contorno sonoro y festivo- están garantizados. Como para empezar, no es poco.

Estudiantes 3 (4) - Gimnasia 3 (3) - Copa Ciudad de La Plata 2015

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EL CLÁSICO FUE VIBRANTE
Estudiantes empató al final y pudo festejar en los penales
El equipo de Pellegrino remontó un 3-2 con un jugador menos por la expulsión de Pereira. Navarro atajó un penal.
En el mejor partido del verano, Gimnasia y Estudiantes regalaron un partidazo que terminó con un empate agónico del Pincha: en el último minuto Diego Vera anticipó a Yair Bonín y le sacó la victoria al Lobo, cuando ya todo era festejo y alegría tripera. Después, en los penales, Estudiantes se impuso por 4-3.

Fue un clásico atípico. Tal vez muchos esperaron que el trámite del partido se parezca a aquellos tres duelos (dos por Copa Sudamericana y uno por el torneo local) que jugaron el semestre pasado en muy pocos días. Nada de eso. No hubo miedos en la noche de Mar del Plata y apareció el fútbol. No fue un choque trabado, luchado, con pocas situaciones, como suelen ser este y casi todos los clásicos, sino todo lo contrario.

La apuesta de Gimnasia fue clave. El elenco dirigido por Pedro Troglio salió a ahogar a Estudiantes: presionó bien arriba -equipo compacto y corto- y fue a disputar la tenencia de la pelota. Y rápido se encontró festejando. Oliver Benítez mandó un pelotazo largo desde la mitad de la cancha y Maximiliano Meza aprovechó la distracción de Schunke y Desábato y marcó el 1 a 0 parcial. Sorprendió el Lobo con ese arranque.

No se replegó Gimnasia con la victoria momentánea; entonces, el partido se hizo emotivo. Porque Estudiantes, herido en el orgullo, fue a buscar el empate con más ganas que juego. Tiene dos delantero el Pincha que son una tentación al pelotazo. Vera y Carrillo las pelean todas y generan de la nada situaciones. Igual, desde las manos de Alvaro Pereira -que ayer debutó- vinieron las más claras. De un lateral, luego de varios rebotes, Diego Vera ensayó una chilena que chocó con el travesaño. De otro lateral de Pereira, Facundo Oreja despejó para el medio del área y Carlos Auzqui definió para el 1-1.

Con la igualdad, llegó el golpe por golpe. Y no se habla de juego brusco: fue un duelo limpio ( la única mancha fue que la barra de Gimnasia expuso banderas de Estudiantes y provocó con cánticos). Ni Estudiantes ni Gimnasia se replegaron: se animaron a atacar. En el final de la primera parte, Schunke le cometió un penal infantil a Barsottini que Licht cambió por gol.

En el segundo tiempo, Meza marcó el tercero después de otro error de los centrales, que quedaron en ridículo tras un gran amague de Vegetti. Parecía partido cerrado. Pero Acosta descontó luego de un gran pase de Damonte. La expulsión de Pereira agrandó la sensación de duelo terminado. Pero Vera tenía la última palabra.


Definición por tiros desde el punto penal: Estudiantes 4 (convirtieron Guido Carrillo, Sebastián Prediger, Matías Aguirregaray e Israel Damonte; Luciano Acosta estrelló su tiro en el travesaño); Gimnasia 3 (anotaron Maximiliano Meza, Nicolás Mazzola y Álvaro Fernández; Hilario Navarro atajó el remate de Lucas Licht; Pablo Vegetti desvió su penal).

viernes, 30 de enero de 2015

Godoy Cruz 0 - San Lorenzo 1 - Copa Amistad Provincia de Mendoza 2015

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EL DEFENSOR QUE LLEGÓ COMO REFUERZO SELLÓ LA VICTORIA POR 1 A 0 ANTE GODOY CRUZ, EN MENDOZA
San Lorenzo disimuló la falta de juego con el grito de Caruzzo
Levantó un trofeo bien amistoso, pero a la idea de atacar más le faltó elaboración y también condimento en el área.
En la tierra del vino, San Lorenzo se llevó una nueva victoria de pretemporada, pero lejos estuvo de emborracharse de fútbol. El apretado calendario argentino no da demasiado tiempo para acomodarse a ningún equipo. Por eso la puesta a punto debe ser más rápida que lo habitual. San Lorenzo puede dar fe de ello: una semana antes de su primer compromiso oficial mostró en Mendoza y con su equipo titular, un rendimiento con bastante por mejorar. Ganó porque Matías Caruzzo, el refuerzo que mejor anduvo, pescó una pelota en el área y de cabeza la mandó al gol. Pero a la idea más audaz en comparación con el semestre anterior, todavía le faltan precisión, profundidad y rodaje.

El nuevo San Lorenzo no funcionó en el primer tiempo. El 4-2-3-1 más ambicioso que reemplazó al 4-1-4-1 no entregó buenas señales. El partido ante Godoy Cruz fue un banco de pruebas antes del primer desafío grande del año, que tendrá a River como exigente contrincante, con la Recopa en juego. Pensando en ese partido del 6 de febrero en el Monumental, Bauza le reintegró la titularidad a Leandro Romagnoli y le puso como laderos a Gonzalo Verón y Pablo Barrientos. Pero igual le faltó fútbol a San Lorenzo. Martín Cauteruccio puede dar fe de ello ya que, aislado y sin movilidad, pasó desapercibido.

La apuesta por el nuevo esquema del entrenador azulgrana tuvo bastantes falencias ante un rival de menor jerarquía. Sin embargo, supo San Lorenzo arreglárselas para complicarlo. Es cierto que Godoy Cruz le cerró todos los caminos, amontonando futbolistas para proteger a su arquero. Cinco defensores muy cerca de cuatro mediocampistas fueron obstáculos que los visitantes no pudieron superar nunca en la primera etapa.

Caruzzo no fue demasiado exigido, pero mostró solidez y categoría como para ser titular. Para el entrenador, es la pareja ideal de Mauro Cetto, pero esté o no el ex Central en cancha, el goleador de anoche comenzó a hacerse un lugar.

Y si bien Godoy Cruz no molestó demasiado a Torrico, con poco le alcanzó para desnudar algunos problemas defensivos de San Lorenzo. Barrientos y Verón no ayudaban a los laterales, que quedaban en desventaja numérica.

Mussis y Blanco, dos refuerzos, no lograron cambiar la cara de San Lorenzo en el complemento. El ex Gimnasia se paró como mediocampista por la derecha y no pudo imponer su dinámica. Mientras que el ex Lanús tuvo poco contacto con la pelota, aunque pudo hilvanar una linda jugada que derivó en el corner por el que festejó Caruzzo en su debut. Es más, también Blanco pateó ese tiro de esquina que también fue peinado por Mas.

Los de Bauza siguen en formación, lejos del ideal que puede pretender su técnico. San Lorenzo no tendrá demasiado tiempo para ponerse a punto: ya se verá las caras el 6 de febrero ante un River que llega algo más afilado. Esa será una prueba de fuego para este equipo que buscará defender su corona en la Libertadores y que tendrá en ese ida y vuelta caliente la posibilidad de sumar otro trofeo internacional. La primera gran meta de 2015.

jueves, 29 de enero de 2015

Boca 1 - Vélez 0 - Desempate Copa Libertadores 2015

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DESEMPATE COPA LIBERTADORES 2015
Boca, en la Copa; Vélez, con las manos vacías
El equipo de Arruabarrena entró en la fase de grupos con el gol que hizo Colazo desde fuera del área en el primer tiempo. Estudiantes, al repechaje.
Dicen que en la última noche en Mar del Plata hay que besar o besar. Eso cuentan los pibes, que después de la previa apuntan las flechas de un Cupido urgente a los boliches de la costa. Y Boca, que de amores continentales sabe y mucho, se fue de La Feliz con el gusto de los que pueden contar hazañas frescas en el viaje de vuelta. Así, ganó la mina deseada ante un Vélez de ocasión. Boca, al cabo, ganó, gustó y besó.

“La intensidad no se negocia”, reza una de las máximas de Arruabarrena. Y ayer, en la noche marplatense, Boca le hizo honor a su DT. Con la misma presión alta con la que salió a jugar ante River en el primer Superclásico de 2015, el conjunto del Vasco buscó comerse a su rival desde el arranque, con un Juan Manuel Martínez que arrancó el partido con toda la energía propia de una larga inactividad (no jugaba desde noviembre del año pasado, cuando fue lesionado por Leonel Vangioni). Boca fue mejor que Vélez, más allá de que no haya podido trasladar esa superioridad en situaciones de peligro.

Es que en la virtud de los dirigidos por Arruabarrena también radica un defecto: en el vértigo de presionar constantemente, se desordena demasiado y es desprolijo, a tal punto que le costó organizar sus ataques y hasta los primeros 30 minutos sólo tuvo una situación de peligro, en la que Sebastián Sosa le contuvo el remate a Jonathan Calleri. Eso sí, cuando Boca encontró la calma que tanto necesitaba, llegó a su objetivo: Nicolás Colazo se sumó al ataque y sacó un zurdazo soñado que se metió en el ángulo izquierdo de Sosa. Boca se acomodó con la ventaja, aunque el Burrito Martínez bajó su nivel. Fue en ese momento cuando aparecieron Carrizo y Calleri, uno por afuera y otro por el centro, para aportarle frescura al ataque.

¿Y Vélez? Más allá de las incorporaciones de Pellerano, Somoza y Pavone, se notó que le falta jerarquía y solidez al conjunto de Miguel Angel Russo, que contó con varios pibes, sin tanto rodaje. En este sentido, los de Liniers extrañaron -y mucho- a Lucas Pratto, recientemente transferido a Atlético Mineiro de Brasil. Es que para Vélez, el Oso no era sólo goles, sino también una idea de juego y una cuota de talento capaz de resolver un partido en una jugada. El dato ayuda a entender todo esto: en la primera etapa, Vélez apenas tuvo una chance clara de riesgo a su favor, pero el remate de Asad se estrelló en la base del palo.

El segundo tiempo fue algo parecido a un trámite para Boca, que terminó llevándose la victoria gracias a su experiencia y su oficio. Cuando su equipo más lo necesitaba, apareció Gago para aportar calma en el mediocampo, y también crecieron las figuras de Daniel Díaz y Burdisso, los dos defensores centrales, que más allá de algún desacople en el inicio del encuentro redondearon un buen partido. No pasó sobresaltos Boca en el complemento, aunque también es cierto que tampoco llevó demasiado peligro al arco de enfrente. Es que los de Arruabarrena se sienten más cómodos cuando les toca presionar que cuando deben administrar el juego. Vélez, en tanto, mejoró un poco con el ingreso de Cáseres, que le aportó cambio de ritmo al ataque, pero sin demasiada relevancia.

Boca logró ese beso deseado en la noche de Mar del Plata. Y ahora tiene la Copa Libertadores para enamorarse.

miércoles, 28 de enero de 2015

River 4 - Independiente 0 - Copa de Oro Mar del Plata 2015

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TORNEO DE VERANO, COPA DE ORO MAR DEL PLATA 2015
River es campeón al golear a un tibio Independiente
Lo destrabó Cavenaghi en el primer tiempo y, ya con uno más, lo liquidó Mora en el arranque del segundo. Mayada y Pisculichi sellaron el 4-0.
No fue poco. El desenlace para River representó un entusiasmo sostenido por un par de datos: el primero, con el 4-0 frente a Independiente, consiguió su primera victoria en el fútbol de verano luego de cuatro partidos de tropiezos (dos empates y dos derrotas); segundo, de paso, consiguió un nuevo trofeo para sus vitrinas grandes: la Copa de Oro. Para Independiente quedó algo peor que la goleada: inquietudes de una actuación sin brillos.

No estuvo para nada mal ese primer tiempo bajo el cielo feliz de Mar del Plata. Sobre todo considerando el contexto: un fútbol de verano más proclive a las hostilidades y a los roces que a los encantos y a los goles (más allá de la agradable excepción de la goleada de Racing ante Boca, claro). Y en ese territorio River fue un poco mejor a partir del buen aporte de sus caras más nuevas, Mayada y Pity Martínez, siempre disponibles al momento de recibir la pelota, siempre dispuestos a ir a jugar mano a mano sobre las bandas. Con ese recurso, Gallardo consiguió -al permitirles a ellos arrancar sin posición fija- algo relevante: que los defensores de Independiente no tuvieran referencias para ofrecer marca estable.

De todos modos, también -de a ratos- fue valioso lo de Independiente. Al menos desde la idea. El equipo de Almirón tiene clara vocación ofensiva. Es, quizá, el equipo del fútbol argentino que más jugadores invierte en ataque. Esta vez, como algunas otras ocasiones no tan lejanas, falló allí donde se resuelven los partidos: justo frente al arco. Tuvo otra dificultad: Balanta fue implacable en la defensa rival.

River fue más práctico. Y en ese aspecto construyó buena parte de su victoria, edificada de buen modo a pesar de incluir varios suplentes en la formación inicial. Tuvo otra virtud fundamental: supo aprovechar las dificultades defensivas ajenas. En el primer gol, a los 21 minutos de la parte inaugural, Cavenaghi transformó un centro desde la derecha de Solari en el 1-0 luego de una pifia de Cuesta. En el segundo tanto, a los 8 del complemento, el ingresado Mora también aprovechó la falta de intensidad en la marca de Cuesta para definir de manera notable con un derechazo fortísimo.

Detalle curioso: Cuesta, uno de los mejores de Independiente en el último semestre, tuvo una actuación floja. Para colmo, Jesús Méndez terminó expulsado por un torpeza ante Pity Martínez, al final del primer tiempo. Dificultades que por los puntos no se pueden repetir... El tercer gol tiene una excusa: cuando Mayada definió estaba en off side. El cuarto, el de Pisculichi, fue apenas un atractivo decorado para la estadística.

Sin embargo, el balance tiene un alcance recortado por las circunstancias. Lo saben los dos técnicos. Por un lado, River probó alternativas; su prioridad es otra. Gallardo tiene en su horizonte cercano otros dos objetivos más relevantes: el último Superclásico del verano y, sobre todo, el desafío internacional de la Recopa Sudamericana ante San Lorenzo. Por el otro, Independiente -que incluyó su equipo de gala- estaba y está más preocupado en armar su nuevo rompecabezas que en derrotar a su rival de ocasión. Lo reconoce Almirón: lo más importante, el campeonato, comienza en febrero...

lunes, 26 de enero de 2015

Vélez 0 - Racing 1 - Copa Ciudad de Mar del Plata 2015

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LE GANÓ 1-0 A VÉLEZ, CON GOL DE ALVARADO, SE QUEDÓ CON EL PRIMER TÍTULO DEL AÑO
Racing empezó el 2015 con un festejo
Cocca puso a muchos suplentes, pensando en la triple competencia que tiene por delante. Y más allá del triunfo, el equipo mostró que tiene recambio, aunque el DT quiere refuerzos.
El ex defensor de San Lorenzo cabecea sin oposición y convierte el 1-0 definitivo. A Racing le alcanzaba con empate. Como pasó en los últimos dos veranos, Racing empezó sonriendo, con un festejo de verano que se repite por tercer año consecutivo. Pero este con un sabor distinto, con la felicidad que todavía se exhibe en los rostros de esos hinchas que aún festejan la obtención del último torneo del fútbol argentino. Y con las ilusiones multiplicadas de cara a un año con muchas cosas en juego.

Los últimos entrenamientos futbolísticos de Racing fueron exclusivamente con el equipo que plantó anoche. Diego Cocca les habló mucho a los jugadores que estuvieron ayer en la cancha, mayoría de suplentes, a excepción de Ezequiel Videla y Gastón Díaz. Fueron prácticas extensas en donde el entrenador vertió sus conceptos. La idea del técnico era meterle en la cabeza a estos jugadores que son tan indispensables como los titulares. Sucede que Cocca mira a futuro. Y en esa proyección aparece que Racing tendrá tres competiciones y que, para afrontarlas, por ahora el plantel es corto. Y los jugadores cumplieron las expectativas, más allá de que enfrente estaba un Vélez muletto. Jugó bien Racing, suelto, con la idea bien clara.

Uno de los pedidos más urgentes de Cocca es un mediocampista por derecha. En ese sector lo reconvirtió a Castillón, quien cumplió una buena tarea por ese lado. Tuvo unos 15 primeros minutos muy buenos, siendo vertical y muy ofensivo. Quizá le faltó que le convaliden el gol que hizo, dado que la pelota había entrado toda a pesar del desesperado rechazo del defensor de Vélez, Lautaro Gianetti. Racing decidió atacar por la derecha pero Marcos Acuña también tuvo sus aportes por la izquierda, mostrándose participativo y siempre peligroso con su pegada, una de sus mejores cualidades. De hecho, de un centro de él llegó el gol con un cabezazo de Pablo Alvarado.

El otro pedido de Cocca es un delantero de área, goleador. Brian Fernández, la única incoporación hasta el momento, y Facundo Castro cumplieron, aunque se nota que todavía les falta roce, especialmente a Castro. Los dos contaron con chances de convertir.

La idea de Cocca sigue siendo la de un 4-4-2, pero no tan retrasado como jugó en gran parte del torneo en el que fue campeón. Cocca busca que sus jugadores presionen más adelante y que traten de jugar. Y ayer se vio un equipo más parecido a lo que él pregona.

Vélez, por su parte, fue una sombra del que jugó contra Boca. Su cabeza está puesta en el otro partido con el xeneize, el del miércoles, que define el pasaje a la Libertadores. En ningún momento Vélez le puso en riesgo el cetro del verano a este Racing arrancó dulce el 2015.

domingo, 25 de enero de 2015

Boca 1 - River 0 - Copa Julio H. Grondona 2015

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TORNEO DE VERANO, COPA JULIO H. GRONDONA 2015
Boca fue mejor que River y se quedó con la primera alegría
Arruabarrena puso suplentes y dejó preocupado a River, que jugó con titulares. El gol: Cristaldo. Hubo tres expulsados y seis amonestados.
Hay una noche en todos los veranos, en la que el remador incansable se lleva la más linda. A veces pasa que el hombre no se da cuenta. Otras solo se trata de una logística vinculada al amor. Pero cuando el tipo está atento, en ese día especial ocurren pequeños milagros. Y el Boca suplente, que venía de punto ante el gran campeón, se dio cuenta que había que entregar todo para poder terminar la noche besando una pequeña alegría. Así, con la perseverancia y con mucha intensidad, Arruabarrena y compañía se llevaron el primer Superclásico del año y cortaron una racha de ocho partidos sin victorias ante el rival de toda la vida.

Boca salió a la cancha con un plan similar a aquel que había utilizado en el partido de vuelta por la semifinal de la Copa Sudamericana, en el estadio Monumental. Aquel día, el conjunto de Rodolfo Arruabarrena salió decidido a presionar a su rival y no dejarlo pensar, una idea que con el paso de los minutos se diluyó. Ayer, ante el mismo rival pero en un escenario distinto, Boca apeló a ese mismo libreto de presión asfixiante para contrarrestar a la posesión de River. Y le funcionó. El Vasco dejó en el banco de suplentes a Gonzalo Castellani, el relevo natural de Fernando Gago, y colocó en el mediocampo a Cubas, Pablo Pérez y Cristaldo, quienes le dieron dinámica a Boca. En esto también mucho tuvieron que ver Cristian Pavón y Federico Carrizo, los volantes externos, quienes aportaron velocidad y desequilibrio, y además ataron a los laterales de River.

Con mucha intensidad, los de Arruabarrena intentaron atacar permanentemente a su rival por los costados sin tener tanta elaboración en sus jugadas. Así, la consigna pareció que cada avance debía ser finalizado rápidamente, apostando a la rapidez de sus jugadores. Y el gol llegó así: Fuenzalida logró desbordar y envió el centro; la pelota la recibió -en posición adelantada- Carrizo, quien logró pasársela a Pablo Pérez. La secuencia derivó en el Negro Cristaldo, que definió para el 1-0.

Claro que toda esa intensidad mostrada por Boca tuvo un costado negativo: la gran cantidad de amonestaciones que vieron sus futbolistas (en los primeros 45 minutos Néstor Pitana le mostró la tarjeta amarilla a cuatro de sus jugadores). No resultó extraño, entonces, que en el complemento Andrés Cubas se fuera expulsado. Claro que su rival no se quedó atrás, y la pierna fuerte se hizo una constante durante los noventa minutos (Vangioni y Maidana también vieron la roja).

¿Y River? Caracterizado por su buen control de pelota, los dirigidos por Marcelo Gallardo se vieron superados por su rival. Kranevitter, el termómetro del mediocampo, no logró hacer pie y tampoco encontró ayuda en sus compañeros en ese sector, Carlos Sánchez y Ariel Rojas. Ante este panorama, el juego de River se limitó a pelotazos de alguno de sus defensores, en busca del error ajeno. Aún así, los de Núñez tuvieron su oportunidad, ayudados por la lentitud y algunas dudas de los centrales de Boca: tras un pelotazo de Kranevitter, Teófilo Gutiérrez envió el centro, que fue despejado entre Sara y Colazo. Luego, Pisculichi fue quien tuvo el gol, pero nuevamente el ex Atlético de Rafaela reaccionó a tiempo y achicó el disparo del volante.

En el complemento Boca sostuvo la tensión, aunque se notó que el ritmo bajó con respecto al del inició, producto del cansancio. Tuvo su chance River tras la expulsión de Cubas, cuando se vieron esos primeros síntomas de agotamiento, pero los de Núñez no pudieron llevarle peligro al arco de Sara. Los del se retrasaron en el campo, pero el trabajo ya estaba hecho. En la cálida noche marplatense, el Boca muletto tuvo su primera gran alegría del año.

sábado, 24 de enero de 2015

Boca vs. River - Copa Julio H. Grondona 2015

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TORNEO DE VERANO, COPA JULIO H. GRONDONA 2015
Superclásico de verano, pero bien condimentado
El Boca - River de hoy tiene poco de amistoso. Mientras Arruabarrena arriesga más poniendo suplentes, Gallardo incluye a todos los titulares.
Hace tiempo que el Superclásico de Mar del Plata dejó de ser un encuentro de mejillas rojas del sol de la tarde y aroma marítimo del pescado del puerto. La burbuja de modales hiperprofesionales que engloba al modo de vida del fútbol argentino ha convertido a un encuentro que antes era un amistoso cargado de apariciones en una granada a punto de explotar para el que caiga derrotado. Lo que en el pasado era un cúmulo de cargadas de carpa a carpa en el balneario se ha transformado en una resaca que puede hacer tambalear a cualquier protagonista. ¿Cómo llegan? ¿Qué se juegan? ¿Quiénes pueden pagar costos? Boca y River, mano a mano, de la arena de la playa al césped del José María Minella. Los dos van por todo.

¿Cómo llegan?
Los dos grandes rivales concurren al partido por caminos distintos de acuerdo a su actualidad reciente, pero con un dato que los consolida a corto plazo: Boca y River todavía no ganaron en el 2015. Claro, el conjunto de Marcelo Gallardo arriba a la nueva temporada como el flamante campeón de la Copa Sudamericana. Boca, por su parte, solamente miró festejos ajenos por televisión y todavía sale del duelo que le generaron las partidas de Juan Román Riquelme y de Carlos Bianchi.

¿Qué se juegan?
River se encuentra condicionado por la lectura previa de un medio que lo observa como un equipo “superior” al que su rival presentará hoy. Gallardo pondrá en la cancha a su formación ideal y no se guardará nada. Si River tuviera una cita internacional de importancia, el equipo sería el mismo que actuará en el Minella.

Boca, mientras tanto, pondrá sólo a un futbolista de la base titular de Arruabarrena, debido a que el miércoles debe enfrentarse a Vélez para evitar el repechaje de la Copa Libertadores. Por eso, Nicolás Colazo jugará en el lateral izquierdo, para no sacrificar al juvenil Juan Cruz Komar. El resto serán “opciones b”. El plan alternativo del conjunto del Vasco incluirá hasta a Guillermo Sara en el arco.

¿Quiénes pueden pagar costos?
Si River no funciona, los dardos apuntarán a la escasa actividad de su dirigencia en el mercado de pases actual. El entrenador y los futbolistas vienen en estado de gracia luego de la conquista de la Sudamericana.

En Boca, un mal resultado impondrá responsabilidades en la mochila del Vasco Arruabarrena, que decidió preservar a los titulares y que evitó así la presión de la dirigencia para poner lo mejor ante River. Claro, allí también se incurrirá en el mismo análisis que en el de la vereda de enfrente: los refuerzos se demoraron.

Desde que los clásicos de verano dejaron de ser amistosos para mutar en una suerte de encuestas a boca de urna sobre qué rumbo tomar en lo inmediato, las presiones circundantes a los 90 minutos de Boca y River se acrecentaron.

Allí, en el medio de las especulaciones, seguirá vivo el fútbol, como elemento inalterable de la esencia del amor por el deporte. Más de un siglo después de su primera edición, el Superclásico argentino sostiene su pertenencia y sus identidades. Claro, en el medio ha ganado un voltaje que por momentos parece excesivo.

Gallardo y Arruabarrena, D’Onofrio y Angelici, los titulares y los suplentes y una larga lista de amores y odios por todo el país estarán pendientes de lo que ocurra esta noche. Ya se juega.

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