Copa Copa Ciudad de Mar del Plata. Racing 2 - Independiente 1
VENCIO 2-1 A INDEPENDIENTE, QUE JUGO CON 10 JUGADORES DURANTE 72 MINUTOS POR LA EXPULSION DE MATHEU
Racing fue superior y tuvo su gran alegría del verano
Bieler y Cahais marcaron los goles del equipo de Vivas. El descuento lo hizo Federico González.
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Racing encontró en este verano de pretemporada razones para imaginar horizontes menos traumáticos que los de los últimos torneos. En Salta mostró indicios de mejoría y terminó invicto. Anoche, le ganó sin objeciones el clásico a Independiente y obtuvo la Copa Ciudad de Mar del Plata.Había sido entretenido aquel empate sin goles y con fútbol, en la inauguración del torneo de Salta. Racing había asomado como un equipo más ambicioso que en sus últimas apariciones públicas; Independiente casi se lo lleva en el segundo tiempo. La cita de anoche, ahora mudada al José María Minella de Mar del Plata, tenía el impulso de ese antecedente cercano y de otro detalle: Independiente ya se había consagrado como uno de los campeones del verano.
Por lo exhibido bajo el cielo marplatense, Racing tiene más motivos para el entusiasmo. Por el resultado, por el juego en alza y por los rasgos que pretende el entrenador y que ahora está comenzando a mostrar. El segundo gol fue un ejemplo valioso al respecto: fue de una jugada preparada ideada por Claudio Vivas. Corner, toque atrás para Juan Carlos Falcón, centro al segundo palo, cabezazo de Claudio Bieler y definición de Matías Cahais desde abajo del travesaño.
El primer gol, en tanto, retrató otra de las particularidades de este Racing: se reforzó muy bien; quizá mejor que los 19 rivales a los que enfrentará en el Clausura. La jugada la inició por la izquierda Lucas Licht (el ex Gimnasia llegó desde Getafe) y la culminó como buen rebotero Bieler (ex goleador de la increíble Liga de Quito).
Antes, había sucedido una jugada que condicionó el desarrollo del partido: a los 19 minutos fue expulsado Carlos Matheu por tirarle un puñetazo a Bieler. Desde entonces, el equipo de Américo Gallego perdió consistencia y permitió que Racing -con más constancia que brillo- lo superara.
Ya en el complemento, Independiente intentó jugar en campo rival, tener la pelota. Pero sólo lo consiguió de a ratos. En ese lapso, hubo un cambio peculiar: con dos goles abajo, Gallego puso al defensor Luciano Vella y sacó al creativo Patricio Rodríguez.
Mientras tanto, Racing cumplió con fidelidad uno de los principales mandamientos de Vivas: el orden. Y le agregó a eso otra ilusión: para jugar la última media hora ingresó el tercer refuerzo, Gabriel Hauche (ex Argentinos). Así consolidó su victoria, más allá del descuento de Federico González, a ocho del final. Y consiguió algo importante: la posibilidad de volver a creer.
