UNA SOCIEDAD EXITOSA
Ella es de River y él es de Boca, pero ganaron juntos
Desde Córdoba, Adriana Calvo tuvo el mejor equipo de la fecha, ayudada por su marido.
Con el condimento especial que le aportó el Superclásico a la fecha, las apuestas se multiplicaron en la previa como así también las cargadas posteriores al partido. No fue un fin de semana más para muchos de los argentinos. Y mucho menos lo fue para esta feliz pareja. Pues más allá de compartir el sentimiento por Talleres de Córdoba, al momento de enfrentarse River y Boca cada uno tuvo puesto su corazón en un equipo. Tanto es el fanatismo que la flamante ganadora de la fecha del Torneo Fantástico, Adriana Calvo, hubiese preferido que el destino le depare otra suerte.
“Una victoria de River es más valiosa que ganar el Gran DT”, reconoce, un tanto fastidiada y otro poco contenta. Y, entre risas, añade: “Además me tengo que bancar las cargadas de mi marido”.
Más allá de que su esposo Daniel le contagió la locura por el juego virtual y el amor por el equipo cordobés, él aún no puede creer que se haya adjudicado la jornada. “Al principio estaba contento, pero enseguida se enojó porque él nunca estuvo ni cerca.
Se despidió diciéndome que las mujeres no entendíamos nada de fútbol”, bromea. Pero nada de esto hubiera sido posible sin los concejos de Daniel. “Aunque el equipo lo administro yo, siempre me dice a que jugador sacar o poner. Así es que ya no sé a quien tengo o no”, confiesa.
A partir de las pequeñas diferencias y las grandes coincidencias, la vida se encargó de unirlos de una forma particular. “Nos conocimos por el Facebook.
Ambos trabajamos en Buenos Aires y Córdoba a la vez”, relata. Por eso, en una de sus tantos viajes a la provincia, Adriana se animó a conocerlo personalmente y desde allí son inseparables. De ahí, el particular nombre de su equipo: La porteñita de Tailleres . “Primero porque para la familia de él soy la porteñita. Y luego adapte el acento cordobés en una palabra”, explica.
Aunque la analista contable del Hospital Italiano admite que se chicanean permanentemente, también reconoce que ella es un poco más tranquila. A punto tal que, al momento de pensar en qué hacer con el premio de 15 mil pesos, Adriana adelanta que dejará en manos de su marido la tan importante decisión. “No quiero pensar en el porcentaje que le corresponde a cada uno por la ayuda que me dio. Más fácil es dárselo todo a él. Seguramente lo disfrutemos haciendo un viaje juntos”, se imagina.
