Argentina 0 - 0 Brasil
NO HUBO GOLES FRENTE A BRASIL, PERO SI APARECIERON SEÑALES PARA CONSTRUIR LO QUE VIENE
El empate le dejó algunos datos positivos a la Selección
Pudo definirlo al principio y perderlo al final. Martínez y Canteros, los mejores. El resto, no desentonó.
Esta Selección, la doméstica, armada con un mix de Vélez y Estudiantes, supo mantener el invicto de Sabella. Sin demasiadas ostentaciones, se las ingenió para combatir los peligros que representaba la exposición ante este Brasil de Neymar y Ronaldinho. Y lo hizo a pesar de las lesiones que sufrió en la previa y durante el partido. Sin obviar que para el futuro, nombres como los de Canteros y Juan Manuel Martínez disparan la sonrisa de la esperanza.La Selección no sólo pudo jugar de igual a igual en el comienzo del clásico sino que, con el pasar de los minutos, mostró una presencia ofensiva más picante de lo esperado. Desde el aporte de los que justamente tienen una buena actualidad en Vélez (el Burrito Martínez, Canteros, Zapata y Papa), el equipo nacional creó tres jugadas de alto riesgo en el arco Jefferson. Si no se puso en ventaja fue porque todas las situaciones de riesgo terminaron en los pies de Boselli, quien a la hora de festejar transita por un pobre momento en Estudiantes. Después, para cerrar una jornada negra, el delantero salió por lesión...
Primero, Martínez le puso un centro justo y Boselli, de volea y con zurda, la tiró por arriba. Un rato después, el tiro libre de Canteros aterrizó nuevamente en su zurda y el balón tampoco encontró el arco brasileño. Sobre el cuarto de hora, una penetración de Augusto Fernández terminó con un lanzamiento que el delantero no pudo empujar a la red. Brasil, en tanto, dependía exclusivamente de los encuentros de Neymar con Ronaldinho. Y el mayor susto en el arco de Orion sucedió sobre el minuto 12, cuando Neymar aprovechó una duda, gambeteó a Desábato, cruzó la asistencia y Leandro Damiao estrelló su disparo contra el palo de la mano izquierda de Orion.
Desde la claridad de Canteros y la explosión con desborde de Martínez, la Argentina fue superior en la primer tiempo. Se hizo dueña de la mitad de la cancha con un acierto táctico de Sabella: tal como sucede en Vélez, Zapata se cerró para hacer el doble cinco con Canteros y, de paso, abrió el espacio para que trepara Papa. Por el otro costado, Augusto Fernández cumplió satisfactoriamente el ida y vuelta para ser volante neto o colaborador en la ofensiva de acuerdo con las necesidades del conjunto.
Para el complemento hubo un detalle decisivo para los intereses del seleccionado argentino: se lesionó Martínez y en el minuto 13 fue reemplazado por Mouche. Además de ampliarse el karma de los contratiempos por problemas físicos (Verón y Riquelme, antes; Boselli y el Burrito, anoche), la Argentina se quedó sin peso a la hora de apuntar a Jefferson.
Un ratito después empezó el crecimiento de Brasil. Reapareció Ronaldinho en el partido, Neymar entregó un par de pinceladas de destreza técnica y así el equipo de Menezes se acercó bastante a la victoria. Como con esa extraordinaria marianela para algunos, bicicleta para otros (enganchó la pelota con los dos pies sobre la cabeza de Papa) y con un suave remate hizo rebotar el balón con un parante. Y enseguida, Orion se lució al desviar un tiro libre de Ronaldinho. A la hora de hacer los números, hubo un tiempo para cada uno, el empate no se discute y la definición del duelo quedó para la revancha, el próximo 28 en Belem.
