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Campeón del Torneo:
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MERCADO DE PASES - TORNEO CLAUSURA 2025

sábado, 25 de octubre de 2025

Independiente Rivadavia 0 (4) - River 0 (3) - Copa Argentina 2025

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EMPATARON 0-0 EN EL KEMPES, PERO LOS DE BERTI SE IMPUSIERON 4-3 EN LA SERIE
Independiente Rivadavia le dio otro duro golpe a River en los penales y jugará la final de la Copa Argentina
La lluvia fue protagonista y ninguno pudo romper el cero. En la definición, el arquero Centurión (ex River) le atajó a Borja; hubo dos tiros desviados y Villa lo definió para un triunfo histórico.
Ese bombazo bajo la lluvia de Sebastián Villa, ya en la madrugada del sábado, que rompe el arco de Armani en el último penal, se clava en el corazón de los hinchas de River, que insultaron a sus jugadores, y recrudece la crisis futbolística del equipo de Marcelo Gallardo. De los pies de un ex Boca y de las manos de un ex del club de Núñez, el arquero Ezequiel Centurión, que le atajó uno de los tiros a Borja, Independiente Rivadavia hizo historia y se metió por primera vez en la final de la Copa Argentina, en la que se enfrentará a Argentinos Juniors. Y, en consecuencia, hundió un poco más al Millonario.

Al menos en el primer tiempo, fue un partido atípico a lo que últimamente se ve en el fútbol argentino. Los dos equipos salieron a jugar y a intentar lastimarse. Eso hizo que el desarrollo se hiciera de ida y vuelta, con mucha velocidad.

Para que saliera de esa manera, mucho tuvo que ver la determinación de Alfredo Berti, quien plantó a Independiente Rivadavia no tan cerca de su arco y con la intención de pelearle la pelota a River. Dejó jugar el equipo mendocino y eso le permitió al equipo de Gallardo encontrar más espacios y contar con más tiempo para mover la pelota.

La otra intención del conjunto mendocino fue apostar a aprovechar los espacios a espaldas de los laterales o de Juan Portillo para -como se suponía- explotar la velocidad de Sebastián Villa. Las veces que el colombiano entró en juego hizo gala de su rapidez, pero no resolvió bien las jugadas.

River tenía contenido a los laterales por esa razón, aunque Acuña se proyectó un poco más que Montiel. Y cuando pudo se animó al arco. Como en esa acción en la que Centurión dio rebote a un remate del campeón del mundo y después Studer sacó en la línea el disparo de Nacho Fernández.

River pateó mucho. Sobre todo, desde afuera del área. Conocían a Centurión ya que surgió del Millonario y fue compañero de la mayoría de sus rivales y también dirigido por Gallardo. No es tan alto para ser arquero y los jugadores de rojo y blanco buscaron aprovecharlo.

Juanfer fue el que más pateó. Y uno de esos remates dio en el palo. El colombiano también fue de lo más activo en la primera parte. Jugó e hizo jugar. Pero no tuvo buen acompañamiento ya que a Nacho le costó y los delanteros no entraron en sintonía, sobre todo Sebastián Driussi, quien se lesionó otra vez y fue reemplazado en el primer tiempo por Facundo Colidio.

Independiente Rivadavia sintió el cansancio y quedó a merced de River, pero resistió hasta irse al descanso. Ya sobre el final de la primera parte, se largó una lluvia torrencial que llenó de charcos el campo de juego del Kempes y el segundo tiempo comenzó más de media hora después de lo estipulado. Y para que el partido pudiera seguir metieron aspiradoras y secadores.

Pero el complemento fue otro partido. El agua condicionó el desarrollo. Había zonas en las que no se podía transitar. Y la pelota se frenaba. A esa altura ya era jugar como se podía. No les quedó otra a los dos equipos que tirar la pelota hacia adelante y no arriesgar. En ese contexto, el estado del campo de juego favoreció más a Independiente Rivadavia por su estilo de juego más directo. River buscó juntar pases, pero le resultó difícil.

Villa fue uno de los que mejor interpretó el momento y con sus chispazos complicó al fondo de River y obligó a Portillo a salir a cruzar a los costados para hacer relevos y a Martínez Quarta a estar atento.

Borja estaba en la cancha desde el inicio del segundo tiempo, pero no pesaba. Gallardo volvió a mover el banco con piernas más frescas y metió a Meza y a Jaime (metió un planchazo que con VAR hubiera sido roja), por Juanfer y Nacho. El pibe, por la izquierda, generó desequilibrio, pero Colidio terminó mal varias jugadas. Lo tuvo Rivero con un cabezazo y dio en el travesaño. Y hubo otro de Galoppo en el descuento que sacó Centurión.

La larga noche cordobesa terminó en los penales. Y ahí River sucumbió de nuevo en un mano a mano en este segundo ciclo de Gallardo, que no sale a flote. Ahora, se quedó sin la posibilidad de un título y su clasificación a la Copa Libertadores está en riesgo.

viernes, 24 de octubre de 2025

Belgrano 1 - Argentinos 2 - Copa Argentina 2025

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ES SU PRIMERA VEZ EN LA DEFINICIÓN DE ESTE TORNEO
Argentinos ganó con justicia y se convirtió en el primer finalista
El equipo de Diez se lo dio vuelta a Belgrano. De todos modos se impuso con un penal inexistente a Lescano.
Argentinos es finalista de la Copa Argentina por primera vez en su historia y quedó en el umbral de volver a ganar un título después de 15 años (el último laurel en Primera fue el del Torneo Clausura 2010). El equipo de Nicolás Diez se lo dio vuelta a Belgrano por 2 a 1 en Central merecidamente porque fue muy superior en el complemento, aunque lo hizo con un penal polémico. Ahora espera por Independiente Rivadavia o River.

Todo estuvo en las manos o, mejor, en los pies de los creativos de cada lado. Porque el mediocampo se súper pobló por los esquemas muy similares que propusieron tanto Ricardo Zielinski como Nicolás Diez. Entonces a la pelota se le dificultó circular de una manera fluida para ver alguna jugada hilvanada, atractiva.

Cuando la domaron Lucas Zelarayán o Hernán López Muñoz se encendió la esperanza de ver algo diferente en una noche que no entregaba emociones. Y fue el 10 de Belgrano el que le impregnó su sello al partido. Venía por el medio levantando los brazos para recibir solo, pero nadie lo vio. El balón le cayó recién luego de un rechazo de la defensa. Él ya sabía todo lo que pasaría: decidió, la paró y sacó el bombazo que se desvió apenas en Diego Porcel y se transformó en un misil imposible para Sergio Romero. “No la vi”, se le leyeron los labios al ex arquero de Boca y la Selección. Golazo de otro partido.

Argentinos ganaba la posesión, pero Belgrano fue eficaz. Igual, López Muñoz fue por el empate que casi llegó antes del descanso por un tiro libre de Alan Lescano que le sacó pintura al travesaño.

El equipo de La Paternal subió un cambio en el complemento y presionó más. La pelota, al conjunto cordobés, le duró poco. El juego fue de argentinos, pero le faltó claridad en la zona de fuego.

Quién otro que López Muñoz podía aportar esa claridad dentro del área rival. El sobrino nieto de Diego Maradona llegó hasta abajo del arco para empujar un buen centro de Porcel tras una linda pared con Federico Fattori.

El envión no quedó en la igualdad. López Muñoz estuvo al borde del segundo, pero Thiago Cardozo le tapó una pelota a quemarropa.

Al fútbol de López Muñoz se le sumó el de Fattori con toques precisos y verticales, como el que le filtró a Francisco Álvarez. El central apareció de centrodelantero, pero definió desviado. Todo el segundo tiempo fue propiedad de Argentinos que hizo méritos de sobra para ganarlo en los 90 minutos.

Sin embargo, el desnivel llegó de una manera injusta porque el árbitro Yael Falcón Pérez cobró un penal inexistente a Lescano (no existió el agarrón y no hay VAR en la competencia como para corregir el fallo). Poco le importó a Tomás Molina que metió el 2 a 1 desde los 12 pasos con templanza y al otro lado de Cardozo.

viernes, 3 de octubre de 2025

Racing 0 - River 1 - Copa Argentina 2025

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EL EX DELANTERO ACADÉMICO FUE EL AUTOR DEL 1-0 DECISIVO ANTE UNA MULTITUD EN ROSARIO CENTRAL
Maxi Salas fue el héroe que River esperaba y Racing temía, en un clásico con un final muy caliente
El delantero cumplió con una “ley del ex” llena de morbo. Los hinchas de la Academia le gritaron “traidor”, los del Millonario lo ovacionaron. Y él marcó la diferencia en un partido picante.
“Este es el famoso River, el famoso River Plate”, retumba en el Gigante de Arroyito. El partido, que tuvo un final caliente, con empujones, insultos e invitaciones a pelear entre los jugadores, acaba de finalizar y lo ganó River. Y en medio de todos esos jugadores que saltan y disfrutan de una victoria reparadora, que le da al equipo de Marcelo Gallardo luz entre tanta oscuridad en las últimas semanas, está Maximiliano Salas, el héroe de la victoria millonaria. El que mandó a guardar la primera que tocó y se bancó toda la belicosidad de la gente de Racing por haber dejado a la Academia hace pocos meses e irse a River tras la ejecución de una cláusula millonaria.

“Para mí fue algo normal. Como dije, siempre estoy tranquilo. En las buenas y en las malas, mi tranquilidad nunca cambia. Nunca estuve nervioso”, expresó tras el partido en el que metió el gol del triunfo y agregó: “Era una final para nosotros. Había que jugarlo con mucha tranquilidad porque si entrábamos en el ritmo de ellos, que juegan muy bien, la íbamos a pasar mal”.

El tipo era el protagonista principal de este duelo entre River y Racing en el Gigante de Arroyito. Su pase le dio el título con el que portales y zócalos de programas de televisión deportivos se relamieron desde el momento en el que se supo que se enfrentarían en los cuartos de final de la Copa Argentina. “El partido del morbo”, se lo denominó. Y en Rosario no quedaron dudas de que hubo mucho morbo desde el principio.

Salas mandó la pelota a la red antes de los cinco minutos. Impactó con su zurda, de primera, el centro que le envió Facundo Colidio tras una jugada que se inició con un magnífico cambio de frente de Juanfer Quintero, que continuó con una buena descarga del rubio delantero y un pase excepcional de Acuña al vacío para que el ex Tigre vaya a buscarlo y ubique al hombre de la película.

Así, Salas cumplió con “la ley del ex”. Pero también evidenció su honor. Demostró caballerosidad al no gritar el gol. Y eso que tenía todo para tentarse. La metió de cara a los hinchas de River, sus compañeros fueron a abrazarlo y recién comenzaba el partido. Con lo que necesitaba, además, ese gol el equipo Millonario para desahogarse después de tanta malaria y empezar a creer en que la recuperación era posible. Y ni hablar con escuchar que media cancha, la parte celeste y blanca, le cante “borom bom bom, borom bom bom, el que no salta es un traidor”. O cuando le mostraron plata. Hasta le devolvió a un plateísta de Racing una zapatilla que le había tirado al comienzo del segundo tiempo.

Si bien el propio Salas le bajó los decibeles a este encuentro con sus declaraciones sin nada de explosivos y hasta se vio con su amigo Maravilla Martínez y compartió la foto en sus redes sociales hace unas semanas, para el delantero de 27 años era un partido muy especial.

Todos los ojos estarían puestos sobre él. Y la presión caía sobre sus espaldas después de su polémica salida de Racing, con el que ganó la Sudamericana y la Recopa y en el que brilló, para llegar a River tras ejecutar la cláusula de rescisión (de 8 millones de euros), y que desató un conflicto entre las dirigencias de ambos clubes.

Y todo eso se metió adentro del partido por más que Salas no haya querido. Y así lo exhibió al principio y al final cuando fue a saludar a sus ex compañeros y a Costas y su cuerpo técnico. Eso sí, no se olvidó de Diego Milito. “Se portó mal conmigo”, tiró. Y le agradeció “a Costas, a la dirigencia anterior y a la gente, que se portaron bien conmigo”.

Tras los más de 90 minutos jugados, ya que se agregaron 16 minutos de adición por el parate que provocó la barra de Racing al prender y tirar bengalas, lo que originó una gran humareda que quitaba visibilidad, la reacción de los futbolistas de Racing no fue la misma. Salas, que había salido de la cancha aplaudido por la gente de River en tiempo de descuento cuando lo reemplazó Lencina, se acercó a sus antiguos compañeros y uno de ellos lo sacó de la escena. Ahí mismo, Gallardo y “La Roca” Moreno, hombre de seguridad del plantel de River, lo apartaron para que no pasara a mayores la situación.

Y ahí se arma un tumulto del que participa Marcos Acuña, otro que vivió un partido especial por su pasado en Racing, y que fue castigado por los académicos al tomar la decisión de ir a River. El Huevo se robó protagonismo y antes de que se terminara el partido no quiso sacar un lateral dado que le tiraban botellas de plástico desde la platea que ocupaban los hinchas de Racing. Y tanto ahí como después de que finalizara el encuentro se trenzó con Balboa, quien lo escupió. El lateral campeón del mundo se puso loco y lo frenaron Pardo, defensor de Racing, y Gallardo. Luego, quedó frente a frente con Gonzalo Costas, uno de los hijos y ayudante del entrenador de Racing.

Las peleas se disiparon cuando se metieron en los vestuarios, primero los jugadores de Racing, y luego los de River que se quedaron festejando una victoria que se gestó en el mercado de pases. Es que la diferencia la hizo Maxi Salas.

jueves, 18 de septiembre de 2025

Newell's 1 - Belgrano 3 - Copa Argentina 2025

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EN SAN LUIS, EL PIRATA SE IMPUSO POR 3-1
Belgrano se lo dio vuelta a Newell's y le puso el broche al triunfo con un golazo
Jara cerró su gran noche y aseguró la clasificación de los cordobeses. Ahora, en semifinales, ante Argentinos.
Los doce toques consecutivos para el tercer gol de Belgrano, de Leonardo Jara, que selló el triunfo de Belgrano por 3-1 sobre Newell's y la clasificación a semifinales fueron una muestra elocuente de la superioridad del equipo cordobés sobre el rosarino en especial la parte final. Ahora, el Pirata, que por segunda vez quedó entre los cuatro mejores de la Copa Argentina -la anterior fue 2016 y perdió con Central 2-0-, se medirá con Argentinos Juniors.

Newell's sorprendió en el arranque del partido con un golazo de Charli (así lo tiene escrito en la camiseta) González, tras una buena combinación de pases de los veteranos Banega, Maroni y Pipa Benedetto. El delantero la controló con el muslo y definió desde la puerta del área grande. También fue un buen gol el empate Jara, que tiró una media chilena efectiva, aunque el balón se desvió apenas un defensor de La Lepra.

Desde el comienzo de la parte final, el equipo de Ricardo Zielinski empezó a ejercer una superioridad que se mantuvo hasta la terminación del encuentro. Literalmente, lo pasó por arriba. Lisandro López metió el segundo gol tras un rebote (antes hubo una buena salida de un tiro de esquina entre Zelarayán y González Metilli) y Jara convirtió el tercero luego de una gran jugada colectiva. Un resultado que pudo ser más amplio.

martes, 9 de septiembre de 2025

Argentinos 1 - Lanús 0 - Copa Argentina 2025

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EL GRANA EMPAREJÓ EN LA PRÓRROGA PERO NO LE ALCANZÓ PARA VULNERAR AL RUSO RODRÍGUEZ
Argentinos sacó la ventaja, aguantó hasta el final y es semifinalista
El equipo de La Paternal derrotó 1 a 0 a Lanús con un gol de cabeza de Molina y su rival saldrá del partido que el miércoles 17 jugarán Belgrano y Newell's.
Argentinos venció 1-0 a Lanús y se convirtió en el segundo semifinalista de la Copa Argentina y se enfrentará con el ganador de Belgrano - Newell's, que jugarán el miércoles 17. El único gol del partido lo marcó Tomás Molina, de cabeza, en el primer tiempo. El Bicho fue un justo ganador en un partido táctico, con mucho ritmo y buen juego.

El equipo de Nico Diez se pareció más en el primer tiempo al del primer semestre, el del Torneo Apertura, que al del actual Clausura, que tuvo actuaciones irregulares y después de siete fechas aún está fuera de la zona de clasificación y perdió terreno también en la clasificación a la Libertadores.

Fue el mejor de los dos en los primeros 45 minutos. Con una leve superioridad en la media hora inicial y una abrumadora diferencia en el último cuarto, cuando consiguió el último gol, un resultado corto por lo demostrado.

El Bicho busca ser protagonista, tener la pelota, recuperarla enseguida cuando la pierde y presionar fuerte. Y Lanús no pudo sostener ese ritmo, fue retrocediendo cada vez más y terminó tratando de meter alguna contra.

Mucho tuvo que ver en la mejoría Matías Giménez por un lado y la potencia de Tomás Molina por el otro. En tres minutos hubo tres chances de gol y a los 35, tras un centro de Lozano desde la derecha, finalmente Molina, con un gran cabezazo, estableció la diferencia.

No se conformó con el 1-0 el equipo de La Paternal y fue por más, para tratar de sacar una diferencia decisiva para empezar la segunda parte. Estuvo cerca, claro, pero Losada reaccionó muy bien ante una definición llovida de Giménez.

Lanús mejoró con el ingreso de Marcelino Moreno, quien empezó a asociarse con Aquino. Tuvo tres situaciones de gol y la más clara fue un remate cruzado de Salvio que se fue desviado. Después lo controló mejor y casi lo define de contraataque, aunque igual sufrió hasta el final.

viernes, 29 de agosto de 2025

Unión 0 (3) - River 0 (4) - Copa Argentina 2025

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DESVIÓ DOS PENALES
Armani se vistió otra vez de héroe en los penales y River jugará contra Racing en los cuartos de final
Como una semana atrás en la Libertadores, el Millonario no jugó bien y necesitó la definición desde los 12 pasos para clasificarse. Lo liquidó Montiel, como en Qatar, pero antes se lució el uno.
Como en el Mundial de Qatar, en Mendoza, todos los hinchas de River fueron Montiel. Así se habrán sentido cuando el lateral derecho se paró frente a la pelota para patear el último penal y definir la angustiosa serie por la que el equipo de Núñez dejó en el camino a Unión, después de empatar 0 a 0 en los 90 minutos, y avanzó a los cuartos de final, donde se enfrentará a Racing. Pero antes de ser Montiel, fueron Franco Armani.

El arquero fue una vez más determinante y por él, el conjunto de Marcelo Gallardo avanzó de ronda. El Pulpo atajó dos penales de manera espectacular y cambió la racha. Ya la semana pasada había sido héroe con Libertad y anoche lo confirmó en el Malvinas Argentinas. Ahora también ataja penales y ya no le falta nada.

River igual sigue sin convencer.

Y Gallardo debe seguir preocupado. Porque ese futuro con partidos bravos, al cual el Muñeco espera llegar con el equipo más atildado y armado, está cada vez más cerca.

Se asoman Palmeiras por la Copa Libertadores y Racing en la Copa Argentina y el conjunto de Núñez continúa sin estar presente, como pretende su entrenador.

Este River, que esta vez utilizó al inicio un esquema distinto al que solía usar desde los arranques (4-3-3) actuó con un 4-3-1-2, con Castaño, Enzo Pérez y Galoppo en el medio; Nacho Fernández como enganche y Salas y Driussi en el ataque.

Pero en la primera mitad, salvo en los minutos iniciales que tuvo intensidad e ímpetu, y un par de pases filtrados de Nacho Fernández a Salas, o una jugada en la que Driussi tardó en definir, a River le costó una enormidad generar juego. Tuvo la pelota, sí, pero navegó en la intrascendencia.

No solo fue responsabilidad de River, sino también del buen trabajo del doble cinco de Unión y de su defensa, que estuvo concentrada. El Tatengue esperó agazapado para tener su oportunidad y de contra intentó buscar sus chances. Hubo una jugada en la que salió limpio y encontró los espacios para terminar con Martínez en posición de ataque, pero su definición se fue apenas desviada.

Esa acción expuso lo mal que sale River a presionar, cómo queda a destiempo, y el flojo retroceso. Pero esos no fueron los únicos problemas del equipo de Núñez, que repitió los mismos viejos problemas. Estuvo impreciso y perdió varias pelotas en el medio, sobre todo en los pies de Castaño. A su vez, se suponía que Salas y Driussi podían ser letales, pero no se entendieron tanto en su primer partido juntos. El ex Racing igual tuvo la energía de siempre.

En el segundo tiempo, Unión estuvo más cerca al principio y casi festeja cuando se le escapó una pelota a Armani en un centro. Pero después se redimió el arquero sacándole un bombazo a Pittón.

River seguía sin reaccionar. Hasta que, al no poder por abajo buscó con centros y pateando desde afuera del área. Pero tampoco acertaba. Y Nacho se cayó, por lo que Gallardo mandó a la cancha a Juanfer Quintero, que en una de sus primeras intervenciones habilitó a Acuña, quien tiró el centro para que Montiel la empujara y terminó en el piso pidiendo penal.

En el último tramo, el partido se rompió. Tagliamonte le sacó el gol a Lencina y con una atajada de handball le sacó un cabezazo a Borja. Y del otro lado, Montiel puso el cuerpo para evitarlo en el suyo y Palavecino, solo, la tiró arriba. Se fueron a los penales. Y emergió la gran figura de Armani. Para que River festejara el pase a los cuartos de final de la Copa Argentina.

lunes, 4 de agosto de 2025

Racing 3 - Deportivo Riestra 0 - Copa Argentina 2025

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VERGARA, DE PENAL, BARBIERI, EN CONTRA, Y MURA ANOTARON
Racing demolió a Deportivo Riestra en media hora y demostró que quiere ir por todo
El equipo de Costas fue muy superior ante un adversario que jugó con diez durante 70 minutos. Ahora, instalado en cuartos de final, aguarda por el vencedor de la llave entre River y Unión.
Necesitaba dejar atrás las dos derrotas de local en el Torneo Clausura. También, un triunfo de alto impacto. Y aunque es cierto que le alcanzó con media hora para ganarle por demolición a Riestra, hay un logro importante detrás de esta tarde colmada de contundencia. Hacía una década que Racing no se clasificaba a los cuartos de final de la Copa Argentina. Entonces, el pasaje a la siguiente instancia tiene más valor. Con un plus, que se hace carne en las gargantas de la tribuna: se vienen Boca por el campeonato y Peñarol por la Libertadores. Y más allá en el horizonte, asoma River en este certamen vernáculo -primero debe superar a Unión, está claro- con la rivalidad recargada por el pase de Maximiliano Salas.

A pesar de las ilustres ausencias, ninguna de ellas brilló. Sus reemplazantes estuvieron a la altura. Desde Cambeses, que volvió a ser el dueño del arco por la lesión de Arias, hasta Elías Torres, un “9” que llegó desde Aldosivi y heredó la “22” de Milito, nada menos, y jugó por el suspendido Maravilla. Pardo se afirmó como líbero en lugar de Sosa, que partió desde el banco. Conechny, por la derecha, fue punzante hacia adentro, buscó el arco con su mejor perfil y siempre asistió al compañero. Almendra, confirmada su continuidad tras el coqueteo con Vélez, le aportó claridad. No cambió el esquema, pero sí la construcción del juego, más asociativo.

Y el partido se abrió rápido para la Academia. Cuando parecía que Riestra era una piedra en el zapato celeste y blanco, justo en la primera llegada a fondo, Rojas profundizó para Vergara y Miño lo cruzó a destiempo. Arasa no dudó y cobró el penal correspondiente. Y el colombiano resolvió con categoría. A partir de la ventaja, Racing explotó los espacios que dejó Riestra, algo inusual en el equipo del Bajo Flores. Y muchos más huecos quedaron tras la expulsión de Goitía, que disputó una pelota con los tapones de punta. Golpeó duro a Rojas y Arasa, en una tarde inspirada, le mostró la tarjeta roja.

La respuesta fue el segundo grito de Racing. Conechny abrió para Rojas, llegó el centro atrás, se pasó Torres y Barbieri la empujó contra su propio arco. Y fue un mazazo para Riestra, que aun con un hombre menos estaba a tiro del empate.

Por la exigua distancia en el marcador, claro. Futbolísticamente, Racing se hacía inalcanzable por su jerarquía. Y el tercer gol fue lapidario. Mura se encontró con un rechazo y sacudió una bomba de volea que se clavó en el ángulo. La cinematográfica volada de Arce le dio mayor espectacularidad.

Sí, en apenas treinta minutos, Racing cerró un partido que en la previa generaba alguna incomodidad por la disposición que suele tener Riestra. Sin embargo, Guillermo Benítez eligió desarmar la línea de cinco, agregó un delantero y buscó inquietar con intensidad, supremacía física y segundas pelotas. El plan se rompió en un santiamén.

El complemento fue muy parecido a un entrenamiento. Hubo un intento de reacción de Riestra, pero a los diez minutos Benítez decidió bajar la persiana y cuidar a sus titulares. Salieron el capitán Céliz, Jonathan Herrera y Antony Alonso. Costas esperó un ratito más. Recien empezó a refrescar al cuarto de hora, cuando ingresó Adrián Balboa en lugar de Vergara.

Con Riestra ocupando la cancha a lo ancho y apretado para no sufrir goles y Racing haciendo circular la pelota pasivamente, el partido cayó en un pozo descomunal.

Nada más pasó. Una guapeada de Obredor sin consecuencias para Cambeses y algunos centros con poco peligro. Céliz había dicho en la semana que Riestra “no le da importancia a la Copa Argentina”. Quedó muy claro, más allá del posterior maquillaje del club en un comunicado de prensa. Racing, en cambio, apuesta a tres frentes. Y va por todo.

San Martín de Tucumán 0 - River 3 - Copa Argentina 2025

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EL 'MILLONARIO' SE IMPUSO POR 3 A 0
River estuvo lejos de mostrar su mejor cara, pero le alcanzó con su jerarquía para eliminar a San Martín
Montiel metió un doblete y fue la figura de la noche en Santiago. Galoppo anotó el otro tanto para redondear la goleada ante los tucumanos. Ahora, en octavos de final, se medirá con Unión.
Por peso propio y por las grandes actuaciones de Facundo Colidio y de Gonzalo Montiel, River se impuso 3-0 ante San Martín de Tucumán, equipo que milita en la Primera Nacional, y ahora jugará ante Unión de Santa Fe en los octavos de final de la Copa Argentina.

En el horizonte inmediato de River aparece el duelo contra Libertad por ida de los octavos de final de la Copa Libertadores, que se jugará el jueves 14 en Paraguay. Así, todo lo que haga Marcelo Gallardo hasta ese día lo hará en virtud de ese juego. Por eso el entrenador optó por darle rodaje a los titulares ante San Martín. Las conclusiones, entonces, tienen que hacerse atendiendo ese objetivo. Y las cuestiones preocupantes terminaron siendo mayores que las positivas, más allá de la merecida victoria en Santiago del Estero.

Fue de más a menos River en la etapa inicial y Gallardo terminó con los dientes apretados para no cargar fuerte contra sus jugadores. Sucedió que en un lapso de dos minutos sus dirigidos no pararon de entregarles la pelota a los rivales en su propio campo. Eso, la falta de justeza en los pases, fue lo más negativo de la noche copera.

El juego tampoco fluyó ni subieron las individualidades. Facundo Colidio volvió a ser el mejor por varios cuerpos de ventaja: esta vez se centró un poco más partiendo desde la izquierda y con sus gambetas enloqueció a los defensores tucumanos. Con el pulgar para arriba continuaron Gonzalo Montiel, autor de un doblete, el primero de su carrera, y Marcos Acuña.

Los del mediocampo siguen sin aceitar sus movimientos y Enzo Pérez culmina corriendo para todos lados. El colombiano Kevin Castaño entró en una meseta y al paraguayo Matías Galarza Fonda -que creció en el complemento- le faltan partidos para adaptarse.

Gallardo podría apenas resaltar el regreso de Germán Pezzella, que lució un poco más firme que en otras oportunidades. El campeón del mundo en Qatar se metió por el lesionado Lucas Martínez Quarta y se impuso bastante en el juego aéreo, tal vez su mejor virtud. Fue él quien bajó la pelota para el gol de Montiel con el que acabó la etapa inicial. Al bahiense, de todos modos, todavía se lo nota muy mal con la pelota en los pies.

Fue especial el partido de Miguel Borja, a quien Gallardo le dio la chance de ser titular por las lesiones de Maximiliano Salas y de Sebastián Driussi y lo dejó todo el duelo para que se saque la mufa. Pero el colombiano atraviesa un mal momento: tuvo tres mano a mano contra Darío Sand y el arquero se impuso en todos. A favor del Colibrí es que se mostró con más ganas que en otras ocasiones.

Lo de San Martín fue digno hasta cuando pudo con el físico. Luego, River se impuso por la diferencia atlética y de jerarquía. Así y todo, metió y no permitió que el rival le genere situaciones claras.

También inquietó el conjunto de Mariano Campodónico en el inicio del segundo tiempo. Franco Armani le tapó dos a Jesús Soraire. Después, el Muñeco metió a Juanfer Quintero y se hizo dueño de la pelota. Pero ojo: siguió jugando mal.

Lo raro de los de Núñez fue que no golearon antes: la defensa de San Martín estaba muy abierta. Recién a los 25 minutos pudo festejar Giuliano Galoppo. Y sobre el final Montiel puso el 3-0 definitivo para decorar el resultado.

San Lorenzo 0 - Tigre 1 - Copa Argentina 2025

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EN LA CANCHA DEL DEPORTIVO MORÓN, EL 'CICLÓN' PERDIÓ 1-0
San Lorenzo cometió un par de errores fatales y Tigre no perdonó
Un blooper entre Romaña y Herrera le facilitó el gol a Fértoli. Cuello, más tarde, se hizo echar y el Ciclón tuvo que jugar un tiempo con uno menos.
La explosión de la multitud que llegó desde Victoria, justo en las vísperas del 123° aniversario del club, es un desahogo que hace tronar al Nuevo Francisco Urbano. Con los mismos colores, pero toda la bronca a flor de piel, los hinchas de la popular de enfrente se pierden en las bocas del túnel. Tigre se queda festejando porque ganó el duelo de Matadores y enfrentará a Independiente Rivadavia en los cuartos de final de la Copa Argentina. Y San Lorenzo, que había logrado mostrar una cara renovada a pesar de sus problemas financieros e institucionales, se fue eliminado y con la sensación de que dio un paso atrás. No sólo por el resultado.

El Ciclón pagó caro dos errores no forzados en la etapa inicial. Justo cuando arreciaba sobre el arco de Tigre, una indecisión de dos de sus defensores le permitió a Fértoli conseguir la ventaja. Y en tiempo adicionado, Cuello cruzó abajo a Soto y Falcón Pérez -que había hecho la vista gorda en varias jugadas- le aplicó la segunda amarilla, muy a pesar de que la primera tarjeta había sido exagerada.

San Lorenzo arrancó con un 4-3-3 en el que Ayude pobló el medio con volantes centrales. Desde Perruzzi a Cecchini y Insaurralde, que fueron internos porque la idea del joven técnico era soltar a los laterales, especialmente a Herrera.

Tigre afrontó el partido con un 4-2-3-1 en el que Leyes y Santiago González -especialmente- equilibraron en la mitad de la cancha a un equipo con el sello de Dabove. No necesitó tanta posesión, más allá del buen manejo de sus mediocampistas, para inquietar a Gill.

Y cuando no había sucedido demasiado en el encuentro, con la excepción de una pelota parada que Cardona cabeceó con comodidad, pero sin puntería, llegó el gol de Tigre. Fue a partir de un pase largo del propio Cardona desde el fondo, Russo la bajó con el pecho y nada hacía prever semejante blooper entre Romaña y Herrera. El zaguero colombiano y el lateral nacido en Benavídez dudaron, ninguno despejó y Fértoli los durmió.

San Lorenzo no lo pudo empatar con un tiro de Cerutti en el palo. Y después, en un partido discutido, con algunos empujones y un árbitro que charló mucho, el partido se picó. Y Cuello, que ya estaba amonestado, dejó a San Lorenzo con diez hombres e incertidumbre.

Ayude no hizo variantes de salida y el equipo intentó maquillar la inferioridad numérica ocupando espacios más adelante. Pero la manta estuvo corta. Entonces, Tigre halló grandes huecos para contraatacar. De no ser por la capacidad de Romaña para ganar el duelo individual, Gill hubiera sufrido más.

Chaco Martínez perdió dos mano a mano. El primero, porque se demoró en definir cuando había ganado el cuerpo a cuerpo, pero el colombiano llegó a quitar con el último aliento. Después, recibió un centro rasante de Russo y el arquero paraguayo tapó abajo. No lo pudo definir Soto en el rebote.

San Lorenzo, que había mostrado una cara diferente en los últimos partidos, nunca pudo generar un circuito con sus volantes, mucho menos con diez hombres.

Entonces, su entrenador buscó mayor peso ofensivo con el ingreso del pibe Branco Salinardi para sumarse a Vombergar. Dabove contestó con otro mediocampista, Simón Rivero, en lugar de Martínez.

Y hubo más modificaciones para intentar conectar al Ciclón, por eso ingresó Reali y dejó la cancha Insaurralde. También, entraron Blas Armoa y Medina en el Matador. No obstante, el cambio más significativo fue la incorporación de Arias para apuntalar a Laso -que sacó todas- y Cardona atrás.

San Lorenzo no pudo resolver una de las pocas jugadas asociadas que gestó. Un pase de Reali, un centro de Báez y un cabezazo del chico Fabricio López, casi de palomita, que atrapó Zenobio. Después, buscó con amor propio y pocas ideas. No le alcanzó.

Belgrano 2 - Independiente 0 - Copa Argentina 2025

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EL PIRATA GANÓ POR LOS GOLES DE JARA, DE CABEZA, Y ZELARAYÁN
Belgrano dio un golpe sobre la mesa y se da permiso para soñar
El equipo cordobés fue superior a un rival, cuyas individualidades no responden como en el primer semestre. Para Independiente fue una nueva decepción en un torneo que le es esquivo.
En dos de las tribunas del Gigante de Arroyito la fiesta se viste de celeste. Cantan y bailan los miles de Belgrano que llegaron hasta Rosario para observar la victoria por 2 a 0 que metió a su equipo en los cuartos de final de la Copa Argentina. Lo opuesto ocurre en las restantes tribunas, donde la tristeza de los miles de Avellaneda es de color roja. Y también la preocupación porque los dirigidos por Julio César Vaccari quedaron eliminados y porque marchan últimos en el torneo local. ¿Hay una crisis?

La actualidad de Independiente se puede analizar desde la lógica del huevo y la gallina. ¿Qué es lo primero, lo que más pesa en el mal -e inesperado- comienzo del semestre? ¿Cayó el nivel colectivo o son los jugadores los que están un par de escalones por debajo de lo que dieron en el inicio de año? Claro está que ambas cuestiones viajan de la mano, pero a juzgar por lo que se vio en Rosario no es caprichoso señalar que son las individualidades las que están más en deuda.

La lupa debe ponerse en los mejores de 2025: Kevin Lomónaco, Felipe Loyola y Luciano Cabral. De los tres, el chileno es el único que aún mantiene algo del semestre anterior mientras el central es el que luce más apagado. Ayer el experimentado atacante Franco Jara (37 años) lo volvió loco con su despliegue y además le ganó con muchísima facilidad en el tanto de Belgrano en el minuto final de la etapa inicial. Más: el defensor que fue citado por Lionel Scaloni en la última convocatoria perdió muchos balones en la conducción, uno de sus fuertes. Cabral fue de más a menos: comenzó de un gran modo en Independiente y se apagó de a poco con el correr de los duelos. Ante Belgrano jugó demasiado retrasado, aunque las mejores acciones del conjunto surgieron cuando el nacionalizado chileno tomó el lugar de volante central. Tal vez ahí se puede encontrar lo positivo de Independiente en la opaca etapa inicial: los mejores minutos asomaron cuando los del medio y los de arriba rotaron.

Belgrano se fue al entretiempo ganando porque estuvo mejor. Fue paciente para aguardar sus momentos a bordo de un 4-4-2. No se metieron atrás los conducidos por Ricardo Zielinski: estuvieron atentos para correr masivamente al ataque. Funcionó la conexión entre Lucas Zelarayán y Jara. El primero la puso abajo de la suela y manejó los tiempos; el delantero corrió por todo el frente del ataque y con la movilidad enloqueció a los centrales. Para muestra alcanza con analizar el tanto: el goleador la llevó de derecha a izquierda y fue a buscar al corazón del área mientras la jugada siguió por el sector opuesto. El centro de Gabriel Compagnucci fue perfecto y letal el cabezazo de Jara ante un dormido Lomónaco.

El complemento despertó algo de esperanza en Independiente porque el equipo cordobés se metió atrás para cuidar el resultado. Pero el juego no le fluyó al perdedor, que movió el balón con una demasiada lentitud. Tampoco se pudieron imponer por arriba los atacantes. Los centrales de Belgrano, Lisandro López y Mariano Troilo sacaron todo.

Y Belgrano se sintió a gusto con la dinámica del encuentro: se replegó y apostó a los contragolpes. Y en uno de varios ataques Zelarayán la tomó con total soledad en la posición de enganche y la clavó abajo desde 35 metros. Un golazo que hizo estéril la volada de Rodrigo Rey, ese arquero que antes salvaba hasta las imposibles y que ahora juega al ritmo del equipo.

Vaccari buscó con los cambios, pero no le pudo torcer el rumbo al juego. A los refuerzos les cuesta adaptarse al nuevo equipo y tal vez ahí hay otra explicación del momento de Independiente. Walter Mazzantti e Ignacio Pussetto no rinden como se esperaba.

Ganó el duro Belgrano y espera por Atlético Tucumán o Newell’s. Festejaron sus miles de hinchas que coparon esta ciudad porque se consideran con derecho a soñar. Y no está mal: dejaron en el camino a un grande y tiene jerarquía, experiencia y buen nivel.

jueves, 24 de julio de 2025

Boca 1 - Atlético Tucumán 2 - Copa Argentina 2025

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EL XENEIZE PERDIÓ 2 A 1 EN SANTIAGO DEL ESTERO, POR LOS 16AVOS DE FINAL
Boca perdió con Atlético Tucumán, quedó eliminado y dejó pasar una de las llaves para la entrada a la Libertadores
No supo resolver el planteo de los tucumanos, sufrió dos goles en momentos clave y descontó tarde. Para ir a la Copa debe ser campeón del Clausura o lograr la clasificación en la Tabla Anual.
El gol de Edinson Cavani, el que buscó durante 130 días, parece una cruel ironía del destino. A fin de cuentas, se trata del descuento en el final de un partido en el que Boca volvió a decepcionar. Atlético Tucumán lo eliminó de la Copa Argentina con una pelota parada y un contraataque letal para clasificarse a los octavos de final, donde espera Newell's. Fue otro mazazo en el tercer ciclo de Miguel Ángel Russo, que en seis partidos todavía no logró ganar y produjo dos papelones: el empate en el Mundial de Clubes ante Auckland City, un equipo formado por futbolistas amateurs, y ésta derrota prematura que igualó la dos peores rachas de su historia, la última en 2021, también con el último técnico campeón de la Libertadores en el banco. Entre el final del breve paso de Fernando Gago, el interinato exprés de Mariano Herrón y el desangelado comienzo del veterano entrenador, ya suma diez encuentros sin victorias.

No alcanzó con la presencia de Leandro Paredes. Tampoco con ese vendaval en el epílogo del primer tiempo. Boca tuvo la pelota, pero muy poco volumen de juego. Con la excepción de Miguel Ángel Merentiel, que se enchufó de a ratos y la osadía de Juan Ignacio Barinaga, aún con sus limitaciones, mostró una gran abulia. Y Atlético Tucumán, con apenas 26% de posesión, juego directo y efectividad, se quedó con un triunfo histórico.

Boca pareció despertarse a partir de Merentiel en el desenlace del primer tiempo. El uruguayo de Paysandú generó las situaciones más claras, pero Cavani volvió a fallar abajo del arco. Y tampoco pudo resolver Williams Alarcón en la única jugada en la que el equipo de Russo logró articular cuatro pases seguidos.

Matías Mansilla terminó siendo clave en ese momento. Primero, para tapar un remate de media distancia de Merentiel y recomponerse en el rebote ante la arremetida de Cavani. Después, para tapar otro disparo del capitán xeneize tras una asistencia del otro delantero charrúa. La última jugada del primer tiempo fue un remate de Alarcón por encima del travesaño.

Resultó un revulsivo en el desenlace de esos primeros cuarenta y cinco minutos que le costaron demasiado a Boca. Sobre todo, desde la construcción del juego. Paredes garantizaba una salida prolija, pero si sus compañeros no se muestran, milagros no puede hacer. Además, Atlético Tucumán organizó una red de contención con sus volantes que cerró los caminos.

El Decano plantó una línea de cinco atrás, tres mediocampistas combativos y dos centro atacantes. Quedó algo largo hasta que empezó a asfixiar en la salida. No obstante, tuvo muchos problemas para llegar al arco de Agustín Marchesín. La más clara fue un cambio de frente de Adrián Sánchez que Ignacio Galván controló con dificultad y cuando buscó rematar cruzado con la pierna izquierda, llegó justo Juan Ignacio Barinaga para cruzar con vehemencia.

Boca se mostró lento, con un traslado intrascendente de la pelota hasta que rompió Barinaga con un pelotazo que Cavani hubiera definido con categoría en su época dorada, pero eligió se quedó a mitad de camino entre pincharla por encima de Mansilla o abastecer a un compañero. Terminó en un montón de nada.

Alan Velasco fue el único que buscó desequilibrar con la gambeta, suelto en tres cuartos. Con dos enganches y un tiro de media distancia generó una posibilidad sobre la media hora. La única hasta ese final vertiginoso.

Boca no tuvo sorpresa y mucho tuvo que ver el nivel de sus laterales. Barinaga fue más punzante que Frank Fabra, a quien Russo le dio un plus de confianza por encima de Lautaro Blanco. Sin embargo, el colombiano no terminó una bien. Por la derecha, en cambio, el rosarino tuvo más desborde, pero los centrales tucumanos estuvieron muy firmes.

El partido fue muy flojo con un arbitraje permisivo. Hernán Mastrángelo no amonestó a Leandro Díaz por un codazo en la nuca de Barinaga apenas comenzó el partido y tampoco a Paredes, que le clavó los botines a Mateo Coronel. No había VAR, pero la jugada del campeón del mundo fue muy subida de tono.

En el complemento, Boca tuvo una chance muy clara producto de un centro de Barinaga que se cerró y pegó en el travesaño. Hasta que llegó un tiro de esquina, ejecutó Lautaro Godoy, la bajó Díaz entre Paredes y Marco Pellegrino, y el paraguayo Clever Ferreira la empujó con el arco en soledad.

Russo movió el banco. Entraron Blanco y Aguirre. Se armó el 4-3-3, pero de un lateral de Barinaga, llegó un contragolpe letal que armó Mateo Bajamich, que le cambió la cara al ataque tucumano, se le fue larga a Díaz, pero el propio Bajamich aprovechó el rebote de Marchesín y marcó el segundo.

Lo que siguió fue un desesperado Boca, lanzando centros. Lo perdió Cavani increíblemente. Mansilla tapó un remate esquinado de Paredes. El postergado grito del uruguayo llegó tarde. Entonces, festejó el Decano. Boca está en el abismo. Quedó afuera de otra Copa. Fue otro fracaso de la gestión de Riquelme, que ahora tendrá que apostar sí o sí por el Torneo Clausura o terminará otro año sin vueltas olímpicas desde que se corporizó en el presidente.

lunes, 24 de marzo de 2025

San Lorenzo 0 (6) - Sportivo Las Parejas 0 (5) - Copa Argentina 2025

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RÉBORA, EL ARQUERO DEL EQUIPO SANTAFESINO, FUE LA GRAN FIGURA DEL PARTIDO
San Lorenzo no pudo hacer un gol y pasó en los penales con sufrimiento
El Ciclón empató sin goles en los 90 y pasó a los 16avos de final de la Copa Argentina donde enfrentará a Quilmes.
San Lorenzo necesitó de los penales para seguir en la Copa Argentina. En el tiempo reglamentario fue superior, sin brillar, pero no pudo doblegar al arquero Emilio Rébora, que fue la figura del 0 a 0. En los penales, tras 16 ejecuciones, se impuso 6-5 el equipo de Miguel Russo, que ahora jugará con Quilmes en 16avos de final.

En estos encuentros en que se miden equipos de diferentes categorías, las obligaciones son distintas. El que juega en la A, en este caso San Lorenzo, lleva el peso de ganar y de jugar bien. El del Ascenso, en este caso del Federal A, la tercera categoría, busca siempre el milagro, el batacazo. El choque cumplió con esta sentencia, casi un axioma en esta competencia.

El equipo de Russo está haciendo una buena campaña en el Torneo Apertura: ganó cinco de los 10 partidos y marcha cuarto. Contó el Ciclón, además, con el regreso del vasco Iker Muniain, ya recuperado de su lesión. Volvió con la cinta de capitán. Había ilusión de la gente de San Lorenzo, que congregó a casi 12.000 hinchas en San Nicolás. También esperanza en los hinchas del club santafesino, que empezó el Federal con una victoria por 3 a 0 ante Ben Hur de Rafaela.

El técnico Darío Bringas tuvo precauciones y armó una línea de cinco con tres centrales para controlar al grandote Vombergar. El resto tenía la misión de hacer un esfuerzo enorme para que la diferencia de categoría no se notara tanto. Los dos cumplieron. Uno fue superior y el otro hizo un sacrificio enorme. Pero en el dominio, el Santo no tuvo creatividad, inventiva ni habilidad para romper el cero en los primeros 45 minutos.

El Ciclón tuvo algunas aproximaciones, pero ninguna clara. Hernández y Vombergar contaron con sendos cabezazos, ambos desviados. Muniain mostró algo de su talento, igual que Núñez, quien con su habilidad obligó a varias faltas rivales. Pero con este panorama, el partido fue bastante pobre.

En el arranque de la parte final, San Lorenzo tuvo la más clara a los 7 minutos. Hubo un buen pase de Muniain para Cuello, quien pateó al arco, el arquero rechazó, el rebote lo tomó Cecchini, pateó y Rébora mandó la pelota al córner.

Después, a los 22 minutos, tras un buen centro de Vombergar, Cecchini cabeceó desviado. Luego, en una mala salida de Herranz, otra vez se lució Rébora, quien se anticipó a Muniain. En el final, le sacó el gol a Reali. Es decir, en el segundo tiempo, todo fue del Ciclón y en lo poco bueno que hizo se encontró con el arquero rival que fue una muralla y que hasta atajó un penal en la definición. Pero no le alcanzó y pasó San Lorenzo.

Racing 2 - Santamarina 0 - Copa Argentina 2025

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LA ACADEMIA ARRANCÓ CON EL PIE DERECHO EN LA SIEMPRE ESQUIVA COPA ARGENTINA
Racing debutó con un triunfo por su mayor jerarquía individual
Mura abrió el partido cuando Santamarina cubría todos los espacios y Salas lo definió por su efectividad. El equipo de Costas, por ahora, tiene otras metas: los octavos del Apertura y la Copa.
“Fuimos campeones; ahora vamos por la Libertadores”, cantan los hinchas, eufóricos en la despedida. Es el final de un partido que despertó rubores en el primer tiempo y terminó con una victoria lógica. El trofeo que más importa, está claro, se juega fronteras afuera. Sin embargo, era una cuenta pendiente para Gustavo Costas esta Copa Argentina que suele ser esquiva para Racing. Sin ir más lejos, la eliminación del año pasado ante Talleres de Remedios de Escalada puso en peligro su ciclo. Esta vez, Santamarina de Tandil, dirigido por Navarro Montoya, quedó en el camino por 2-0. Y mientras se ilusiona con la cita continental, espera por San Martín de San Juan o Gimnasia de Jujuy, que jugarán este miércoles.

Racing abrió el partido con un gol fuera de contexto. Por jerarquía, por historia, por antecedentes, por todo ese combo de virtudes que invitaba a prejuzgar, la victoria parecía cantada. Sin embargo, recién logró abrir la cuenta en el final de la etapa inicial, cuando poco había hecho para vencer al humilde Santamarina.

Hasta entonces, la Academia había sido un equipo con algo de posesión, pero muy impreciso en la salida con pocas variantes arriba.

Enfrente se topó con un adversario que jugará en el Torneo Federal A, pero multiplica esfuerzos. Navarro Montoya tiene un discurso guardiolista, pero dejó claro que se aggiorna a la coyuntura. Ese 4-1-4-1 que plantó en la cancha de Lanús mostró orden y sacrificio para cortar los circuitos. También, valentía para presionar arriba cuando entendió que Racing cometía errores no forzados en la salida.

Apurados, desde Di Césare hasta Quirós se equivocaron cuando Martín Comachi, el único punta, o los volantes ofensivos los agobiaron con intensidad. En el mediocampo, Almendra y Sosa intentaban darle volumen de juego a la Academia, pero Igartúa, muy encima del ex mediocampista de River, hacía difícil la misión.

Cuando salía largo al costado, quedaba encerrado contra la raya. De frente, Balboa perdía con los centrales. Y Santamarina crecía en el mano a mano, atrevido. Tuvo una muy clara Comachi a partir de un remate que no pudo controlar Arias y terminó en córner.

Hasta que se lesionó Quirós y el cambio le permitió acomodarse a Racing. Costas mandó a la cancha a Maxi Salas y hubo una rotación de puestos. Sosa se corporizó en el último hombre, Nazareno Colombo se movió como stopper por izquierda y Salas se volcó por ese mismo sector como extremo. El 3-4-3 fue más incisivo. Y en cuatro toques llegó el gol.

Almendra abrió a la izquierda para Salas, el correntino metió el centro atrás, Balboa engañó con el cuerpo y Mura, entrando al área en diagonal, definió con un zurdazo, de primera, para dejar sin chances a Navarro Montoya. Todo Santamarina estaba retrocediendo.

En el segundo tiempo, Racing mostró otra cara. Impuso condiciones con el ingreso de Nardoni por Zaracho. Reforzó el mediocampo y empezó a llegar seguido al área del conjunto tandilense. Lo perdieron Balboa y Vietto, que definieron mal frente a Ezequiel Navarro Montoya. Pero el héroe del anochecer en el Sur fue Salas. Entró bárbaro el Mencho, recibió de Balboa, se perfiló de zurda y sacudió la red con un violento remate.

La Academia pudo haber goleado, pero Navarro Montoya tapó un tiro de Balboa y el chico De Gregorio no pudo debutar en la red porque su remate pegó en la base del palo. Maravilla, que ingresó un rato, también se quedó con las ganas.

El nivel de Racing no convence. Sin embargo, ganó el duelo pendiente de la 7ª fecha ante Unión y encadenó otra victoria ayer contra Santamarina.

A bordo de triunfos, a fin de cuentas, es más fácil mejorar. No hay mucho tiempo, claro. Se viene otro Independiente, en Mendoza, y clasificar a los octavos de final del Torneo Apertura es vital, más allá de las fantasías internacionales de su gente.

jueves, 20 de marzo de 2025

River 2 - Ciudad de Bolívar 0 - Copa Argentina 2025

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SE IMPUSO 2-0 EN SANTIAGO DEL ESTERO
River jugó a media máquina y eso le alcanzó para debutar con éxito
El equipo de Núñez estableció una clara superioridad sobre Ciudad Bolívar, un adversario del Federal. Mastantuono, que hizo un gol, fue la figura. Le atajaron un penal al colombiano Borja.
Con la vuelta de los goles, que ahora fueron en el primer tiempo, River le ganó por 2 a 0 a Ciudad Bolívar sin problemas en Santiago del Estero y se clasificó a la segunda ronda de la Copa Argentina, instancia en la que enfrentará a San Martín de Tucumán. El equipo de Marcelo Gallardo, con varias bajas y sin brillar, exhibió su jerarquía para superar a su rival del Torneo Federal.

En apenas tres minutos River logró sacarse un peso de encima cuando Leandro González Pirez convirtió el primer gol del partido (y el 100° de River en la Copa) luego de impactar la pelota con su pie izquierdo tras el rebote que dio el arquero Ramiro Biscardi a un cabezazo del defensor. Es que el ganador había alcanzado los 12 partidos consecutivos sin anotar en los primeros tiempos, su peor racha en la historia en ese rubro. Y si bien para el Muñeco no era un problema porque los partidos duran 90 minutos, según su propia manifestación, había una cierta preocupación. Sucede que hacer un gol rápido abre los espacios y permite jugar de otra manera, más aún para River ya que la mayoría de los rivales se le cierran y con el correr de los minutos le empiezan a costar los encuentros, sobre todo si el juego no fluye.

Anoche la situación fue diferente pero mucho tuvo que ver las diferencias con Ciudad Bolívar, un equipo que hizo lo que pudo en el Madre de Ciudades. Tampoco River fue un vendaval de fútbol. Pero igualmente estableció la diferencia de jerarquía y no tuvo problemas para resolver el encuentro.

River tuvo igualmente algunos lunares, a tono con el arranque de año complejo que tiene. Volvió a sufrir otra lesión muscular, la de Matías Kranevitter, y Miguel Borja falló otro penal (ya había errado con Lanús en el Torneo Apertura) que le atajó Biscardi.

El arquero se redimió de sus fallas en los dos goles de River. En el primero amagó a salir y se quedó y después dio un rebote y en el segundo puso las manos como si hubiera querido hacer una recepción de voleibol para detener el bombazo de Franco Mastantuono pero el disparo le venció los brazos y la pelota terminó en la red.

Mastantuono, cada vez más jugador, volvió a darle frescura al equipo. Y llamó la atención que no jugara desde el arranque Ian Subiabre. Gallardo le dio la oportunidad a Gonzalo Tapia pero lo del chileno fue flojo y para jugar el complemento lo metió al juvenil. También tuvieron su chance otros dos chicos que ingresaron en el segundo tiempo. Uno de ellos fue Santiago Lencina, que ya había jugado en Primera, y sobre el final debutó Ulises Giménez.

En la formación inicial de River hubo otros futbolistas que no juegan habitualmente y que aprovecharon su chance, al menos como para decirle a Gallardo que están disponibles para cuando él lo requiera. Fueron los casos de González Pirez y Nacho Fernández, el histórico que estuvo relegado pero que retribuyó el respaldo de la cinta de capitán en el brazo y tuvo un partido aceptable en el que estuvo participativo y un par de veces quedó cerca del gol.

Si Fernández ostentó la capitanía fue porque Armani no atajó. Gallardo le dio la chance a Jeremías Ledesma después de la polémica por su posteo en Instagram en el que publicó una foto con el buzo de Cádiz, su ex club, y el emoji de un avión que luego borró. El arquero casi no tuvo acción, aunque estuvo atento para sacar una pelota que González Pirez entregó fuerte hacia atrás antes de que se le metiera.

Gattoni, que fue el compañero de la zaga de González Pirez, tampoco tuvo problemas, intentó salir de una manera prolija y a él le hicieron el penal porque Pucheta casi le arrancó la camiseta. Fabricio Bustos, que reemplazó a Gonzalo Montiel, todavía está lejos de lo que mostró en Independiente.

En líneas generales River hizo un buen partido, sobre todo hasta que Mastantuono estuvo en la cancha. Pero después se conformó con el resultado y terminó jugando a media máquina.

jueves, 27 de febrero de 2025

Independiente 2 - Sportivo Belgrano 0 - Copa Argentina 2025

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VENCIÓ POR 2-0 A SU RIVAL DEL TORNEO FEDERAL
Independiente dio el primer paso hacia una Copa que se le resiste
La Argentina todavía no está en la nutrida vitrina de Avellaneda. Ganó sin dificultades a los cordobeses.
Es la corona esquiva. La que le falta al Rey de Copas. La que nunca pudo ganar. ¿Y si este es el año? Eso se pregunta Independiente, que empezó un nuevo camino en la Copa Argentina con la ilusión de poder de una buena vez romper el maleficio y ubicar en su nutrida vitrina este trofeo que se le resiste (nunca superó los cuartos de final). En la lluviosa noche de San Nicolás, el equipo de Julio César Vaccari debutó con un 2-0 ante Sportivo Belgrano de San Francisco, que milita en el Argentino A. El rival en los 16avos de final será Gimnasia de Mendoza.

Tanto fue Independiente por la derecha con Santiago Montiel, porque la espalda de Tomás Pennesi tentaba al ataque sostenido por allí, que lo terminó quebrando a Sportivo Belgrano con una jugada nacida de un córner gestado del otro lado. Lo merecía el Rojo porque siempre fue más, aunque en un descuido Enzo Avaro, el ‘10’ de los cordobeses, hizo trabajar a Rodrigo Rey.

Montiel se perdió un par de chances claras. Y si no pudo él, quien sí logró empujarla fue Diego Tarzia, el otro volante externo de Vaccari. De un tiro de esquina llegó un remate de Álvaro Angulo que no llegó al arco. Iván Marcone definió desde el piso. La pelota entrada, pero Tarzia la aseguró.

Todo Sportivo explotó pidiendo offside (no hay VAR en esta competencia). La jugada fue rápida y muy fina. Tarzia parecía tener medio pie adelantado, aunque era una acción para que definiera la tecnología. Por eso, se le debe dar la derecha a la decisión arbitral.

Los dirigidos por Sergio Maza rápidamente se cargaron de amarillas. No había terminado la primera parte y ya tenían amonestados a tres de sus cuatro defensores. El gol hizo más marcada la diferencia de jerarquía y el dominio rojo, que casi no le dejaba tocar la pelota a su rival. Aun sin Luciano Cabral (lesionado), Independiente tuvo lapsos de buen fútbol de la mano de Mancuello y Loyola.

Montiel siguió encendido pero peleado con el arco. Y Avalos tampoco pudo concretar. Los cambios revitalizaron un poco a Sportivo Belgrano, que se animó de contraataque y alguna preocupación le generó. Pero justo en ese momento en el que el balón era prestado un ratito para los de camiseta verde y blanca, el Diablo metió la cola y sentenció la noche.

En realidad, Tomás Nallim metió la mano derecha en el área y Federico Mancuello no falló de penal. El 2 a 0 le quedó mejor a un partido que el Rojo manejó y mereció.

Vélez 1 - Ferrocarril Midland 0 - Copa Argentina 2025

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SUFRIÓ PERO AVANZÓ EEN LA COPA ARGENTINA
Vélez cortó su larga sequía goleadora y le ganó con lo justo a un bravo Midland
Necesitó un penal para convertir un tanto después de 847 minutos.
Vélez le ganó 1-0 a Ferrocarril Midland, sigue camino en la Copa Argentina y ahora jugará con Lanús por los 16avos de final. El gol de Braian Romero, de penal a los 32 minutos del segundo tiempo, cortó la peor sequía de la historia del equipo de Liniers, que estuvo 847 minutos sin convertir, la segunda peor del fútbol argentino después de los 874 de Ferro en 1999.

La Copa Argentina, se sabe, achica diferencias. Los equipos de Primera División se encuentran con rivales de categorías inferiores dispuestos a dar el batacazo. Y claro que los hubo desde 2012 hasta la fecha. Tal vez uno de los más resonantes fue cuando Real Pilar, de Primera D, la última categoría, eliminó justamente al equipo de Liniers en 2019.

En esta ocasión, para el campeón vigente del fútbol argentino, el desafío y la responsabilidad, se duplicaron. Por un lado, pasar de ronda sin dificultades ante un Midland dispuesto a quedar en la historia, con la dignidad de los equipos trabajadores del ascenso. Por otro lado, superar la propia adversidad, los 770 minutos sin marcar goles desde el título con Huracán, la peor serie de la historia del club que agigantaron las dudas y los cuestionamientos.

Todo eso sucedió en la cancha de Platense. No fue un buen partido porque Midland, con sus limitaciones, exigió un par de veces el arco de Marchiori; Vélez, con sus dificultades, alternó buenas construcciones contra imprecisiones y nervios. Estuvo más cerca del gol Midland, que tuvo una defensa que se desdobló en los cortos y un arquero que se lució ante Damián Fernández.

Cuando comenzó el segundo tiempo, Vélez ya llevaba 815 minutos sin goles y había superado los 800 de Chicago en 2015, ahora la tercera peor marca de un equipo en Primera División, sumando todas las competencias.

En la segunda parte, Vélez hizo el gol y nada más. Se vio favorecido por el error del árbitro Hernán Mastrángelo (que estuvo en el VAR en la polémica victoria de Barracas Central sobre Newell's) que expulsó mal a Rogoski, ya que en el choque con Elías Gómez, incluso fue más fuerte el jugador velezano (era amarilla para el lateral y falta para Midland).

Con uno menos, Midland -que tiene como presidente al ex arquero Agustín Orión- casi se pone 1-0 arriba por un tiro libre de Agustín Campana con rosca y la pelota dio en el palo. Después, el penal del arquero Maldonado sobre Romero, sin discusión. El centrodelantero no lo pateó bien, al medio, bajo, y le pasó por debajo del cuerpo al arquero rival.

Lo de Midland fue dignísimo, incluso estuvo dos veces cerca del empate en el tramo final. En una, Gonzalo Gómez definió débil y salvó Marchiori. Después, dos errores en la salida de Mammana comprometieron la victoria. El público del Funebrero, unos 3000, entre ellos el técnico Sergio Rondina, despidió al equipo a puro aliento.

En Vélez hubo festejos, pero medidos. El domingo recibe a Huracán en el José Amalfitani, justo el rival del último gol y de la vuelta olímpica. Buscará su primer triunfo en el Apertura 2025 y cortar con la racha de 630 minutos sin goles desde el comienzo del torneo, el peor registro de la historia para un campeón vigente.

jueves, 12 de diciembre de 2024

Central Córdoba de Santiago del Estero Campeón Copa Argentina 2024

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EL FERROVIARIO LOGRÓ EL PRIMER TÍTULO DE SU HISTORIA AL VENCER A VÉLEZ
Un golazo de Godoy coronó como campeón a Central Córdoba y desató la fiesta de los santiagueños
Admitió que tiró un centro y la clavó en un ángulo. Con ese 1-0 sobre Vélez, el equipo de De Felippe logró el primer título de su historia y entró directo a la fase de grupos de la Libertadores.
Corren los jugadores de Central Córdoba por el césped del estadio 15 de Abril. Se abrazan hasta la eternidad. Festejan como nunca los 7.500 santiagueños que llegaron hasta Santa Fe guiados por un sueño. Muchos se meten en la cancha y esquivan a los hombres de seguridad como pueden. Disfruta satisfecho Omar De Felippe el sabor de la conquista, salta y canta en círculos con su cuerpo técnico. Como hace cinco años contra River, el Ferroviario llegó de punto, pero le tocó un Vélez que venía golpeado después de perder el sábado en esta misma cancha ante Unión y saltó a la banca. Por primera vez, un equipo de Santiago del Estero conquista una Copa Nacional.

El equipo santiagueño ganó 1-0 con un golazo de Matías Godoy. Estaba iluminado. Era su noche. La que iba quedar para siempre en el corazón de los hinchas santiagueños que festejaron con locura el primer título de AFA y la clasificación a la Copa Argentina. En el final del primer tiempo metió una chilena que no fue gol por la buena reacción del arquero Marchiori. No lo podía creer el joven de 22 años nacido en Ceres, Santa Fe, y surgido de Atlético de Rafaela.

Pero a los 9 minutos de la segunda etapa, volvió a probar al arco, esta vez desde lejos. Fue una contra rápida, que Angulo abrió hacia la derecha. Godoy levantó la cabeza y lo vio al arquero adelantado. Le pegó con calidad y la pelota se fue metiendo de a poquito en el ángulo superior derecho de Marchiori, que quedó totalmente derrotado. Como si su destino era la Copa Argentina, Matías Godoy era el único de todo el plantel ferroviario que ya la había ganado, con Estudiantes el año pasado.

Las finales no se merecen. Se ganan. Y Central Córdoba hizo el único gol del partido. Sufrió en el primer tiempo dos llegadas claras de Vélez. Y fue el arquero Ingolotti el que logró evitar la caída de su valla, primero ante Carrizo y luego frente a Pellegrini. Fue superior Vélez en el primer tiempo y, con muchos nervios, también en la parte final, pero no tuvo la claridad para llegar al gol. La más clara fue un remate de Valentín Gómez que dio en el travesaño.

Se dirá, tal vez con razón, que el ascenso y la permanencia de Central Córdoba en Primera tiene mucho que ver con la fuerte construcción de poder que hizo Pablo Toviggino, el rosarino que llegó como representante de la liga santiagueña y es la mano derecha de Claudio Tapia, el presidente de la AFA. Que Yael Falcón Pérez no cobró la mano de Abascia, aunque su movimiento pareció que era para apoyarse. ¿Penal? Discutible. Que tampoco cobró una mano fuera del área de Ingolotti y acá sí que se equivocó el árbitro. Pero después no hubo muchas más polémicas.

Se dirá lo mucho que está perdiendo Vélez en este final de temporada. La derrota de Unión el sábado 1-0 por la Liga, esta caída en la final de la Copa Argentina también por 1-0 en el mismo escenario, y todo lo que se juega el domingo con Huracán. Se remarcará el desequilibrio que perdió con la lesión de Thiago Fernández, del bajo nivel de muchos jugadores ante tanta presión, de los reproches de la gente tras la derrota y algunas discusiones y piñas en donde estaban algunos familiares. Y de cómo fue protagonista todo el año.

Pero la fiesta fue toda santiagueña. La gente se quedó hasta la premiación, cantando, disfrutando. Los jugadores, todos con gorros plateados en la cabeza, saltando como nunca antes, felices con sus medallas, la Copa y la Gloria.



¡¡Felicitaciones Ferroviario!!

jueves, 28 de noviembre de 2024

Boca 3 - Vélez 4 - Copa Argentina 2024

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EL FORTÍN ENFRENTARÁ A CENTRAL CÓRDOBA DE SANTIAGO DEL ESTERO
Vélez eliminó a Boca sobre la hora en un partido de locos, que tuvo una montaña rusa en el marcador
El Fortín sacó dos goles de ventaja, se lo dieron vuelta 2-3 y el doblete de Bouzat en los últimos cinco minutos sellaron el 4-3 y el pase a la final. El Xeneize, complicado para la Libertadores.
Vélez jugará por primera vez en su historia la final de la Copa Argentina. Le ganó 4-3 a Boca en un partido lleno de épica bajo la lluvia en el Kempes, dio el golpe en el momento de la temporada en que más lo necesitaba y se afianza como el mejor equipo del fútbol argentino tras una noche repleta de emociones en Córdoba.

Boca arrancó con todo. Tuvo en los primeros minutos la intensidad que quiere Fernando Gago y dominó a Vélez, al que le costó entrar en ritmo, a tal punto que a los 58 segundos de juego tuvo su primera ocasión de peligro. Ignacio Miramón, a la salida de un tiro de esquina, capturó un rebote dentro del área y le pegó de primera. Su remate se fue cerca del palo izquierdo de Tomás Marchiori. ¿Quién se iba a imaginar que, a Miramón, movedizo en el mediocampo, le iba a quedar apenas media hora en cancha?

Era mejor el equipo de Gago, que a los cinco minutos del primer tiempo tuvo una ocasión aún más clara. Edinson Cavani tomó un regalo que le sirvió Damián Fernández, gestionó bien esa jugada de ataque y habilitó a Exequiel Zeballos, lanzado en velocidad por la derecha, pero el Changuito no supo poner un freno, se llevó la pelota por delante y definió incómodo ante la salida de Marchiori. Era mejor Boca, pero en unos segundos se vino abajo.

Claudio Aquino, uno de los mejores jugadores del año en el fútbol argentino, mostró toda su calidad para limpiar una jugada que se había ensuciado para Vélez y abrió el camino de la victoria. Lo hizo Francisco Pizzini, de cachetada tras una habilitación de Elías Gómez, a los siete minutos del primer tiempo.

A partir del gol de Pizzini se vieron los mejores minutos de Vélez, al que le fluía de otra manera el juego en la mitad de la cancha. Todo pasaba por Aquino, todo giraba alrededor de sus gambetas, de sus pases cortos, de su movilidad. Muy lejos había quedado el buen comienzo de Boca, que ahora parecía sufrir el partido.

El 2-0 es una muestra del desconcierto del equipo de Gago. Nicolás Figal podrá excusarse en el mojado césped, pero lo cierto es que cometió un grosero doble error. Primero, fue el que habilitó a Matías Pellegrini, quien se escapó por la izquierdo; después, en un intento de despeje metió un golazo en contra que descolocó a Brey.

Parecía un golpe de nocaut y pudo serlo, ya que apenas dos minutos más tarde Braian Romero tuvo el 3-0 tras un rebote largo del arquero. Sin embargo, este partido será recordado por décadas por la capacidad de reacción de uno y de otro.

“Movete, Boca, movete... movete y dejá de joder... esta hinchada está loca... hoy no podemos perder”, cantaban los fanáticos boquenses. El mensaje era claro. El conjunto boquense parecía dormido. Por eso, Gago rompió e hizo un cambio tempranero: ingresó Milton Giménez y el que pagó los platos rotos fue Ignacio Miramón.

Boca nunca brilló, pero logró reaccionar en el final del primer tiempo. En conexión uruguaya, Edinson Cavani conectó de cabeza un centro a medida de Marcelo Saracchi y rompió la resistencia de Marchiori. El descuento lo empujó a ir más y ni siquiera la expulsión de Luis Advíncula, una nueva infantil expulsión del peruano, logró frenar el envión.

A Boca le costó toda la noche, pero tuvo actitud para ir a buscarlo. Zeballos arrancó el segundo tiempo jugando por la banda izquierda, su posición natural, y fue justamente por allí que el Changuito llegó al empate. Como más le gusta a él: encarando de la izquierda al centro y sacando un potente remate.

Ahora el momento del partido era del Xeneize, que con una nueva intervención de Zeballos se puso 3-2, obra de Tomás Belmonte.

El golpe de nocaut ahora era para Vélez, pero no. Esta batalla no se iba a terminar antes del último round, sino que se iba pelear hasta el último segundo. A medida que pasaban los minutos la lluvia era más fuerte y Agustín Bouzat, uno surgido en Boca como para que le épica fuera mayor, se despachó con un doblete y selló el 4-3 en los minutos finales. No habría más reacción de Boca porque no había más tiempo. Fue increíble. Épica, emoción, montaña rusa de goles. Pasó Vélez. Adiós Boca.

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