Bolívar (Bolivia) 1 - Lanús 0 - Copa Libertadores 2014

EL EQUIPO DE GUILLERMO BARROS SCHELOTTO PERDIÓ ANTE EL CONJUNTO BOLIVIANO 1 A 0 EN LA PAZ

Bolívar y la altura le pusieron un freno a la ilusión de Lanús

Atacó hasta con 4 delanteros pero no le alcanzó. Lo complicó la expulsión de Izquierdoz. El único gol fue de Arce.

Finalmente, Lanús no pudo contra el rival ni contra la altura. A pesar de que Bolívar le ganó sin discusiones -inclusive lo pudo haber hecho por una diferencia mayor-, el conjunto argentino intentó con dos, tres y cuatro delanteros, pero el arco de Quiñónez le quedó siempre bastante lejos. Si 11 contra 11 era por demás complicado, la expulsión de Carlos Izquierdoz antes del primer cuarto de hora de la segunda etapa terminó de transformar en utópico ese gol que era imprescindible para ganar o para llegar a una definición desde el punto del penal.

El inteligente planteo de Lanús, que fue el de reservar energías en la primera mitad para jugarse entero en el segundo tiempo, contó con una figura fundamental para sustentar el 0-0: Agustín Marchesín. Tres atajadas sensacionales, como para sostener una actualidad brillante, le permitieron al equipo sureño cerrar ese tramo sin goles en contra. A los 11 desvió un cabezazo de William Ferreira, a los 19 desvió un disparo de Arce y a los 38 se quedó con un complicado derechazo de Ferreira.

En el vestuario, los Barros Schelotto tomaron una decisión de peso: Lautaro Acosta no integró el equipo titular para que el Marciano Ortiz reforzara una mitad de cancha que distribuyó a Somoza como tapón delante de la última línea de cuatro y tuvo al Pulpo González y al paraguayo Ayala como volantes externos.

El segundo tiempo se desperezó con dos situaciones propicias para convertir. Marchesín, claramente la mejor figura del visitante, cortó un pase al gol de Callejón. Enseguida, un disparo desde muy lejos de Somoza exigió a Quiñónez, quien la manoteó de un ángulo. Barros Schelotto había disparado el primer cambio (Acosta por Ortiz) para empezar a atacar con tres delanteros, pero tres minutos después, Izquierdoz agredió a Gutiérrez en el área de Quiñóñez y Zambrano lo expulsó a instancias del juez asistente.

Lanús se acomodó en un esquema 3-3-3, largando inclusive a Velázquez al ataque, pero todos los contraataques del Bolívar llegaban hasta el área de Marchesín. En algunas oportunidades el arquero y en otras la marcada incapacidad de los atacantes para convertir postergaron lo que se veía venir desde bastante antes. Los bolivianos erraron goles de todos las formas mientras el Granate seguía aferrado a la ilusión de que alguna oportunidad clara iba a tener. Sin embargo, los minutos fueron pasando y el Mellizo quemó las naves: Blanco por Somoza para empezar a atacar con cuatro delanteros, ya que en cancha ya estaban Silva, Acosta y Junior Benítez.

Hasta que poco antes del final, Bolívar liquidó. Contraataque con superioridad numérica, Yecerotte definió por arriba de Marchesín, la pelota rebotó en un palo y Arce definió con el arco vacío. El empeño y la dignidad de Lanús duró hasta el final, ya que en el primer minuto de descuento tuvo su chance Ismael Blanco, de cabeza, pero la pelota salió recta a las manos del arquero. Es probable que buena parte de la suerte final del Granate se haya jugado en la ida. Aunque más concreto aún es que apenas hizo un gol y no pudo ganar ningunos de los dos encuentros.