Botafogo (Brasil) 2 - San Lorenzo 0 - Copa Libertadores 2014

FUE 0-2 ANTE BOTAFOGO EN EL MARACANÁ, EN EL PRIMER PARTIDO DE LA COMPETICIÓN QUE NUNCA GANÓ Y QUE LO OBSESIONA

El arranque copero no le dejó nada positivo a San Lorenzo

El equipo de Bauza desperdició dos buenas chances en el primer tiempo. A pesar de protegerse con tres volantes centrales, los goles brasileños llegaron tras remates cómodos desde afuera del área.

San Lorenzo despertó bruscamente de su sueño copero, justo en una ciudad donde millones se ilusionan cada vez que levantan la vista y ven al Cristo Redentor y justo en un estadio diseñado para cumplir deseos. Aquí, en Rio de Janeiro y en el Maracaná, los dirigidos por Edgardo Bauza cayeron sin atenuantes ante Botafogo. Y se fueron de estas tierras brasileñas con una certeza: el camino en esta vieja obsesión llamada Copa Libertadores no será para nada fácil.

Innovó Bauza en el sistema táctico del equipo, con la inclusión de Enzo Kalinski por Leandro Romagnoli. San Lorenzo perdió talento sin el Pipi, es cierto, pero ganó en recuperación de la pelota, acaso la idea principal del entrenador al poner tres “cincos” en cancha. Y la intención le salió bien al Patón en los primeros diez minutos del partido, en los que Botafogo no llevó peligro al arco de Torrico, ni siquiera con Wallyson, que venía de marcarle tres goles al Deportivo Quito.

Es que además del 4-3-2-1 con muchos futbolistas en el mediocampo, San Lorenzo fue un equipo compacto, sin espacios entre sus líneas. No se achicaron los de Boedo en ese inicio, le jugaron de igual a igual a Botafogo nada más y nada menos que en el Maracaná y hasta tuvieron oportunidades para ponerse en ventaja. Sin embargo, primero el cabezazo de Cetto se fue desviado y luego una corajeada de Blandi terminó en un débil remate, cuando a su costado tenía a Correa en soledad para definir.

Pero se sabe: la Copa de visitante no es nada fácil, y mucho menos ante un equipo brasileño. Poco a poco, el local comenzó a adueñarse de la pelota desde la zurda de Lodeiro, que a espaldas del triple cinco la distribuyó sin problemas. Y se acercó con remates de media distancia. Precisamente a través de esta vía llegó el gol del Botafogo: disparo desde lejos de Wagner, rebote largo de Torrico (la pelota le picó antes) y gol de Juan Carlos Ferreyra, que llegó antes que todos.

De repente, la presión se le vino encima a los visitantes, potenciada por los 30 mil hinchas blanquinegros y su constante griterío. Mercier, el que siempre está bien parado, no encontraba su lugar; Piatti, el del cambio de ritmo, no lograba marcar las diferencias. Eso sí, sobre el final del primer tiempo Botafogo se confió y dejó que San Lorenzo nuevamente tomara posesión de la pelota. Y hasta tuvo su oportunidad, pero nuevamente la desaprovechó. Esta vez Blandi hizo la pausa justa al borde del área y esperó el pique de Correa, que quedo cara a cara con Jefferson. Sin embargo, el disparo del rosarino se fue cerca del palo derecho.

En el segundo tiempo San Lorenzo salió con otra actitud, dispuesto a tomar el protagonismo del encuentro, parado unos metros más adelante en la cancha. Pero apenas le duró un suspiro esa intención. Más de 50 minutos estuvo Wallyson -aquel de los goles a Deportivo Quito- inactivo dentro de la cancha, pero apenas necesitó diez segundos para marcar la diferencia. El delantero brasileño tomó la pelota muy lejos del arco de Torrico y comenzó a acercarse, pero ninguno de los defensores ni volantes visitantes lo achicó. Esta vez, el remate de media distancia no encontró resistencia alguna e infló la red, para tristeza de los alrededor de mil hinchas azulgranas que estuvieron en la cancha.

Bauza movió el banco (ingresaron Romagnoli y Matos), pero no cambió el desarrollo.

Después de caer en Bahía Blanca en el arranque del torneo local, también San Lorenzo se fue de aquí con las manos vacías en su debut en el Grupo 2, en el que pronto tendrá revancha.