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lunes, 4 de septiembre de 2017

Boca 1 - River 0 - Copa BBVA Francés 2017

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POCO JUEGO Y MUCHA FRICCIÓN
Aun con mayoría de suplentes, Boca se mostró aguerrido y festejó en el clásico
Fue sólido en defensa y ejerció una leve superioridad durante el segundo tiempo, con el ingreso de Pablo Pérez. Gago volvió a ser el más destacado, pese a los recurrentes golpes del rival.
Guillermo tiene como espejo a Carlos Bianchi. “Él tuvo mucho que ver conmigo”, reconoció mientras celecampista braba a fines de junio su primer título como entrenador de Boca. Y ayer en San Juan, nada menos que ante River, le hizo otro homenaje al técnico más exitoso de la historia xeneize.

En el primer Superclásico de la temporada 2017/18 el Mellizo probó una fórmula que en el pasado le dio buenos resultados a Bianchi. Y pese a jugar con varios juveniles y habituales suplentes, le ganó a River y sacó conclusiones positivas. De yapa, le generó preocupaciones al rival.

La gran expectativa que se había generado en la provincia cuyana, que por primera vez en su historia recibió un Superclásico, no tuvo respuestas dentro de la cancha. Ante más de 20.000 fanáticos que le pusieron color y le hicieron frente al viento en el del Bicentenario, Boca y River jugaron mal, como si el compromiso les pesara y tuvieran más para perder que ganar.

Hubo pierna fuerte y pocas situaciones, con dominio repartido. El equipo de Gallardo fue un poco mejor en la etapa inicial pero, en el primer partido post Alario, estuvo muy lejos del gol. En el complemento Boca fue superior, principalmente porque el ingreso de Pablo Pérez lo fortaleció en la mitad de la cancha y le dio más compañía y libertad a Gago. Y con espacios, el capitán de Boca es peligroso. Lo demostró con un gran pase a Junior Benítez, que contó con la complicidad de Barboza (lento en el cierre) y de Lux (floja reacción) para marcar el único tanto de partido.

Sin los colombianos ni Benedetto, convocados para jugar las Eliminatorias, y con Pérez y Pavón tocados, Barros Schelotto recurrió a alternativas con poco rodaje en los últimos meses (Sara, Peruzzi, Benítez, Chicco) y otras caras nuevas (Evangelista, Espinoza, Bouzat). Entre los titulares sólo Goltz, Magallán, Jara (en otra posición) y Gago repitieron con respecto al equipo que debutó en la Superliga con una goleada ante Olimpo.

Sufrió en la primera parte cuando la presión alta de River no le dio espacios para manejar la pelota. Ponzio y compañía ganaban los duelos en la mitad de la cancha pero esa superioridad se desvanecía cuando la pelota se acercaba al arco de Sara. Mientras que en Boca, al polifuncional Jara (ayer comenzó como medio- interno) y al juvenil Chicco les costó hacer pie y el que más sufría era Gago, que no podía tomar contacto con la pelota. Cuando ingresó Pérez la batalla en el medio se emparejó y Gago lo aprovechó. Con algunos pases de categoría, soportando golpes (terminó mareado y fue reemplazado) y cuidando la pelota, al capitán le alcanzó para ser de nuevo figura.

En su libreta, Guillermo se lleva de San Juan algunas anotaciones remarcadas. La principal es que cuenta con recambio confiable en algunos sectores (arco y defensa). En otros parece haber demasiada distancia entre titulares y suplentes (ataque), más allá del elogio del entrenador a Junior Benítez: “Bancó en una posición que no es natural para él y lo hizo bien”, aseguró.

Al goleador de la tarde se lo notó incómodo como centrodelantero, lugar al que llegó por la ausencia de Benedetto y la lesión de Bou. Jugando de espaldas perdió casi siempre. Pero cuando lo pusieron a correr con la pelota frente a él, tuvo velocidad para superar a su marcador y potencia para definir bajo y cruzado, aprovechando la respuesta débil de Lux.

“No tuvimos el juego ni la profundidad de otros partidos, pero es un clásico”, comentó Barros Schelotto, que no se fue demasiado conforme con el rendimiento pero sí con el resultado. Oficial o amistoso, ganarle a River siempre es una buena noticia para un Boca que, después del título, sigue extendiendo los festejos en este arranque de temporada ideal.

Defensores de Belgrano 1 (5) - Belgrano 1 (6) - Copa Argentina 2016/2017

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SUPERÓ A DEFENSORES DE VILLA RAMALLO Y AVANZÓ EN LA COPA ARGENTINA
Belgrano celebró por los dos penales que contuvo Acosta
Habían igualado 1-1 en los 90 minutos. Los cordobeses jugarán con el ganador de Atlanta y Pacífico, de Mendoza.
Le costó muchísimo, pero en un duelo que aportó intensidad y una cuota adicional de incertidumbre hasta el final, Belgrano de Córdoba celebró su eficacia en la serie de los remates des- de el punto del penal para imponerse por 6-5 a Defensores de Belgrano, de Villa Ramallo, tras igualar 1-1 en los 90 minutos reglamentarios. Así logró su pasaje a los octavos de final de la Copa Argentina, etapa en la que se enfrentará ante el ganador de Atlanta y Sport Club Pacífico de General Alvear (Mendoza), que habían eliminado a San Martín (San Juan) y Estudiantes (La Plata), respectivamente.

“Vos nos ganás el partido, aunque sea en los penales”, le había confiado Sebastián Méndez a Lucas Mauricio Acosta, en la arenga previa al inicio del partido. El profético pálpito del entrenador estuvo acertado. El joven arquero de 22 años, surgido de las Inferiores y elegido para cubrir la vacante de Juan Carlos Olave (389 partidos en el club, se retiró a fines de 2016 y asumió como gerente deportivo), se calzó otra vez el traje de héroe en la serie de los penales.

Había sido determinante al atajar dos penales en 32avos ante Estudiantes de Buenos Aires y ayer volvió a hacerlo al detener los remates de Mateo Coronel (arrojándose hacia su palo derecho, el último en la serie inicial de cinco) y Hernán Ruben (se tiró al palo izquierdo), el previo a la ejecución del lateral zurdo Marcelo Benítez que le otorgó la clasificación al equipo cordobés.

“Me había propuesto atajar tres penales, pero no se dio. Sirvió para clasificar y es el premio al esfuerzo de todos”, confesó Acosta al ser distinguido como el más destacado.

Jonathan Ramis, Cristian Lema, Erik Godoy, Juan Quiroga y Federico Lértora convirtieron los otros cinco penales de Belgrano, posteriores al primero que Brian Olivera (ex arquero de Instituto de Córdoba) le contuvo a Jorge Ortiz al desviar con su pie derecho el destino de la pelota a la red.

Aníbal Leguizamón Espínola, Julián Bonetto, Ángel Prudencio, Alan Moreno y el colombiano Jorge Zules Caicedo (con suspenso, porque Acosta alcanzó a tocar la pelota con su mano izquierda) marcaron los cinco envíos para Defensores de Belgrano.

El partido tuvo un buen ritmo de juego, incluso tras el gol que a los dos minutos marcó el uruguayo Ramis, al definir un pase profundo de Sebastián Luna, tras una pelota que había recuperado Juan Brunetta ante la salida defectuosa de Juan Capurro.

Con los debuts oficiales de Brunetta (ex Arsenal) y Erik Godoy (ex Tigre) y la aparición por primera vez como titular de Tobías Figueroa (el goleador de la última temporada de la B Nacional en Guillermo Brown, de Puerto Madryn), Belgrano manejó las acciones.

Sin embargo, el humilde Defensores de Belgrano -en pleno recambio del plantel para jugar el Federal A- no se sintió inferior. Bien plantado en su defensa se animó a jugar y alcanzó la igualdad con una gran ejecución de Angel Prudencio tras el burdo penal que cometió Cristian Lema (tocó la pelota con su brazo izquierdo).

Después, el suspenso y el lucimiento de Acosta en la tanda de los penales para que Belgrano pudiera festejar.

sábado, 2 de septiembre de 2017

Atlético Rafaela 2 - Banfield 4 - Copa Argentina 2016/2017

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DERROTÓ 4 A 2 A ATLÉTICO DE RAFAELA
Banfield pegó de entrada y pasó tranquilo
Banfield fue arrollador en Formosa y en 45 minutos resolvió la serie ante Rafaela para meterse en octavos, donde jugará con Newell's o Godoy Cruz. El equipo de Falcioni metió cuatro goles en el primer tiempo y aunque los santafesinos descontaron dos veces en el amanecer del complemento, el triunfo del Taladro nunca estuvo en duda: fue 4-2.

Banfield salió iluminado y con su nuevo esquema ultraofensivo con cinco jugadores de ataque: Dátolo, Bertolo, Sperduti, Mouche y Cvitanich. A los 30 ya ganaba 3-0.

Los jugadores de Rafaela estaban abatidos y Banfield no se conformaba. El cuarto llegó sobre el cierre del primer tiempo con una buena definición de Bettini.

Pero en el amanecer del complemento Rafaela reaccionó y puso suspenso en dos minutos para el 4-2. Pero eso fue todo. Banfield se acomodó, administró la ventaja y ya no pasó sustos.

Huracán 1 - Colón 0 - Copa Argentina 2016/2017

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Huracán pasó a Colón porque tuvo un penal y Wanchope no perdonó
Era un duelo parejo, pero cerca del final, Avila le dio la primera alegría a los de Alfaro. Ahora, Vélez o Aldosivi.
A Huracán, parece, le sienta bien esta competición. Luce copero, como grita su gente desde la tribuna principal del Diego Maradona, en La Paternal. Con el 1-0 frente a Colón pasó de ronda en la Copa Argentina y resucitó respecto de sus derrotas recientes y de su pésimo registro frente a Los Sabaleros en tiempos cercanos. La lectura es inequívoca: se trata de un buen modo de darle impulso al ciclo naciente de Gustavo Alfaro a cargo del Globo de Newbery. Nada más. Nada menos.

Queda una impresión: la Copa Argentina encanta y seduce. Lo sabían los dos, por experiencia. A cinco partidos les quedaba el trofeo, la posibilidad de jugar la Libertadores y la Supercopa. Por eso, no hubo casualidad: Huracán y Colón ofrecieron anoche lo mejor que tenían a disposición.

Lo jugaron como lo que era: un encuentro decisivo. De esos que pueden marcar rumbos. Para el equipo, para el entrenador, para los protagonistas centrales de cada equipo.

El primer tiempo fue una demostración de que se conocían en detalle. De que el que se equivocaba perdía. Eduardo Domínguez, el entrenador de Colón, no es otro que el capitán que levantó los últimos dos trofeos de Huracán, ese entrenador que accedió a la final de la Copa Sudamericana. Actuó en consecuencia. Sabía que debía anular a Ramón Ábila, ese Wanchope que lo impulsó en su mejores días recientes. Lo logró por momentos. Pero cuando el nueve de Huracán encontró resquicio, Colón sufrió. Le dolió. Pero todo en el contexto de un partido muy parejo.

Hubo dos rasgos en el comienzo: Colón manejó mejor la pelota; Huracán fue más vertical y se asomó al gol. Pero poco. Poco de los dos. La prioridad compartida fue otra: limitar la ofensiva ajena, garantizar el cero.

El segundo tiempo no ofreció variantes en ese sentido. Colón y Huracán se dividieron casi todo. La pelota, los espacios, las aproximaciones (que poco se parecieron a llegadas). Nadie quiso arriesgar. Se miraron, se midieron, se observaron parecidos de tamaño. Como en una pelea de boxeo en la que los dos saben que se dirimirá por puntos. O por detalles.

Y entonces, cuando quedaba un cuarto de hora, apareció Ignacio Pussetto por la derecha, encaró, generó un penal (clara mano de Guillermo Ortiz). Fue Wanchope. Miró, le dijo a Romero Gamarra que lo dejara. Y se hizo cargo. Convirtió. Después de perder durante varias prácticas contra Marcos Díaz, aprendió. Fuerte, a la izquierda, sin vueltas. Uno a cero.

Lo que siguió fue un partido lógico: Colón yendo; Huracán tratando de resolver en defensa. Y el desenlace brindó lo mejor del equipo de Alfaro: esa capacidad para que el cero sea una garantía. No es poco, incluso más allá de la alegría de seguir...

Talleres 1 (2) - Gimnasia (Mendoza) 1 (4) - Copa Argentina 2016/2017

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GIMNASIA, DEL FEDERAL A, GANÓ POR PENALES EN SANTA FE
El Lobo mendocino sorprendió a Talleres
La Copa Argentina suele ofrecer cada tanto alguna sorpresa y en la definición por penales (la 10ª que se da desde los 32avos de final) Gimnasia de Mendoza se dio el gusto de eliminar a Talleres de Córdoba para lograr su pase a los octavos de final, donde se medirá ante Olimpo que unas horas antes dejó en el camino a Racing. Fue 4-2 con los aciertos de Pablo Cortizo, Leandro Becerra, Leandro Aguirre y el decisivo de Lucas Fernández, tras el fallido zurdazo de Santiago Domínguez.

Para los cordobeses anotaron Emanuel Reynoso y Jonathan Menéndez, en tanto el arquero Tomás Marchiori -22 años- se lució al atajar los remates de Nicolás Giménez (abajo, al palo izquierdo) y Sebastián Palacios (al palo derecho).

El partido había finalizado igualado 1-1 en los 90 minutos de tiempo regular. Los goles llegaron a poco del final. Primereó el conjunto mendocino con un formidable anticipo de Cortizo, al cabecear al palo izquierdo tras ganarle en el salto a Godoy. Empardó Emanuel Reynoso con un letal bombazo de zurda para colocar la pelota bien abajo junto, al palo izquierdo, al cumplirse ya el cuarto minuto adicionado.

Había comenzado mejor Talleres, que tuvo solo a cinco de los titulares (Leonardo Godoy, Gandolfi, Bebelo Reynoso, Juan Ramírez y Palacios) que estuvieron en la goleada ante Lanús en el debut de la Superliga. Generó las mejores situaciones de peligro, pero falló en la puntada final.

Gimnasia hizo culto a su disciplina táctica, bancó la parada y se animó a atacar en el complemento, cuando crecía la desesperación y la impotencia de su oponente.

En los penales, como pasó en los 32avos ante Quilmes, Marchiori fue otra vez el héroe. El premio ideal para sumarlo a los festejos de los 109 años (los cumplió el miércoles) del club.

Racing 2 - Olimpo 4 - Copa Argentina 2016/2017

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GANABA 2 A 0, PERDIÓ 4 A 2 CON OLIMPO Y QUEDÓ ELIMINADO EN 16AVOS DE FINAL
Racing tuvo un segundo tiempo fatal que lo obliga a replantearse su futuro
La clave estuvo en los cambios. Olimpo jugó mejor con Costa. Los de Cocca no aportaron ninguna solución.
Venía dando pasos en falso este Racing al que se le nota que está en plena reconstrucción luego de la partida de varias de sus principales figuras de los últimos tiempos como Gustavo Bou, Marcos Acuña o Luciano Aued. Los buenos resultados maquillaban rendimientos desparejos y errores de funcionamiento.

Pero ayer, en esa cancha de Banfield con tribunas desnudas de público, Olimpo le asestó un golpe de nocaut para dejarlo afuera de la Copa Argentina muy rápido. Ganaba bien el equipo de Diego Cocca en el primer tiempo. Había sacado dos goles de ventaja en una ráfaga y también en una ráfaga en el segundo tiempo se desmoronó como un castillito de arena ante una ola fuerte. Su defensa fue muy permeable y el 4 a 2 no admite discusiones.

Siempre es difícil rearmar un equipo. Pero a Racing le está costando encontrar su identidad. Ayer, ante la ausencia obligada del uruguayo Egidio Arévalo Ríos, Cocca colocó a Nicolás Oroz como doble cinco adelantado e hizo retroceder unos metros al Pulpo González. Esa sociedad funcionó esporádicamente. Augusto Solari por derecha y Matías Zaracho por el otro lado fueron los laderos para ese esquema que apuntó al buen pie y al toque corto.

Se mantuvieron las intermitencias de siempre en esos primeros 45 minutos porque los que debían romper líneas por afuera, lo hicieron poco. A Solari le faltó culminar con criterio cada jugada. Zaracho, autor del 1-0, también alternó aciertos y errores. Pero ante la actitud pasiva de Olimpo, Racing se hizo protagonista casi por obligación.

El 2 a 0 parecía exagerado se notaban falencias defensivas del conjunto bahiense. Mario Sciacqua tomó nota de esto. Luego del 3 a 0 sufrido en la Bombonera el domingo entendió que si se decidía a presionar más arriba y a arriesgar más podía complicar a su rival y revertir la imagen. Puso a Tomás Costa (variante clave) por un nervioso Mauricio Rosales y con el apoyo de Lucas Villarruel y de Emiliano Tellechea en el medio, más el trabajo de desgaste incansable de Luis Vila arriba, Olimpo se animó.

Racing retrocedió unos metros para contraatacar, tuvo el tercero en una maniobra en la que se molestaron Triverio y Zaracho. Pero enseguida padeció en su área. Lucas Orban, hasta allí el mejor de la defensa albiceleste, llegó tarde a cruzar el desborde de Mancinelli. Y con el penal que convirtió Tellechea el partido se quebró.

Fue importante también el ingreso de Franco Troyansky. En ese aspecto también Sciacqua le sacó ventaja a Cocca: los cambios le funcionaron
mejor. Los de Avellaneda tuvieron 5 minutos fatales: se fue el paraguayo Patiño por un golpe, empató Costa (tiene panorama, buen manejo y remate de media distancia) tras un flojo despeje y enseguida cayó el 3 a 2 en otro error defensivo luego de ¡un saque de arco! de Gabbarini.

Ni Mansilla ni Cuadra aportaron la frescura que esperaba el técnico de Racing. Sumaron confusión. Solari fue de lateral, González resultó la imagen de la impotencia al hacerse expulsar y se hizo una quimera arribar al menos a un empate. En el descuento cuando Racing estaba roto, con 4 defensores y 5 que atacaban, con el colombiano Andrés Ibargüen jugando los primeros 10 minutos en el club (no se entendió porqué su ingreso no se produjo antes), llegó el mazazo definitivo.

Así como en 2014 la eliminación de la Copa Argentina ante Argentinos Juniors significó un terremoto para Cocca, ahora Racing vive otro momento difícil, para replantearse muchas cosas. Se viene Corinthians en los octavos de final de la Copa Sudamericana. Si repite lo de ayer también muy pronto se le puede acabar el sueño internacional.

viernes, 1 de septiembre de 2017

Uruguay 0 - Argentina 0 - Eliminatorias Mundial Rusia 2018

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EL EMPATE NO REFLEJÓ LA BÚSQUEDA DEL EQUIPO DE JORGE SAMPAOLI
La expectativa de un buen plan de juego al que aún le falta rodaje
Con Messi como líder, Argentina propuso y Uruguay se defendió. Y el arquero Muslera fue determinante en el 0-0.
Si querían un empate, ahí lo tienen. Pero si bien Argentina durmió la pelota en los últimos minutos, no es justo cargarle la responsabilidad del resultado final del encuentro en el estadio Centenario. El equipo de Jorge Sampaoli hizo mucho más para ganar que el de Óscar Tabárez. En principio, fue el que más lo buscó, tal vez el único. Y aunque no completó una gran actuación, la distancia con la victoria quedó en las manos de Fernando Muslera, el arquero uruguayo que nació en la Argentina. Las que fueron a su arco las sacó, sobre todo un tiro libre de Lionel Messi en el inicio del segundo tiempo.

Desde el inicio quedaron claras las ideas de cada uno. Uruguay sacó del medio y Diego Godín metió un pelotazo largo, a cargar. El mediocampo es para pelear, así lo en tienden ellos. Argentina dibujó su pizarrón: 3-4-2-1. Messi abandonó enseguida su lugar de referencia, falso wing derecho, para hacerse eje del juego, como siempre. Y como siempre, no le sobraron socios. Un tema a resolver, porque Paulo Dybala sólo le aportó una pared, sobre el cierre del primer tiempo, que dejó a Leo de cara al arco y obligó a Muslera a avisar que sería la figura de la noche. Antes y después, el zurdo de la Juventus estuvo perdido. Messi lo salteaba y buscaba a Angel Di María, que fue la fórmula elegida para tratar de desequilibrar a una defensa uruguaya que en realidad es todo el equipo. Y Angelito no fue el Diablito que se necesitaba para el asalto ; casi nunca pudo desbordar a Martín Cáceres y casi siempre (otra vez) eligió mal la última jugada.

Sampaoli se achicó solo la horizontalidad de la cancha al elegir a Marcos Acuña en un experimento que fracasó. El ex Racing, con perfil cambiado, estuvo incómodo e inseguro hasta su cambio lógico por Lautaro Acosta. Con el ingreso del puntero de Lanús despertó algo Mauro Icardi, se empezó a mover y a salir del encierro que padecía entre José María Giménez y Godín. De todas formas, el segundo estreno de Icardi (casualmente, su primer partido oficial en la Selección había sido en 2013, en el mismo Centenario, en un partido que Uruguay ganó 3-2 con Argentina ya clasificada a Brasil 2014; los charrúas, con ese triunfo, se aseguraron ir al repechaje contra Jordania) dejó muy poco para el elogio.

En el balance, el partido decepcionó. Se podría decir que fue una pequeña batalla táctica, en la que por el resultado habría que decir que la ganó Uruguay: supuestamente anuló a Messi y compañía. Argentina, que se quedó a medio camino entre su planteo audaz y la incapacidad o poca fortuna para llevarlo a la red, dejó un borrador de lo que puede ser en el futuro. Y ese boceto es interesante, aunque exige retoques, afinar el lapiz.

Obviamente la idea de Tabárez es más sencilla de desplegar que la de Sampaoli. Pero merece decirse que la Selección mostró personalidad para atacar durante casi todo el partido y voluntad para tratar de escapar de la telaraña celeste, algo para nada sencillo. Uruguay esperó siempre, se cerró como suele y sabe hacerlo, y mostró sus uñas, filosas, cuando lo consideró necesario, Hasta sus excelentes delanteros, Luis Suárez y Edinson Cavani, participan de ese entramado complejo de un equipo guerrero y difícil de domar. Es un rival duro, a veces impenetrable, con oficio. No dan ganas de enfrentarlo, a decir verdad.

La Selección no pudo torcerle el brazo. Pero hay atenuantes: falta de trabajo, sistema nuevo, algunas pruebas que quizás no se repitan... Le faltó suerte en alguna jugada, en las que brilló Muslera, pero también le faltaron una vez más socios para que todo lo que hace Messi cuando no convierte él mismo sirva para ganar. Todo sigue dependiendo del capitán, que jugó lo que pudo, y fue bastante. En el Centenario no le faltaron socios potenciales, le faltaron socios reales: ninguno estuvo a la altura como para generar algo por sí mismo. Hay que trabajar en ese aspecto: sumar jugadores de ataque no alcanzó, Messi los tuvo cerca en lo geográfico pero no tanto en lo conceptual.
Por eso y por Muslera no se fue de Montevideo con una sonrisa más grande.



Fichas - Fecha 15 - Eliminatorias Mundial Rusia 2018.

La Guía Clarín del Torneo de Primera División 2017/2018

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