ALARIO (DE PENAL), DRIUSSI Y EL PIBE MARTÍNEZ QUARTA CONCRETARON EL PRIMER TRIUNFO ARGENTINO
Después del diluvio, River sacó a relucir la mística y dio buenas señales en Medellín
El de Gallardo fue el primer equipo argentino en ganar en esta edición de la Copa. Superó 3 a 1 recuperando la contundencia, una materia que tenía preocupado al entrenador millonario.
El golpe de River ayer en Colombia fue el golpe del fútbol argentino: es la primera victoria (3-1 ante Independiente Medellín) de un equipo de estas tierras en la Copa Libertadores 2017, que hasta el momento se antoja esquiva para los conjuntos nacionales. El ejemplo más claro es San Lorenzo: perdió los dos que jugó (0-4 ante Flamengo y 0-1 contra Atlético Paranaense). Tampoco pudieron festejar Atlético Tucumán (1-1 con Palmeiras), Godoy Cruz (1-1 ante Atlético Mineiro), Lanús (0-1 frente a Nacional de Montevideo) y Estudiantes (1-2 contra Botafogo).
Entonces, sacó la cara por los argentinos el River de Marcelo Gallardo que a esta altura, hay que decirlo, generó una especie de mística copera. Porque ayer era imposible jugar al fútbol en el Atanasio Girardot, pero se vuelve a Núñez con tres puntos valiosos, que le darán aire y tranquilidad para encarar el futuro. El partido estuvo suspendido por más de una hora porque no se podía jugar: los charcos coparon la escena. Empezarlo fue una locura, un riesgo para los jugadores. Se sucedieron 26 minutos de la nada misma: la pelota muerta en el agua; el balón tratando de saltar líneas.
Para cuando se reanudó -una hora más tarde- el verde se imponía, pero era igual de dificultoso jugar. Recién se había puesto en marcha el juego otra vez cuando Andrés Mosquera le cometió un infantil penal a Lucas Alario que el Pipa cambió por gol. Los hinchas del DIM aún no se habían reacomodado en sus asientos y su equipo ya perdía 1-0. Y bastante más: 4 minutos después, Sebastián Driussi aprovechó una mala salida de David González -tras el buen centro de Pity Martínez- y marcó el 2-0. Una ráfaga de 6 minutos le alcanzó a River para dar el golpe de KO.
Quedaron buenas sensaciones en el conjunto millonario. De la primera parte del juego, antes de la suspensión, poco se puede destacar. Tal vez las buenas participaciones de Augusto Batalla, que se mostró seguro. A partir del gol de Alario, crecieron los rendimientos en River. El retorno de los caudillos -Leonardo Ponzio y Jonatan Maidana- le brindan presencia al elenco del Muñeco: son dos referentes vitales. Pero tal vez el retorno más celebrado es el de Ariel Rojas: en estas circunstancias -jugando de visitante y sin tener la necesidad de asumir todo el protagonismo-, el nacido en Garín es el futbolista que aportó el equilibrio. Ayer volvió a jugar como lo hacía antes de su partida a México: sobrio, siempre bien parado, atento para relevar y con el primer pase exacto. El nivel de Nacho Fernández también creció: fue quien inició la jugada del primer gol. Y la dupla Driussi-Alario no para de generar gritos en esta temporada: llevan 15 y 14 goles, respectivamente.
Tenía que aguantar River los primeros minutos de la segunda parte para no permitir el descuento del DIM. No solo que lo hizo, sino que fue por más: a los 6 minutos Martínez Quarta la agarró de volea y la metió al palo más lejano de González para pegar su primer grito oficial. La lluvia devino en sol para River: le salió casi todo redondo a pesar del descuento de Quintero. Ganó y fue contundente, como pretende Gallardo.
