Programación - Fecha 13 - Primera División 2015

Viernes 22 de mayo
18.00 - Gimnasia y Esgrima La Plata - Quilmes A.C. Árbitro: Jorge Baliño.
20.00 - Crucero del Norte de Misiones - Defensa y Justicia. Árbitro: Saúl Laverni.
21.10 - Temperley - Huracán. Árbitro: Ariel Penel.

Sábado 23 de mayo
15.00 - Arsenal F.C. - Unión de Santa Fe. Árbitro: Fernando Rapallini.
17.10 - Rosario Central - Lanús. Árbitro: Patricio Loustau.
17.40 - Colón de Santa Fe - San Martín de San Juan. Árbitro: Sergio Pezzotta.
18.10 - Banfield - Vélez Sarsfield. Árbitro: Diego Abal.
19.30 - Olimpo de Bahía Blanca - Nueva Chicago. Árbitro: Andrés Merlos.
20.15 - San Lorenzo de Almagro - Sarmiento de Junín. Árbitro: Darío Herrera.
20.30 - Atlético de Rafaela - Estudiantes de La Plata. Árbitro: Fernando Espinoza.

Domingo 24 de mayo
15.00 - Racing Club - Independiente. Árbitro: Germán Delfino.
16.00 - Argentinos Juniors - Newell's Old Boys. Árbitro: Federico Beligoy.
18.15 - Boca Juniors - Aldosivi de Mar del Plata. Árbitro: Pablo Díaz.
18.20 - Godoy Cruz de Mendoza - Belgrano de Córdoba. Árbitro: Diego Ceballos.

Miércoles 8 de julio
20.10 - Tigre - River Plate. Árbitro: Fernando Echenique.

River 0 - Cruzeiro (Brasil) 1 - Copa Libertadores 2015

EN SU CANCHA PERDIÓ 1-0 EN EL PARTIDO DE IDA POR LOS CUARTOS DE FINAL

Un River estresado cayó ante su verdugo

Cruzeiro volvió a aprovecharse de su marcada paternidad y dejó seriamente comprometido al equipo de Gallardo. River mostró una pálida imagen, como si aún estuviera golpeado por lo ocurrido hace una semana en la Bombonera.

Esa maldición deportiva que para River significa Cruzeiro -los brasileños se impusieron en diez de los 13 enfrentamientos- sumó anoche un nuevo capítulo. Porque el equipo de Gallardo, durante varios segmentos, lució como enredado y estresado por esa clasificación convulsionada frente al rival de toda la vida hace una semana. El equipo de Belo Horizonte lo aprovechó y sacó una ventaja importante con vistas a la revancha. Para el desquite, River no sólo necesitará ganar sino que también tendrá que recuperar el fútbol que anoche le faltó.

¿Sorprendió Cruzeiro en el primer cuarto de hora o River continuaba con la cabeza metida en el escándalo y la vergüenza de la semana pasada en la Bombonera? Sea lo que fuere, el conjunto brasileño realizó de entrada una tarea que los conducidos por Gallardo no esperaban: presión en la zona del círculo central, con los mediocampistas externos del esquema 4-2-3-1 (Marquinhos y Willian Farias) jugando mano a mano contra Vangioni y Mammana, respectivamente, y con el grandote Leandro Damiao metido de cuña entre Maidana y Funes Mori.

Le costó un rato a River -más un par de sustos- cortar esa presión. Después de zozobrar con una llegada clara de Manoel y alguna aproximación del uruguayo De Arrascaeta, recién apareció en escena la dupla clave para atravesar exitosamente la serie con Boca: la capacidad para recuperar balones de Kranevitter y la vitalidad más el despliegue de Ponzio para que la presión cambiara de lado. Por eso el escenario del partido mostró una variante evidente, ya que el local pasó de dominado a dominador.

Una llegada de Teo Gutiérrez que fue resuelta por la oportuna barrida del siempre atento Fábio funcionó como bisagra para que los visitantes perdieran presencia y comenzaran a pensar, y también a acomodarse, en el tradicional negocito del empate, que pensando en el desquite siempre se toma como altamente positivo. Y si es sin goles, mucho mejor.

El problema riverplatense, sin solución en la primera mitad, fue que este equipo parece preparado todo el tiempo para combatir contra Boca. La falta de elaboración de juego, donde el Pity Martínez insinúa seguido más de lo que concreta, más Teo posicionado lejos del área y con Mora jugando en infeioridad numérica por su sector, el equipo de Gallardo no tiene casi nada que ver con aquel que no sólo fue campeón en la Copa Sudamericana sino que también satisfizo a la mayoría de los paladares.

Entre su fastidio indimulable y el murmullo que de a poco iba copando el Monumental, Gallardo disparó dos cambios para que la estructura por él diseñada recuperara creatividad, profundidad y volumen de juego. Por eso, apostó a Mayada y Pisculichi cuando el arco de Fábio lucía lejísimo. Y después de que Vangioni realizara una salvada sensacional en la línea, digna de festejarse como un tanto porque eso fue lo que evitó ante el zurdazo de Willian Farías, el DT echó mano a Cavenaghi, gastándose el último billete en pos de un gol imprescindible.

Sin embargo, Marquinhos tenía reservado para sí el protagonismo en un lapso que podría tener enorme gravitación para el resultado final. Después de que Mammana cabeceara sin destino una pelota aérea, la continuidad de la jugada encontró al mediocampista de frente al arco para que mandara a la red el último hilo de esperanza riverplatense. Cruzeiro, que vino por un punto, se llevó los tres. Y River quedó en zona de proeza.

Guaraní (Paraguay) 1 - Racing 0 - Copa Libertadores 2015

PASO EN FALSO DEL CAMPEÓN ARGENTINO DE VISITANTE EN EL ARRANQUE DE LOS CUARTOS DE FINAL

Racing fue timorato y Guaraní se lo hizo pagar

Lució cauto y lo fue aún más tras la expulsión de Lollo. A 5 del final, Benítez anotó el 1-0. La revancha, el jueves.

Ese derechazo de Julián Benítez es una puñalada en el corazón celeste y blanco. Justo en el arco erguido a espaldas de una tribuna decorada con banderas, tapizada de ilusión. Es un gol que grita y merece todo Guaraní. Es ni más ni menos que un castigo para la postura de Racing, que eligió jugar sin la pelota, que sólo se preocupó por cuidar la quintita de Saja aún antes de quedarse con un hombre menos. Si no arriesgó antes de la increíble expulsión de Lollo, ¿por qué habría de hacerlo en inferioridad númerica? Cocca rearmó la defensa, llenó el equipo de volantes y dejó a Bou solitario y sin final. Y perdió la Academia, otra vez ante los paraguayos, que tienen un plus: marcaron goles en todos sus partidos de visitante, ese que le faltó al campeón argentino por su carencia de ambición. Hay revancha en Avellaneda, claro. Pero en el medio está el clásico con Independiente, nada menos.

¿Por qué salió a especular Racing? Recién en el segundo tiempo tuvo mayor decisión. Al menos, en el arranque de esa etapa lo encerró a Guaraní. Alfredo Aguilar demostró todos sus reflejos ante Bou. Sin embargo, apenas fue una luz en el medio de la oscuridad. Enseguida, Cocca prescindió de Milito y apostó a Voboril. Aun con uno menos, ¿no era un partido para la velocidad de Brian Fernández? Después, sumó mediocampistas. Y se olvidó de atacar.

En el primer tiempo, la búsqueda de Racing había quedado reducida a la pelota larga, a esa tentación llamada Bou, al talento de Milito para acomodar las piezas adelante. Pero no hubo conexión arriba. Y cómo habrán sido de flojitos esos cuarenta y cinco minutos que la situación más clara estuvo en los pies del goleador de la Copa Libertadores después de un rechazo de Lollo. Aguilar, con manos firmes, le ahogó el grito.

Fue lo único que produjo Racing en ataque. Después, dejó el control de la pelota en los buenos volantes de Guaraní. Y si el equipo aborigen no logró hacer diferencia en el capítulo inicial, mucho tuvo que ver su falta de profundidad. Toca bien el cuadro que conduce el español Fernando Jubero (que festejó el gol como con bronca contra alguien de la platea). Se mueve con criterio en espacios reducidos, abre la cancha y sorprende por los laterales, pero a veces pierde peso específico en el área, donde se resuelve la historia. Ahí estuvo firme Yonathan Cabral, al menos al principio. Después, sufrió como el resto a Federico Santander. Este es el "9" paraguayo que fue a buscar Luis Zubeldía hace tres años, el que fracasó vestido de celeste y blanco (18 partidos, ninguna flor), pero cosecha elogios en este país, al punto que se critica a Ramón Díaz por dejarlo al margen de la Copa América. Y fue el jugador que más inquietó a los defensores visitantes. Ganó de arriba, aguantó de espaldas y fue criterioso en el circuito de ataque.

En el complemento, después de ese sofocón de los primeros minutos, Guaraní volvió a controlar el juego. Probó de afuera, con Palau, dos veces. Y De la Cruz se lo perdió abajo del arco. Racing, con Grimi de marcador central, aguantaba. Pero a Díaz se le filtraban por todos lados. Hasta que acertó Benítez con una gran maniobra individual y clavó un derechazo cruzado desde el borde del área que entró lejos de Saja. Fue un premio para Guaraní. Fue un sacudón para Racing, que deberá cambiar ya mismo de actitud y tendrá que empezar a ser más audaz. De lo contrario, la Copa será un sueño roto.

San Lorenzo 3 - Viale FBC 0 - Copa Argentina 2014/2015

RESOLVIÓ SIN DIFICULTADES EL PARTIDO Y PASÓ A LOS 16AVOS DE FINAL

La jerarquía de San Lorenzo fue demasiado para Viale

Ganó 3-0 con tres goles de cabeza de Verón, Cauteruccio y el debutante Cardona. Ahora, con Instituto.

La comparación surgió casi de inmediato: la enorme diferencia futbolística ente San Lorenzo y Viale remontó a lo ocurrido con el equipo de Bauza en su enfrentamiento con Real Madrid en el Mundial de Clubes. En juego, en individualidades, en experiencia, en legajos, en predisposición y sobre todo en jerarquía no existieron equivalencias, la distancia fue enorme. Y con cabezazos demoledores San Lorenzo estableció en el resultado la diferencia. Así avanzó a la siguiente ronda de esta Copa Argentina, donde enfrentará a Instituto.

Si había alguna expectativa se esfumó en 30 segundos, cuando Simón -paradójicamente uso la camiseta número 10 pero se paró junto a otros cuatro volantes con la misión de batallar- le dio una patada a Barrientos, que pretendía controlar en tres cuartos de cancha, dándole nacimiento a la primera llegada clara de San Lorenzo. Alan Ruiz ejecutó el tiro libre, bajo y esquinado que el arquero Lucas Rodríguez desvió al córner.

San Lorenzo manejó la pelota a voluntad, mientras que Viale decidió replegarse y dejar arriba tremendamente aislado a Lazaneo, su único punta. Avila remató y tapó muy bien Lucas Rodríguez. Tres minutos más tarde, Prósperi mandó un centro perfecto desde la derecha y en el área Gonzalo Verón con un cabezazo de sobrepique puso el 1 a 0. Viale no varió su esquema, continuó agrupado cerca de su área y olvidándose del arco de enfrente.

Con el gran trabajo de Barrientos y Verón, San Lorenzo tenía el control absoluto. Empezó exactamente igual el segundo tiempo. Lucas Rodríguez con esfuerzo despejó con los puños un sorpresivo tiro por elevación de Verón, a los 10. Volvió a estirarse el arquero de Viale para salvar un intento de Prósperi a los 13. Hasta que la insistencia trajo otro gol. Centro preciso de Verón, llegando al fondo por la derecha y levantando la cabeza para el frentazo de Cauteruccio, que había ingresado hacía 2 minutos.

Recién entonces, estando dos goles abajo, hubo una leve reacción de Viale. Y dos chances claras, un derechazo de Alsugaray, tras una falla defensiva, que tapó Franco y terminó rechazando Cetto, y un zurdazo de Claro (el goleador del equipo; insólitamente estaba en el banco) bien tapado por Franco.

A cinco minutos del final con idéntica fórmula -centro de la derecha y cabezazo en el área- San Lorenzo cerró la cuenta. Barrientos se encargó del envío y el juvenil debutante Cardona de meter el frentazo goleador. La diferencia fue muy grande, estaba claro.

Newell's 0 - Chacarita 2 - Copa Argentina 2014/2015

EL EQUIPO DEL TOLO GALLEGO NO PUDO ESTABLECER NINGUNA DIFERENCIA DE JERARQUÍA

A Chacarita le sobró actitud y juego para eliminar a Newell’s

El ganador lleva cinco partidos sin ganar en la Primera B Nacional. Los goles fueron de Zapata y Ugo Carabelli.

La Copa Argentina sigue ofreciendo sorpresas, sin respetar la división donde se encuentren encasillados los equipos. En estos 32avos de final, Chacarita Juniors, participante de la B Nacional, eliminó a Newell’s, habitante de la máxima categoría. En la cancha no se notó diferencia de jerarquía; al contrario el conjunto dirigido por Aníbal Biggeri se mostró superior en juego, en entrega y en actitud. Y justificó plenamente su victoria, en la cancha de Banfield con prohibición de ingreso de hinchas aunque con efusivos festejos de los infaltables allegados. Más allá que entendiendo la pasión futbolera hubiese motivos para la celebración tricolor.

De entrada el control de balón y la precisión estuvieron del lado de Newell’s. Empezando la marcha desde el fondo, siguiendo con un Mateo como volante más retrasado y expandiéndose hacia adelante con ese cuadrado que habitualmente forma en el mediocampo el conjunto rosarino. No tardó demasiado Chacarita en acomodarse en el terreno, a brillar con la claridad de Damián Manso y a derrochar fervor en sus compañeros. Interceptar el primer pase del contrario se convirtió en un acierto.

Dos estocadas a fondo, muy bien elaboradas y muy mal definidas -una para cada lado- le dieron los primeros toques emotivos al partido. Manso desbordó con clase por derecha y mandó el preciso centro al segundo palo, donde Melivilo remató muy alto, a los 7 minutos. Y cuatro más tarde, se lució Maxi Rodríguez, Taborda dio rebote, Orzan mandó el centro y Ponce, sólo y desde una posición excelente, cabeceó arriba sin puntería.

Promediando el período inicial Chacarita ya sacaba ventajas en el juego. Manejaba la pelota con mayor determinación ante un Newell’s demasiado tibio. Y gracias a un envío largo de Manso fundido con la guapeza de Elías Zapata (hermano del Chapa Víctor, quien se recupera de una lesión) para con dos toques aprovechar el yerro de Leandro Fernández y Pocrnjic y poner el 1 a 0.

Antes, a los 31 minutos, nacieron grandes dudas por una caída dentro del área de Maxi Rodríguez ante el cruce de Taborda. ¿Penal? Dio la sensación de no existir falta del arquero, aunque queda margen para la discusión. Y Maxi dio signos de quedar con el tobillo malherido.

Durante los primeros veinte minutos del segundo tiempo, Newell’s presionó y Chacarita estuvo muy retrasado. Salvo dos mano a mano, ante Maxi Rodríguez y luego ante Cáceres, que resolvió favorablemente Taborda la presión rosarina no ocasionó consecuencias serias para su rival. Newell’s insistía y Chacarita aguantaba, esa era la realidad. Los cambios ofensivos, con todo el potencial de ataque que tenía en el banco tirado a la cancha tampoco fue solución para Newell’s.

Los contraataques de Chacarita -que lleva cinco fechas sin triunfos en la B Nacional- ante la oferta de espacios disponibles por la búsqueda obligada de la Lepra presagiaban peligro. Un derechazo del veloz y encarador ingresado Menéndez estremeció el poste. Y de un pase largo cruzado del mismo Menéndez, recibido por Aliendro en la punta derecha y extendido al medio del área para que Ugo Carabelli, otro refresco, la empujase al gol, se desató la locura total de Chacarita. Al partido le quedaban todavía diez minutos, solamente para que Newell’s repitiese su impotencia y para que Chacarita disfrutase. Y sí, se agrandó.

Boca 0 - River 0 - Copa Libertadores 2015

SÓLO UN TIEMPO, SIN GOLES Y SIN FÚTBOL

Antes del escándalo, hubo un descalabro futbolero

Boca nunca encontró la fórmula para llegar al arco de Barovero. River controló el medio, pero tampoco llevó peligro.

El descalabro criminal -ése que no tiene perdón- llegó después. Pero antes se había desarrollado un descalabro futbolero durante 47 minutos. El anuncio de lo que seguiría lo hizo Daniel Osvaldo a los 49 segundos de iniciado el partido cuando barrió a Carlos Sánchez y se llevó la primera amarilla. ¡Había que jugar! Y ése era el problema. Boca, para torcer el 0-1 del partido en Núñez y tratar de evitar un gol en el arco propio que lo obligaría a marcar tres en el otro. River, para aguantar el supuesto empuje de Boca e intentar acertar alguna contra que le trajera la tranquilidad del resultado cómodo.

El Vasco Arruabarrena buscó algunas variantes en relación con el primer choque. Dos cantadas: Peruzzi por Marín y Osvaldo por Calleri. Y una sorprendente: Burdisso por Torsiglieri. Quizás para buscar mayor temperamento en los roces y algún cabezazo ofensivo. Gallardo decidió cubrir la ausencia obligada de Teo Gutiérrez con el Pity Martínez. Y mostró un planteo novedoso: un único delantero real, pero acompañado con dos volantes-extremos. Martínez por la derecha y Driussi por la izquierda. Con el compromiso, éstos, de retroceder.

Y empezó a rodar la pelota. De un lado para otro. La impotencia de Boca para elaborar jugadas de ataque quedó desnuda muy rápidamente. La pelota pasaba de Burdisso al Cata Díaz en la iniciación. Y ellos fueron quienes más la tuvieron. Burdisso salía con un pelotazo sin destino fijo. El Cata se animaba a llevarla un trecho. Pero no había movilidad en los otros para mostrarse y recibirla. La tensión parecía paralizarlos. Sólo pudieron elaborar una jugada Pavón y Osvaldo. Una sola jugada coherente. Y el remate del centrodelantero desde lejos fue contenido por Barovero.

River tampoco aportaba juego asociado. Los intentos individuales de Martínez y Driussi desembocaron en algunos tiros de esquina a favor. Un enganche de Driussi terminó con un zurdazo que resultó alto. En el medio, Kranevitter y Ponzio anulaban los tibios intentos de Meli, Gago y Pablo Pérez. Semejaba a una enemiga la pelota. La obligación de llegar al gol la tenían los locales, claro. Pero nunca encontraron un camino coherente en ese primer tiempo. A la amonestación de Osvaldo siguieron las de Gago, Mammana, Pablo Pérez y Pavón. Con buen desempeño del árbitro Darío Herrerra. Todo era nerviosismo, pelotazos, fricciones, simulaciones.

Nada de fútbol entre los máximos representantes del fútbol argentino. La impotencia de Boca en el campo empezó a irradiar impaciencia a las tribunas. Hasta que llegó el final de la etapa. Tras el tenso descanso ingresó Boca. Con Lodeiro preparado para integrar el equipo. Hasta que salió Barovero desde la manga con la mano en alto para advertirle al árbitro sobre la grave situación que vivían sus compañeros por la agresión salvaje. Sobre el verdadero descalabro que tuvo en vilo al estadio entero durante más de dos horas. Y el fútbol argentino quedó, otra vez, gravemente herido.

Racing 2 - Wanderers (Uruguay) 1 - Copa Libertadores 2015

SE CLASIFICÓ PARA CUARTOS DE FINAL

Racing tiene poder de fuego y hace que todo sea posible

Manejó a la perfección el contraataque y así llegaron los goles de Camacho y Bou en el primer tiempo.

Baratísimo. Le ha costado a Racing el acceso a cuartos de final, tras dos partidos en los que durante varios segmentos, tanto en la ida cuanto en el desquite, jugó apenas regular frente a un rival mediopelo como Wanderers, que está ubicado en el penúltimo puesto del campeonato de Uruguay, a 11 unidades de del puntero Peñarol.

La Academia, con mínima inversión en la fase de grupos y en el primer cruce mano a mano, ya está en cuartos, donde se cruzará con Guaraní, equipo paraguayo al que ya venció 4-1 en Avellaneda y cayó 2-0 en Asunción durante la etapa clasificatoria previa al ordenamiento de 16avos de final. Mientras por Avellaneda las ilusiones cuelgan de las nubes más altas, cuatro equipos argentinos (dos de los grandes, Huracán y Estudiantes) ya quedaron en la banquina.

Complicadísimo. Pintó para el local el primer cuarto de hora, donde Wanderers presionó con la pelota, hundió a Videla y Cerro contra la línea de cuatro, atacó con el espíritu propio de los que quieren ganar y metió dos situaciones de peligro con un inquietante disparo de Rodríguez y un cabezazo del mismo atacante que encontró, como es habitual, bien ubicado a Saja.

Sin quererlo, Racing se fue acomodando a lo que mejor le sale: el contraataque. Es que con el oficio más el concepto de Milito para jugar e ir a los espacios, la confianza de Bou para resolver los uno contra uno y la velocidad de llegada de Camacho, los de Cocca siempre encuentran una puertita abierta cuando el rival lo va a buscar.

Picantísimos. Están los que se visten de celeste y blanco cuando van para el arco de enfrente. Esa gente lo confirmó en el gol de apertura, donde Milito fabricó una alhaja donde había un pedazo de hierro. Por supuesto que del engarce se encargó Camacho, pero la maniobra en el lateral derecho del ídolo racinguista está para editar y copiar para luego repartir entre todos los delanteros de las divisiones inferiores.

Exactamente lo mismo hizo Bou, cerca del final de la primera etapa, aunque para la oportunidad hubo música y letra del mismo ejecutante. El delantero desarrollado por River pintó a Silva en el movimiento previo a liquidar a Burian y sentenciar la clasificación. El triunfo pudo transformarse en goleada si Brian Fernández le hubiera errado al arquero -su disparo salió recto a las manos del guardavallas- luego de que Bou lo asistiera con idéntica generosidad con que Milito lo había hecho con Camacho.

Esperanzadísima. Está la mitad blanquiceleste de Avellaneda. Más por los resultados que por el juego desarrollado en este suave otoño. Mientras se aguarda que Videla sea capaz de volver a ser una bandera plantada en el círculo central, cuando crece la confianza de que la dupla Lollo-Cabral vuelve a ser la pareja infranqueable del equipo campeón, al tiempo que se descuenta que Saja es un arquero para ganar en cualquier cancha y que con Milito más Bou sobran goles para cualquier hazaña, Racing se metió en los cuartos de final. Y como no es verdad que para ser campeón hay que ganarles a todos sino solamente a los se crucen en el camino, el próxima escollo es Guaraní. Y la verdad, que el boleto para las semifinales lejos está de parecerse a una utopía.

Ganador - Fecha 12 - Gran DT Primera División 2015

TORNEO FANTÁSTICO

El gran festejo se mudó a Villa Paranacito

Raúl Lisman, un hincha de Boca, fue el ganador de la fecha y lidera la tabla de posiciones con 141 puntos.

La décimosegunda fecha del Torneo de Primera División culminó y arrojó un nuevo ganador del GDT. Se trata de Raúl Lisman, de 45 años, quien vive en Villa Paranacito, un pueblo de no más de 5.000 habitantes, ubicado en el sur de la provincia de Entre Ríos. El flamante ganador es hincha de Boca Juniors y manifestó su felicidad y sorpresa: “Es una alegría enorme, nunca imaginé que lo fuera a ganar”. Además, contó que aún no sabe para qué va a utilizar el premio que, en este caso, es de $ 40.000 en lugar de $ 25.000, debido a que él es un usuario Premium.

Lo que sí tiene claro es que el triunfo amerita a un gran festejo con sus vecinos, a quienes les prometió un lechón o un asado. “Este es un pueblo chico y nos conocemos todos, por eso es un gran acontecimiento”, dijo con orgullo, Raúl quien es considerado un jugador histórico del Gran DT, ya que participa desde sus comienzos impulsado por su hijo. Incluso, comparte torneos con amigos y familiares. Su equipo “Chiquiboom” obtuvo 141 puntos, en esta jornada.

Pese haber realizado los cambios con anticipación, no tuvo consecuencias negativas en lo más mínimo, porque planteó un fuerte 3-4-3 con Juan Carlos Olave como capitán y Guillermo Burdisso como su jugador estrella, quien sumó 22 unidades. De esta manera, logró imponerse ante el resto de los competidores. También se mostró autocrítico confesando que, por falta de tiempo, no hace tantos relevos y, como consecuencia, no le estaba yendo para nada bien. Sin embargo, en esta edición cortó la mala racha y obtuvo la ansiada consagración. Asimismo, el DT entrerriano contó que, a pesar de su pasión por el conjunto Xeneixe, no cuenta con varios hombres de los dirigidos por Rodolfo Arruabarrena.