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domingo, 5 de noviembre de 2023

Boca 1 - Fluminense (Brasil) 2 - Copa Libertadores 2023

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CAYÓ 2 A 1 EN RÍO DE JANEIRO
Boca chocó contra Fluminense, un gran rival, y su herida sigue abierta
Fue una final dramática y el equipo brasileño se impuso con justicia en el alargue. El equipo de Almirón no pudo aprovechar sus mejores momentos.
Cuántos partidos se pueden jugar en un solo partido. La final de la Copa Libertadores estuvo a la altura de las circunstancias y es por eso que es el torneo continental más alucinante del planeta. En el Maracaná, Fluminense venció a Boca en el tiempo suplementario y se consagró campeón de América por primera vez en su historia. El sueño de la Séptima para Boca es una herida que sigue abierta y sangra. Es la tercera vez consecutiva que el Xeneize cae en la definición como en 2012 y 2018. Deberá aprender de la derrota y volver a intentarlo el año siguiente.

Pero ahora el árbol está caído y hacer leña de él es una canallada. Boca no fue campeón porque chocó en la final con un gran rival, digno del trofeo, que se lo llevó con total justicia. La cuenta es simple: el Flu venció a todos los rivales que enfrentó en esta Copa y aunque por momentos parece un equipo tibio y sin rumbo, tiene jugadores de calidad y un joven que entró para cambiar la historia: John Kennedy, que ingresó en el complemento para rescatar a su equipo del ostracismo al que había caído después del empate de Luis Advíncula y marcó el 2 a 1 final en el primer tiempo suplementario con una volea que se clavó como una daga en el arco de Chiquito Romero. Fluminense es campeón también porque hizo lo que Nacional, Racing y Palmeiras no pudieron: evitar los penales.

El primero de los partidos que se jugó en el Maracaná fue el que empezó a torcer el rumbo para los cariocas. Que Germán Cano iba a meter un gol era algo que ya todo el mundo sabía desde hacía días. El delantero fue el goleador de la Copa (13 gritos) y todo lo que toca se convierte en (gol) oro. Después del golpe, había que esperar cómo iba a reaccionar Boca, que hasta ese momento tenía el partido controlado.

Esa fue la diferencia en el primer tiempo: el control ante el descontrol. La estructura frente al caos. En el primero, Boca dominó el partido en un primer tiempo en el que había empezado muy nervioso e impreciso. Pero se recompuso y encontró su mejor forma cuando pudo adueñarse de la pelota. No para tenerla demasiado, sino para atacar rápido y directo a un Fluminense que retrocede mal y que se desentiende de las marcas.

Merentiel aceleró y sacó un derechazo al medio del arco (tenía pase en Cavani) que Fábio controló sin problemas. Y más tarde, Barco puso una buena pelota entre líneas para Cavani, que se fue solo y quiso descargar para la llegada de frente de Merentiel, pero no estuvo fino (la jugada requería precisión quirúrgica) y la chance se disipó.

Fluminense mostraba su desconcierto y no encontraba los caminos en un campo amplio y largo. Para la media hora de juego, Fernando Diniz -también entrenador de la selección brasileña- volvió a poner los dados en el cubilete y tiró sobre la mesa. La suerte, esta vez, estuvo a su favor. Keno, que no había podido con Advíncula, se fue a la derecha. Martinelli se paró de tres. Ganso (intrascendente, hasta que se despierta y se le da en gana jugar) bajó a buscar la pelota como un cinco retrasado. Y Marcelo abandonó el lateral para jugar suelto: se fue contra la derecha y de ahí hacia el medio para conducir al equipo. Caos. Y en el caos, Flu se puso 1 a 0.

Apenas un par de cabezazos habían sido lo más peligroso del conjunto carioca. Pero a los 36 minutos. Keno tiró una pared por derecha, envió el centro atrás y Cano le dio de media vuelta, con su pierna derecha para hacer estallar de alegría a la tribuna sur del Maracaná. Un golpe a la mandíbula de Boca. Aunque todavía faltaba mucho.

Fue extraño el complemento. Fluminense se quedó sin ideas y Diniz propuso un partido de trincheras: espacios reducidos, juntar pases y tratar de salir rápido al campo abierto que podía dejar Boca a espaldas de sus centrales. Le salió mal. Marcelo y Ganso se apagaron, Boca presionó bien y alto, y recuperó el control del partido. Mucho le debe Almirón a Medina, Pol Fernández y -sobre todo- Equi Fernández. Ellos sostuvieron a Boca en partido, cuando no había ideas, cuando Cavani se acalambró y tiró la toalla, y cuando el Maracaná rugía por un título que siempre se le había negado.

Fue Advíncula con un zurdazo al segundo palo el que aplacó la euforia local (como ante Deportivo Pereira, cuando arrancó toda esta historia). Y el Flu quedó mareado. Lo rescató su entrenador Fernando Diniz: rápido de reflejos, sacó a Marcelo y a Ganso. Y a la cancha saltaron los jóvenes, entre ellos Kennedy, que con su velocidad y su fútbol revirtió la pulseada.

Pudo ser para Boca -es cierto- si el derechazo de Merentiel a los 43 del segundo tiempo hubiese ido adentro, la historia hubiese sido otra. Pero la realidad es la que es: a los 100 minutos de partido, Kennedy pivoteó, recibió la descarga y sacó un disparo que incrustó en el corazón de Boca.

viernes, 6 de octubre de 2023

Palmeiras (Brasil) 1 (2) - Boca 1 (4) - Copa Libertadores 2023

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EMPATÓ 1-1 EN TIEMPO REGULAR, DONDE TUVO QUE AGUANTAR CON UNO MENOS
Chiquito Romero fue héroe otra vez y Boca llegó a la final por penales
El equipo de Almirón se puso en ventaja con gol de Cavani, pero sufrió tras la expulsión de Rojo. En los doce pasos, el arquero atajó dos penales. El 4 de noviembre define con Fluminense.
Boca, Boca, siempre Boca. El equipo argentino jugará su 12° final de Copa Libertadores, es el que más veces accedió a esta instancia desde 1960, cuando se jugó por primera vez el torneo. Y ahora va por su séptimo título para alcanzar a Independiente y convertirse además en el máximo ganador histórico. Lo logró tras superar en los penales a Palmeiras en el Allianz Parque de San Pablo con un Sergio Romero enorme y un Edinson Cavani en modo crack. Fue 1-1 en los 90 minutos, de los que luchó durante media hora con diez futbolistas por la expulsión de Marcos Rojo. Pero por tercera serie consecutiva (había superado a Nacional y a Racing) logró avanzar y el 4 de noviembre jugará la final ante Fluminense en el Maracaná de Río de Janeiro. La obsesión de los hinchas y el máximo objetivo de Juan Román Riquelme como dirigente se cumplió. Para coronar, deberá dar un último paso.

El primer tiempo de Boca fue soñado. Le salió todo al equipo argentino en el Allianz Parque. Incluso el campo de juego -protagonista en la previa y en el desenlace- jugó a favor del visitante. Merentiel y Barco le agarraron la mano enseguida: el problema es el control, pero para tocar de primera y correr al espacio es perfecto. Y en la primera que el uruguayo pudo primerear de cabeza y sacar de la cueva a Gustavo Gómez, Boca se puso en ventaja. Iban 23 minutos cuando Merentiel peinó la pelota y echó a correr hasta que dejó debajo del arco a Edinson Cavani, que se estiró y marcó el 1-0.

Se sacó la mufa Boca y con el gol en el Allianz Parque cortó una racha de 346 minutos sin marcar en la Copa. No había tenido suerte en las idas ante Racing y Palmeiras, pero este jueves en Brasil lo que tocaba lo convertía en oro.

Sufrió apenas en el primer tiempo por la estrategia de Abel Ferreira que armó una línea de tres en el fondo y soltó a Piquerez por la izquierda. Advíncula y Medina dudaban cada vez que los atacaban porque se sumaban Raphael Veiga y Gabriel Menino para generar superioridad numérica. De allí salieron los centros más peligrosos al área de Boca, que se defendió bien de arriba.

Pero el punto más alto del equipo de Almirón fue la solidaridad. Y el abanderado en ese rubro fue Cavani. El uruguayo, con toda su chapa y sus años encima, se sacrificó por el equipo. Terminaba defendiendo entre Pol y Equi Fernández y Boca le cerró los caminos a Palmeiras, que sentía la presión de su público y se cargó de amarillas (Raphael Veiga, Rony y Gustavo Gómez).

Pero si el primer tiempo había sido casi perfecto, el segundo fue de un padecimiento lento y doloroso. Lo que al principio salía bien, ahora estaba mal. Ferreira metió un par de cambios: Endrick saltó al campo y revitalizó el ataque local. Kevin Macedo entró por Rocha y fue de puntero izquierdo. No por nada el Verdao ganó dos Libertadores con el DT portugués. Y Boca se desorientó. A los 5, Rojo vio la amarilla por levantar demasiado la pierna ante Rony.

Almirón reaccionó: puso a Valdez por Merentiel y armó una línea de cinco en el fondo. Pero enseguida Rojo fue imprudente, se tiró a los pies de Endrick y el uruguayo Matonte lo expulsó. Boca se quedaba con uno menos y todavía faltaba una eternidad. Valentini entró por Barco (tiró olímpico un córner que dejó mal parado al equipo) y la visita se puso a defender la ventaja con el corazón.

No mostró mucho Palmeiras. Pero con un tirito de Piquerez que se le movió a Romero logró el empate y se fue entero por el triunfo. El desconcierto en Boca duró varios minutos hasta que Cavani pudo aguantar la pelota arriba y Equi Fernández sacó la cara por el equipo para pedir la pelota, cuidarla y fabricar faltas que le dieran aire al equipo.

El resto lo hizo Chiquito Romero. Le tapó a un cabezazo a Rony, tuvo una doble atajada ante Mayke y Zé Rafael. Y en el final sacó una chilena de Rony que tenía destino de gol. Sabía Palmeiras que llegar a los penales no era negocio. Boca, en cambio, ya estaba jugado y sin fichas.

Fue injusto que Cavani fallara el primer penal por el partidazo que jugó (demostró ser un crack, aunque no le hacía falta), pero después Chiquito tapó consecutivamente los remates de Veiga y Gómez y le dio la ventaja a Boca, que ya no falló y sacó boleto para Río de Janeiro.

viernes, 29 de septiembre de 2023

Boca 0 - Palmeiras (Brasil) 0 - Copa Libertadores 2023

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FUE 0-0 EN LA BOMBONERA, DONDE TUVO LA INICIATIVA PERO LE FALTÓ EFECTIVIDAD
Boca fue superior, pero el arco sigue cerrado y no pudo quebrar a Palmeiras
Dominó con amplitud en el primer tiempo y tuvo situaciones muy claras. “No ligó”, como dice la tribuna. Luego, el juego se equilibró y los cambios de Almirón no mejoraron al equipo.
La Copa Libertadores se sufre. Es así, ningún campeón se paseó por el torneo más importante del continente hasta levantar el trofeo oliendo a perfume. Y si Boca quiere jugar la final de la edición 2023 tendrá que transpirar en Brasil. En la ida de las semifinales en La Bombonera igualó sin goles ante Palmeiras y dejó sensaciones ambivalentes entre un primer tiempo en el que generó muchas situaciones y una segunda mitad en la que sintió el cansancio y terminó desconcertado después los cambios que realizó el entrenador Jorge Almirón. No fueron pocos los murmullos en la platea cercana al palco de prensa, no fue difícil advertir que en el resto del estadio también había desaprobación por la salida de Barco y que entrara Janson y no Zeballos.

Será una semana de emociones fuertes hasta el próximo jueves cuando defina en el Allianz Parque si consigue el boleto a la final del 4 de noviembre en el Maracaná o si se queda en el camino. En el medio, el domingo, jugará el Superclásico frente a River.

La sensación es que Boca no ligó. El primer tiempo fue excelente. Lo que pensó Jorge Almirón se dio sobre el campo de juego -casi- tal cual lo había planeado. Y no es un secreto, a su equipo le falta ser contundente en el área rival. Por eso llegaba a la semifinal sin haber convertido en tres de los cuatro partidos de mata-mata que había disputado (uno ante Nacional y los dos frente a Racing) y precisó de los penales y las manos de Chiquito Romero para acceder a esta instancia. La diferencia con la ida de las semifinales es que en los primeros 45 minutos generó más de lo que había hecho -casi sin exagerar- en todo el torneo.

La primera ocasión de gol fue para Cavani, con un zurdazo que tomó mordido tras un centro de Barco desde la izquierda. La última de esa primera etapa también fue del uruguayo con un cabezazo que se fue apenas al lado del palo y provocó una avalancha espectacular en la primera bandeja. En el medio, hubo dos de Merentiel: una en offside (muy finito), y la otra con un derechazo cruzado que le tapó Weverton. Además, Medina y Barco desviaron sus remates por arriba del travesaño desde posiciones favorables para acertarle al arco y existieron por lo menos otras tres o cuatro aproximaciones que se diluyeron porque faltó el último toque o porque se tomó una decisión incorrecta.

Boca jugó decididamente bien en el primer tiempo con un 4-4-2 en el que Barco y Cavani se reparten la conducción del equipo. Los Fernández Pol y Equi se reparten el medio y Rojo comanda a la defensa. En ese esquema el que se sacrifica es Medina, muy aislado como ocho.

Palmeiras, en tanto, salió a aguantar el partido. A enfriar todo lo que pudiera el fervor de un estadio repleto que rugía ante cada avance local y a demorar cada tiro libre. A dormir la pelota entre su línea de cinco defensores y buscar las diagonales de Rony y Arthur, dos delanteros rápidos que no les daban referencia a Figal y Rojo.

Mostró poco el equipo brasileño. Su entrenador, el portugués Abel Ferreira, no vino a trabajar a Sudamérica para entrar en esa polémica que dirime cuál fútbol es mejor si el “de allá” o el de “acá”. No regala nada, es pragmático, y sin brillo ya embolsó dos Libertadores (2020 y 2021). Va por la tercera con una fórmula repetida: solidez en el arco, en Gustavo Gómez y en sacar máximo rédito en las oportunidades que genera. En San Pablo, asumirá el protagonismo y se invertirán los roles.

Pero al fútbol se gana marcando goles. Y Boca parece tener el arco cerrado. Pudo gritar en el segundo tiempo por un zurdazo de Barco que Weverton dejó vivo en el área chica y Cavani no llegó a empujar. Después, Almirón metió mano al banco y la imagen de Boca se desdibujó.

A la inexplicable salida de Barco (en su lugar ingresó Lucas Janson) se le sumó la entrada de Jorman Campuzano, un jugador ordenado tácticamente y con mucha marca, pero sin pase en profundidad ni peso en ataque. Y Boca lo que necesitaba era un gol. Entró Benedetto y sobre el final el Changuito Zeballos. Pero el esfuerzo ya se había hecho. Y la pelota no entró. Palmeiras hizo su negocio y ahora Boca deberá afrontar el Superclásico sin piernas, con el estrés de la Copa y con la necesidad de ir a buscar la clasificación a San Pablo. Será un error jugar a llevar la serie a los penales, como hizo Boca en el Cilindro de Avellaneda. Porque como dice la canción “para ser campeón hoy hay que ganar”.

jueves, 31 de agosto de 2023

Racing 0 (1) - Boca 0 (4) - Copa Libertadores 2023

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PARTIDO VIBRANTE PERO DE JUEGO OPACO QUE DEBIÓ DECIDIRSE EN LOS PENALES
Las manos de Romero llevaron a Boca a las semis y despidieron a Racing
Luego de otro 0-0 como en la Bombonera, la serie se decidió en el Cilindro desde los 12 pasos. Ahí, Chiquito volvió a ser gigante. El próximo rival xeneize será Palmeiras.
Boca es semifinalista de la Copa Libertadores. En el camino quedó Racing y ahora deberá pensar en Palmeiras, ese rival en 2000 y 2001 que quedó marcado a fuego en la piel de los xeneizes y también en Juan Román Riquelme, el ídolo-dirigente que ya levantó tres copas como jugador y busca una más ya sin los cortos. En la cancha responden por él un grupo de jugadores que son fieles a la historia de Boca y le pagan al vicepresidente con su jerarquía.

Porque Sergio Romero otra vez fue gigante para tapar los penales de Piovi y Sigali en la definición que selló la clasificación, porque Marcos Rojo estuvo impasable. Y porque además de la figura de Edinson Cavani hay un grupo de jugadores jóvenes que confía en la idea del entrenador y se siente cómodo con caminar por la cornisa en estas dos series que ya pasó por penales. La ilusión ahora le pide más, obliga a un equipo que quiere conquistar América a jugar mejor, a dominar a sus rivales y, al menos, cerrar las series durante el juego y no necesitar apelar a los penales. Los jugadores los tiene.

Desde el inicio quedó clara cuál iba a ser la estrategia de Almirón en Avellaneda: enfriar la euforia de los primeros minutos y pensar en un partido largo. Cómo Sergio Romero demoraba la reanudación del juego cada vez que tuvo que sacar del arco fue el indicador más claro. Después, el plan de juego de recuperar en el medio y salir rápido de contra no funcionó.

Le costó entrar en ritmo a Medina (muy preocupado por cubrir a Advíncula), Pol Fernández jugaba a destiempo y el otro Fernández, Equi, sacrificó mucho de su buen manejo a cambio de mantener la posición. En el primer tiempo ni el peruano por la derecha ni Frank Fabra por la izquierda pudieron sacar grandes diferencias y salvo algunos destellos de Cavani y (más tarde) de Medina, Boca no atacó. El solitario remate de Pol Fernández (muy desviado) fue muy poco para inquietar a Arias. Así y todo, cuando la visita juntaba pases en campo rival daba a entender que de proponérselo podía lastimar a su rival.

Lo de Racing fue bastante más obvio y también más efectivo. El equipo de Gago salió a morder en el medio, a marcar presencia, a presionar y a tratar de poner a Maxi Romero de cara al gol. Lo hizo muy rápido, a los 2 minutos, pero la definición del ex Vélez dio en el palo cuando la cancha se venía abajo y el línea -sin delay- levantaba su bandera por una posición adelantada que no existía y que el VAR hubiera corregido si el balón ingresaba en el arco.

Lo mejor de La Academia se vio en la primera mitad cuando las piernas todavía estaban frescas. Se levantó el público con un cabezazo de Romero que se fue lejos, pero que la perspectiva del estadio generó sensación de gol. Aunque la que sí pasó muy cerca (a dos dedos, apenas) fue una volea de Juanfer Quintero a los 38 minutos que pudo dar un golpe definitivo a la serie.

Para el segundo tiempo Almirón movió el banco y armó dos líneas de cuatro. A la cancha fueron Janson y Weigandt. Pero no fueron dos micros para tapar el arco de Romero. Boca se ordenó, de a poco Equi y Medina iban marcando el ritmo del partido.

Cavani pudo desnivelar cuando Advíncula lo dejó solo en el área con un pase de cabeza. Pero el uruguayo entró mal pisado al área y definió mal ante Arias, que le ahogó el grito y les devolvió el aliento a los 50.000 hinchas que llenaron el Cilindro.

El quiebre del partido fue cuando Iván Moreno pisó mal en la mitad de la cancha y salió lesionado. Sorprendió Gago con el ingreso de Baltasar Rodríguez. Pero Racing se pinchó y Boca -con poco- lo puso contra las cuerdas.

Pero a la visita le faltó actitud y determinación para sellar su clasificación a las semifinales en los 90. Una de Janson por la izquierda, otra de Weigandt, que se metió en el área por la derecha y no llegó a definir ni a tirar el centro atrás. Se sintió cómodo Almirón con el 0 a 0 y recién puso a Zeballos sobre el cierre, para los penales.

Racing lo fue a buscar en el final. El ingreso de Almendra le dio panorama. Pero nunca inquietó a Chiquito Romero y no pudo quebrar a Marcos Rojo. Los mejores de Boca en el partido y también en la serie. Se cumplieron los 90, como Boca y Almirón querían, y en los penales Chiquito otra vez fue héroe y los pateadores no fallaron.

Boca está entre los cuatro mejores de América por primera vez desde 2018, ese año que busca borrar con su séptima estrella continental. A Almirón le quedan tres partidos para entrar en la historia grande del club, pero debe saber que no siempre los penales estarán de su lado.


Uno a uno los siete penales de la noche

Zeballos que había entrado al final, remató el primero. Fue abajo, a la izquierda casi a media altura. Piovi remató a la izquierda, pero sin esquinarlo y atajó Romero. Luego fue el turno de Janson que le dio más precisión que fuerza y la puso rasante contra el poste izquierdo. Llegó el turno de Juanfer y Chiquito le habló algo, le señaló su palo izquierdo. El colombiano le metió un bombazo al ángulo superior derecho. Todavía había esperanzas en Racing. Edinson Cavani abrió el pie derecho y la puso cerca del palo izquierdo, como Janson. Arias se había tirado a su costado derecho. Estaban 3-1. Y fue Sigali. Le dio de derecha al palo derecho y ahí fue Romero para detener el remate. Marcos Rojo iba a tirar el cuarto penal de Boca. Si convertía, la clasificación estaba hecha. Metió un zurdazo fuerte a la derecha de Arias. Silencio en el Cilindro: el 4-1 selló la serie.

jueves, 24 de agosto de 2023

Boca 0 - Racing 0 - Copa Libertadores 2023

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LA PRESIÓN NO ALCANZÓ
Boca fue más que Racing, pero la serie quedó abierta y se define en Avellaneda
El empate 0 a 0 dejó un gusto amargo para el local, que fue superior todo el primer tiempo. El equipo de Gago, en el complemento, mejoró con los cambios.
El empate que se dibuja bajo el cielo de la Bombonera deja un sabor amargo para Boca, que mereció otro resultado fundamentalmente por su prestación en el primer tiempo. Racing, que poco hizo en esos primeros 45 minutos y mejoró con los cambios en la etapa final, se queda muy conforme con ese punto. Al fin de cuentas se sostuvo en las manos de Gabriel Arias y la seguridad de Leonardo Sigali y no sufrió tanto cuando ingresaron Juan Fernando Quintero y Agustín Almendra, sus refuerzos. Y tiene otro motivo para cruzar el puente Pueyrredón a bordo de un resultado que genera expectativa para la revancha. Los cuartos de final de la Copa Libertadores que protagonizan dos de los grandes de Argentina se definirán en el Cilindro, nada menos.

Almirón sorprendió con la formación. Nadie esperaba los tres centrales y mucho menos la presencia de Valentín Barco como segunda punta para acompañar a Edinson Cavani. Aunque el equipo en la planilla pareció algo conservador por las características defensivas de sus futbolistas, finalmente lo importante es la postura. Y Boca fue agresivo. Configurado con un 3-4-1-2, llevó el peso del partido ante un rival que siempre corrió detrás de la pelota.

Racing llegó a las orillas del Riachuelo con su habitual esquema (43-3), pero lejos estuvo de preocupar a Sergio Romero. En el primer tiempo no sólo no remató al arco. Ni siquiera preocupó a su ex arquero con algún tiro de esquina. Fue un equipo inexpresivo que sufrió, especialmente, por el sector de Tobías Rubio.

Se suponía que Boca volcaría su juego por la izquierda, donde Frank Fabra es un lateral punzante y Barco, un jugador de toda la cancha, pero con una zurda penetrante. Por esa zona, entre el colombiano y el Colorado dejaron expuesto al pibe de 19 años que nunca contó con la colaboración de Agustín Ojeda. En la planificación inicial, Gago falló.

Y si Boca no viajó en ventaja al entretiempo se debió, en definitiva, a su falta de resolución en el área de Gabriel Arias. De entrada, hubo una polémica que también denunció desatenciones en el fondo visitante. Un tiro de esquina que ejecutó Barco y Cavani cabeceó al gol. Sampaio lo anuló porque el alcanzapelotas había acomodado el balón en el córner.

Después tuvo algunas situaciones claras Boca. Un centro de Fabra que anticipó Cavani de cabeza y encontró una notable reacción de Arias. Más tarde, Barco lo vio adelantado al arquero neuquino que ataja para Chile y buscó sorprender con un remate que se perdió apenas alto. Pero ninguna como la jugada que armaron Fabra y Nicolás Oroz quien, con la puntita del pie, le quitó a Cristian Medina, que había quedado de frente al arco sin oposición, la chance muy clara para anotar. Hubo otra de Fabra tras un pase largo de Barco que se encontró con un gran cruce de Leonardo Sigali.

Boca manejó la pelota con Pol Fernández y Equi Fernández en la mitad de la cancha, con Medina de enganche; y Racing pocas veces pudo cortar ese circuito. Gómez y Oroz, futbolistas de un buen pie, no lograron articular el juego y tuvieron que duplicar los esfuerzos para la contención. Gabriel Hauche estuvo más preocupado en cuidarse de las trepadas de Luis Advíncula que en atacar. Y Maximiliano Romero, más allá de que le jugaron poco y nada, no aguantó una pelota. Ojeda, además de no ayudar a Rubio, fue poco desequilibrante y estuvo bien absorbido por Nicolás Valentini.

Hubo otra jugada polémica. Un cortito de Marcos Rojo a Romero sin la pelota. Para Sampaio fue suficiente la tarjeta amarilla. Ameritó una revisión en el VAR.

En el segundo tiempo hubo dos cambios que torcieron el rumbo del partido. Gago sacó a Rubio, incluyó a Gastón Martirena y movió de la derecha a la izquierda a Ojeda. El otro fue la salida de Barco, lesionado por una dura falta de Rubio en la etapa inicial. En su lugar ingresó Miguel Ángel Merentiel.

Sin el juvenil de 19 años, Boca perdió frescura, más allá de que ganó con la presencia física del uruguayo que tuvo dos situaciones claras: un bombazo que Arias detuvo con su pecho y un disparo cruzado, tras un centro de Fabra, que su compatriota Cavani le bajó también con el pecho.

Racing discutió la pelota en el segundo tiempo. Creció Oroz, fue más profundo con Martirena y luego descansó en el manejo de Quintero. Los cambios de Boca no funcionaron. Entró mejor Lucas Janson que Exequiel Zeballos. El ex Vélez remató apenas desviado desde la puerta del área.

¿Pudo haber entrado antes Darío Benedetto? Lo hizo en el tiempo adicional y el último centro terminó entre los guantes de Arias.

El clásico, con mucha espuma en el contorno, devolvió poco adentro. Y la llave quedó abierta.

viernes, 11 de agosto de 2023

Racing 3 - Atlético Nacional (Colombia) 0 - Copa Libertadores 2023

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LA ACADEMIA REMONTÓ EL 2-4 DE LA IDA CON UNA GRAN ACTUACIÓN
Racing mostró su carácter, aplastó a Atlético Nacional y jugará con Boca en cuartos
Fue una noche inolvidable para los hinchas. El equipo de Gago jugó como debía jugar y pasó por encima al conjunto colombiano. Habrá un semifinalista argentino.
Ninguna de las 45.000 personas que estuvieron en el Cilindro se olvidarán lo que sucedió en la noche del 10 de agosto de 2023. Las jornadas futbolísticas épicas son tatuajes eternos para los amantes de este deporte. Pasarán los años y el recuerdo estará latente, vívido, inolvidable. Incluso, muchos que no estuvieron asegurarán haber estado porque por noches así vale la pena estar vivo. Y es que Racing, con un Roger Martínez determinante, mostró el carácter que tenía que demostrar y dio vuelta la serie ante Atlético Nacional: lo goleó 3-0 para vencerlo 5-4 en el global. Así, habrá duelo entre Racing y Boca en los cuartos de final de la Copa Libertadores.

Jugó como debía jugar Racing: llevándose por adelante a Atlético Nacional. No había otro modo porque esta vez no importaban tantos las formas. Y es que se presumía cómo sería la escenografía del duelo: con la Academia manejando la pelota y con los colombianos metidos atrás y haciendo todo el tiempo del mundo. Entonces, el elenco de Fernando Gago se tenía que unir al fervor de los hinchas que colmaron el Cilindro e ir, ir e ir. Y así ocurrió: a los 25 segundos, el juvenil Agustín Ojeda -uno de los mejores- se escapó por la derecha e hizo estirar al arquero Harlen Castillo.

La estrategia de Atlético Nacional, se insiste, fue refugiarse. Casi ni contragolpeó. El dato llamativo es que dejó que Racing vaya por banda; es decir, le regaló la posibilidad de tirar centros. Es probable que el técnico portugués William Amaral haya confiado en la estatura de sus centrales Cristian Zapata (187 centímetros) y Juan Aguirre (188) para marcar a Roger Martínez (180). Al local rápido se le advirtió que le sobraba un mediocampista y que le faltaba una compañía adentro a Martínez. Le costó encontrar su lugar a Nicolás Oroz -que mejoró mucho en el segundo tiempo- por la sencilla razón de que no había espacios: Leonardo Sigali y Gonzalo Piovi jugaron metidos varios metros en campo rival. Fue inteligente Gabriel Hauche y se cerró para ser él el compañero de Roger y le dejó el pasillo a Gabriel Rojas. Y a los 28 minutos, el lateral izquierdo metió un nuevo balón al área y Martínez, con la potencia de la edad, le ganó al veterano Zapata para clavarle en el ángulo y encender la pasión en Avellaneda.

En esa etapa inicial, Racing tuvo el 70 por ciento de posesión, remató 12 veces y consiguió 6 córners. Pero la diferencia lo hizo Martínez, un atacante de jerarquía, sin duda. Tiene habilidad, inteligencia, potencia y gol el colombiano. Muchas ganas, además. En la noche de Avellaneda se dejó la piel en cada pelota y no tuvo piedad a la hora de ir a chocar con sus compatriotas. Conviene también destacar el buen rendimiento tuvieron los juveniles Tobías Rubio y Agustín Ojeda por la banda derecha.

En el complemento, Atlético Nacional salió a pararse unos metros más adelante y se desnudó porque es un equipo, como mínimo, limitado.

Cuesta entender que haya marcado 4 goles en la ida. En la primera de los locales, el velocista Ojeda quedó mano a mano con el veterano Zapata con 40 metros por recorrer y el juvenil no desaprovechó: fue hasta el final y definió por abajo del arquero. Y un rato después y tras otra escapada de Ojeda, Martínez mandó un centro con fuerza y veneno adentro del área, Aguirre se la chocó y puso el 3-0.

No quiso sufrir Gago: temprano puso a Santiago Quirós para armar una línea de 5. Tal vez se apresuró porque esa modificación permitió que los colombianos empezaran a jugar cerca del arco de Gabriel Arias. Pero casi no inquietaron. Ojeda, por su parte, de tanto correr se acalambró y fue reemplazado por Baltasar Rodríguez, otro chico nacido en el predio Tita.

Y como Racing algo tenía que sufrir, en una jugada disputada Roger Martínez sintió un pinchazo atrás y pidió el cambio. Entonces, ya comienza a ser duda para la ida contra Boca en la Bombonera, dentro de 13 días. La buena para Gago: podrá contar con Juan Fernando Quintero, uno de los héroes de River en Madrid. Algo más: también tendrá disponible a Agustín Almendra, quien se fue libre de Boca peleado con Juan Román Riquelme y el Consejo de Fútbol.

Ganó, sufrió y pasó Racing en una noche histórica. Hubo desahogo y llantos en el Cilindro. La Libertadores es así. Ahora, asoma Boca en el horizonte en una serie apasionante.

jueves, 10 de agosto de 2023

Boca 2 (4) - Nacional (Uruguay) 2 (2) - Copa Libertadores 2023

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TRAS UNA NOCHE DRAMÁTICA, EL XENEIZE ESPERA EN CUARTOS A RACING O ATLÉTICO NACIONAL
Boca necesitó de los penales para resolver lo que no pudo concretar durante el juego
Estuvo dos veces en ventaja y no lo liquidó, sobre todo en la segunda parte. Permitió los dos empates de Nacional y sufrió hasta que Romero puso las manos salvadoras.
Boca y los penales, una alianza que pocas veces se quiebra. Sin embargo, se respiraba tensión en la Bombonera. A fin de cuentas, la Copa pasada justo en ese mismo arco, contra Corinthians y también desde los once metros, se terminó el sueño continental. Pero ahí está Sergio Romero, el que se convirtió en el héroe del Mundial de 2014 ante Países Bajos. Y tapa el primero ante Juan Ramírez, que un rato antes había marcado el empate. Y se queda con el tercero, de Bocanegra. Entonces, fluye otro de los destacados, Valentín Barco, 19 años recién cumplidos y después de un gran partido, para tomar la bola caliente. Para definir con la frialdad de un veterano. Para que los hinchas desaten la locura en estas tribunas por el pase a los cuartos de final a la espera de Racing o Atlético Nacional.

Lo debió liquidar antes Boca.

Cuando había golpeado en el arranque del segundo tiempo y lo tenía contra las cuerdas a Nacional, falló debajo del arco de Ichazo. Los penales fueron un premio para el esfuerzo de un duro conjunto uruguayo. Las manos de Romero hicieron felices a los hinchas, que se acordaron de la temprana eliminación de River.

Había un clima de gran expectativa en la previa. Y empujado por su gente, Boca consiguió el gol que tanto buscó en la llave de octavos y que se le negaba desde 2020. Barco ya había mostrado que podía ser el más desequilibrante en una pared con Cavani que el uruguayo definió mal. Y el cambio de frente que metió de izquierda a derecha para Advíncula lo confirmó. Después, llegó el centro del peruano y Merentiel arremetió de cabeza.

Nacional lo empató rápido. Y mucho tuvo que ver Fabra. El colombiano se proyectó por la izquierda, pero eligió mal. Barco levantaba sus brazos solo para recibir el centro atrás, pero lo vio primero a Medina. La jugada se ensució y nació la contra que terminó en el grito uruguayo. Condujo Zabala, abrió para Gabriel Báez y el centro perfecto encontró la cabeza de Trezza, quien anticipó a todos. Fue un gol calcado.

Boca se mostró impreciso. Cavani, su clase para jugar a un toque, como en Europa. Sin embargo, pocos entraron en su sintonía. Con la excepción de Barco, tirado hacia adentro, liberando el carril para Fabra, que en el primer tiempo terminó mal casi todas las acciones que protagonizó.

En ese 4-4-2 por el que optó Almirón faltó mayor explosión. Manejaron la pelota Pol Fernández y Alan Varela, especialmente, jugaron bastante con los centrales para intentar ser prolijos en la salida y articular pases en la elaboración. Pero el traslado lento, sin sorpresa, hizo muy sencillo el trabajo de Nacional.

Los uruguayos no necesitaron tener la pelota. Cubrieron los espacios, presionaron y cuando recuperaron, no dudaron en jugar directo. Prueba de este concepto fue el gol. Y si hubieran estado más finos en los contragolpes, podrían haber viajado al entretiempo en ventaja. Zabala, de gran despliegue, perdió un mano a mano porque llegó exigido. Después, el ex volante de Unión, Central y Vélez ejecutó un tiro libre que punteó Bruno Damiani y se encontró con las manos de Romero. Por el sector de Advíncula y Figal, Nacional tuvo ganancia.

Almirón advirtió esa fragilidad defensiva. Además, el zaguero ya estaba amonestado. Por eso ingresó Valdez. Y en el segundo tiempo, pegó rápido Boca. Otra vez Barco fue clave para encarar, habilitar a Fabra y el centro atrás del colombiano llegó hasta Advíncula, que definió de zurda.

Lo ganaba Boca gracias a su mayor dinámica. Nacional no hallaba los caminos hacia Romero. Nuevamente, Almirón metió mano en el banco y buscó mayor solidez atrás con el ingreso de Marcelo Weigandt. Pero sacó a Merentiel. Con Advíncula lanzado, intentó ser más profundo. Después, cambió figuritas porque Marcos Rojo y Cavani no estaban para noventa minutos. Entraron Nicolás Valentini y Darío Benedetto.

Pipa, fuera del área, ingresó activo. Y en la primera metió un centro que Báez rechazó corto y no fue gol de Medina porque su remate estalló en el travesaño. Más tarde, sacudió Barco y tapó Ichazo.

Álvaro Gutiérrez ya había mandado a la cancha a dos centrodelanteros, Emanuel Gigliotti y Juan Ramírez. Bastó que Zabala abriera para Leandro Lozano, el lateral desbordó, Romero no llegó a cortar el centro y Ramírez, en la primera pelota que tocó, la mandó adentro.

Zeballos entró un ratito. Ichazo salvó ante Weigandt. Y llegaron los penales. Y se redimió Chiquito, un especialista, la noche que Boca impulsó su sueño en la Libertadores.

miércoles, 9 de agosto de 2023

Internacional (Brasil) 2 (9) - River 1 (8) - Copa Libertadores 2023

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INTER GANÓ EN LA CANCHA Y EN LOS PENALES; AHORA JUGARÁ LOS CUARTOS DE FINAL CON BOLÍVAR
River no hizo pie en Porto Alegre y quedó eliminado en una definición increíble
Sufrió el partido y lo perdía 2-0, hasta que un gol de Rojas le dio la chance de ir a los penales. Después de 20 disparos y mucho dramatismo, festejó el Inter de Coudet.
Se acordarán por un largo tiempo River y Martín Demichelis de Sergio Rochet, ese arquero uruguayo que se atajó todo y mucho más en la ida en el Monumental y que anoche sentenció la serie de penales para que Inter se imponga 9-8, luego de la victoria 2-1 de los brasileños en la vuelta de los octavos de final de la Libertadores.

Sufrió River en la primera parte porque Inter evidenció que es un buen equipo, algo que había mostrado en algunos pasajes en el Monumental. En el duelo de amigos, esta vez la estrategia de Eduardo Coudet fue más poderosa que la de Martín Demichelis. Chacho cambió una pieza (el ofensivo Mauricio por Da Pena en el sector derecho del mediocampo), mientras que Micho modificó el esquema, más allá de apostar por Pablo Solari en lugar de Ignacio Fernández. Plantó un 4-2-3-1 el entrenador de River y fue Enzo Pérez quien más padeció esos primeros minutos.

A Enzo le ganaron fácil la espalda e Inter encontró muchos espacios en ese sector crucial. Nicolás De La Cruz esta vez fue enganche y a sus costados jugaron Solari y Barco. Los tres estuvieron lejos del capitán millonario, que solo contó con el auxilio de Rodrigo Aliendro. Y Chacho juntó gente alrededor de Pérez y, como la presión media de River no funcionó, el elenco local logró filtrar el pase con sencillez. Es cierto que Inter no generó muchas situaciones de gol, pero siempre llevó el protagonismo y se mostró más suelto. Desde esa superioridad del medio, empezó a hacer daño por las bandas. Fabricio Bustos, el ex Independiente, desbordó en varias, aunque le faltó el centro final. Lo mismo realizó Wanderson, que se impuso cada vez que quedó mano a mano con Milton Casco. ¿La más clara? Un remate de Enner Valencia que contuvo Armani y una definición al palo de Patrick, que fue señalada como fuera de juego y no era. El VAR hubiese dado el tanto.

River corrió atrás de la pelota y nunca fue dueño. Solo en una se escapó Solari por la derecha y falló en el pase al costado a Barco, cuando ambos se iban cara a cara con Rochet. El ingresó de Nacho Fernández por Pérez modificó la estructura del visitante: se plantó 4-3-1-2, con Barco de interior y Nacho de enganche. Ahí sí pudo disputar más la tenencia, aunque Bustos quedó más liberado por su sector. Sí, fue un partido complejo de lectura para el millonario, que logró irse al entretiempo sin goles en contra, pese a mostrarse deslucido.

En el complemento, River sufrió aún más. Enner Valencia fue a jugar a la espalda de Casco y se hizo un festín. Tardó demasiado Demichelis en reforzar la zona con Robert Rojas. Y lo hizo en un tiro libre que culminó en el 2-0 de Alan Patrick. Un rato antes, Gabriel Mercado, de cabeza, había anotado el primero de los locales.

Tendrá que aprobar la materia de jugar de visitante el River de Demichelis. En Porto Alegre no jugó como lo suele hacer. Más: en esta Libertadores, disputó 4 juegos afuera de Núñez y perdió 3 y empató 1.

Tuvo una pequeña suerte River porque en el minuto final el paraguayo Rojas y descontó para llevar la serie a los penales.

Fue larga la definición (20 disparos) porque los ejecutores estuvieron acertados y los arqueros no. A Franco Armani le patearon 10 penales y le metieron 9; el otro, de Carlos de Pena, se estrelló en el poste.

Y tuvo dramatismo el final. Solari convirtió, pero se resbaló al patear y tocó dos veces la pelota. El gol fue invalidado. Fue De Pena para ganarlo y, se dijo, pegó en el palo. Luego fue Robert Rojas al travesaño y Rochet no perdonó. Y sacó a River.

Fluminense (Brasil) 2 - Argentinos 0 - Copa Libertadores 2023

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AL EQUIPO DE MILITO SE LE ESCAPÓ EL EMPATE AL FINAL
Argentinos hizo casi todo, pero pasó Flu
Los goles llegaron en los últimos minutos. El árbitro Herrera no expulsó a André y el VAR tampoco actuó.
La aventura internacional de Argentinos terminó en Brasil. Fue competitivo en la llave contra Fluminense, ni más ni menos. Hasta esta instancia había llegado arrastrando dificultades: la grave lesión de Luciano Sánchez, el desgarro de Gabriel Ávalos, la expulsión de su arquero titular (Alexis Martín Arias), el golpe que sufrió su reemplazante en el calentamiento (Federico Lanzillotta) y el debut absoluto de un juvenil (Miguel Acosta) bajo los tres palos. Y como si no fuera suficiente, un arbitraje bochornoso. El venezolano Alexis Herrera debió expulsar a André por una violenta patada sobre Thiago Nuss. Samuel Xavier, igual que en la ida, y John Kennedy, en el final, les dieron a los locales el pase a los cuartos de final en los últimos cinco minutos.

Acosta, 21 años, un pibe de la cantera, tuvo que hacer su presentación en el Maracaná, ni más ni menos. Sin embargo, no tuvo mucho trabajo en el primer tiempo. Fundamentalmente, por el organigrama defensivo de Argentinos y la falta de inspiración de Fluminense. Y aunque le dio la espalda a la tenencia, a fin de cuentas, parte de su propia identidad, Argentinos resultó igualmente peligroso. Sobre todo, con las pelotas cruzadas a los laterales, donde Samuel Xavier y Diogo Barbosa dejaban espacios.

Y cuando presionó alto, comprometió a los brasileños. En el arranque, sin ir más lejos, el asedio de Alan Rodríguez sobre André dejó a Fernando Redondo cara a cara con Fabio, pero llegó antes el arquero de Fluminense.

Cuando se replegó, Argentinos mostró orden, concentración y fue compacto. No dejó progresar a su rival por los costados y se plantó con cinco hombres. Con la excepción de un error no forzado, un pase que quedó corto de Marco Di Cesare, Fluminense casi no inquietó a Acosta. Salió apurado el arquero, Germán Cano se quedó sin ángulo y Lucas Villalba cerró en la línea.

En el final, un zurdazo de Luciano Gondou se perdió muy cerca de la mano izquierda de Fabio. En definitiva, fue muy parejo ese primer tiempo.

El complemento no cambió de sintonía. Milito movió el banco. A los diez minutos, ingresó Nuss por Gondou, un delantero rápido por un “9” que estaba amonestado. Y el chico nacido en Cañuelas perdió una gran posibilidad en un contragolpe que fluyó a través de un pelotazo de Pablo Minissale. Después, falló Alan Rodríguez.

El árbitro venezolano fue un triste protagonista. El VAR, también. André le clavó los botines en la cabeza a Nuss, que terminó sangrando y con un vendaje. El cambio de Fabricio Domínguez no funcionó. A su espalda se filtró el colombiano Arias y de ese desborde y un rechazo corto llegó el gol de Samuel Xavier.

Después de las discusiones y los empujones, se adicionaron diez minutos. Milito (ya expulsado) mandó a la cancha a dos delanteros (Rodrigo Cabral y Gastón Verón). Jugado, dejó un campo fértil para la réplica de Fluminense. Y Kennedy lo liquidó.

En el final, Santiago Montiel se fue expulsado por protestar. Argentinos dejó todo, a pesar de las piedras que se encontró en el camino. Y no pudo repetir la gesta del ‘85, cuando dejó en el camino justamente al equipo carioca.

viernes, 4 de agosto de 2023

Atlético Nacional (Colombia) 4 - Racing 2 - Copa Libertadores 2023

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PARTIDO DE LOCOS EN MEDELLÍN Y SERIE ABIERTA A LA DEFINICIÓN DEL PRÓXIMO JUEVES EN AVELLANEDA
En un final increíble, Racing perdió en Colombia y ahora deberá remontar dos goles
Los errores defensivos pusieron a la Academia 3-0 abajo ante Atlético Nacional. Dos penales chiquitos le dieron vida y una nueva falla del fondo selló el 4-2 definitivo.
Por partidos como el que se jugó anoche en Colombia el fútbol es el mejor deporte del mundo. No existe manera de igualarlo. Ganaba 3-0 Atlético Nacional y merecía una ventaja aún mayor porque la defensa de Racing jugaba el peor partido del año. La sensación de final de ciclo para Fernando Gago era inequívoca por lo que devolvía el equipo. Pero la Academia se encontró con dos penales que convirtió Gonzalo Piovi y dejaba la serie abierta de cara a la vuelta en Avellaneda del próximo jueves a las 21. Sin embargo, en una de las últimas acciones, un nuevo error defensivo provocó el 4-2 definitivo de los colombianos. Así, Racing deberá transpirar en el Cilindro para dar vuelta la historia.

Con justa razón se sentencia que la Copa no perdona, que el mínimo error se paga caro. Y algo de eso le pasó a Racing en Colombia porque no estaba jugando mal en la primera parte. O mejor dicho: no estaba sufriendo a Atlético Nacional. Incluso se lo percibía cómodo con el andar del juego porque los locales resignaron todo tipo de protagonismo. Entonces, los futbolistas dirigidos por Fernando Gago no debían cometer infracciones cerca del área. Fue Aníbal Moreno el que se tiró desde atrás sin sentido en 3/4 de cancha y de ese tiro libre ejecutado por Neyder Moreno llegó el gol de Cristian Zapata, previo a que la peine Gonzalo Piovi, en un flojo cierre defensivo.

No la pasaba mal Racing, se dijo. Sorprendió la actitud de Atlético Nacional: se replegó en su campo a bordo de un 4-4-2. La Academia, por su parte, apostó a la paciencia con un 43-3 compacto. Así, la sensación que dejó el juego por la dinámica fue la de un duelo con dos visitantes. Uno, Atlético, especulador y mezquino; el otro, la Academia, ordenado y sin demasiadas ambiciones. Por eso el empate era lo que se imponía en esa primera parte, hasta que Moreno cometió esa falta sin sentido.

Pudo buscar más Racing, aunque no estaba mal el libreto que había marcado Gago: en la etapa inicial tuvo una posesión superior al 70 por ciento. Tal vez, al observar la actitud del rival, pudo haber soltado más a los laterales o a los volantes interiores. Recién lo hizo cuando se encontró en desventaja con el gol de Zapata a los 33 minutos. En los instantes finales, el elenco de Avellaneda probó con dos remates lejanos, uno de Gabriel Rojas y otro de Hauche, que no llegaron inquietar al arquero Harlem Castillo, reemplazante de titular Kevin Mier, lesionado.

En el complemento, Racing jugó sin alma. Intentó mover el equipo Gago con el ingreso del incorporado Gastón Martirena por Facundo Mura, que sufrió mucho por su banda. Pero un mal control del lateral uruguayo provocó una contra sencilla de los locales para poner el 2-0. Cómo estaba parada la defensa visitante será tema de análisis para Gago. Porque Martirena, el lateral derecho, estaba en el centro del campo y porque Gabriel Rojas, el izquierdo, estaba parado de extremo. Corrió Moreno y Duque definió en soledad. Tanto Sigali como Piovi quedaron retratados.

Los que siguieron fueron los peores minutos de Racing. No tuvo rebeldía ni ganas. Atlético anotó el 3-0 con un cabezazo del ingresado Maximiliano Cantera, aunque antes Ramírez había errado dos fáciles.

Pero el destino le quiso hacer un mimo a la Academia: los colombianos cometieron dos penales chiquitos y Gonzalo Piovi descontó en ambas oportunidades. El zaguero, uno de los peores de la cancha, definió bien y con potencia en las dos ejecuciones. Para la levantada inesperada fue vital el ingreso del incorporado delantero Roger Martínez.

Y no era la noche de Racing, que había pasado de la nada a la esperanza que no supo arropar. Porque en la última jugada, y tras otro desacople defensivo entre Piovi y Rojas, Cantera quedó mano a mano con Tagliamonte y la picó para el 4-2 final.

jueves, 3 de agosto de 2023

Nacional (Uruguay) 0 - Boca 0 - Copa Libertadores 2023

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SE JUGÓ EN UN CLIMA QUE RECORDÓ A LOS VIEJOS PARTIDOS DE COPA DE LOS AÑOS 60 Y 70
Boca sacó un empate de oro para cerrar la llave ante nacional en la Bombonera
Duro, peleado, pierna fuerte. Así jugaron la ida de los octavos. Hubo pocas situaciones de gol y pudo ganarlo cualquiera. El empate en Montevideo deja mejor parado al Xeneize.
El primer choque entre los gigantes rioplatenses terminó a mano. Pareció uno de esos duelos de antaño.

Con pocos atributos en el juego, mucha pierna fuerte y tensión. Nacional y Boca empataron sin goles y casi no brindaron emociones en el Parque Central. Mereció algo más el equipo uruguayo entre tanta paridad. Sobre todo, por su iniciativa en el segundo tiempo, cuando encerró a su rival con intensidad. La serie quedó abierta y se definirá en la Bombonera.

En este contexto, Boca podrá rescatar el empate de visitante y la solidez que mostró Valentini, su punto alto. Deberá preguntarse Almirón por qué no apostó antes por Barco. Eligió un planteo más conservador el entrenador y perdió profundidad en el primer tiempo. Con Zeballos, buscó velocidad en la contra. Sin embargo, cuando entró el pibe de 19 años, fue más punzante.

La cancha en mal estado, el viento del Río de la Plata cruzando de punta a punta y un escenario cargado de uruguayos que bramaban por Nacional. Boca se enfrentó a una parada brava. Por eso Almirón optó por poblar su equipo con volantes y plantó un 4-1-4-1 con Varela como eje y Merentiel en el rol de referente del área.

Aunque hubo un cambio que no funcionó. A pesar de que Medina se destaca en distintas posiciones de la mitad de la cancha, jugar tirado a la izquierda lo hizo menos gravitante. Y la salida de Barco, dicho está, le restó explosión. Pocas veces se proyectaron los laterales. Frank Fabra lo hizo una sola vez y metió un pase bombeado que Merentiel no llegó a controlar y encontró rápido de reflejos a Ichazo. Weigandt cruzó poco la mitad de la cancha. Y cuando se soltó Luis Advíncula, en el desenlace de la primera mitad, generó la posibilidad más clara. Un centro pasado del peruano que no pudo cortar el arquero uruguayo y permitió que Nicolás Figal llegara limpio para cabecear. La pelota pegó en la base del palo.

Nacional tuvo menos la pelota, pero fue más peligroso. A bordo de un 4-2-3-1 que se quedó sin Diego Rodríguez, quien se desvaneció y cayó de frente contra el césped en un forcejeo con Medina, complicó a Boca con juego directo, rápido y sin tanto rodeo. En este contexto, Diego Zabala estuvo muy activo. Y Juan Ramírez, el centrodelantero, jugó un partido especial contra los dos centrales visitantes.

Ramírez tuvo tres situaciones que no pudo resolver bajo los tres palos de Sergio Romero. Un remate de media distancia que Chiquito controló en dos tiempos, un tiro casi debajo del arco tras un pase de Zabala que pegó en el poste y una réplica en la que quedó mano a mano, pero tardó en definir y se recuperó Figal.

En el complemento, Almirón movió las fichas. Sacó a Campuzano, movió a Medina de izquierda a derecha y le dio alas a Zeballos. Sin embargo, Nacional apretó los dientes. Presionó y ganó las divididas. Se impuso en la mitad de la cancha. Entonces, Merentiel quedó abandonado.

Con sus centrales lanzados, Bocanegra recuperó en su campo y de una combinación entre Zabala, Trezza y Ramírez casi llega el gol charrúa. Enseguida, Rodríguez sacudió de media distancia y Romero la mandó al córner con la punta de sus guantes.

Nacional era superior. Hasta que entró Barco. Y debutó Lucas Janson, jugando de “9”, una posición que será de Edinson Cavani y a la que no está acostumbrado el ex Vélez.

Lo pudo ganar Boca, pero a Zeballos le quedó atrás un centro venenoso del colorado. Nacional tuvo un tiro libre inmejorable que Bocanegra desperdició.

Mostró poco Boca, que terminó jugando con cinco atrás y el regreso tras 10 meses de Rojo; pero ya lo dijo el Toto Lorenzo, un técnico que supo ganar la Copa: “Si quieren chiches, vayan a la juguetería”. ¿Le alcanzará?

miércoles, 2 de agosto de 2023

River 2 - Internacional (Brasil) 1 - Copa Libertadores 2023

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AL CIERRE DEL PRIMERO TIEMPO PERDÍA 1-0, LUEGO ENTRÓ EL DELANTERO Y CONVIRTIÓ DOS GOLES
River necesitó a Solari para dar vuelta un partido bravo y ahora va con ventaja a Porto Alegre
Arrancó en el banco, pero le alcanzaron 15 minutos para marcar un doblete. Inter complicó al principio y el arquero Rochet fue figura. Definen el martes en Brasil.
Y era con Pablo Solari, nomás. Había dudado el entrenador Martín Demichelis en la semana. La actualidad del delantero le pedía a gritos titularidad, aunque la jerarquía de Ignacio Fernández lo mantenía expectante. Y de decisiones potentes están hechos los técnicos. Demichelis optó por Nacho y falló. Pero está tan encendido Solari que le alcanzaron 15 minutos para marcar un doblete para que River le gane 2-1 a Inter de Porto Alegre en la ida de los octavos de final de la siempre apasionante Copa Libertadores.

Lo había avisado Martín Demichelis en la previa del duelo, en entrevista con Clarín. “Coudet nos conoce de la A a la Z”, dijo el entrenador de River. Y supo Chacho lo que era indispensable hacer: cortarle el ritmo al equipo de Núñez, que en el Monumental suele tener un andar arrollador. Ojo, para planchar un partido se necesita algo más que tener la idea. Se habla de jerarquía, de futbolistas con experiencia. Excepto el estadounidense Johnny (21), los mediocampistas superaron los 27 años y se notó por el aplomo con el que jugaron. No hubo marco que los intimidara. ¿Cómo lograron cortar el ritmo? Haciendo muchos pases para los costados para sortear la pobre presión del local, tardando largos segundos para reponer cada una de las acciones, cortando con falta algún posible ataque de los millonarios.

Y River jugó mal en la primera parte, conviene decirlo. Le costó juntar pases entre los volantes porque Inter estuvo siempre bien parado. Le faltó explosión a River y ahí el error, dicho esto con la comodidad del diario del lunes, fue haber sacado del elenco titular a Pablo Solari, un futbolista con algunas falencias técnicas, pero con una potencia que complica a todas las defensas. Incluso la ausencia del delantero se agigantó más porque las peligrosas del local llegaron casi todas por el sector derecho.

Rápido se percibió que Enzo Pérez no estaba fino con los pases, que Rodrigo Aliendro no tenía espacio para evidenciar su despliegue, que Nacho Fernández sigue sin encontrar su mejor versión. Más: Nicolás De La Cruz manifestó dolencias físicas. Todo ese combo conspiró para que el juego de River no fluya. Así y todo, arrimó peligro en jugadas aisladas. La más clara, un disparo imperfecto de De La Cruz cuando estaba cara a cara con Sergio Rochet, el arquero uruguayo que también le sacó una linda a Lucas Beltrán.

También merece una mención Enner Valencia, el goleador ecuatoriano. Cuando se piensa que con los brasileños no se puede competir es por el simple hecho de que con la billetera pueden comprar lo que quieren. Inter pretendía goles y sapiencia: fue a buscar a Valencia. El capitán de Ecuador volvió loco a Leandro González Pirez, que se la pasó haciéndole faltas peligrosas cerca del área. River marca mal en las pelotas paradas y Franco Armani no es un arquero que da seguridad en esas acciones. En el último tiro libre, Valencia le ganó en el salto a Pirez y de cabeza puso el 1-0.

Debe haber gritado bastante Demichelis en el entretiempo. O tal vez apeló al costado emocional. Porque River volvió a ser River en el complemento. También los brasileños volvieron a ser brasileños, hay que decirlo: se metieron atrás y no miraron más el arco de Armani. El cambio de actitud puso en estado de caldera al Monumental y las situaciones de gol se fueron sucediendo.

Pero Rochet estaba en su noche estelar: con el compilado de atajadas de la noche en Núñez podría ser vendido a cualquier lado, más allá de que arribó a Brasil hace pocas semanas. Todo hasta que Solari corrió con furia desde donde realizaba la entrada en calor hasta el banco de suplentes. Un grito de euforia se escuchó en Núñez. Así entró el atacante a la cancha: con la esperanza de casi 85.000 hinchas en sus hombros. Y no le importó, claro. Solari se paró donde más le gusta: entre el lateral izquierdo y el zaguero. Ahí picó a buscar un gran pase de De La Cruz y marcó el empate a tan solo 2 minutos de haber ingresado.

A River le quedaba tiempo para más. La energía del Monumental se hizo sentir. Y Beltrán mandó a correr a Solari, que batió al colosal Rochet para el 2-1 definitivo.

Quedó abierta la serie, que se definirá en Porto Alegre. Irá River por los cuartos; irá con Solari. Porque sí: era con Solari desde el arranque.

Argentinos 1 - Fluminense (Brasil) 1 - Copa Libertadores 2023

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PASÓ DE TODO EN LA PATERNAL Y FLUMINENSE IGUALÓ ANTE UN ARQUERO IMPROVISADO
Noche amarga para Argentinos: escalofriante lesión y empate injusto
Sin intención, Marcelo le rompió la rodilla a Luciano Sánchez. El impacto condicionó el juego.
La decepción se dibuja en los rostros de los hinchas que se pierden por Juan Agustín García y Boyacá. Se lamentan por el empate de Xavier, que llegó en la única pelota que los brasileños pudieron patear ante Leonardo Heredia, el delantero de los guantes prestados. Y también, por la escalofriante lesión que sufrió Luciano Sánchez, pocas veces vista.

Fue una falta sin intención de Marcelo, el lateral que supo vestir la camiseta del Real Madrid y se largó a llorar desconsoladamente cuando advirtió que le había roto la rodilla izquierda a su colega. La pierna se le dobló hacia atrás al marcador central, quien terminó con una luxación completa, internado en el Sanatorio Finochietto. Estará entre 8 meses y un año inactivo.

¿Se apuró Milito con los cambios? El técnico, que había planteado el partido con gran sapiencia, no podía imaginar que Martín Arias saldría con tanta vehemencia a cortar a Diogo Barbosa. Un minuto antes, había hecho tres variantes. Tal vez, habría que preguntarse por qué modificó tanto si Fluminense no tenía tanta supremacía en juego.

Sin posibilidades de hacer más modificaciones, Heredia terminó bajo los tres palos. Y el partido recuperó la tensión que había bajado tras la lesión de Sánchez.

Fluminense se llevó demasiado de La Paternal. Argentinos había sido superior en el primer tiempo y no pasaba zozobras, más allá del bombazo de André en el palo. Cómo habrá sido que en los cuarenta y cinco minutos iniciales terminó aplaudido.

No era para menos. Argentinos jugó en un gran nivel. Empezó y terminó asediando a Fluminense y si no viajó al vestuario con una diferencia más holgada se debió a Fabio.

La cancha bien regada, con agua que salpicaba cuando rodaba la pelota. Intensidad en la presión. Un alto grado de concentración. Argentinos salió dispuesto a incomodar a los brasileños, conscientes de que su principal capital es la circulación. Fue cortado en el arranque, entonces, porque se apeló al juego físico.

Fluminense sintió el agobio. No pudo salir corto y no juega largo, con la excepción de algún cambio de frente. Y Argentinos comenzó a llegar peligrosamente.

El gol llegó por una buena comunión por las bandas. Bíttolo cambió de frente, Cabrera la metió en el corazón del área y Ávalos resolvió con un remate de cachetada.

Argentinos pareció regular a partir de los veinte minutos. Y Fluminense manejó la pelota. En espacios reducidos, mostró una gran precisión. Pero fue tan intenso el conjunto colorado que Cano solo una vez y sin éxito quedó mano a mano.

Resultó interesante el trabajo de Gondou, un 9 que sabe compartir el área. Algo lento, pero potente, dejó a Ávalos cara a cara con Fabio, pero estuvo rápido el número uno carioca.

Y antes del descanso, otra vez se lució el veterano arquero visitante. Fue a partir de una presión de Gastón Verón (reemplazante del lesionado Ávalos) y un remate de Bíttolo que encontró una gran respuesta de Fabio.

En el segundo tiempo, todo cambió a partir de la lesión de Sánchez y las expulsiones de Marcelo y Martín Arias. Entonces, fluyó la categoría de Redondo para invitar a su equipo a jugar en una noche que pocos olvidarán, aunque no será por el fútbol.

viernes, 30 de junio de 2023

Boca 4 - Monagas (Venezuela) 0 - Copa Libertadores 2023

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EL EQUIPO DE ALMIRÓN CERRÓ LA PRIMERA FASE CON UN TRIUNFO AMPLIO Y ESPERA POR UN SEGUNDO
Boca goleó al débil Monagas y se metió en octavos de final como primero de su grupo
Por eso definirá la próxima llave como local. Se destacaron Medina y Barco, además Vázquez festejó por duplicado. El segundo tiempo se pareció a un entrenamiento.
Boca hizo lo que debía y goleó 4-0 al débil Monagas para terminar como líder del grupo y ahora se enfrentará a alguno de los segundos en octavos de final. Pero esa no fue la buena noticia de la jornada, sino la ratificación de dos juveniles: Valentín Barco y Cristian Medina. Mientras que el Colo, que jugó de volante por la izquierda, marcó su primer gol en el club (12 presencias), el segundo fue la figura y se retiró ovacionado.

No juega bien Boca, se sabe. Y hubo postales que lo graficaron. La Bombonera, ese lugar al que todos quieren asistir y que queda chico en casi todos los partidos, lució algunos huecos en una noche de Copa Libertadores. No son muchos, es cierto, pero sorprendieron. Monagas, un ignoto equipo de Venezuela, se plantó en la primera parte e impuso condiciones. Protestó una falta normal Bruno Valdez, una de las incorporaciones del año, sabiendo que era el único futbolista que tenía amarilla. Se ganó la segunda amonestación y el coro de silbidos cayó al mismo tiempo que Riquelme meneaba la cabeza en su palco como no entendiendo qué sucedía. Y más: Boca debió haber metido muchos más goles que cuatro.

Almirón está intentando darle una identidad a Boca. Aún no lo logró. A diferencia de lo que pasaba con los ciclos de Battaglia e Ibarra, el ex técnico Lanús tiene una idea clara. Pero, se insiste, le está costando proyectarla. Por eso cambia y cambia. El 4-3-3 con el que llegó fue mutando. Es verdad que las lesiones no lo han ayudado. Contra Monagas, Almirón apostó por un 4-4-1-1, con 5 defensores naturales, 4 mediocampistas y un solo delantero, Miguel Ángel Merentiel. Por las características de los intérpretes, se presumía que el local se iba a plantar en campo rival y que iba a tener una tenencia más punzante. No ocurrió: Boca generó poco. La más clara, un cabezazo de Marcelo Weigandt que se estrelló en el travesaño.

El mejor de Boca en la opaca primera parte, por varios cuerpos, fue Cristian Medina. Esta vez, el juvenil jugó al lado de Varela para liberar como enganche a Martín Payero (que fue titular y que a partir de mañana retornará a Inglaterra). El poco fútbol que generó el elenco de Almirón nació en Medina. Incluso estuvo cerca de marcar luego de una linda pared con Merentiel.

No funcionó el ensayo de Pol Fernández como volante por derecha. Sí, por el contrario, fue interesante el rendimiento de Valentín Barco, que se movió como mediocampista por izquierda y que tuvo buenos encuentros con Frank Fabra. Igual, muchas veces llegó al fondo y no había gente en el área más allá de Merentiel.

El gol llegó en el momento más tenso, segundos después de la expulsión de Valdez. Los venezolanos marcaron como amateurs en un córner en contra y Weigandt desvió por el segundo palo el remate de un solitario Payero.

Lo del segundo tiempo se pareció a un entrenamiento. O mejor: a un duelo entre profesionales e improvisados. Las ventajas que regaló Monagas en defensa no se consiguen ni en el campito. Cometió un acto infantil el entrenador rival Jhonny Ferreira: no sacó en el entretiempo a los amonestados. Así, en la primera falta, a los 4 minutos, Arroyo vio la segunda amarilla y la roja. Lo que siguió fue un sinfín de situaciones de gol para los locales: cada ataque fue sinónimo de peligro. Una sensación: no se puede defender peor de lo que lo hicieron los venezolanos.

Valentín Barco, el otro de los ovacionados, entró con libertad por su sector después de una pared con Fabra y de derecha puso el 2-0. Se trepó al alambrado el Colo y se besó el escudo para el delirio de todos.

Quedó tiempo para el doblete de Luis Vázquez, que no convertía desde agosto del año pasado. El atacante desperdició un par de situaciones para por fin después despacharse con dos buenas definiciones.

Ganó y goleó Boca y se metió en los octavos de final. Pero no gustó, muy a pesar de jugar ante un rival débil, tal vez el peor de la Libertadores. Igual, se impuso con autoridad y se permite soñar. Al cabo, puede que de anoche haya sido un punto de partida.


POSICIONES FINALES - GRUPO F - COPA LIBERTADORES 2023
P EQUIPO PTS. PJ PG PE PP GF GC DF
1 Boca (Argentina) 13 6 4 1 1 9 2 +7
2 Deportivo Pereira (Colombia) 8 6 2 2 2 5 5 0
3 Colo-Colo (Chile) 6 6 1 3 2 3 5 -2
4 Monagas (Venezuela) 5 6 1 2 3 3 8 -5
Clasificados a Octavos de Final: Boca y Deportivo Pereira.
Colo-Colo fue transferido al Play-off de Octavos de Final de la Copa Sudamericana 2023.

jueves, 29 de junio de 2023

Racing 4 - Ñublense (Chile) 0 - Copa Libertadores 2023

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EL EQUIPO MOSTRÓ DOS CARAS Y SE FUE DEL CLINDRO CON UNA SONRISA ENORME
Cuando Racing se despertó, armó un festival de goles y se aseguró el primer puesto
Regaló el primer tiempo y en el segundo le hizo cuatro goles al modesto Ñublense. El primero fue de Matías Rojas, quien jugó por última vez y se fue ovacionado.
¿Hasta dónde llegará Racing en la Libertadores? ¿Cuál es su verdadera cara? ¿Aquel que despertaba bronca en las tribunas, que le pedía acción al ritmo del “movete, movete”? ¿O ese equipo explosivo del complemento que entusiasmaba tanto a sus hinchas al punto de cantar “traigan vino”? La Academia pasó de un primer tiempo desangelado a un segundo período cargado de contundencia. Se despertó en el arranque de la etapa final con un tiro libre de Matías Rojas y una magnífica definición de Gabriel Hauche, lo liquidó con un golazo de Aníbal Moreno y cerró la noche con un zurdazo de Gonzalo Piovi. Por eso ganó un grupo en el que competía con Flamengo, el vigente campeón de América. Sí, en la Copa es todo lo sobresaliente que no resulta en la Liga local. Y esa dicotomía también genera preguntas.

Lo cierto es que Racing cambió en el segundo tiempo. Le bastó con mostrar una mayor energía, sobre todo en la recuperación. Hubo una gran tarea de Moreno y se observó mucho más compromiso.

Y lo abrió con una pelota parada de Matías Rojas, que se despidió a lo grande. Un tiro libre de zurda que tuvo la colaboración de una barrera mal armada y un arquero con pocos reflejos. Y enseguida, de un lateral de Iván Pillud, Matías Rojas habilitó a Maximiliano Romero, quien asistió a Hauche para dejar al Demonio de frente al gol.

Ñublense, que se había presentado muy bravo en el primer capítulo de la noche, perdió la brújula. Hubo un movimiento clave. A pesar de estar cuestionado por su falta de gol, Romero estuvo mucho más participativo. Pivoteó, asistió y cuando entró Paolo Guerrero en el final, se tiró la izquierda. Participó en dos de los tres goles. Y el público lo reconoció con aplausos, una caricia al alma. Pero el mejor fue Rojas, que por fin se ganó la ovación, justo cuando dice adiós para jugar en Brasil.

Había sido muy flojo el primer tiempo de la Academia. Inconexo, discontinuo, con espasmos del fútbol y poquito peligro en las inmediaciones de Alison Nicola Pérez.

Al habitual 4-3-3 que plantea Gago le faltó explosión, sorpresa y tuvo muchas dificultades para generar un buen circuito en aquella etapa preliminar. En este contexto, se destacaron Juan Ignacio Nardoni, el volante más agresivo, y Gabriel Rojas, que despegó por la izquierda. De una guapeada del lateral se produjo la situación más clara, la única, en definitiva, de la etapa inicial. Jonathan Gómez sacudió con su pie derecho a colocar y Pérez manoteó al córner.

Ñublense tuvo un mejor manejo de la pelota, construyó el juego a partir de sus mediocampistas, en especial Juan Andrés Leiva y Pablo Aránguiz, y tuvo en Juan Córdova un lateral punzante que comprometió a Iván Pillud, referente y de inesperada presencia en la noche de Avellaneda.

El chileno de raíces canadienses fue profundo y se volcó por la izquierda con una muy buena predisposición para encarar hacia adentro y apostar a su mejor perfil. Dos veces remató de media distancia. Primero, encontró una respuesta de Gabriel Arias en dos tiempos. Después, su disparo se perdió muy cerca del poste izquierdo del arquero celeste y blanco.

No fluyó Matías Rojas en el primer tiempo. Más allá de algún toque de primera o un cambio de frente, no gravitó. Ni siquiera estuvo fino en la pegada. Y terminó rotando con Hauche, descolorido por la izquierda.

Para un equipo que suele hacer gala de su posesión, el igualitario reparto de la tenencia expuso sus pocas ideas. Racing perdió muchas pelotas, falló en las divididas y en ningún momento dio la sensación de controlar el partido. Por el contrario, Ñublense se plantó, desafiante, y lo atacó.

Hasta el segundo tiempo, cuando todo cambió en un puñado de minutos. Entonces, Racing demostró la diferencia de jerarquía ante un adversario que se clasificó a la Sudamericana dando pena. La Academia, entonces, justificó la victoria con dominio y con goles, claro. El de Matías Rojas en su noche especial y el de Hauche, dicho está. El de Moreno, tras una jugada de Maxi Romero y un pase de Nardoni, y el de Piovi, quien resolvió de zurda tras un córner de Nicolás Oroz que bajó Guerrero. El que le puso el broche de oro a la fiesta en Avellaneda.


POSICIONES FINALES - GRUPO A - COPA LIBERTADORES 2023
P EQUIPO PTS. PJ PG PE PP GF GC DF
1 Racing (Argentina) 13 6 4 1 1 13 6 +7
2 Flamengo (Brasil) 11 6 3 2 1 11 5 +6
3 Ñublense (Chile) 5 6 1 2 3 3 10 -7
4 Aucas (Ecuador) 4 6 1 1 4 6 12 -6
Clasificados a Octavos de Final: Racing y Flamengo.
Ñublense fue transferido al Play-off de Octavos de Final de la Copa Sudamericana 2023.

Independiente del Valle (Ecuador) 3 - Argentinos 2 - Copa Libertadores 2023

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PERDIÓ CON INDEPENDIENTE DEL VALLE EN LA ALTURA DE QUITO Y SE QUEDÓ SIN PREMIO
A Argentinos se le escapó en el último minuto ese empate que le servía
Ese resultado le daba el primer lugar al Bicho. Igualó a los 42, lo perdió a los 45 y quedó segundo en el grupo.
En un partidazo cambiante minuto a minuto, Argentinos luchó hasta el final pero no pudo contra Independiente del Valle en los 2.500 metros de altura de Quito. En el duelo de clasificados, el equipo de Gabriel Milito cayó sobre la hora y terminó en el segundo lugar del Grupo E de la Copa Libertadores.

El 1-1 con el que se fueron al entretiempo le quedó muy bien a la etapa inicial en la que todo fue muy equilibrado. Porque cuando el local era un poquito más pudo sacar la ventaja gracias a una enorme definición de Lorenzo Faravelli, uno de los argentinos que tiene el conjunto ecuatoriano.

Y cuando Argentinos se acomodó y tomó mayor posesión de la pelota, también pudo llegar al gol. Y eso sucedió cuando encontró un gran espacio en la espalda de Yaimar Medina. Por allí apareció Javier Cabrera, que desbordó y tiró el centro atrás. El balón hizo una parábola extraña ante el intento de rechazo de Mateo Carabajal y se le metió por arriba al arquero Alexis Villa, a quien Francisco González Metilli pareció cometerle infracción al no permitirle ir a atrapar la pelota. El árbitro colombiano, Wilmar Roldán, cobró el gol y el VAR le dio la derecha.

La paridad se extendió también en el complemento. Volvió a pegar primero Independiente, esta vez más rápido. A los tres minutos Lautaro Díaz aprovechó que la defensa del Bicho salió muy lejos y no perdonó al quedar mano a mano contra Alexis Martín Arias. El visitante no se achicó y una vez más retomó el poder del juego.

Francisco González Metilli contó con dos situaciones, una mejor que la otra, que desperdició de modo increíble. La primera fue por un mal pase atrás y la segunda llegó a través de una linda asistencia de Gabriel Avalos. En ambas oportunidades, González Metilli disparó desviado.

Parecía haber dejado pasar su momento en la segunda parte, Argentinos. El local avisó con un tiro en el palo y luego lo volvió a quebrar con el tanto de Lautaro Díaz. Sin embargo, a los de La Paternal le quedaba entrega y logró empatarlo de nuevo gracias al ingresado Leonardo Heredia a falta de tres minutos para el final.

Independiente del Valle no se rindió y recuperó el primer puesto del grupo con la definición cruzada de Kevin Rodríguez a los 45.


POSICIONES FINALES - GRUPO E - COPA LIBERTADORES 2023
P EQUIPO PTS. PJ PG PE PP GF GC DF
1 Independiente del Valle (Ecuador) 12 6 4 0 2 10 5 +5
2 Argentinos (Argentina) 11 6 3 2 1 8 6 +2
3 Corinthians (Brasil) 7 6 2 1 3 7 6 +1
4 Liverpool (Uruguay) 4 6 1 1 4 4 12 -8
Clasificados a Octavos de Final: Independiente del Valle y Argentinos.
Corinthians fue transferido al Play-off de Octavos de Final de la Copa Sudamericana 2023.

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