River 2 - Liga de Quito (Ecuador) 0 - Copa Sudamericana 2015

EL EQUIPO DE GALLARDO EMPEZÓ LA DEFENSA DEL TÍTULO CON UNA BUENA VICTORIA ANTE LIGA DE QUITO

River volvió a dar señales de mejoría, pero se quedó corto en el resultado

Alario y Mora convirtieron los goles del campeón, que aunque profundizó la levantada en su nivel de juego dejó pasar la chance de definir la serie anoche mismo.

River vuelve a apostar al toque, al juego asociado, a tratar de recuperar esa precisión en velocidad que lo distinguió durante el arranque del ciclo de Marcelo Gallardo. Desde que volvió de Japón, tras ganar la Suruga Bank, se había vuelto un equipo irresoluto y confuso para atacar. Su técnico dio rápidamente con el diagnóstico y se propuso “volver a las fuentes”, lo que incluyó el regreso de Leonardo Pisculichi como enganche en lugar de Leonardo Ponzio, un hombre clave en la obtención de la Copa Libertadores.

Y de a poco, a fuego lento pero de manera sostenida, River empieza a dar señales de vitalidad. Había mejorado en el segundo tiempo del domingo ante Lanús, por el campeonato local. Y anoche profundizó esa levantada en su nivel al comenzar la defensa de su título en la Sudamericana con una victoria merecida, pero sobre todo exigua: el 2 a 0 ante Liga de Quito no terminó de contar la clara superioridad que ejerció sobre su débil rival.

De todos modos, se trata de una ventaja que le permitirá jugar la revancha del miércoles, en la altura de Quito, con cierta tranquilidad. Un poco porque Liga no le anotó ningún gol en el Monumental y otro porque River sabe que si logra convertir uno en Ecuador obligará a su rival a marcarle cuatro para pasar a los cuartos de final, instancia en la que espera el ganador de la serie que Libertad y Chapecoense de Brasil empiezan a jugar hoy en Paraguay. Lo que está claro es que Liga, si quiere aspirar a eliminar a River, deberá dar un salto de calidad en su juego: anoche fue un conjunto demasiado cauteloso y lleno de inhibiciones que recién se animó a salir un poco de su campo al encontrarse en desventaja.

Para progresar con claridad en la cancha se necesita precisión en el traslado. Y para que ello redunde en la generación de situaciones de gol, es imperioso lograr aceleración y encontrar sorpresa en los últimos metros. River completó esos formularios durante buena parte del primer tiempo, pero se fue al descanso ganando 1 a 0 porque le faltó justeza en la definición, porque Alexander Domínguez tapó varias pelotas de gol y porque el travesaño devolvió un tiro libre de Pisculichi.

La satisfacción de Gallardo debe haber sido doble en la jugada del primer tanto. En un campo de juego pesado por la lluvia, hubo una sucesión de toques de la que participaron Mercado, Alario, Sánchez y Mora, quien se la amortiguó muy bien al ex Colón para que definiera junto a un palo. Por la concepción de la jugada y por la resolución de Alario, fue un golazo.

Pisculichi estuvo más participativo que ante Lanús y eso se notó en el juego de un River que intentó atacar en bloque y que supo lastimar mucho más cuando avanzó por la derecha. Por allí funcionaron mejor Mercado y Sánchez que Casco y Bertolo por la banda opuesta, aunque los dos últimos mejoraron en relación con sus presentaciones anteriores. Al igual que en el primer tiempo, por la derecha también llegó el segundo: en una de sus primeras intervenciones, Viudez mandó un centro para el cabezazo de Mora. Iban 30 minutos y Liga estaba con diez hombres por la expulsión de Luis Romero, por doble amarilla, a los 27.

Fue una actuación colectiva pareja, sin brillos individuales, la de River. Pero suficiente para justificar el triunfo y para que quedara sobrevolando la sensación de que dejó pasar la chance de resolver la serie ayer mismo. Por lo pronto, mostró su mejor versión desde que ganó la Suruga y arrancó con buen pie en la Sudamericana. Sabe que el sorteo le deparó una exigencia: definirá todas las series de visitante. Pero también que el camino hacia el título es más breve y que los mano a mano le sientan bien.