Boca 2 - 0 River - Ida Copa Luis B. Nofal 2012

EMPEZO A GANARLO CUANDO NO LO MERECIA Y LO DEFINIO CUANDO LO NECESITABA

Boca impuso su categoría y se llevó el primer clásico

Con los goles de Nicolás Blandi, uno en cada tiempo, le dio una cachetada al River de Almeyda.

Goza el poderoso que es campeón de Primera. Padece el poderoso que trata de convivir con la B Nacional nunca imaginada. La conclusión global de la actualidad futbolera se reafirma en un amistoso para la memoria, en el primero que encuentra a los dos gigantes del país en categorías distintas. Pasa aquí, en este rincón hospitalario que disfruta el Superclásico también por vez primera. Boca es la alegría total. River, cuyo presidente y técnico no querían jugar, es de nuevo el desconsuelo. El campeón levanta los brazos a pesar de la ausencia de la mitad más uno de los titulares que proyecta su DT para la Libertadores.

Empezó a ganarlo cuando no lo merecía y lo definió cuando lo necesitaba. Es el partido máximo que tanto se extrañaba. Con la esencia de siempre. Con el corazón a mil. Dependiente de las circunstancias y de los momentos. Nada de amistoso. Como si fuese por los puntos. Como se calculaba. Así jugaron. Le preocupaba a Falcioni la rapidez que había exhibido River ante Racing. Y no estaba equivocado el Emperador. Es que, de entrada, parecía el equipo de Almeyda encontrarse un par de velocidades arriba del campeón.

Como grande que es, como gigante que en Primera merece estar, River arrancó. En apenas seis minutos, ya había contado con cuatro situaciones claras. Cirigliano y Sánchez manejaban todo desde el medio. Y Boca era la confusión total. Porque sus mediocampistas no se afirmaban y porque atrás surgían huecos por todas partes. Sánchez le pateó al cuerpo a Orion. Después de un corner, Cavenaghi se sorprendió por la falla del arquero, no la pudo parar, la pelota le rebotó y salió desviada. Y Funes Mori, Rogelio, el delantero, desperdició dos más rematando muy afuera.

Perdonó River en ese flash a todo ataque del inicio. Y Boca, en el minuto siete, le pegó un mazazo que lo desarticuló. Armaron una jugada entre Somoza y Franco Sosa, picó Mouche en off side, metió un centro de wing perfecto y Blandi clavó un cabezazo de goleador implacable, ratificando que no fueron en vano los últimos cuatro días de práctica en Tandil repitiendo el desborde del 7 para buscar al 17...

El oportunismo del campeón desacomodó a River, que dejó de arrimarse a Orion, que empezó a flaquear atrás (en especial Ramiro Funes Mori), que dejó en evidencia a un Arano improductivo y que cayó en el peor de los pecados: los golpes y las protestas. "Si les ganamos se les viene la noche", había dicho el Chori Domínguez hace unas semanas, pero quien quedó atrapado por la oscuridad fue justamente él: tras una falta de Franco Sosa no cobrada, reaccionó, lo amonestaron y protestó hasta que lo echaron. Justo el 10 afuera faltando algo más de una hora de juego. Un desperdicio.

Cayó en la locura River. Y el partido se calentó al extremo. La pelota sufría. Ledesma, en su regreso y a pesar de la carencia de ritmo, se agrandaba y demostraba que la camiseta no le pesa y que sabe cómo desempeñarse en los clásicos. Hubo apenas muy poco de ahí en adelante. Apenas una falta de atrás a Mouche no cobrada ni como tiro libre ni como penal. Y punto.

Almeyda arriesgó con los cambios. Mandó a Trezeguet y al Maestrico González por Arano y por el inexpresivo Ponzio. Se quedó con tres atrás y con tres arriba, en ese 11 contra 10 que Roncaglia igualó numéricamente por una falta innecesaria a Sánchez en la mitad de la cancha. Justo cuando parecía que Boca encontraba los espacios ideales para contraatacar.

Pateó Cavenaghi de afuera, desviado. Cabeceó Maidana, pasó cerca. Cuando River se insinuaba amenazante pero no generaba con nitidez, Boca no se desarmó y siguió apostando a replicar. Hasta que Colazo la tocó hacia atrás y la empujó Blandi, como para certificar que si no está Silva no hay que hacerse tanto problema, como para reafirmar el estado de felicidad de Boca justamente en el clásico que jamás se olvidará.